Crónicas Jugonas: Semana 21 del 2015 (18/05 – 24/05)

Aquí estamos una vez más para relatar las partidas disfrutadas durante los últimos siete días. Así que sin más dilaciones, vamos allá.

Empezamos el lunes con un Splendor tras el almuerzo en el trabajo. Diseñado por Marc André, se trata de una carrera por ser el primero en conseguir los quince (o más) puntos. Para ellos los jugadores irán adquiriendo gemas y, con ellas, comprando cartas que otorgan descuentos para adquirir nuevas cartas, además de puntos. Adicionalmente, existen unos nobles que funcionan como bonificaciones que se obtienen cuando se cumplen las condiciones exigidas. Conmigo en la mesa estaban Sandra, Víctor y Borja. Partida igualada en la que Borja y yo tomamos la delantera y nos lanzamos a tumba abierta a por la victoria, mientras que Sandra y Víctor se iban quedando poco a poco rezagados. Borja fue quien colocó la carta que le anotaba su decimoquinto punto, forzando el final de la partida. Pero no contaba con que yo pudiese bajar una última carta que me permitía sumar un punto más que él. Resultado: yo 16 puntos, Borja 15, Sandra 10 y Víctor 8. Empieza a desinflarse un poco. Es un buen juego pero a cuatro jugadores hay que jugarlo con ritmo, que si no se hace muy aburrido. No me ha gustado que en la partida haya ocurrido un buen puñado de veces lo típico de «construyo una carta» y la que se revela para rellenar el hueco le sale gratis al siguiente jugador. Lo que sí es destacable es el juego al más puro estilo Saint Petersburg con la mecánica de tomar cartas a la mano para asegurárselas a pesar de no tener los recursos necesarios para jugarla. A cuatro jugadores hay que estar muy pendientes para adelantarse a los rivales.

Sprint final con incertidumbre
Sprint final con incertidumbre

El martes tocaba partidita de Carcassonne. Un juego de Klaus-Jürgen Wrede en el que, mediante la colocación de losetas, iremos formando Carcasona. Los jugadores, en su turno, roban una loseta y la colocan de forma coherente sobre la mesa, pudiendo colocar un meeple sobre ella para intentar completar una estructura con la que puntuar (caminos, castillos o claustros, además de los granjeros). La norma más importante es que no se puede colocar un meeple en una estructura en la que ya haya alguno otro, de forma que solo se podrá intentar arrebatarla mediante una incorporación indirecta (comenzando otra estructura del mismo tipo y contándolas). Para esta ocasión, además de Posadas y Catedrales me traje la miniexpansión El Mago y La Bruja. Jugadores: Jorge, Víctor, Sergio, Sandra y el que os escribe. Como ocurriese en la última partida, tablero dominado por los pastos y las ciudades pequeñas. En esta batalla tomó la delantera Sergio que, además, fue rascando puntos mediante pequeñas fortalezas y caminos, destacándose ligeramente en el marcador. Mientras, Jorge, Sandra y Víctor iban desarrollando estructuras de mayor calado, combinadas con pequeños desarrollos que les mantenían a una distancia prudencial del líder. Yo, en cambio, aposté a lo grande, y me metí en berenjenales importantes, llevándome casi media partida estancado en la posición inicial. Afortunadamente logré arrancar, especialmente gracias a una ciudad con catedral y otra de muchas piezas. Pero la partida ya estaba decidida. Resultado final: Sergio 99 puntos, Sandra 65, Víctor 64, yo 60 y Jorge 59. La miniexpansión de El Mago y La Bruja es una de las que más me gustan del set. Sencilla y con su puntito de fastidio a los demás y beneficio para uno mismo. Da pie a pequeñas revanchas sin alterar de forma significativa el desarrollo de la partida. Qué gran juego Carcassonne. Nunca me cansaré de él.

