Reseña: Urbify
Introducción
Nuestra ciudad está prosperando y creciendo a un ritmo vertiginoso, y las licencias de obras se negocian continuamente en las principales concejalías del ayuntamiento. Varios partidos políticos gobiernan en coalición y utilizan su influencia y personal para llevar a cabo los proyectos de construcción más exitosos, y así terminar siendo el partido más popular y querido de la ciudad. Quien sabe, quizás eso los catapulte a proyectos políticos más ambiciosos…
Así se nos presenta Urbify, un diseño de Kalle Malmioja (Honshū, Hokkaido. Publicado por primera vez en 2023 por Looping Games en una versión en español e inglés. De las ilustraciones se encarga Grizz.
El juego es completamente independiente del idioma (a excepción del reglamento) y permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 12 años y una duración aproximada de 45 minutos. El precio de venta al público es de 28€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español/inglés de Looping Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 20,5×20,5×5 cm. (caja cuadrada mediana similar a La Partida del Siglo o Kahuna), encontramos los siguientes elementos:
- Tablero de Ayuntamiento (de cartón)
- 4 Tableros de Influencia (de cartón)
- 30 Losetas de Edificio (de cartón)
- Loseta de Plaza Principal (de cartón)
- Loseta de Jugador Inicial (de cartón)
- 4 Losetas Circulares de Puntos Extra (1 de cada color) (de cartón)
- 24 Políticos (6 de cada color) (de madera)
- 20 Cubos de Influencia (5 de cada color) (de madera)
- 4 Cilindros de Puntuación (1 de cada color) (de madera)
- Reglamento
Mecánica
Urbify es un peso medio tendente a ligero en el que los jugadores desarrollan una ciudad a lo largo de una serie de turnos alternados en los que deberán gestionar un grupo de políticos. En un turno, si el jugador dispone de al menos un peón, deberá escoger entre ocupar alguna zona del ayuntamiento (para obtener recursos) o construir un edificio (pagando los recursos). En cambio, si no dispone de peones, entonces podrá retirar peones de una zona, activando un pleno para obtener recursos para todos los peones presentes en la zona, o bien para retirar peones de un edificio previamente construido aplicando su efecto. La partida finaliza cuando se agota la reserva de edificios. Al final de la partida habrá una bonificación por mayorías en recursos sobrantes.
Conceptos Básicos
Empecemos por Tablero Personal. Este muestra cinco tracks asociados a los cinco tipos de recursos que se gestionarán durante la partida. Estos recursos corresponden a puntos de influencia en diversas áreas del ayuntamiento, a saber: turismo (rojo), economía (verde), cultura (amarillo) y transporte (azul) más un quinto tipo que funciona como comodín, los puntos de desarrollo. Cada track muestra casillas numeradas del 0 al 5. En la esquina superior derecha tenemos una referencia de los opciones disponibles en un turno.
Por otro lado tenemos el Tablero de Ayuntamiento, que muestra cuatro concejalías asociadas a los recursos del tablero anterior en cuatro columnas separadas por una pequeña referencia de cómo se reparten los recursos al resolver plenos en dichas concejalías. En la zona superior tenemos el track de puntuación con casillas numeradas del 0 al 80. En la banda inferior tenemos una serie de espacios para formar el suministro de edificios.
Sobre este track progresará el Marcador de Puntuación de cada jugador. Los jugadores anotarán puntos al construir edificios, al resolver plenos en las concejalías bajo ciertas circunstancias, al activar el efecto de ciertos edificios y, al final de la partida, según los recursos sobrantes de los jugadores.
Cada jugador dispondrá de un conjunto de Políticos, representados con meeples, para resolver acciones durante la partida. Estos meeples se colocarán en el ayuntamiento para conseguir recursos o sobre los edificios construidos para, posteriormente, activar sus efectos. La particularidad del juego es que las opciones de las que dispondrá un jugador en su turno dependerán de si tiene al menos un meeple disponible o no dispone de ninguno.
Los recursos y los políticos serán utilizados para construir Edificios, representados con losetas que muestran en su esquina superior izquierda el coste en recursos, en la esquina superior los puntos de victoria por construirlo y en la banda inferior el número de políticos necesarios para construirlo y el efecto al activarlo. Los jugadores deberán colocar en una zona central, conectándolas a losetas previamente colocadas, no pudiendo exceder ciertas dimensiones a la hora de formar la cuadricula. En el reverso tenemos el nivel del edificio (Nivel I y II).
