Reseña: Trio
Introducción
¿Quién averiguará qué números esconden las cartas? ¡Un juego fácil e ingenioso al que no podrás dejar de jugar!
Así se presenta Trio, un diseño de Kaya Miyano (Cat Poker, Gambler x Gamble!). Publicado por primera vez en 2021 por Mob+ en una versión en inglés y japones como nana. De las ilustraciones de esa primera versión se encargó Sai Beppu. Posteriormente sería reeditado por Cocktail Games con la ilustraciones de Laura Michaud (top Ten, Maudit Mot Dit).
Se encuentra publicado en español por Asmodee (el juego es completamente independiente del idioma, a excepción del reglamento). Permite partidas de 3 a 6 jugadores, una edad mínima sugerida de 7 años y una duración aproximada de unos 15 minutos. El precio de venta al público es de 12,99€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en francés de Cocktail Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
- Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 11×11×3,4 cm. (caja pequeña de tamaño algo más grande que juegos como TrisTristisTigris), encontramos los siguientes elementos:
- 36 Cartas (65×100 mm.)
- Reglamento
Mecánica
Trio es un filler donde tenemos un mazo con 36 cartas con valores comprendidos entre 1 y 12 (con 3 copias por valor). El objetivo es ser el primero en acumular 3 tríos o, jugando con la variante avanzada, acumular dos tríos cuyos valores combinados entre sí resulten 12. Se repartirán una serie de cartas a cada jugador, que deberán ordenar en su mano de menor a mayor, y las restantes se colocarán en el centro de la mesa bocabajo. En cada turno, el objetivo del jugador será intentar conformar un trío revelando tres cartas iguales de forma consecutiva. Para cada carta podrá pedir a un jugador que revele la carta más alta o más baja de su mano, revelar una de las cartas del centro o revelar la carta más alta o más baja de su propia mano. Si se revela una carta de valor distinto a las reveladas anteriormente el turno del jugador finalizará (volviendo a dejar las cartas como al comienzo del turno). Pero si se consigue formar el trio, el jugador lo reclamará para sí, dejándolo sobre la mesa en su zona de juego.
Conceptos Básicos
El único concepto del juego son las Cartas. Tenemos un conjunto de treinta y seis cartas con valores comprendidos entre el 1 y el 12, teniendo tres copias de cada valor. Esas cartas se van a distribuir entre los jugadores y una zona central. La idea es formar tríos de mismo valor de forma directa, teniendo el siete como un valor central, ya que una de las variantes otorgará la victoria a quien reúna tríos que, mediante suma o resta, alcancen este valor. Es por eso que las cartas tienen en su zona inferior el valor del trío o tríos que permitiría alcanzar ese valor objetivo.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se baraja el mazo de cartas.
- Se reparten a cada jugador 9/7/6/5 cartas en partidas a 3/4/5/6 jugadores. Estos ordenan sus cartas de menor a mayor en la mano.
- El resto de cartas se colocan en el centro de la mesa bocabajo.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial.
- Finalmente, los jugadores escogen si jugar al modo simple (formar tres tríos) o al modo picante (formar dos tríos conectados o el trío de valor 7).
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida a Trio se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo debe intentar formar un trío. Para ello deberá revelar hasta tres cartas, con la condición de que las tres cartas deben mostrar el mismo valor. En caso de revelar una carta de un valor distinto a las anteriores, el jugador fallará en su turno y todas las cartas reveladas volverán a su posición inicial. En cambio, si el jugador consigue revelar tres cartas iguales, las reunirá para formar el trío y lo dejará bocarriba en su zona de juego.
Tras esto, el turno pasaría al jugador sentado a su izquierda.
Existen tres opciones a la hora de revelar una carta:
- Revelar una carta de la mano. El jugador revela la carta más baja o más alta de su actual mano (esto permitiría revelar la siguiente carta más baja o más alta).
- Revelar una carta de la mano de otro jugador, pidiéndole que revela la carta más baja o más alta de su actual mano (de nuevo, esto permitiría revelar la siguiente carta más baja o más alta).
- Revelar una carta de las disponibles en el centro de la mesa.
Fin de la Partida
La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador reúne su tercer trío (en el modo simple) o reúne dos tríos conectados o el trío de 7 (en el modo picante), proclamándose vencedor.