La remontada no llegó a tiempo
La remontada no llegó a tiempo

El miércoles me llevé uno de los juegos más cuquis de mi colección: Takenoko. Uno de los pocos juegos diseñado por Antoine Bauza que tolero. Con mecánica de colocación de losetas y movimiento punto a punto con un pequeño set colección en el que tendremos que ir moviendo a un jardinero y a un panda para que un precioso jardín de bambú vaya tomando forma y, posteriormente, siendo devorado por el hambriento plantígrado asiático. Partida marcada por mi mala suerte a la hora de robar objetivos y un ligero punto de fastidio involuntario del resto de jugadores hacia mí. En la partida estábamos Sandra, Marta, Víctor y yo. Las dos señoritas tomaron la delantera y fueron anotando objetivos a buen ritmo. Mientras, Víctor se daba un festín de bambú para luego anotar unos cuantos objetivos de una tacada, mientras que yo iba a paso de tortuga. Finalmente fue Sandra quien forzó la ronda final, anotándose dos puntos vitales para la resolución de la partida. Resultado final: Sandra vencedora con 34 puntos, los mismos que Marta, pero con más objetivos de Panda, por tanto, vencedora. Tercero quedó Víctor con 22 puntos y yo último con unos tristes 17 puntos. Un juego muy entretenido y familiar, apto para cualquier jugador y que sale muy fácil a mesa. Con una producción soberbia, su gran pero es la importante influencia del azar a la hora de robar los objetivos, que pueden destrozarle la partida a uno si la dama fortuna no está por la labor de colaborar aunque solo sea un poquito.

Mala suerte con los objetivos
Mala suerte con los objetivos

Por la tarde Sandra y yo estrenamos Halali! (o Tally Ho!), un pequeño juego de la serie de Kosmos para 2 jugadores. Un juego diseñado por Rudi Hoffman en el 73 en el que los jugadores compiten en un bosque por ser el jugador que más puntos anote. Para ello uno controlará a los cazadores y leñadores, mientras que el otro moverá a los osos y los zorros. Un juego compuesto por un tablero cuadriculado con losetas ocultas en cada casilla. En su turno, un jugador podrá revelar una loseta o mover una loseta. Esto junto a una serie de normas de qué losetas pueden ser matadas por otra forman el juego. Echamos dos partidas, alternando los bandos. En la primera partida paliza absoluta de Sandra jugando con los osos y los zorros. Yo jugué demasiado arriesgado, revelando losetas adyacentes a sus osos, de forma que Sandra me comía a mi pobre cazador o leñador. Luego remonté algo gracias a ir talando árboles, pero no pude hacer gran cosa. Resultado: 72 puntos para Sandra por 35 míos. En la segunda las tornas cambiaron, y fue Sandra quien tuvo que sufrir la furia del bosque. Volvió a cometer el mismo error que yo, pero maximizado. Así que fue un pequeño banquete de humanos indefensos. Resultado final: yo 89 puntos por 19 de Sandra. La verdad es que nos gustó, a pesar de lo aparentemente desnivelado que es el sistema de juego. Hay que explorar para comprender como debe actuar el jugador que controle a los cazadores para no caer estrepitosamente.

¡Qué difícil es jugar con los cazadores y leñadores!
¡Qué difícil es jugar con los cazadores y leñadores!

El jueves tras el almuerzo echamos una partidita al filler favorito de los compañeros del curro: Abluxxen, diseñado por Wolfgang Kramer y Michael Kiesling. Un juego con mucha interacción genial en el que se van jugando cartas sobre la mesa en filas, de forma que cuando juegas un número de cartas igual que las de otros pero de valor superior puedes levantar las cartas de ese jugador (o jugadores), llevándotelas a tu mano u obligando a los rivales a decidir si las quieren recuperar o desechar para robar del suministro. Al final de la partida el ganador será el que más puntos obtenga (las cartas sobre la mesa suman un punto pero las cartas en la mano restan un punto). Éramos cuatro: Sandra, Sergio, Víctor y el que os escribe. Solo nos dio tiempo a echar una partidita porque el comedor se llenó y no era plan de ocupar mesas para fines lúdicos cuando otros no podían cubrir necesidades básicas (aunque jugar para mí lo es). Partida tensa, pero que rápidamente se vio quien se la iba a llevar. Sergio logró bajar cartas a un ritmo importante hasta que logró juntar un par de jugadas de nivel. Yo logré pararle una vez, pero ya no pude una segunda. Resultado: Sergio vencedor con 14 puntos, yo segundo con 9, Víctor tercero con 3 y Sandra última con -4. Un juego sencillamente genial. Ya lo reseñamos en el blog y le otorgamos un sobresaliente porque así lo es. De esos fillers que puedes echar una partida tras otras y vas encontrando más y más sutilezas. Con sencillas reglas los señores Kramer y Kiesling se sacan un señor juego de la manga.

