Reseña: Robotrick

Introducción

¡Analiza la IA y captura a los robots! ¡El malvado robot descontrolado «HAL2020» ha atacado con sus robots subordinados! ¡Cada jugador usará sus robots para defenderse! Si capturas hábilmente a los robots enemigos, ¡tendrás una gran oportunidad de ganar! ¡Pero cuidado! ¡La capacidad de almacenamiento es limitada! Los robots que excedan esa capacidad no podrán ser controlados. ¡Además, los robots que pierdan contra los enemigos te causarán problemas! ¡Captura eficientemente los robots enemigos y saca ventaja sobre tus rivales!

Así se nos presenta Robotrick, un diseño de Domi (Comrade). Publicado por primera vez en 2020 por The Game Gallery Works en una versión en japonés. De las ilustraciones se encarga decoctdesign.

No se encuentra publicado en español, por lo que tendréis que recurrir al mercado de importación o de segunda mano (el juego es completamente independiente del idioma). Permite partida a exclusivamente 3 jugadores, una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de 30 minutos. El precio de venta al publico es de 13,5€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en francés y alemán publicada por Explor8.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

Ir a la Opinión Personal

Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 11,9×9,4×2 cm. (caja rectangular pequeña tipo ¡Toma 6! o Saboteur), nos encontramos los siguientes elementos:

• 52 Cartas de Robot (56×87 mm.)
• 10 Cartas de IA (83×114 mm.)
• Reglamento

Mecánica

Robotrick es un juego de bazas para exactamente tres jugadores muy particular en el que tenemos una baraja con cuatro palos de 13 cartas (numeradas del 1 al 13) que tienen un valor de puntos asociado (la mayoría de las veces coincide con el valor de la carta). La partida se juega a lo largo de tres manos. Al comienzo de cada mano se mezclan todas las cartas y se dejan fuera 3 de ellas, además de revelar una cuarta para determinar el palo triunfo. Las 48 cartas restantes se reparten en cuatro manos, una para cada jugador y una cuarta para un jugador virtual. Antes de comenzar, los jugadores se pasarán dos cartas en el sentido de las agujas del reloj. Las cartas de este jugador virtual se despliegan en cuatro columnas (una por palo) en orden ascendente (abajo la de menor valor). También se mezcla un mazo de cartas de IA y se revela una de ellas para cada mano. Estas cartas determinan como va a jugar el bot en función de si es o no el líder y de si puede o no asistir (con dos posibles opciones en cada caso). Al resolver una baza, si es el bot quien la gana, los jugadores acumularán la carta que hayan jugado en su pila de penalización y la carta del bot se descarta. Si es un jugador real el que gana la baza, se quedará con la carta del bot como recompensa, dejándola bocarriba en su zona de juego (las cartas de los jugadores reales se descartan). Cada jugador solo podrá tener tres cartas bocarriba, por lo que si gana más, las colocará en su pila de penalización. Al final de cada mano los jugadores anotan los puntos de sus cartas bocarriba y restan los puntos de las cartas de su pila de penalización. Ganará quien mejor puntuación tenga al final de las tres manos.

Conceptos Básicos

Por un lado tenemos las Cartas de Robot. Estas se muestran en cuatro palos. Cada palo tiene un color, una letra y un tipo de robot asociado. Dentro de cada palo tendremos trece cartas numeradas del 1 al 13. Bajo el numero que aparece en las esquinas superiores encontraremos un pequeño valor en el interior de un triangulo del color del palo. Este valor coincide con el de la carta a excepción de las cartas de valor 11, 12 y 13 (para el 11 y el 12 aparece 10 y para el 13 aparece 15). Estos valores serán los puntos que los jugadores acumularán, ya sea positivamente (solo tres como maximo por mano) o negativamente (aquí no hay límite). Como suele ser habitual en los juegos de bazas, el jugador que actue como lider jugará una carta fijando el palo que los demás deben seguir siempre que tengan al menos una carta de dicho palo en su mano. Al comienzo de cada mano se apartarán ciertas cartas, usandose una de ellas para indicar el palo triunfo. Durante la partida los jugadores que ganen bazas podrán acumular hasta 3 cartas como puntos positivos bocarriba en su zona de juego. Pero si ya tienen el maximo de cartas permitido y obtienen nuevas cartas, estas se acumularán como puntos negativos en una pila de penalización.

