Reseña: Piko Piko el Gusanito
Introducción
A los pollos les encantan los gusanos asados. Por un lado, esto se debe a que los gusanos son el plato favorito de todas las aves de corral. Por otro lado, su afición por los gusanos se debe a Pepe Pollo: su tío Sam, nativo de Chikentown, Kentucky, le dio la idea de abrir asadores de gusanos por toda la ciudad. Desde la apertura del primer asador de gusanos, pollos de todas las partes se acercaban ansiosos para «hincarle el pico» a los deliciosos gusanos. En todo el mundo, los pollos empezaron a recolectar gusanos para dárselos a Pepe. Ya fueran Gusanos a la Sidra, Asado de Gusanos o Tortilla de Gusanos: los pollos de todo tipo esperaban para probar cualquiera de sus especialidades. Para Pepe fue pasar ¡de cazador de gusanos a millonario!
Así se nos presenta este Piko Piko el Gusanito, también conocido como Pickomino, un filler del gran Reiner Knizia, autor de grandes títulos, entre otros, como Tigris & Éufrates, Samurai, Amon-Re o A Través del Desierto. El juego se publicó por primera vez en 2005 de la mano de Zoch Verlag. De las ilustraciones se encarga Doris Matthäus, quien ya se encargara de juegos como El Grande, Carcassonne o Elfenland.
En nuestro país se encuentra distribuido por Mercurio Distribuciones, aunque el juego es completamente independiente del idioma (a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 7 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de compra recomendado es de 14,95 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición española de Mercurio Distribuciones.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 12,7×12,7×2,5 cm. (caja cuadrada pequeña similar a la de Fantasma Blitz o Bar Bestial), nos encontramos con los siguientes elementos:
- 8 Dados (de madera)
- 16 Fichas de Gusano (de baquelita)
- Reglamento
Mecánica
En Piko Piko el Gusanito interpretamos a pollos hambrientos deseosos de atrapar gusanos a la plancha. Para ello se realizarán tiradas de dados reservando valores hasta que se consiga la cantidad mínima indicada en las fichas de gusano. ¡Pero cuidado! Los jugadores podrán robarse fichas entre ellos y si no se alcanza el valor mínimo disponible, se perderán las fichas.
Conceptos Básicos
Empecemos con las fichas de gusanos. Se tratan de 16 fichas de baquelita numeradas del 21 al 36. A su vez se dividen en 4 conjuntos de 4 piezas en función del número de gusanos que en ellas aparecen:
- Las fichas del 21 al 24 muestran 1 gusano.
- Las fichas del 25 al 28 muestran 2 gusanos.
- Las fichas del 29 al 32 muestran 3 gusanos.
- Las fichas del 33 al 36 muestran 4 gusanos.
Estas fichas se dispondrán en una fila de forma que todos los jugadores podrán obtenerlas de ellas. Cuando consigan alguna ficha, los jugadores las acumularán en una pila, de forma que solo estará visible la última conseguida. Esta ficha visible es susceptible de ser robada por otro jugador, pero las que se encuentren debajo de esta se encuentran protegidas, al menos de momento.
El otro elemento fundamental del juego son los dados. Se trata de un conjunto de 8 dados de 6 caras que muestran en 5 de ellas los típicos puntos que representan valores del 1 al 5. Sin embargo, en la cara en la que debería representarse el 6 encontramos un gusano. Esta cara también tendrá un valor igual a cinco.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se disponen las 16 losetas en una fila ordenadas de menor a mayor.
- Se colocan al lado los 8 dados.
- Se elige al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Piko Piko el Gusanito consta de un número indeterminado de turnos hasta que se cumple la condición de finalización.
En su turno, el objetivo del jugador será obtener una nueva ficha de gusanos, ya sea de la parrilla central o de la parte superior de la pila de un rival. Para ello seguirá el siguiente procedimiento:
- Lanzar los dados no reservados
- Agrupar los dados por valores.
- Reservar el grupo de dados (puede ser un solo dado) de un valor que no hayamos reservado previamente.
- Tomar loseta (si es posible y el jugador así lo desea).
