Reseña: Calaveras de Sedlec
Introducción
Calaveras de Sedlec es un juego de cartas en el que tendrás que ayudar a un monje medio ciego, recolector de huesos, a ordenar las calaveras del interior de la cripta. Para ello, tendrás que utilizar adecuadamente tus cartas, con la correcta composición de patrones.
Así se nos presenta Calaveras de Sedlec, un diseño de Dustin Dobson (Battlecrest, Quantum Loop). El juego fue publicado por primera vez en 2020 por Button Shy dentro de su colección de juegos en carterita. De las ilustraciones se encargado Marty Cobb (SpaceShipped, Antinomy).
El juego se encuentra publicado en español por Salt & Pepper Games (es independiente del idioma a excepción de los Ostensorios para el modo en solitario). Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de unos 20 minutos. El precio de venta al público es de 15,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Salt & Pepper Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una carterita de plástico plegable, de dimensiones 7×9×1 cm. (del tamaño de cartas tipo Magic), encontramos los siguientes elementos:
- 39 Cartas (62,5×88 cm.):
- 18 Cartas de Juego Básico
- 7 Cartas de Guardias
- 7 Cartas de Verdugo
- 7 Cartas de Ostensorios
- Reglamento
Mecánica
Calaveras de Sedlec es un juego con mecánica de draft y colecciones en el que las 18 cartas se organizan en seis pilas de tres cartas (representando un cementerio). En cada turno, el jugador activo debe escoger una de tres posibles acciones: tomar una de las cartas visibles y añadirla a la mano, revelar la carta superior de 2 pilas y tomar una de ellas a su mano o jugar una carta de su mano en su zona de juego, colocándola adyacente a al menos una carta ya colocada (salvo la primera) y debiendo formar una pirámide de base 3 cartas (para poder jugar una carta en un nivel superior, deben haberse colocado previamente las dos cartas que la soportan). Cada carta muestra dos calaveras, cada una con un criterio de puntuación dependiendo de su posición en la pirámide. La partida finaliza cuando todos los jugadores han formado su pirámide.
Conceptos Básicos
El concepto básico del juego son las Cartas de Calavera. Estas cartas muestran dos niveles, cada uno con una calavera de los cinco tipos que hay (criminales con fondo gris, campesinos con fondo amarillo, sacerdotes con fondo azul, enamorados con fondo rojo y nobles con fondo morado). Con estas cartas los jugadores tendrán que conformar una pirámide de tres plantas, de forma que habrá seis niveles (2 por planta). Cada tipo de calavera tiene un determinado criterio de puntuación que dependerá de los espacios que ocupe dentro de la pirámide. Previamente, estas cartas se encontrarán en un suministro de varios mazos, que llamaremos tumbas, y que conformarán el cementerio.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se mezclan el mazo de cartas y se forma un suministro de seis mazos de tres cartas bocabajo (dos filas de tres mazos).
- Se escoge aleatoria mente una de las pilas y se revela la carta superior de la misma.
- Finalmente se escoge al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Calaveras de Sedlec se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo deberá escoger una de estas tres opciones:
- Cavar: el jugador voltea la carta superior de dos pilas cuyas cartas superiores estén bocabajo (si solo hay una pila con la carta superior bocabajo, solo voltear a dicha carta). A continuación, el jugador añade una de las cartas reveladas a su mano. Si todas las pilas tienen sus cartas reveladas o el jugador tiene 2 cartas en su mano, no se podrá escoger esta opción.
- Recolectar: el jugador añade a su mano cualquier carta bocarriba del cementerio. Si el jugador tiene 2 cartas en su mano no podrá ejecutar esta opción.
- Colocar: el jugador coloca una carta de su mano en su pirámide. A partir de la segunda carta, cada cara colocada debe estar adyacente a al menos una carta. Y para colocar una carta en un nivel superior, deben existir dos cartas en el nivel inferior que la soporten. Si el jugador tiene 2 cartas en mano deberá escoger esta opción.
Tras esto el turno pasa al jugador de la izquierda.
Es importante indicar que un jugador no podrá llevar a cabo una acción que impida que otro jugador complete su pirámide.
Fin de la Partida
La partida finaliza cuando todos los jugadores han completado su pirámide, procediéndose a evaluar cada una según la posición y tipo de cada calavera:
- 1 Punto por cada Campesino.
- 2 Puntos por cada Criminal adyacente a al menos un sacerdote.
- 2 Puntos por cada nivel de la pirámide en el que haya al menos un sacerdote.
- 6 Puntos por cada pareja de enamorados adyacentes entre sí (cada calavera enamorada sólo cuenta para una pareja).
- Cada Noble proporciona tantos puntos como el número de Nobles y Campesinos haya en niveles inferiores.