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se coloca la loseta de plaza en el centro de la mesa.
- Se coloca a un lado el tablero de ayuntamiento.
- Se separan las losetas de edificio por nivel, se mezclan y se forma una pila, colocando las de Nivel I sobre las de Nivel II. Tras esto se revelan las seis primeras losetas que se colocan bajo el tablero de ayuntamiento.
- Cada jugador escoge un color y recibe un marcador de puntuación (que se coloca en la casilla de valor 0 del track de puntuación), 6 políticos (dejando 2 en una reserva general), un tablero personal, 5 cubos marcadores (que se colocan en la casilla de 1 recurso de cada tipo excepto el de los puntos de desarrollo, que se deja en cero) y una loseta de +80 puntos.
- Finalmente, se escoge al jugador inicial de forma aleatoria y se le entrega la loseta representativa.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Urbify se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas, en las que cada jugador disfrutará de un turno, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador deberá resolver una acción de dos posibles, las cuales dependerán a su vez de si dispone de políticos en su reserva personal o no:
- Si dispone de al menos 1 político en su reserva personal:
- Construir Edificio. El jugador escoge un edificio de la oferta para el cual el jugador disponga de los recursos y los políticos necesarios, gasta los recursos, coloca los políticos sobre él y la conecta ortogonalmente a al menos una loseta de la ciudad sin sobrepasar los límites de construcción de máximo seis losetas por lado. Tras esto, anotará los puntos de victoria asociados al edificio y revelará una nueva loseta de edificio que se coloca en el espacio libre del suministro.
- Colocar Políticos en el Ayuntamiento. El jugador puede colocar exactamente 2 políticos en una única concejalía o bien colocar hasta 3 políticos cada uno en concejalías distintas.
- Si no dispone de políticos en su reserva personal:
- Activar Edificio. El jugador escoge un edificio sobre el que tenga políticos, aplica el efecto correspondiente y los recupera.
- Resolver Pleno. El jugador escoge una concejalía en la que tenga al menos un político y resuelve en ella un pleno. El, como iniciador del pleno, recibe tantos recursos del tipo correspondiente como políticos tenga en la concejalía más uno. El resto de jugadores con políticos en la concejalía reciben tantos recursos como políticos tuviesen, con la excepción de que si solo tienen un político, obtendrán 2 puntos de victoria en vez de 1 recurso al no ser los que iniciaron el pleno. Adicionalmente, cualquier jugador con cuatro políticos obtendrá un punto de victoria adicional a los recursos. Tras esto, todos los jugadores recuperan sus políticos.
Una vez resuelta la acción, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Fin de la Partida
El final de la partida se detona cuando se revela la última loseta de la pila de edificios. Se completa la ronda y se juegan dos rondas más en la que desaparece la restricción de resolución de acciones, pudiendo resolver plenos o activar edificios aun disponiendo de meeples en su reserva personal.
Tras esto se realizaría un recuento final en función de los recursos disponibles. Para cada uno de los cinco tipos de recursos, el jugador con más recursos en su reserva personal anotará 4 puntos. En caso de empate, los jugadores empatados obtendrán 2 puntos.
El jugador con más puntos de victoria será el vencedor. En caso de empate, el jugador con mayor cantidad de recursos (teniendo en cuenta que los puntos de desarrollo cuentan doble) será el vencedor. Si la igualdad se mantiene, los jugadores comparten la victoria.
Opinión Personal
Hoy vamos a analizar uno de esos juegos que tal vez a muchos les pase por debajo del radar por pertenecer a una editorial pequeña y a un autor con no mucho bagaje. Además la producción es relativamente humilde en comparación con algunas locuras que se ven hoy en día. A ver qué tal funciona en mesa este Urbify, no sin antes agradecer a Looping Games la cesión de la copia que permite la parrafada que da comienzo.
