Reseña: Camel Up
Introducción
Se testigo de la carrera de Camellos más alocada de todos los tiempos, dónde las cosas funcionan al revés cuando los Camellos se montan unos encima de otros y las Pirámides se dan la vuelta. Como miembro de la alta sociedad egipcia, os reunís en el Desierto con un claro objetivo: ganar la mayor cantidad de dinero posible apoyando al Camello que crees que ganará cada Etapa y al que ganará la carrera completa. Sin embargo, en esta carrera, también puedes ganar dinero deduciendo que Camello llegará el último. La lectura dinámica de la carrera y marcar los tiempos es muy importante para apostar por el Camello correcto y alzarte con la victoria.
Así se nos presenta Camel Up, el gran triunfador de los juegos familiares del último año. Diseñado por el alemán Steffen Bogen, siendo este su primer juego realmente conocido. Publicado por Pegasus Spiele y eggertspiele, se ha convertido en el flamante ganador del Spiel des Jahres de 2014. De las ilustraciones se encarga el prolífico Dennis Lohausen, del que ya pudimos apreciar su estilo en juegos como La Villa o Glass Road.
Es un juego totalmente independiente del idioma y en nuestro país se encuentra editado por Mas Que Oca Ediciones. Permite partidas de 2 a 8 jugadores, con una edad mínima recomendada de 8 años y una duración aproximada de media hora por partida. El precio de compra recomendado es de 24,95 €. Para esta reseña he utilizado la edición alemana de Pegasus Spiele.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,5×29,5×7 cm. (similar a una caja de Eurogame estándar como La Villa), nos encontramos con los siguientes elementos:
- Tablero
- 5 Camellos en 5 colores (de madera)
- Pirámide de Dados (de cartón)
- 5 Dados en 5 colores (de madera)
- 60 Cartas (44×68 mm.)
- 40 Cartas de Apuesta
- 20 Cartas de Billetes
- 8 Losetas de Oasis/Desierto (de cartón)
- 15 Losetas de Apuestas Parciales (de cartón)
- 5 Losetas de Pirámide (de cartón)
- 50 Monedas (de cartón)
- Marcador de Jugador Iniciar (de cartón)
- Reglamento
Mecánica
Camel Up es un juego principalmente de apuestas y probabilidades sobre una peculiar carrera de camellos. Cada uno de los jugadores interpreta a un aristócrata dejándose los cuartos en intentar prever que camello cruzará la línea de meta en primer lugar (y también en último). Entre medios, hay parciales en los que los jugadores irán ganando o perdiendo dinero.
Conceptos Básicos
Primero hablemos del tablero. A la izquierda, el pequeño circuito de 17 casillas por el que los camellos correrán como si no hubiese mañana. En el centro de dicho circuito se ubicará la pirámide, en la que se contendrán los dados. En la zona de la derecha, tenemos los box de los camellos así como las gradas. En las esquinas tendremos unos espacios habilitados para colocar las cartas de ganador de la carrera y último camello (con los respectivos premios en función del orden a la hora de acertar). En la zona de los boxes tendremos las losetas de apuestas parciales y las casetas para ir colocando los dados que se vayan utilizando, además de un espacio para colocar las losetas de pirámide.
El elemento estrella del juego es, sin duda, la Pirámide. En esta se ubicarán una serie de dados (cada uno con el color de uno de los camellos). Cada vez que un jugador quiera hacer avanzar a algún camello, activará el mecanismo de la pirámide (agitándola, colocándola bocabajo en una superficie plana y accionando la portilla), liberando un dado del interior de la misma. El valor indicado en el dado es el número de posiciones que avanzará el camello correspondiente según el color.
Esto da pie a hablar del movimiento de los camellos. Lo primero y más importante: los camellos se apilan. Cada vez que un camello accede a una casilla en la que ya hubiese otros animales, estos irán formando columnas, de forma que cada vez que un camello se mueva, lleva a cuestas a todos los que tenga encima. También es importante remarcar que es posible que los camellos retrocedan (gracias a las losetas de desierto). En este caso, si el camello sediento, al retroceder, accediese a una casilla con camellos, deberá colocarse debajo de todos (y no encima).
El objetivo principal del juego será adivinar el color del camello que cruzará la línea de meta en primer lugar, así como también atinar con el camello que finalice en última posición en ese mismo instante. Para ello los jugadores cuentan con una mano de cinco cartas (una por cada color de los camellos) que podrán ir jugando en secreto en los dos espacios habilitados en el tablero para apostar por el vencedor y el perdedor de la carrera. Al final de la misma, los jugadores obtendrán una serie de monedas en función del orden de apuesta (el que antes acertase el ganador o el perdedor se llevará más monedas que el segundo que lo acertase y, así, sucesivamente). Si introducimos cartas que al final no concuerdan con el resultado, perderemos dinero.