Aunque se trata de un juego para tres, en realidad habrá cuatro jugadores en la partida. El cuarto jugador estará gobernado por una inteligencia artificial que se representa con Cartas de Inteligencia Artificial que indican cómo actua el jugador virtual cada vez que le toque jugar una carta. Tendremos tres columnas (la celeste para el caso en el que el jugador virtual tenga al menos una carta del palo a asistir, la roja para el caso en el que no tenga una carta con la que asistir y la amarilla para el caso en el que el jugador virtual sea el lider. A su vez cada carta tiene dos filas (la primera es la opción prioritaria y la segunda es la secundaria, escogiendo en orden alfabetico en caso de que haya un caso en el que se cumplan las dos prioridades). Si la inteligencia artificial gana una baza, los jugadores anotarán como puntos negativos las cartas que ellos jugaron.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se escoge a un jugador para que haga de repartidor.
2. Se mezcla el mazo de cartas de Inteligencia Artificial y se revela una de ellas.
3. Se mezcla el mazo de cartas de robot y se apartan 3 cartas sin revelar. Además se revela una cuarta que se coloca sobre esas tres para indicar el palo triunfo.
4. El resto de cartas se reparten en cuatro manos. Cada jugador recibe una de ellas y la cuarta es la mano del jugador virtual, que se despliega en la mesa en columnas ordenando las cartas de mayor a menor (la primera carta en la columna debe ser la de menor valor). Este despliegue se coloca a la izquierda del repartidor (entre él y el siguiente jugador).
5. Por último, tras consultar sus respectivas manos, cada jugador intercambia una carta con cada uno de sus rivales.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Robotrick se desarrolla a lo largo de tres manos. Cada mano se compone de 12 bazas, ya que cada jugador dispone de 12 cartas en mano.

Cada baza se resuelve de la siguiente forma:

• En primer lugar el jugador que lidera deberá jugar una carta de su mano, fijando el palo a seguir.
• Siguiendo el sentido de las agujas del reloj, el resto de jugadores deberán jugar una carta. Esta debe ser del palo a seguir. En caso de no tener ninguna carta de dicho palo podrán jugar cualquier carta.
• Cuando sea el turno de la inteligencia artificial, esta seguirá las reglas de su carta de inteligencia artificial jugando una de las cartas disponibles en su mano.
• La baza finaliza cuando esta contiene cuatro cartas y ganará quien haya jugado la carta de mayor valor. Pueden darse dos situaciones:
  • Si la baza la gana uno de los tres jugadores, este acumulará en su hangar la carta jugada por la inteligencia artificial (las cartas jugadas por los jugadores se descartan). Si un jugador ya tiene tres cartas en su hangar y gana una carta, deberá colocarla bocabajo en su pila de penalización.
  • Si la baza la gana la inteligencia artificial, los jugadores acumulan con puntos negativos la carta que ellos jugaron, colocandola bocabajo en su pila de penalización (la carta jugada por la inteligencia artificial se descarta).
• Tras esto, el jugador que ganase la baza se convierte en el siguiente líder (puede ser la inteligencia artificial).

La mano finaliza cuando todos los jugadores se han quedado sin cartas. Los jugadores anotan los puntos acumulados (suman los puntos de las cartas de su hangar y le restan los puntos de las cartas de su pila de penalización). Se prepara la siguiente mano de igual forma que en la preparación inicial, siendo el repartidor el jugador sentado a la izquierda del anterior repartidor.

Fin de la Partida

El final de la partida se alcanza al termino de la tercera mano. Los jugadores suman los puntos que han acumulado durante las tres manos y quien mas puntos haya obtenido será el vencedor. En caso de empate se comparte la victoria.

Variantes

Hangar Incrementado. Cada jugador puede acumular hasta 4 cartas bocarriba (puntos positivos).