En Urbify nos convertiremos en un grupo político encargado del desarrollo de una ciudad. Nuestra labor será resolver plenos en las distintas concejalías para planificar la expansión urbanística a base de construir edificios representados con losetas. Estas losetas tendrán un coste en recursos (hay un tipo de recurso asociado a cada concejalía más un tipo de recurso comodín) y una serie de políticos encargados de su construcción.
La mecánica principal del juego es muy particular, ya que no es una colocación de trabajadores al uso entre los jugadores, sino que es una gestión de los tiempos de la propia reserva de peones del jugador. Así, si el jugador tiene disponible al menos un peón de político, deberá resolver una acción de «colocación» a escoger entre colocarlos en una o varias concejalías, o bien construir un edificio asumiendo el coste en recursos.
En el caso de no disponer de ningún peón al estar todos colocados en edificios, concejalías o la reserva general, entonces es cuando el jugador podrá activar una zona en la que tenga peones. Si es una concejalía, los jugadores con meeples en dicha concejalía recibirán una cantidad de recursos del tipo correspondiente dependiente del número de peones que tengan en ella. Si, por el contrario, es un edificio, es en este momento en el que se detonará el efecto del edificio (cuando se construye simplemente se anotan sus puntos de victoria).
En ambos casos el jugador o jugadores recuperan los peones de la zona activada, de forma que en sus siguientes turnos tendrán que volver a resolver una acción de colocación. Es por eso que digo que la gestión de los tiempos y los bloqueos ocurren más por la secuencia de resolución de las acciones que porque un jugador coloque peones en una determinada zona.
Me gusta mucho la dinámica que se genera en el ayuntamiento. Por un lado interesa colocar peones en concejalías para que resuelva el pleno otro. De esta forma obtenemos los recursos ahorrándonos una acción. Pero también es cierto que al recuperar peones fuera de nuestro turno puede que no podamos resolver un pleno cuando más lo necesitamos para disponer de los recursos necesarios para completar un determinado edificio antes de que se nos adelante un rival.
De esta forma los jugadores irán alternando turnos hasta que se detone el final de la partida, algo que ocurrirá cuando se agote la pila de losetas, dando pie a dos últimas rondas en las que los jugadores podrán romper la regla básica del juego, habilitándose el poder resolver acciones aun disponiendo de peones.
Como último detalle destacable, el tema de las mayorías por recursos, que da sentido a resolver plenos en las últimas rondas y que puede llegar a ser más interesante incluso que activar algún edificio, porque hay nada más y nada menos que 20 puntos en juego (los que se llevaría un jugador si fuese el que más recursos tiene en cada una de los tipos) y que llevará a los jugadores a estar observando el tablero de recursos de cada rival en esas últimas acciones.
Urbify es de esos juegos que te deja buen sabor de boca al tener un desarrollo fluido, con una toma de decisiones aparentemente sencilla pero que esconde bastante más de lo que aparenta. Primero porque acumular recursos no es sencillo y si no logras que los rivales activen plenos en los que tienes al menos dos meeples (porque si tienes solo un meeple entonces solo recibes puntos como compensación, que no está mal, pero no se reciben recursos) tendrás que «malgastar» turnos en resolver plenos. Porque lo que los jugadores quieren es siempre construir.
Eso por eso que ese pulso mental con los demás jugadores por no ser quien active el pleno para ahorrarse la acción es importante y genera mucha tensión en la partida. Luego también el orden en el que salen las losetas es importante. Sus efectos se reducen a cuatro tipos: obtener puntos de victoria, intercambiar recursos, poder activar otros edificios o conseguir nuevos políticos.
Y es que los jugadores comenzarán con un subconjunto de peones de todos los que hay de su color. Tener más peones tiene la ventaja de que podemos diversificar en las concejalías, pero tiene el inconveniente de alargar más el ciclo para poder activar acciones. Lo ideal es intentar hacerse pronto con estos meeples extra y dejarlos en barbecho en edificios que activaremos mucho más tarde cuando hayamos maximizado su puntuación.
El juego escala aceptablemente bien. Es cierto que a cuatro jugadores es como mejor funciona al haber más oportunismo en el ayuntamiento y caber a menos losetas de edificio por jugador, por lo que hilar fino y maximizar los efectos será más complicado. A dos jugadores no está mal, pero es cierto que los jugadores tienen mucho más margen, pudiendo destinar muchos turnos a resolver plenos para obtener recursos ya que conseguir que sea el rival el que lo haga en una concejalía con peones propios no será sencillo. Con todo, creo que resulta satisfactorio.