Pero antes de llegar al final, durante la carrera se suceden una serie de parciales, al final de los cuales los jugadores ganan o pierden dinero en función de unas losetas de apuesta. Dichas losetas otorgan una determinada cantidad si al término del parcial el color del camello de la misma es el que va primero. Pero si no, tendremos que pagar.
Por último, hablar de las losetas de oasis/desierto, las cuales podrán ir colocando los jugadores sobre las casillas del recorrido, afectando al movimiento de los camellos y obteniendo ciertos beneficios.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero y colocamos la pirámide en el centro del circuito.
- Se ordenan las losetas de apuesta por colores y en valor creciente (abajo la de valor 2, encima la de valor 3 y arriba la de valor 5).
- También se colocan las losetas de pirámide en el espacio correspondiente
- Cada jugador recibe: una mano de cartas de su personaje, la loseta de oasis/desierto de su personaje y 3 monedas.
- Por último, antes de introducir todos los dados en la pirámide, se lanzan para establecer la posición inicial de los camellos (en las casillas en las que haya más de un camello se apilan como se desee).
- Se elige al jugador inicial (el jugador más joven según las reglas).
Y ya estamos listos para comenzar.
Desarrollo de la Partida
La partida se desarrolla a lo largo de una serie de turnos hasta que algún camello cruce la línea de meta. Empezando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador podrá realizar una de estas cuatro acciones:
- Mover Camello: tomará una loseta de pirámide (que colocará en la mesa en su lado), agitará la pirámide, la colocará bocabajo en una superficie plana, activará el mecanismo, y se obtendrá un dado. El camello correspondiente avanzará tantas posiciones como valor muestre el dado. Si tuviese camellos encima de él, avanzaría con ellos a cuesta. Si el movimiento finalizase en una casilla de oasis, avanzará una casilla adicional (recibiendo una moneda el dueño de la loseta). Si el movimiento finalizase en una casilla de desierto, retrocedería una casilla (recibiendo una moneda el dueño de la loseta), colocándose debajo de los camellos que hubiese. Por último, se colocará el dado en el box correspondiente, para que todos los jugadores sepan qué dados faltan por salir.
- Tomar una Loseta de Apuesta Parcial: el jugador toma una de las losetas de apuesta con valor 5, 3 o 2 de uno de los colores, colocándola en su lugar de la mesa.
- Colocar/Mover la loseta de Oasis/Desierto: si no estaba en el tablero, podremos colocar la loseta por el lado que queramos en el tablero, cumpliendo las siguientes restricciones: no se puede colocar en casillas adyacentes a otras casillas con losetas de Oasis/Desierto (es decir, que tiene que haber una casilla de separación) y no se puede colocar en la primera casilla del circuito. Si ya estuviese en el tablero, podremos recolocarla, incluso cambiando la cara, pero siempre cumpliendo la norma anterior.
- Apuesta por el Resultado Final: se coloca de forma oculta una de las cartas de apuesta final en uno de los dos espacios (ganador o perdedor).
Cuando todos los dados hayan salido de la pirámide finaliza una etapa parcial, procediéndose de la siguiente forma:
- Cada jugador recibe o pierde las monedas correspondientes a las losetas de pirámide y apuesta parcial que posea. Si varios camellos se encuentran apilados, el orden se tienen en cuenta de arriba a abajo en la pila (es decir, que el que esté en la cima es el primero de los camellos en esa casilla).
- Se devuelven al tablero las losetas de pirámide y apuesta parcial de igual forma que en la preparación inicial
- Finalmente, se reintroducen todos los dados en la pirámide y se prosigue el juego.
Fin de la Partida
La partida finaliza al término del turno en el que un jugador ha activado la pirámide y un camello atraviesa la línea de meta, procediendo de la siguiente forma:
- Se hace el recuento de la etapa parcial de igual forma que en el transcurso de la partida
- Se coge el mazo de cartas de las apuestas al ganador, se le da la vuelta y se van comprobando el color y el dueño de la carta. Si ha acertado, recibirá las monedas correspondientes en función de en qué posición acertó (el primero en acertar recibe 8 monedas, el segundo 5, el tercero 3, el cuarto 2 y del quinto en adelante 1 moneda). Si no ha acertado, deberá pagar una moneda.
- Se procede de igual forma con las apuestas al camello que ha quedado en última posición
El ganador será el jugador con mayor cantidad de dinero. En caso de empate, los jugadores comparten la victoria.
Opinión Personal
Un juego que se ha hecho tremendamente famoso, con una producción brutal, a un precio asequible y que ha logrado hacerse con el galardón de galardones en el mundillo de los juegos de mesa (Spiel des Jahres). Es para comprarlo prácticamente a ciegas. ¿Qué podría salir mal?
Lo primero y fundamental que hay que mantener presente es que este juego es un party disfrazado. Es un juego para tomárselo a coña, y reírte de la mala suerte de los compañeros (o que se rían de la tuya). Intentar enfocarlo de forma es un error catastrófico.
