Reseña: Jalape-NO!
Introducción
Nada se compara a la exquisitez de estos platillos, pero la intensidad de un solo jalapeño puede desequilibrar todo el plato. Amplía tu colección de opciones de comida, pero ¡evita a toda costa las cartas de jalapeño! Si atrapas una, intenta deshacerte de ella antes del final. ¡El chef con menos puntos negativos tras cinco rondas gana!

Así se nos presenta Jalape-NO!, un diseño de Michael Kiesling y Wolfgang Kramer, responsables de juegos como Tikal o Abluxxen. Publicado por primera vez en 1998 por F.X. Schmid en una versión en alemán. En 2022 fue reeditado por Playte en una versión en coreano e inglés con ilustraciones de Danny Aldana (siendo su primer trabajo en el mundo de los juegos de mesa).
Se encuentra publicado en España por Delirium Games (aunque el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas de 3 a 9 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de 40 minutos. El precio de venta al público es de 12,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en coreano e inglés de Playte, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 14×10,5×3,5 cm. (caja rectangular pequeña similar a Coup o El Zorro en el Bosque), encontramos los siguientes elementos:
- 108 Cartas (56×87 mm.)
- Reglamento

Mecánica
Jalape-NO! es un juego de bazas con sabor picante en el que los jugadores compiten por evitar los temidos jalapeños mientras coleccionan deliciosos platos de los años noventa. La partida se desarrolla a lo largo de cinco rondas, en las que los jugadores reciben una mano de cartas (debiendo revelar las cartas de valor 1, los jalapeños) y deben jugar bazas siguiendo el color liderado por el jugador inicial, siempre que tengan cartas de ese color en la mano o entre sus jalapeños visibles. El jugador que juegue la carta más alta del color liderado gana la baza y recoge todas las cartas jugadas, incluyendo cualquier jalapeño. Los jalapeños que gane los mantiene bocarriba en su zona (pudiendo volver a jugarlos en una baza posterior). Al final de cada ronda, los jalapeños otorgan puntos negativos (2 puntos), y además penalizan las cartas que coincidan en color con ellos (1 punto por carta). Tras cinco rondas, el jugador con menos puntos negativos será coronado como el chef más equilibrado de la partida.
Conceptos Básicos
Como juego de bazas, su componente principal son las Cartas. Estas las encontramos en hasta seis palos con valores numerados del 1 al 18. Dependiendo del número de jugadores en cada partida se utilizará una determinada cantidad de palos y de valores numéricos. Se siguen las reglas habituales de los juegos de bazas, de forma que el líder fijará un palo y el resto de jugadores estarán obligados a seguir dicho palo jugando, pudiendo jugar cartas de otro palo en caso de no tener cartas del palo fijado por el líder. La particularidad de este juego son las cartas de jalapeño (las de valor 1). Primero porque son cartas que estarán visibles en todo momento, aunque formarán parte de la mano del jugador que las posea (pudiendo jugarlas). Segundo porque esas cartas no salen de la partida en ningún momento, y si un jugador gana una baza con uno o más jalapeños, estos pasan a formar parte de su mano (se siguen quedando visibles). Y tercero porque son las cartas que penalizan al final de la mano, de forma que los jugadores tengan jalapeños anotarán puntos por dichos jalapeños así como por todas las cartas de los mismos palos que los jalapeños.

Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se forma el mazo de juego en función del número de jugadores:
- 3 Jugadores: 4 palos con cartas de valores 1 al 9
- 4 Jugadores: 4 palos con cartas de valores 1 al 12
- 5 Jugadores: 5 palos con cartas de valores 1 al 12
- 6 Jugadores: 6 palos con cartas de valores 1 al 12
- 7 Jugadores: 6 palos con cartas de valores 1 al 14
- 8 Jugadores: 6 palos con cartas de valores 1 al 16
- 9 Jugadores: 6 palos con cartas de valores 1 al 18
- Se mezclan todas las cartas y se reparten equitativamente entre todos los jugadores. Aquellos que reciban cartas de valor 1 (jalapeños) deben colocarlas visibles en su zona de juego.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida
Una partida de Jalape-NO! se desarrolla a lo largo de cinco manos.
Cada mano se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de bazas. En cada baza el líder juega una carta de su mano para fijar el palo que los demás jugadores deben seguir. Tras esto, continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador debe jugar una carta de su mano del mismo palo que la carta jugada por el líder. En caso de no tener ninguna carta de dicho palo, podrá una carta de cualquier otro palo.
Cuando todos hayan jugado una carta, la baza la ganará aquel que jugase la carta de mayor valor del palo fijado por el líder, recogiendo todas las cartas que colocará en su pila personal de puntuación, a excepción de los jalapeños, que se volverán a colocar bocarriba en la zona del jugador visible para todos los demás. Este jugador se convierte en el nuevo líder.
La mano finaliza cuando, al término de una baza, uno o más jugadores se han quedado sin cartas, procediéndose a puntuar. Cada jugador con jalapeños en su zona de juego anotará 2 puntos por cada jalapeño que tenga más 1 punto por cada carta cuyos palos coincidan con los de los jalapeños que tengan.
Tras esto, se recogen todas las cartas, se barajan y se vuelven a repartir (de nuevo, los jugadores que reciban cartas de valor 1 deberán colocarlas visibles en su zona de juego). El jugador inicial de la siguiente mano será el jugador con más puntos acumulados. En caso de empate, el nuevo jugador inicial será el jugador con más puntos de penalización más cercano al jugador inicial.
Fin de la Partida
La partida finaliza al término de la quinta ronda. El jugador que menos puntos haya acumulado será el vencedor. En caso de empate, se comparte la victoria.
Opinión Personal
Los juegos de bazas están de moda. No solo por la cantidad de ellos que se publican al año o por la transversalidad de los mismos, que llegan de cualquier parte del mundo, sino también por esos autores que han buscado implementar las mecánicas típicas de estos juegos en diseños más complejos como Arcs (aquí su tochorreseña) o Brian Boru.
Pero que estén de moda ahora no significa que su historia haya comenzado hace pocos años, sino que tenemos ejemplos de juegos de bazas diseñados por autores clásicos. Y el juego que hoy nos ocupa es un ejemplo de ello, ya que este Jalape-NO!, publicado hace más de 25 años, es obra de Kramer y Kiesling. Y gracias a Playte lo tenemos de vuelta en las estanterías. Vamos a ver cómo se comporta no sin antes agradecer a la editorial coreana la cesión de la copia.
Jalape-NO! es un juego de bazas relativamente estándar en el sentido de que tenemos las mecánicas estándar del género, esto es, el líder de la baza fija el palo al que los demás jugadores tienen que asistir, de forma que el resto de participantes deberá jugar una carta de ese mismo palo, ganando la baza quien haya jugado la carta más alta del palo fijado por el líder.

Solo en el caso de que un jugador no disponga de al menos una carta del palo fijado por el líder es cuando éste podrá jugar una carta de cualquier otro palo, aunque esto significará siempre no optar a ganar la baza, ya que en este caso no existe un palo triunfo que se imponga al resto de palos.
Hasta aquí todo relativamente normal. Las particularidades las encontramos con las cartas de valor 1, que muestran un jalapeño, esto es, las cartas más bajas de cada palo y con las que difícilmente un jugador ganará una baza (aunque no es para nada imposible). Concretamente tres particularidades. La primera y más llamativa es que estas cartas serán públicas, esto es, que, al repartir las cartas al comienzo de una mano, los jugadores que reciban los 1 de los distintos palos presentes en el mazo deberán colocarlos bocarriba en su zona de juego.
La segunda particularidad es que estas cartas se mantienen en juego durante toda la mano, aun cuando un participante juegue uno de estos jalapeños en una baza. El ganador de la baza acumulará todas las cartas ganadas en una pila personal, con la excepción de las cartas de valor 1, que colocará bocarriba en su zona de juego pasando a formar parte de su mano.
Y la tercera es que estos jalapeños son los que otorgan puntos al final de cada mano, ya que cada jugador añadirá a sus cartas ganadas las que les queden en mano, incluidos los jalapeños. Así, cada jalapeño sumará dos puntos, mientras que cada carta en la pila de cartas ganadas perteneciente al palo de dicho jalapeño sumará un punto.