Opinión Personal
Las casualidades del destino han querido que el análisis de este juego estuviese programado justo al día siguiente de recibir el As d’Or de 2024 al Juego del Año en el país galo. Un juego que está publicado desde hace bastantes semanas en nuestro país pero que tal vez no ha tenido la repercusión que uno esperaba, sobre todo viendo cómo se mantiene en posiciones elevadas de los rankings en tiendas con altos volúmenes de venta. Vamos pues a ver cuáles son las bondades de este trío.
Trio no deja de ser una vuelta de tuerca a los juegos de memoria en el que los participantes deben intentar encontrar cartas coincidentes cuando, inicialmente, están todas ocultas a excepción de las cartas que cada uno tiene en mano. La particularidad del diseño es que los jugadores van a tener que ordenar estas cartas de menor a mayor, apareciendo la restricción de que solo son revelables las cartas de los extremos de la mano, esto es, la carta de menor valor y la carta de mayor valor.
Adicionalmente, en el centro de la mesa se colocarán varias cartas, de forma que existe un grado de incertidumbre adicional sobre una mano «común» que no tiene la limitación del orden al desconocerse qué valores se esconden en dichas cartas, y que son las que funcionan como los clásicos juegos de memoria de ir buscando parejas.
Así, el objetivo de los jugadores es, como indica el nombre del juego, formar tríos revelando exactamente tres cartas iguales de forma consecutiva, pifiando si se revela un valor distinto al anterior. Para ello puede revelar cartas de su mano o pedir a sus rivales que revelen cartas de su mano (de nuevo, de los extremos) y/o del centro de la mesa.
Si se forma el trío, alegría para el jugador activo, que reunirá las cartas reveladas y las colocará en una pila visible en su zona de juego. Si no se forma, frustración y pena, debiendo devolver las cartas a sus posiciones originales, esto es, a los extremos correspondientes de las manos adecuadas o voltearlas de nuevo en la zona central.
Se procede de esta forma hasta que se detona el final de la partida, algo que dependerá del modo de juego escogido. Por un lado tenemos el modo simple, que consiste en acumular tres tríos cualesquiera, siendo el modo ideal para jugar las primeras veces, ya que no existen alicientes especiales a la hora de buscar uno u otro trío.
El otro es el modo picante, que proclamará vencedor al primer jugador en acumular dos tríos conectados, esto es, que en suma o resta resulten el valor siete (por ejemplo, un trío de 9 y un trío de 2, o un trío de 3 y un trío de 4). Obviamente, si nadie lo consigue, el que conforme el trío de siete ganará automáticamente.
Y no tiene mucho más misterio. Un filler que no puede ser más sencillo a nivel de mecánicas, apto para todo tipo de jugadores y con partidas que se resuelven en un corto intervalo de tiempo. Y, aunque pueda parecer un juego de memoria más, la realidad es que proporciona momentos muy divertidos y tensos.
Primero porque los adultos tendemos a ir fallando cada vez más. Por eso, en partidas a seis jugadores recordar qué valores están en cada mano y qué valores se han revelado en el centro de la mesa puede resultar más complicado de lo que parece, ya que en los primeros turnos los jugadores intentarán recabar información de la mano de los demás jugadores así como evitar mostrar sus cartas (a no ser que se lo soliciten), desarrollándose una pequeña mecánica deductiva muy interesante.
Por ejemplo, es posible que un jugador tenga dos cartas en uno de los extremos de su mano con el mismo valor, por ejemplo dos 12. Si consigue encontrar el tercer 12 podrá componer el trío de forma rápida y sencilla. Pero claro, si no lo consigue en su primer turno, es muy probable que el resto de jugadores apunten a ese lado de la mano de ese jugador para que enseñe la carta que tiene y así saber qué está buscando.
Así, se van a revelar muchas cartas que, si no se van retirando de las manos de los jugadores y/o del centro de la mesa, irán engrosando el conjunto de información que hay que persistir a lo largo de los turnos para no meter la pata. Y claro, cuando alguien tiene controladas ciertas cartas y ve que el jugador activo intenta ir a por ellas y falla, es inevitable, como mínimo, esbozar una sonrisa.
Tiene su punto de tensión cuando un jugador ya tiene detectado un trío y aguanta la respiración para que el resto de jugadores no tengan toda la información y/o cometan fallos al no recordar exactamente dónde está cara carta, especialmente en las del centro de la mesa, que la disposición espacial es una variable más a la que no se presta atención.