Si no es posible reservar al menos un dado porque todos los valores resultantes ya han sido reservados en tiradas anteriores, el turno finaliza inmediatamente.
Para tomar una ficha de gusano debe cumplirse una de estas condiciones:
- Teniendo dados con gusanos reservados, la suma de los dados reservados es igual o superior a alguna de las fichas que queda en la parrilla (los gusanos suman 5), pero no igual al valor de alguna de las fichas visibles en las pilas de los rivales. En este caso, el jugador puede tomar la ficha cuyo valor más se acerque a esta cantidad sin pasarse y colocarla en la parte superior de su fila
- Teniendo dados con gusanos reservados, la suma de los dados reservados es exactamente igual a una de las fichas que se encuentre en la parte superior de la pila de un rival (los gusanos suman 5). En este caso, el jugador puede robar dicha ficha y colocarla en la parte superior de su pila.
Si el turno del jugador ha finalizado sin que haya podido tomar una ficha de gusano, entonces el jugador está obligado a desprenderse de la loseta que se encuentre en la parte superior de su pila, devolviéndola a la parrilla (reordenando la fila) y volteando la ficha de mayor valor, que ya no estará disponible en lo que resta de partida.
Tras esto, el turno pasa al siguiente jugador.
Fin de la Partida
La partida termina al finalizar el turno en el que en la parrilla no quedan fichas bocarriba. Los jugadores suman el número de gusanos de las fichas de sus respectivas filas. El jugador con más gusanos será el ganador. En caso de empate, el vencedor será el jugador con la ficha de mayor valor.
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos fillers que han alcanzado el estatus de clásico. Uno de esos casos en los que el juego es reconocible por muchos elementos, como pueden ser el autor, la mecánica o los componentes. Vamos a ver por qué este diseño ha logrado hacerse un hueco en un género tan extenso.
Empezaré diciendo que Piko Piko el Gusanito es un éxito por la implementación de una mecánica que, cuando se introduce en el diseño de forma adecuada, suele marcar la diferencia. Me refiero al Push Your Luck. Ya sabéis que, para mí, la referencia en este sentido es Can’t Stop (aquí su tochorreseña), que no es más que esta mecánica expuesta de la forma más pura posible.
Para aquellos que no hayan escuchado nunca hablar de este concepto (raro si seguís este blog con asiduidad), deciros que el Push Your Luck (también aceptado Press Your Luck o, en español, forzar la suerte), es una mecánica en la que se tienen que conjuntar dos elementos de forma obligatoria. Por un lado, la suerte, como es obvio. Y por otro, que el jugador arriesgue algo en pos de obtener unos pagos mayores. Este segundo elemento es la clave, la decisión. Si el jugador no tiene la posibilidad de decidir si se juega algo que tiene seguro para poder obtener más, entonces no se fuerza a la suerte. Es la suerte quien te fuerza a ti.
Este pulso con la dama fortuna puede ser algo continuo, como lo es en el titulo anteriormente mencionado, o puede ser algo sutil, como ocurre en Piko Piko el Gusanito. Es sutil porque la decisión de jugarse lo ganado no es una constante en el juego, sino que aparece en momentos puntuales, lo que se traduce en momentos críticos.
El desarrollo estándar de un turno será tan sencillo como ir lanzando dados, reservar al estilo Yahtzee valores de forma agrupada hasta conseguir poder tomar una ficha de la parrilla. La decisión de forzar aparece cuando, teniendo un acumulado suficiente para tomar una loseta de la fila, disponemos de dados suficientes y valores no reservados como para intentar aumentar dicha cantidad.
¿El riesgo? Que en los pocos dados que nos resten resulten valores ya reservados, por lo que el turno se anulará y tendremos que perder ficha. Obviamente, la perdida será mayor o menor según lo fuerte que sea la ficha. Aquí es donde aparecen las probabilidades y el juego con los números que tanto le gusta a nuestro querido doctor en matemáticas.