Inteligencia Artificial Estable. Se mantiene la carta de inteligencia artificial revelada al comienzo de la primera mano durante toda la partida.

Opinión Personal

Ya he comentado en numerosas reseñas que estamos viviendo una pequeña época dorada en lo que a juegos de bazas y juegos de escalera se refiere. Teniendo grandes referentes como Skull King (aquí su tochorreseña) o Tichu (aquí su tochorreseña), los autores se han estrujado las neuronas para encontrar mecanismos particulares que logren generar dinámicas con la suficiente personalidad como para destacar.

Ahí tenemos ejemplos como los de Claim (aquí su tochorreseña), con el que Scott Almes consiguió dar con la tecla para que las bazas funcionasen a dos jugadores mediante un sistema de efectos y de dividir el desarrollo de la partida en dos fases. O el maravilloso Cat in the Box (aquí su tochorreseña), donde la física nuclear y los juegos de bazas se abrazan en un diseño en el que las cartas no tienen palo (o tienen todos los palos a la vez por superposición cuántica).

Hoy vamos a hablar de otro de esos diseños tremendamente particulares. Y es que Robotrick es un juego de bazas exclusivamente para tres jugadores, pero en el que en realidad hay cuatro participantes, ya que una inteligencia artificial se convertirá en la protagonista de la partida (de ahí el nombre del juego). Vamos a ver cómo se comporta en mesa.

Robotrick no deja de ser un juego de bazas bastante tradicional en lo que a su concepción se refiere. Tenemos un mazo con cuatro palos, el jugador que lidera la baza deberá jugar una carta de su mano fijando el palo a seguir y el resto de jugadores estarán obligados a jugar una carta de ese mismo palo siempre que tengan al menos una en su mano.

En caso de no tener, podrán jugar cualquier otra carta, habiendo determinado el palo triunfo al comienzo de la mano, de forma que si un jugador, no pudiendo asistir a un palo distinto del triunfo, juega una carta de este palo triunfo, dicha carta tendrá un valor superior a cualquier carta del palo fijado por el líder.

Hasta aquí todo bastante tradicional. Las particularidades comienzan con el elemento en torno al que gira toda la partida, esto es, la inteligencia artificial. Y es que, aunque Robotrick es un juego para tres jugadores en exclusiva, realmente se comporta como un juego para cuatro. Así, en cada baza se jugarán cuatro cartas, una por cada jugador «humano» y una cuarta por parte de la inteligencia artificial.

La segunda particularidad es que la mano de esta inteligencia artificial se despliega sobre la mesa, de forma que todos los jugadores conocen qué cartas tiene este jugador virtual y, por tanto, qué cartas no pueden tener en sus respectivas manos sus otros dos rivales. Y esta mano lo es todo en cada partida.

Aquí es donde entra en juego el sistema de puntuación. A diferencia de la mayoría de juegos de bazas, aquí lo que interesa es saber gestionar la mano para ganar únicamente tres bazas. Cuando un jugador gana una baza (ha jugado la carta más alta del palo a seguir o, en su defecto, del palo triunfo) lo que ganará será la carta jugada por la inteligencia artificial (las cartas de los jugadores se descartan). Esta carta se coloca boca arriba en la zona del jugador, aportando su valor en puntos de victoria (que, salvo para las cartas de valor 11, 12 y 13, es el propio valor de la carta). Así que, como es obvio, interesará ganar bazas en las que la inteligencia artificial juegue valores altos.

La gracia del asunto es que todos los jugadores saben qué carta jugaría la inteligencia artificial dependiendo del palo que se fije al jugar la primera carta en una baza (si es que no es la inteligencia artificial la que lidera). Y es que la inteligencia artificial estará gobernada por una carta en la que se especifica qué carta debe jugar en cada caso. Así, asumiendo un determinado palo, todos los jugadores saben qué carta va a jugar la inteligencia artificial cuando le toque actuar.