Tupper-Games
Tupper-Games

Por la tarde se vinieron a casa Noe, Marta y su novio Pablo para echar una tarde-noche jugona. Aprovechando el 20º Aniversario, sacamos El Grande. Un juego diseñado por Wolfgang Kramer y Richard Ulrich en el que los jugadores representan el papel de Grandes en la España medieval. Un juego que mezcla a la perfección mecánicas de control de áreas (mayorías) con una sutil mecánica de subastas, mediante la cual los jugadores decidirán el orden de turno para tomar las cartas disponibles en la ronda. Y cada tres rondas ocurre una fase de puntuación evaluando el estado actual de las regiones. Hacía tiempo que no sacábamos este juegazo a la mesa. Primeras rondas de tanteo, especialmente para Marta, Noe y Pablo ya que era la primera vez que jugaban. Pero, a medida que los turnos se desarrollaban, le iban cogiendo el gustillo y los cuchillos se afilaban. Noe se destacó en el segundo tercio de la partida, lo que provocó que el resto de jugadores fuésemos a cuchillo contra ella. Esto provocó que Sandra y yo le diésemos caza, pasando a luchar los tres por la victoria en el último tercio, ya que Marta y Pablo se quedaron demasiado descolgados. En los últimos movimientos, Sandra y yo dejamos a Noe descolgada, disputándonos la victoria final, aunque finalmente quedamos empatados. Consultando en la BGG, en algún torneo se ha utilizado como regla de desempate la carta más alta no jugada (que quede en la mano), así que tomamos como bueno ese criterio, siendo Sandra la vencedora. Resultado final: Sandra vencedora con 103 puntos, los mismos que yo, Noe 95, Marta 73 y Pablo 67. Como su propio nombre indica, es un juego grande. Probablemente el juego de control de áreas (mayorías) más ajustado que tengo, ya que ofrece ese puntito de caos y de tensión de no poder controlar todo lo que ocurre en un tiempo de juego contenido y sin desmadrarse, como le puede ocurrir a Dominant Species o similares. Aprovechad la nueva edición de Devir, que es un juego para tener.

¡Qué Grande es! Nunca mejor dicho...
¡Qué Grande es! Nunca mejor dicho…

Luego, mientras se hacia la cena, sacamos el Polilla Tramposa para echar unas risas. Un juego de cartas diseñado por los hijos del matrimonio Brand, Emely y Lukas, en el que se deberá jugar una carta cuyo valor será una unidad inferior o superior a la última jugada. Se juegan tantas rondas como jugadores haya, y estas acaban en el momento que un jugador se queda sin cartas, mientras que el resto de jugadores anotan puntos negativos en función de lo que les quede en la mano. La gracia está en que un jugador debe ejercer de guardián, mientras que los demás intentarán hacer trampas deshaciéndose de cartas fuera de su turno, especialmente de las odiosas polillas, las cuales solo pueden ser jugadas por el guardián. Además, algunas cartas permiten realizar ciertas acciones para tener que estar atentos aun a más elementos. Muchas risas a pesar de haber echado solo una ronda. Y es que ver como el guardián no se entera de la misa la mitad. Yo tuve dos rondas para quedarme sin manos, pero finalmente fue Pablo quien se quedó sin cartas. Noe fue la guardiana casi todo el rato, hasta que Sandra, en un alarde de descaro, casi me saca un ojo lanzando una carta directa a mi cara. Como veis, un desfase de juego. Hay que tomárselo a coña y reírse. Intentar jugar a ganar le quita toda la gracia.