El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate, el vencedor será aquel que más puntos haya anotado por un tipo de calavera. Si se mantiene el empate, se compararía el segundo tipo que más puntos haya proporcionado y así sucesivamente.
Variantes
- Guardias: son 6 cartas que se añaden a las cartas básicas incorporando un nuevo criterio de puntuación: proporcionan 1 punto más tantos puntos como nobles haya en niveles inferiores.
- Verdugos: son 6 cartas que se añaden a las cartas básicas incorporando un nuevo criterio de puntuación: proporcionan 1 punto más tantos puntos como criminales conectados al verdugo, tanto directamente como indirectamente mediante una cadena de criminales.
- Ostensorios: permiten jugar en solitario. En cada partida se revelarán dos de estas cartas. Una determinará la estructura a conformar, la otra el criterio de puntuación. El cementerio de forma sólo con 4 tumbas. Las cartas no pasan por la mano del jugador, sino que se juegan directamente.
Opinión Personal
En esta ocasión toca analizar otro de estos microjuegos empaquetados en carterita de plástico de los publicados por Button Shy. Diseños cuya máxima es la reducción a mínimo en cuanto a componentes para favorecer el transporte y el despliegue casi en cualquier lugar.
El nombre del juego que hoy nos ocupa tal vez eche para atrás a más de uno, aunque, como siempre, lo importante se esconde en el interior. Vamos a ver qué tal se comporta este Calaveras de Sedlec, no sin antes agradecer a Salt & Pepper Games la cesión de la copia que posibilita esta tochorreseña.
La premisa que nos propone el juego es convertirnos en interioristas de criptas que deben ayudar a un monje ciego que ya no puede cumplir con sus tareas por su discapacidad. Esta tarea no es otra que organizar las tumbas en el interior de una cripta. Y claro, para ello tendremos que intentar optimizar una serie de criterios para que la cripta quede lo mejor dispuesta posible.
Las mecánicas que nos encontramos son draft, gestión de la mano y construcción de patrones que aplicaremos sobre una serie de cartas que inicialmente se desplegarán en seis mazos que representan el cementerio. En cada turno, el jugador activo debe escoger de entre tres opciones posible, a saber: revelar la carta superior de dos de las tumbas y añadir a la mano una de ellas, tomar directamente a la mano una carta que ya esté revelada o jugar una carta de la mano en la zona del jugador.
Cada jugador debe conformar una pirámide de cartas con una base de tres 3 cartas (4 a dos jugadores) y con tres plantas, teniendo en cuenta que, a partir de la primera carta (que va en la base) los jugadores solo pueden añadir cartas a su pirámide colocándolas adyacentes a alguna carta previamente colocada.
Estas cartas muestran dos niveles, de forma que, en total, la pirámide tendrá seis niveles (2 niveles por planta). En cada uno de estos niveles aparece una calavera perteneciente a un tipo completo (cinco en el juego base). Cada tipo tiene un criterio concreto de puntuación que dependerá de su posición en la pirámide y/o la disposición relativa a otras calaveras.
De esta forma, los jugadores alternarán turnos en los que gestionarán su mano buscando maximizar los puntos que cada calavera puede proporcionarles a la vez que se tiene un ojo en la pirámide del rival de cara a intentar adelantarse a su siguiente movimiento para tomar cartas que pudiesen interesarle mucho según su despliegue actual.
En este sentido me gusta mucho la gestión de los tiempos que aparece gracia a tener que pasar las cartas por una mano. Así, cuando un rival ya tiene dos cartas en mano tenemos la seguridad de que en su próximo turno tendrá que jugar obligatoriamente una de esas cartas en su zona, no viéndonos obligados a robar carta si hay alguna que nos interese y tememos que dicho jugador pudiese tomarla antes que nosotros.
También esta mano permitirá contemporizar cartas, ya que habrá ocasiones en las que una carta que tengamos en la mano proporcione muchos más puntos colocándola en un espacio actualmente no disponible porque no tenemos cartas que habiliten dicho espacio.
A la hora de optimizar la pirámide personal, hay que diferenciar entre dos grupos de calaveras. Por un lado, las que proporcionan puntos de forma más o menos directa, esto es, los campesinos y los sacerdotes. Los primeros simplemente puntúan por ser colocados, aunque son quienes menos puntos dan al no tener ningún requisito que cumplir para activarse. Los sacerdotes tienen como única condición no estar en el mismo nivel que otro sacerdote, pues estaríamos siendo redundantes y a partir del segundo sacerdote en un mismo nivel no estaríamos obteniendo puntos.