Tener una ficha de valor bajo en la parte superior de nuestra pila implica un bajo coste a la hora de arriesgar, porque solo perderemos un punto de victoria. Sin embargo, disponer de una ficha de valor elevada nos tendrá en tensión hasta que logremos una ficha con la que poder protegerla.
El desarrollo de la partida será algo así como un desarrollo en dientes de sierra. Cuando en la parrilla haya valores bajos, lo normal será que los jugadores puedan tomar losetas de la fila, por lo que difícilmente habrá devoluciones. Pero, en el momento que estas losetas asequibles dejen de estar disponibles, comenzarán las dificultades, de forma que los jugadores perderán piezas (anulando valores altos), y vuelta a empezar.
La partida se la llevará quien mejor sepa adaptarse a este progreso con altibajos. Pero las decisiones no se quedan, ni mucho menos, simplemente en saber cuándo forzar o no. A la hora de reservar dados tendremos que jugar con las probabilidades y el rendimiento de cada dado.
La tirada perfecta es obtener todo gusanos a la primera. Esto hace un total de 40 puntos y permite tomar la loseta de mayor valor (36). También se consideraría tirada perfecta hacer dos tandas y reservar cincos y gusanos, ya que tienen el mismo valor. Pero esas tiradas son de ver una vez en la vida, así que a la hora de reservar dados hay que elegir cuidadosamente.
Aquí se suelen ver dos tendencias. Por un lado, el «pájaro en mano». Si de un valor alto (de 4 para arriba) se obtiene más de 1 dado, los jugadores no se lo pensarán mucho y reservarán ese grupo. El problema aparece cuando nos resulta una tirada variadita, de forma que de estos valores importante tenemos uno o, incluso, ningún dado. Aquí se suele optar por el mal menor, tomando el grupo menos numeroso (1 dado) del valor menos importante, para no eliminar opciones.
Aunque claro, cuando obtenemos tiradas con grupos numerosos de valores como el 3 o el 4, la duda surge. ¿Arriesgar y tomar esos dados para un valor que, sin ser elevado, si proporciona un rendimiento interesante? ¿O mejor esperar a un grupo mejor que eleve la cantidad de puntos en media que proporciona cada dado al conjunto reservado?
También es interesante el sistema por el cual la partida finaliza. Lo normal es que, si un jugador dispone de fichas en su pila, al final de su turno la partida esté un paso más cerca de finalizar, ya que habrá conseguido tomar una ficha de la fila o habrá perdido una, pero bloqueado una de las menos accesibles. Únicamente no habrá progreso si logra robar una ficha a un contrario, momento altamente satisfactorio, ya que nuestro rival nos mirará con cara de pena, suplicando que lancemos más dados para obtener una ficha mejor y le dejemos en paz. Pero, pudiendo hacer el mal ¿quién se resiste? Aunque si hay un matiz importante de cara a nuestra situación en la partida. Si consideramos que estamos en posición ventajosa, lo que nos interesará es que la partida finalice cuanto antes, por lo que es posible que nos interese tomar fichas de la parrilla (forzando un poco si no es arriesgado) a dejar más pobre a algún rival. Pero bueno, esto queda a elección de cada uno, que a muchos les va el ensañamiento.
No quería terminar este comentario sobre las decisiones sin mencionar a los gusanos. Y es que, a diferencia del resto de valores, para poder tomar fichas estamos obligados a tener al menos un gusano en nuestro grupo. Cada vez que realizamos una tirada estamos rezando porque salgan al menos dos gusanos juntos. Esto da tranquilidad para el resto del turno y, prácticamente, la mitad del trabajo hecho, ya que acumulamos un mínimo de 10 puntos. Si resultan 3 gusanos ya ni te cuento. Pero aun así se suelen dar situaciones en las que dudaremos, como tiradas con 3 cincos y 2 gusanos. El triplete nos asegura prácticamente optar a una ficha de valor elevado, pero claro, ¿y si no vuelven a salir gusanos? Los cincos son prescindibles, pero los gusanos son obligatorios.