Con esto me quedé en la mano
Con esto me quedé en la mano

Para cerrar la noche y seguir con el cachondeo, nada mejor que sacar de nuevo a la mesa uno de los grandes éxitos del momento. Crazy Coconuts. Un juego diseñado por Walter Schneider que adapta el «juego del duro» de toda la vida utilizando unos monos catapulta que lanzan unos cocos de goma, vitaminado con unas cartas especiales y la posibilidad de ir robando cubos a los demás. La partida finaliza en el momento que un jugador levanta una pirámide de 6 cubiletes o se acaban los cocos (y gana el que más cocos tenga en sus cubiletes). Echamos dos partidas, jugando Sandra con los demás en la primera, cambiándome yo por ella en la segunda. La primera partida se la llevó Sandra, a pesar de Noe tener varios match-points. En la segunda fui yo quien con precisión de francotirador finiquite la historia por la vía rápida. Increíblemente épico un tiro mío con los ojos tapados que acerté en un cubo rojo. Tremendamente divertido. Como una idea tan tonta puede convertirse en un juego de mesa deseado por todos. Ideal para estos momentos festivos con los colegas. Tenemos que probar la variante “con alcohol”, a ver cómo afecta a la puntería de cada uno. Lo único malo es que te puedes llevar buscando cocos por el suelo un buen rato.

Sniper Monkey
Sniper Monkey

El sábado, antes de irnos a dar una vueltecita, una segunda partida a At the Gates of Loyang, de Uwe Rosengerg. Un juego de gestión de recursos y gestión de la mano de cartas en el que los jugadores deberán ir cultivando una serie de hortalizas para, posteriormente, ir vendiéndoselas a clientes, tanto recurrentes como puntuales para, finalmente, ir progresando en el camino del prestigio (cada paso cuesta dinero). Segunda partida en la que ya conocíamos la mecánica. Esto se notó especialmente a la hora de distribuir las cartas en el mercado común. Eso sí, de nuevo, no aprovechamos la potencia de los packs dobles, especialmente cuando salían gratis. Simplemente se nos olvidó. Pero bueno, seguro que en la próxima tiramos más de este concepto. Respecto a la partida, una ronda clave, en la que logré satisfacer a 3 clientes (dos recurrentes y uno puntual), me permitió pegar tres pasitos en el camino. Ventaja que no pudo recortar completamente Sandra, finalizando la partida con victoria para un servidor. Resultado: 17 a 16. Refrendadas las buenas sensaciones de la primera partida. Muchos detallitos a controlar, los campos de cultivo y las semillas que permiten, así como la correcta elección de clientes para intentar optimizar al máximo los frutos de nuestros campos. Además con gran ritmo. A la espera de la tercera partida para tener una opinión suficientemente fundamentada. Eso sí, el juego me parece de los más caros de los tres de la Harvest Trilogy.

Experto comerciante
Experto comerciante

Y con esto finaliza la semana. No tan espectacular como las anteriores, con solo un estreno, pero con una ligera subida de nivel en el trabajo llevando pocos fillers y si juegos con enjundia. A ver que tal la semana que viene.

16 comentarios

  1. Cual crees que es el mejor juego de la serie de Kosmos para 2 jugadores? veo que tienes varios y estaba pensando pillarme alguno. Puedes ordenarlo por preferencia.
    Gracias Ivan, a ver si subo pa gijon y echamos unas

    1. Te enumero los que tengo ordenados por mi preferencia:

      1. Targi (Tuareg)
      2. Kahuna
      3. Rosenkönig
      4. Halali!
      5. Asante
      6. Principes de Catán

      Me quedo con Targi, que, siendo un juego pequeño, da bastante de sí. Con una mecánica curiosa. De cerca, Kahuna y Rosenkönig, aunque estos dos son mucho mas abstractos. Si tengo que recomendar uno, Tuareg sin duda.