La rejugabilidad no está mal. La variabilidad depende principalmente del azar a la hora de ir revelando losetas, aunque la interacción entre los jugadores es relevante, ya sea por la gestión de los tiempos al resolver plenos como a la hora de construir edificios disponibles en el suministro. Yo creo que es de esos juegos que te dejan buen poso teniendo en cuenta la duración de la partida. Eso sí, si los jugadores resuelven demasiados plenos puede aparecer cierta sensación de monotonía. Desaparece pronto porque la partida entrará ya en su recta final, pero es una señal de que no estamos ante un juego imprescindible.
Por poner alguna referencia, me viene a la cabeza mi querido Quadropolis (aquí su tochorreseña), por aquello de ser también un juego ambientado en el desarrollo de una ciudad con una colocación de losetas que representan edificios. Es cierto que el resto de mecánicas y la dinamica del juego son muy distinta, pero podrían competir a la hora de salir a mesa. Personalmente pienso que el diseño publicado por Days of Wonders me parece mejor terminado, pero Urbify le sigue de relativamente cerca.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos acabados bastante satisfactorios, con elementos de cartón de buen grosor y unos elementos de madera tradicionales (meeples, cubos y cilindros) de buena densidad y pintado. A destacar el troquelado del tablero de recursos, algo que se ve poco para lo práctico que es. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
El trabajo artístico es bastante destacable, en especial una portada que resulta muy atractiva, así como el tablero de ayuntamiento (amplio y funcional). Tal vez la simbología podría haberse trabajado algo más, ya que hay algunos edificios cuyo efecto no es fácil de interpretar si no se lee el reglamento, pero serán casos muy puntuales.
Y vamos cerrando. Urbify es un peso medio bastante apañado en el que destaca un sistema de selección de acciones que, si bien no es una colocación de trabajadores al uso, tiene un sistema de autobloqueo que obliga a los jugadores a hacer una gestión de los tiempos que se siente, cuanto menos, fresca. Lograr sacar provecho de las decisiones de los rivales será muy satisfactorio. También lo será haber ajustado bien los tiempos para resolver efectos en edificios cuando la ganancia de puntos de victoria es mayor. Sus mayores defectos son que tal vez el juego puede entrar en cierta monotonía si los jugadores no pisan el acelerador y resuelven demasiadas acciones de obtener recursos, así como la escalabilidad, que, sin ser mala, lo recomendable es jugarlo a cuatro. Pero vamos, en general, un diseño recomendable. Por todo esto le doy un…
Salud
Como siempre, muy buena reseña :).
Sobre el tablero troquelado, Pedro Soto ha comentado alguna vez que es la «solución barata» para los tableros de doble capa (que son caros), dando una funcionalidad parecida; sí, escuché en MásMadera que tu compañero se quejaba de su «problema» al mover el tablero, es cierto, no lo reemplaza al 100 %, pero es una buena solución, sin dudas.
Creo que Looping está haciendo un interesante ejercicio de «rescatar» juegos, darles un lavado de imagen y, en algunos casos, un retoque en las reglas. Este es uno de esos casos.
Hasta luego 😉
Pues ni tal mal el juego, la verdad. Buena reseña, como siempre. Hace tiempo que te sigo y como redactor que soy de tochoreseñas musicales, pues me gusta «perder» el tiempo contigo antes de comprarme un juego.
No las tenía todas conmigo, pero a mi hijo le gusta la política, (aunque ya sabemos que en urbify, dejando de lado los plenos, es más por la temática que no por el juego en si). He jugado un par de partidas y he de decir que cuando inauguras edificios puedes llegar a «hacer» combos importantes y le da bastante miga al juego. También he de comentar que igual que esperas que otro haga el pleno y así no gastas una acción, a veces que te hagan un pleno te puede ir mal ya que te devuelven políticos y quizá no los querías en ese momento, por lo que le da más profundidad y «puteo» de lo que parece, siempre recordando que estamos hablando de un juego tirando a ligero. En fin, como bien pones, un juego muy recomendable, encima de caja pequeña(igual que el tuareg, p.e.)