Así, Piko Piko el Gusanito se convierte en un juego de dados que entretiene una barbaridad con todos estos pequeños detalles, que cabe en una caja pequeña y que se puede sacar en cualquier sitio. El perfecto ejemplo de filler o juego piscinero
Es innegable que la suerte juega un factor fundamental, y por mucho que tiremos de estadísticas y optemos por la opción más rentable en cada momento, si los hados no están de nuestro lado en un turno, veremos cómo esa última ficha ganada con sangre, sudor, lágrimas y manita de eurogamer nos dice adiós lentamente y vuelve a la fila. Hay que estar preparados mentalmente para que la dama fortuna nos dé la espalda y no volvamos a tomar ficha en lo que reste de partida, lanzando dados y obteniendo valores paupérrimos turno tras turno.
Uno de los aspectos más destacables de este título es su escalabilidad. Piko Piko el Gusanito funciona perfectamente con cualquiera de sus configuraciones. Es cierto que, en función del número de jugadores, hay sutiles cambios en el desarrollo de la partida, pero todas son altamente satisfactorias. A pocos jugadores suele haber menos baile de piezas al no haber tantos objetivos y la fila decrece rápidamente. A muchos jugadores, a pesar de que la historia puede alargarse algo más, el que haya tantas pilas sobre las que atacar abre el abanico de posibilidades en cada turno. Pero, aunque funcione perfectamente, yo intentaría no sacarlo con más de cinco. Para esos números hay mejores juegos.
Pasemos a la edición. Aquí una de cal y otra de arena. En el lado positivo, tenemos las magníficas fichas de baquelita que son una autentica gozada. Fichas similares a las del Dominó, pero en vez de valores números con puntos, encontramos alegres gusanitos y valores numéricos. En el lado negativo, los dados de madera. No es que estén mal, pero si ya nos han puesto en la miel en los labios con la baquelita de las fichas, haber seguido con el mismo material. Además, los dados de madera tienden a acumular suciedad más fácilmente y luego limpiarlos no es sencillo. Yo, sin ir más lejos, he tenido que limar los míos para que tengan un aspecto decente. El reglamento está bastante bien estructurado, teniendo en cuenta que, a pesar de ser bastante simple, el flujo del turno tiene un par de detalles que puede crear confusión si se explica de forma desordenada.
Respecto al aspecto gráfico, Piko Piko el Gusanito es un hijo reconocible de Doris. Esas ilustraciones infantiloides y con tonos pastel encajan como anillo al dedo con el juego. Si bien el tema directamente no aplica, el intento por tematizar al juego, con un señor párrafo introductorio como el que habéis leído al comienzo de la tochorreseña es de elogiar. Quieras o no, te echas unas risas y es preferible a esas introducciones cien por cien eurogamers en los que nos dicen algo del tipo «eres un comerciante y tu objetivo es tener más puntos que los demás haciendo esto, esto y esto».
Y vamos cerrando. Piko Piko el Gusanito es un filler de dados que reimplementa el mecanismo de Yahtzee de reserva de dados y le aplica un giro de tuerca mediante una reserva de fichas que proporcionan puntos de victoria. Divertido y emocionante gracias a esa pizca de «forzar la suerte» que aparece en bastantes momentos. Un juego muy recomendable para toda la familia. Como pega, que a muchos jugadores puede alargarse demasiado y que si un jugador no tiene el día puede resultar frustrante. Por todo esto le doy un…
Fue mi primer juego de mesa moderno y me gusta mucho. Y sí, los dados se enguarran una barbaridad. Hace un mes compré otro ejemplar para regalárselo a mi sobrino y cuando vi los dados tan blanquitos me dieron ganas de darle el cambiazo XD No me di cuenta de lo sucios que estaban mis dados hasta ver los suyos.
Este año sacan en España la expansión. Habrá que ver cómo se juega y qué precio le ponen, pero ya de entrada me pica la curiosidad.
Con lo facil que habría sido seguir usando baquelita para un juego indestructible!!!
Este juego és uno de mis favoritos para los dias en que no te quieres romper la cabeza. Tambien es cierto que si lo saco muy a menudo puede acabar cansando.