Por otro lado tenemos las calaveras que puntúan por posición relativa respecto a otras calaveras, que son los enamorados (hay que formar parejas), los criminales (deben conectarse a un sacerdote) y los nobles (que deben colocarse lo más alto posible en la pirámide pues puntuarán según el número de campesinos y nobles que tengan en niveles inferiores).
Son muchos elementos a cuadrar cuando el margen es realmente escaso, tanto por el tamaño de la mano como por la obligatoriedad de colocar cartas en posiciones adyacentes y habilitadas (si no es en la base, que tengan dos cartas bajo la posición). Esto conduce a partidas tensas en las que estás calculando opciones en cada momento.
Me gusta bastante el sistema de draft, ya que cuando decides excavar, vas a ofrecer una oportunidad al segundo jugador, planteándose una decisión interesante, porque muchas veces estaremos tentados a no dejar una carta porque le venga bien al siguiente jugador a costa de perder una que creemos que nos viene mejor. Obviamente si la decisión está clara, pues solo queda felicitar al siguiente jugador por haber tenido la suerte de que le hemos descubierto una carta que le viene bien. Pero este sistema también se puede volver en contra, pues podemos perder un turno por arriesgarnos a descubrir dos cartas y que ninguna case bien según el momento actual de la partida y nuestra pirámide.
Sea como fuere, Calaveras de Sedlec es un microjuego sencillo que plantea un puzle entretenido, con su punto justo de interacción y que da pie a encadenar varias partidas. Para darle un punto de variabilidad y ampliar el rango de jugadores, la edición de Salt & Pepper Games incluye tres expansiones. Dos de ellas simplemente aumentan el número de cartas al incluir dos tipos nuevos de calavera. Una eleva la importancia de los criminales (los verdugos) introduciendo el tema de los grupos de calaveras (con un único verdugo podemos anotar una gran cantidad de puntos). La otra, los guardianes, van en la línea de los nobles, ya que su criterio es similar, aunque solo aplicando sobre las calaveras de fondo morado y con corona.
Mi consejo es introducir todas las cartas, porque así tendremos la seguridad de que no todas las cartas serán jugadas y optimizar la pirámide será más complejo al estar el mazo más diluido. Además, se evita alguna situación extraña que se puede dar en la que un jugador podría robar una carta que «pertenece» a otro jugador y sin la cual no podría completar su pirámide (con el mazo básico las cartas están justas y todas van a acabar repartidas en las pirámides de los jugadores). También se incluye una tercera expansión que permite el juego en solitario que, como ya sabéis, queda fuera de mi campo de actuación.
En cuanto a la escalabilidad, al recurrir a mecánicas de draft, el juego funciona perfectamente en cualquiera de sus combinaciones, aunque yo lo prefiero a dos jugadores ya que no aparece esa componente táctica en la que cada jugador tiene que intentar estar pendiente de poner algún que otro palo en la rueda del jugador que le sigue en el turno, porque no tiene mucho que hacer contra el jugador que le antecede.
Pasemos a la producción. Como ya he dicho muchas veces, estamos ante una serie de juegos con un empaquetado que busca la ocupar lo mínimo posible recurriendo a un formato que cabe en cualquier bolsillo. Las cartas tienen un gramaje aceptable, con textura lista y una respuesta elástica no especialmente potente (aunque como son pocas cartas, lo normal es barajarlas por apilamiento). El enfundado en este caso es complicado, porque el total de cartas incluyendo las expansiones es algo superior al de otros títulos publicados en español. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
Visualmente no es que sea nada del otro mundo y el tema es de esos que no resulta atractivo. Es cierto que es funcional y gracias a los fondos y los ornamentos de las calaveras es muy fácil evaluar de un vistazo la situación de cada pirámide, pero lo cierto es que poca gente se hará con este juego por el trabajo artístico.
Y vamos cerrando. Calaveras de Sedlec es un microjuego dentro de la colección en carterita de Button Shy que nos propone un sistema de draft y construcción de patrones lo suficientemente exigente como para que queramos encadenar varias partidas y nos tenga un buen rato tomando pequeñas pero relevantes decisiones. Visualmente no resulta demasiado atractivo aunque es muy funcional. El juego escala bien y se incluyen varias expansiones para ampliar su rango inicial, siendo recomendable incluir las que aumentan el número de cartas del mazo para elevar el nivel de complejidad a la hora de optimizar los criterios de puntuación. Por todo esto le doy un…
Gran reseña, como siempre.
Ya te he oído/leído decir que tendrías el Caravana al oeste y el Nutrias ganadoras…después de reseñar Tussie Mussie(o como se escriba xD) y éste, te mantienes en la misma opinión? O añadirías alguno o cambiarías?
Un saludo
Gracias
Este estaría peleando con Tussie Mussie. Nutrias y Caravana me siguen pareciendo un escalón por encima.
Saludetes!