La cosa es que acumular puntos es malo, así que la prioridad de los jugadores será intentar no acabar con ningún jalapeño en su poder para cuando el final de la mano se detone o, en su defecto, intentar acumular la menor cantidad de cartas posibles del palo de dicho jalapeño para que la penalización sea la menor posible.
Ahí es donde está la gracia de este Jalape-NO!, porque, siendo un juego de bazas, la dinámica principal que se genera es la de patata caliente. Cada jalapeño en mano es un elemento perjudicial que cada jugador va a querer quitarse de encima. Pero habrá que calibrar muy bien en qué momento hacerlo.
Es por eso que Jalape-NO! es de los juegos en los que la memoria y llevar la cuenta de cuántas cartas han sido jugadas de cada palo es fundamental, ya que ser el líder en una baza y tener un jalapeño cuando ya no te quedan más cartas en mano de ese palo es un regalo envenenado que sabes que alguien va a recibir siempre y lleves bien las cuentas, porque basta con una carta de ese palo que reste por jugar para forzar al jugador que la esconda en su mano a utilizarla para asistir y, así, ser el receptor de ese jalapeño.
La tensión aumenta a medida que nos acercamos al final de una mano, momento en el que los jugadores comenzarán a quedarse sin cartas para asistir y será más sencillo que jugadores con jalapeños se los quiten de encima para desgracia del pobre que acabe jugando la carta más alta en el palo fijado por el líder.

A esto hay que sumarle el final incierto de la mano, ya que, aunque al comienzo de la misma todos los jugadores tienen las mismas cartas, al mantenerse los jalapeños en juego, el número de cartas en mano de los jugadores no se mantendrá equilibrado a medida que se resuelvan las bazas. De esta forma lo normal será que haya varios jugadores con cartas en mano cuando otros agoten las suyas, lo que da pie a la fase de puntuación. De ahí que calcular cuál es el momento exacto para jugar un jalapeño sea fundamental.
Por todo esto considero que Jalape-NO! tiene suficiente personalidad como para mantenerse en una ludoteca aun cuando se tenga un buen número de juegos de bazas en ella. Es cierto que tal vez se queda lejos de referentes del género como pueden ser Skull King (aquí su tochorreseña) o Seas of Strife (aquí su tochorreseña), pero tiene otra gran virtud contra la que muy pocos pueden competir.
Y no es otra que un interesantísimo rango de jugadores. Jalape-NO! admite de tres hasta nueve jugadores. Y es que esa dinámica de patata caliente lo acerca a un juego de tipo party que podrías sacar en reuniones con mucha gente en tu mesa. Es cierto que por encima de seis jugadores se puede volver tremendamenteamente caótico porque es complicado llevar la cuenta de tantos palos y valores. Pero creo que es suficientemente divertido en este contexto.
Respecto a la rejugabilidad, pues la típica de los juegos de bazas. Si se abusa de él en un corto intervalo de tiempo es probable que no queramos tenerlo en mesa durante un tiempo. Pero dosificado adecuadamente y/o destinado a situaciones en las que tengamos mucha gente alrededor de la mesa y apetezca un juego de bazas puede ser una opción muy interesante.

Pasemos a la producción. Nos encontramos con una caja pequeña de filler tradicional con unas cartas de buena calidad, con interesante gramaje, textura en lino y una magnífica respuesta elástica. El enfundado es recomendable para evitar marcas en un juego que las cartas se manosean y se barajan tanto. No habría venido mal un bloc de puntuación. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
En cuanto a las ilustraciones, creo que el trabajo de Danny Aldana es tremendamente llamativo, con esas imágenes de comida con rasgos faciales que recuerdan mucho a anuncios japoneses de comida. Seguro que a muchos os viene a la mente la imagen de Mr. Croquet, la mascota de una empresa japonesa para detergentes que se parece mucho a Homer. Los mismos ojos pero en comida. Muy llamativo para ser un juego de bazas. La única pega es que hay algunas cartas que la ilustración ocupa gran parte de la misma y puede confundirse el palo al que pertenece porque el fondo del logotipo coincide con el color de otro palo. Habría sido conveniente haber añadido algún símbolo de color identificativo del palo para poner bajo los números.
Y vamos cerrando. Jalape-NO! es un juego de bazas con personalidad propia gracias a las cartas más bajas de cada palo, las cuales son públicas y son las que generan puntos negativos para los jugadores que las tengan en su poder al final de cada mano. Final incierto porque el número de cartas en la mano de los jugadores no se mantendrá equilibrado debido al tránsito de estos jalapeños. Así, se genera una dinámica de patata caliente donde la tensión se dispara con la memoria y el conteo de cartas como elementos esenciales, culminando en un final que genera momentos memorables. Una de sus mayores virtudes es su amplio rango de jugadores, aunque es cierto que por encima de cinco jugadores el caos se puede apoderar de la partida, convirtiéndose más en un party que en otra cosa. Pero justamente por esto último creo que el juego puede tener más vida que otros juegos de bazas. Por todo esto le doy un…