    2. Justo el que me recomiendas es el que tengo (me parece una maravilla para 2) con que poquito se puede conseguir tanto. Miraré 2. Kahuna
      3. Rosenkönig a ver que pueden ofrecer aunque el abstracto y yo no nos terminamos de llevar bien.

    3. Kahuna se puede jugar en Board Game Arena y Rosenkönig en Yucata. Si quieres echamos una partidita. Abremela 😛

    4. A mi uno que me gusta mucho de Kosmos es el Ballon Cup, lo tienes tambien en Yucata para poder probarlo

  2. Pues buena semana de juegos mas sencillos, pero muy entretenidos. yo hace unos dias saque con unos amigos tambien el Polilla tramposa y el Coconuts y fueron unas risas!!

    Tengo ganas de probar el Takenoko , que se que a mi novia por el aspecto le encantaria, solo que el que tenga mucho azar, me hecha un poco para atras.

    El Abluxxen lo tengo pendiente de estrenar, junto al Red7, Thurn the Tide que tambien tienen buena pinta.

    1. El Abluxxen no tardes en estrenarlo. Una maravilla.

      El Takenoko tiene azar en cuanto a los objetivos, pero bueno. Está entretenido 😛

  3. Buena semana jugona Iván!!

    Nosotros esta semana pasada hemos jugado al 21 Motines, 7 wonders, The Adventurers y Pandemia.

    El «The Adventurers», de Frédéric Henry & Guillaume Blossier, me pareció un juego muy chulo y con unos muy buenos componentes. Es algo así como jugar a ser Indiana Jones 🙂 Y el «Pandemia» es un cooperativo bastante conocido y que pareció chunguillo de conseguir el objetivo, la verdad. También es cierto que al ser la primera partida pecamos de pardillos y cometimos una serie de errores que nos condenaron sin remedio (aun así conseguimos descubrir 2 de las 4 curas!).

    Seguramente mañana caiga un Battlestar Galactica, aunque igual somos más de 6 y hay que barajar otras opciones. Ya te contaré!

    Un saludo!!

    1. Al 21 Motines tengo ganas de jugar. No me lo he pillado aun porque había juegos mas prioritarios, pero tarde o temprano caera.

      Al Pandemic no he jugado porque ya sabes que yo y los cooperativos no nos llevamos bien. Si me invitan a jugar, sin problemas, pero no para comprarmelos.

      El Galactica es un gran juego, aunque para mi gusto se alarga demasiado la historia para lo que al final es.

      Me apunto lo del The Adventurers, que a mi el rollo Indiana Jones me mola mucho. A ver que investigo.

      Saludetes!!

  4. ¡¡Que grande ‘El Grande’!! Lo probé por primera vez hace un par de semanas, en la presentación que hubo en la asociación, con la edición aniversario y me gustó mucho bastante. El juego de los monitos… ummm.. no sé.

    Un saludo.

  5. El 21 motines es mejor que lo pruebes antes de comprarlo, se que dices que te suelen gustar los de este autor, pero es que ese juego me pareció muy malo. Sinceramente he jugado a prototipos que deberían haberse editado mucho antes que ese jejejejeje. No obstante, me interesa la opinión de ese juego de Miguel Cabaleiro y la tuya cuando lo pruebes. Que ganas tengo de probar el crazy coconuts!

    1. El Crazy Coconuts es un desfase muy divertido. Y ahora se puede conseguir a un precio muy asequible en tiendas online.

    2. A mí que conste que no me entusiasmó demasiado. Y fue más o menos la opinión de los 5 que lo jugamos (Bueno, al que ganó sí que le gustó :)). También es cierto que, al ser la primera partida, cometimos arios errores con las reglas, en cuanto al contenido de algunas cartas de motin y cuando podían bajarse o a partir de cuando producían efectos. Es un juego que no está mal, pero ya te digo que a mí me dejó bastante indiferente.

      Saludos!!!

    3. Yo querría probarlo, pero por las críticas no me lo he comprado. A ver si algún día se me pone delante 😛

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