De esta forma, los jugadores comienzan a ver el código de Mátrix cuando saben interpretar de forma ágil cada una de las cartas de inteligencia artificial, generándose una dinámica con tintes de programación de acciones al saber cómo va a responder ese jugador virtual ante los estímulos del líder.

Y es que hay que andarse con mucho ojo porque, si no se calcula adecuadamente, se puede generar una reacción en cadena que los jugadores no sean capaces de parar. Si, por ejemplo, la inteligencia artificial gana una baza y, debido a su programación, empieza a jugar cartas del palo triunfo y todas las cartas que tiene de este palo son las más altas, los jugadores se verán abocados a perder baza tras baza.

No lo he dicho, pero si la inteligencia artificial gana una baza, los jugadores no se van de rositas, ya que se verán obligados a quedarse con la carta que jugaron como puntos negativos, añadiéndola a una pila de penalización en la que también se colocarán las cartas de las bazas que ganen si ya han alcanzado el máximo de cartas puntuables (esto es, han ganado ya tres bazas).

Como veis, Robotrick es un juego de bazas tremendamente cerebral, en el que intentar prever el futuro conociendo algo más de la mitad de la información es un reto tan excitante como exigente. Por poner números, cada jugador sabe la ubicación de 26 cartas (las 12 de la inteligencia artificial, las 12 del propio jugador y una carta de cada rival, ya que al comienzo de cada mano los jugadores intercambian una carta).

La idea me parece brillante, pero es cierto que la presencia de esta inteligencia artificial se roba todo el protagonismo de la partida. Una inteligencia artificial a la que no le importa ganar o perder bazas, de forma que la partida se convierte en una lucha por manipular a esta inteligencia artificial para que juegue la carta que más convenga en cada momento, dándose situaciones en las que los jugadores se ven atrapados.

En este sentido, el alto grado de originalidad para mí no es suficiente como para proclamarlo «el mejor juego de bazas para tres jugadores». Para mí, de momento, ese lugar lo sigue ocupando El Diablo en la Botella (aquí su tochorreseña), que consigue también una dinámica muy particular, siendo un juego «más de bazas» y sin parafernalias adicionales.

Con todo, el ejercicio de diseño es encomiable y Robotrick se queda muy cerca de ese referente para esa configuración concreta de jugadores. Además, como tenemos un mazo de diez cartas de inteligencia artificial que se suman al reparto aleatorio de las cartas, tenemos un juego en el que el puzle cambia continuamente y lograr resolverlo de forma óptima es muy entretenido, por lo que la rejugabilidad es bastante alta, pudiendo ver mesa de forma bastante recurrente.

Pasemos a la producción. Nos encontramos con un pequeño mazo de cartas de tamaño estándar de buena calidad, con gramaje aceptable, buena respuesta elástica y textura en lino. Como todo juego en el que las cartas se tienen en mano, es recomendable el enfundado, al menos de las cartas de robot (las de inteligencia artificial no se tienen en mano nunca). El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

A nivel visual, sí se debería haber recurrido a un ilustrador que le aportase mayor personalidad. Los robots de las cartas no están mal, pero podría ser el dibujo de un niño de primaria. La portada tampoco resulta atractiva, con esos sectores en los que vuelven a aparecer los robots poco agraciados.

Y vamos cerrando. Robotrick es un juego de bazas exclusivo para tres jugadores en el que nos encontramos con una inteligencia artificial que actúa como cuarto jugador y que se roba todo el protagonismo de la partida, ya que de las cartas que dicha inteligencia artificial juegue dependerá lo que pase en cada baza. Cartas que pueden calcularse ya que esta inteligencia artificial actúa mediante un algoritmo conocido por todos los jugadores. De esta forma, cada mano se convierte en un puzle a optimizar, buscando el momento adecuado para intentar ganar una baza y maximizar los puntos. El problema es que, si la inteligencia artificial comienza a dominar, la mano puede entrar en una fase en la que los jugadores no pueden hacer nada, dejando una sensación rara. Pero vamos, el ejercicio de diseño me parece tremendo y, si buscáis un diseño original, este os puede resultar muy satisfactorio. Por todo esto le doy un…