Pero es que lo más habitual será que muchos jugadores empiecen a meter la pata casi de forma sistemática porque, como he dicho, a los adultos nos patina el cerebro con mayor facilidad. Por eso es un juego ideal para toda la familia, porque los más pequeños, con esas neuronas frescas serán capaces de retener de forma fiel mucha más información, pero les faltará esa picardía a la hora de escoger al jugador que debe revelar la siguiente carta.
Obviamente, si eres del tipo de jugador que no disfruta de los juegos de memoria, es muy probable que este Trio te parezca una medianía o una mediocridad. Porque, además de esta dinámica, el juego tiene un componente de azar muy elevado. No es lo mismo que te toque una escalera en la mano y tengas que estar continuamente buscando cartas, a que te toquen parejas y con solo localizar la tercera carta ya formes el trío casi directamente.
Pero es un filler orientado a toda la familia, y ahí el juego funciona perfectamente, disfrutando incluso del azar, pues las partidas duran un suspiro (entre diez y quince minutos) y da para echarse unas buenas risas. Muy en la línea de juegos como Mamma Mia! (aquí su tochorreseña), aunque a mí el diseño de Uwe Rosenberg me parece ligeramente mejor, aunque la duración es mayor.
El juego, a pesar de escalar bien, como mejor funciona es a seis jugadores, ya que las probabilidades de que un jugador tenga varias parejas son muy baja, y que encima coincidan con valores extremos más aún. A esto le sumamos el modo picante, que asegura que la partida va a durar unos cuantos turnos, ya que es tremendamente complicado que dos tríos conectados estén accesibles fácilmente al comienzo de la partida, además de generar alicientes a la hora de buscar ciertos tríos para evitar la victoria de un rival.
De rejugabilidad va sobrado, porque es de esos fillers a los que es imposible echar solo una partida. Ritmo ágil y duración muy contenida permite encadenar varias partidas. De hecho se puede plantear jugar al mejor de un determinado número de partidas para reducir ligeramente el impacto del azar.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con una caja cuadrada en la que se contiene el mazo de cartas, de buen gramaje, textura en lino y adecuada respuesta elástica. El enfundado es obligatorio porque las marcas en las cartas van a impactar en el desarrollo de la partida. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
En cuanto al aspecto visual, el trabajo de Laura Michaud es, cuanto menos, remarcable. Cartas con motivos y patrones mexicanos que son muy llamativos. Es cierto que el juego no tiene ningún tema, pero la realidad es que el diseño, tanto de la caja como de las cartas es muy agradable.
Y vamos cerrando. Trio es de esos fillers que, con muy pocas reglas y un mazo de cartas, consigue el efecto que todos los diseñadores buscan, esto es, un juego apto para toda la familia, rápido, que genere una ligera tensión (sin llegar a ser agobiante) y que dibuje sonrisas en los jugadores (sin ser un party). Es cierto que es condición sine qua non que los juegos de memoria os gusten, así como que el azar no os moleste. Si buscáis un filler con cierta profundidad, entonces mejor dejarlo pasar. En cambio, si lo que queréis es un filler que podáis sacar casi en cualquier ocasión y lugar, Trio es muy recomendable. Por todo esto le doy un…
Ahorita mismo lo estoy encargando. ¡Ándale!
Imisut As del Marketing!!
Esperándose al As d’Or para sacar tocho de TRIO
Un plan sin fisuras 😂
Abrazos!!
¿Se ha notado? 😛
Hola Misut, nosotros estrenamos Trio la semana pasada y nos encantó. Se ha hablado poco de él en comparación con juegos como Pelusas, el cual también tenemos y es divertido pero un filler aún más básico. Si no llega a ser por la convocatoria del As de Or creo hubiera pasado desapercibido, un muy buen filler sí. Un saludo
Hola , gracias por la reseña, lo tengo ye encanta el juego, se podría jugar para más gente con dos cajas ? Es muy divertido, en mi grupo hay mucho pique, pero en verano somos más personas, 8,10.
Pueden generase situaciones extrañas en las que un jugador tenga un trio ya en la mano. Sí que podría funcionar si no se mezclan las cartas entre sí, pero eso solo valdría para partidas con jugadores pares (repartes a un grupo de jugadores un mazo y al otro el otro), pero luego para formar trios si que valdría con cada jugador.
Muchas gracias, un saludo.
Excelente trabajo,
Cuál sería ms recomendable entre trio y cabo?
A mi me gusta mas Cabo. Creo que tiene mas decisiones y mas tensión.
El juego de este verano… Encadenando partidas sin parar con la familia