A este juego le dimos mucho en los inicios y nos encantaba. Pero acabó cansando pues, cuando supimos jugar bien, la duración podía dispararse entre gente que se robaban fichas. Si ibas perdiendo de mucho tu opción (y la de otros jugadores) era atacar al que más tenía y eso luego se daba la vuelta y te atacaban a ti, etc… Similar a lo que ocurre en algunos juegos de conquista. Así que, como digo, la duración se podía alargar en exceso y acababa habiendo jugadores ante estos casos que cogían fichas del tablero que no les proporcionaban mucho, solo por ir cerrando. No ocurría en todas las partidas, ojo, pero cuando ocurría, era un coñazo.
Claro que todo eso cambió cuando el sr. Knizia, que se debió dar cuenta del asunto, presentó, 3 años después, «Sushizock im Gockelwok», un juego muy, muy similar a éste (misma editorial, caja, dibujante, fichas y dados). Un hermano mejorado y que, para mi gusto, resulta superior.
La cosa de va de gallinas que comen sushi. las fichas son de Sushi (valores positivos) y de Raspa de Pescado (valores negativos). Se colocan en 2 filas diferentes y tras las tiradas coges de una fila u otra dependiendo de si quieres Sushi o Raspa y contando de izquierda a derecha según el número de sushis o raspas que tengas. Al final de la partida debes combinar una de sushi y una de raspa como tú quieras para puntuar. Así que te interesa ir a por raspas bajas y sushis altos.
Además, controla el hecho de poder robar a otros de su pila de Sushis o Raspas según si te quedas con resultado de palillos (otro icono en el dado) de un tipo u otro.
Sabiendo que a este le has puesto un notable, consígue uno y seguro que le plantas un sobresaliente. Eso sí, no es fácil de encontrar, pero no dudo de tus habilidades de cazador 😀 :D.
Un abrazote y gran reseña de un buen filler.
Totalmente de acuerdo en cuanto a que, una vez sabes jugar, la partida se puede alargar si hay muchos jugadores en mesa y, sobre todo, la suerte acompaña.
Al Sushizock he jugado en casa de un colega y me moló. No para un sobresaliente, pero tal vez si para un notable un poco mas alto, aunque tendría que jugarlo mas.
Gracias por pasarte Pedrete. Saludos!
Hola, soy nuevo aquí y me encantan tus reseñas. Tengo unas preguntas. Algún juego para muchos jugadores, sencillo y barato y. Rentable (sin contar bang o ciudadelas que ya lo estoy mirando)
Merece comprar alguna expansión para el Carcassonne, cual me recomiendas?? Gracias
Hola! Pues, en primer lugar, muchas graciad por el halago.
Juego sencillo, que admita muchos jugadores y económico es la definición de filler. Voy a deducir que cuando dices muchos jugadores, son más de 5, y cuando dices económico, supongo que hablamos de menos de 20 euros. Con estos parámetros mis recomendaciones serían este mismo Piko Piko el Gusanito, ¡Toma 6!, Coup con expansión (se vende todo junto), La Resistencia o Saboteur. Cualquiera de estos más recomendables que Ciudadelas y, especialmente, Bang.
Respecto a las expansiones, primero de forma general, solo son recomendables si el juego base te encanta pero ya lo tienes un poco trillado. En el caso del Carcassonne es normal quemarlo porque es un juegaco. En este caso si son recomendables. Voy a suponer que no tienes ninguna. La primera yo la considero fundamental (Posadas y Catedrales) que además permite el sexto jugador y añade un par de detalles. En un segundo escalón yo pondría a Constructores y Comerciantes y La Abadia y el Alcalde. También es interesante La Princesa y el Dragón porque le añade un punto de interacción con mucha mala leche.
Y poco más. Si tienes más preguntas, no dudes en disparar!
Buena reseña!
He aquí un filler de Knizia que me gusta y que curiosamente no tengo en la colección. Quizás porque no me fascina (creo que los tiene mejores) pero bueno, cualquier dia de estos lo incluyo en algún pedido.
Saludos!
Vale, miraré los juegos que dices. Muchas gracias!!!!