Y es que Camel Up se acerca a juegos como ¡Pánico en Wall Street!, en el que el objetivo principal es intentar conseguir el máximo dinero posible, aunque no deja de ser una excusa para pasar un buen rato y reírte con los colegas. ¡Cuantos más mejor! Cualquier otro planteamiento ante este juego solo conllevará decepciones.
Una vez aceptada la premisa, nos preparamos para intentar hacernos ricos en el mundo de las carreras de camello, con todo lo que ello conlleva: jugar con las probabilidades, apostar en el momento justo y contenernos cuando la ocasión no sea propicia.
Sin duda, lo mejor de una partida a Camel Up es el ir sacando dados de la pirámide, uno de los componentes más espectaculares que jamás se hayan diseñado para un juego de mesa. Cada vez que algún valiente decide darle un empujón a la carrera, volteará el poliedro, empujará la pestañita y rezará para que los hados le sean propicio, aunque quienes realmente se aprovecharán de esta decisión serán los siguientes jugadores, que podrán hacer uso de la actualización de la carrera para obrar en consecuencia (normalmente arrasando con las losetas de apuesta de un determinado color). Esto es uno de los aspectos más negativos del juego, ya que no solo eres el que decides avanzar, sino que encima vas a ser el último en beneficiarte de esa acción. De ahí que se compense con una moneda. Pero peor es que el que decida avanzar sea el jugador siguiente, ya que no solo no podremos aprovechar la información como nos gustaría, sino que tampoco seremos recompensados de ninguna manera, acordándonos de todos los antepasados del susodicho.
Obviamente, el azar es una parte importante del desarrollo de la partida, ya que de él depende como van progresando los camellos. Los jugadores simplemente pueden intentar trabar o favorecer el avance de los mismos mediante el uso de las losetas (y de paso ganar unas monedas). De nuevo, que los camellos finalicen sobre ellas es cuestión de suerte, pero los vuelcos que la clasificación va sufriendo gracias a ellos, especialmente si es un desierto, hace que no se tenga claro el resultado de la carrera casi hasta el final.
A medida que vamos echando partidas, vamos aprendiendo a jugar con las probabilidades. No olvidemos que los dados solo muestran caras con valores 1, 2 o 3, por tanto podemos tirar de estadística para apostar con cierta cabeza, aunque si la dama fortuna decide darnos la espalda, no servirá de nada. Lo que si podemos ir haciendo es compensar riesgos. En el momento que vamos tomando losetas de apuestas parciales y losetas de pirámide (mas lo que obtengamos con la loseta de desierto/oasis), podemos ir calculando una especie de saldo parcial, que es el que tenemos que intentar mantener positivo, tomando algunas decisiones más arriesgadas gracias a que su coste, en caso de ir mal la cosa, lo tenemos cubierto por otro lado.
Para mí, el mejor concepto del juego es el del movimiento de los camellos, en especial el apilamiento por debajo en caso de finalizar el movimiento en una loseta de desierto. Ya que, un camello, de ir en cabeza puede pasar a ser de los últimos, destrozando todas las apuestas. Y el llevarse camellos a cuestas es muy divertido (sobre todo si favorece a nuestros intereses).
Dicho todo esto, yo como jugador amante de los Eurogames y los juegos con poco azar, he de decir que no disfruté de Camel Up hasta la cuarta partida, en la que simplemente decidí divertirme al meterme en la dinámica alocada que plantea el juego. Intentar cuadrar al milímetro las probabilidades y pensarse más de la cuenta los movimientos solo provocará que el resto de los jugadores deseen matarte por sacarles del buen rollo en el que estaban inmersos. De hecho, hasta esa partida en la que de verdad me lo pasé bien, el juego no dejaba de parecerme una Oca. Tampoco es que a raíz de dicha partida ahora me parezca la octava maravilla, pero veo que tiene salida en determinados momentos.
El rango de jugadores, siendo amplio, es muy engañoso. Este juego con menos de 4-5 jugadores es un aburrimiento absoluto. Un filler ultraproducido que no nos dejara satisfechos. Sin embargo, a partir de ese número en adelante, si se enfoca adecuadamente la partida, echaremos unas buenas risas y al final te quedarás con una buena sensación. Podría parecer que a más jugadores menos control, y así es. Pero precisamente ese caos es la salsa de este juego. En el momento que los jugadores se dejan llevar por el frenesí de la carrera es cuando de verdad disfrutan.
En el párrafo anterior he dejado caer un concepto que puede haber pasado desapercibido. Y es que este juego es un filler con una producción casi exagerada. Podría haberse desarrollado el mismo concepto de juego con mucha menos parafernalia. Pero bueno, como, aparentemente, no influye mucho en el precio del juego, no nos vamos a quejar. De todos modos, la rejugabilidad es similar a juegos de este tipo, así que no debemos abusar si no queremos que se lleve meses en la estantería.
La edición, como ya he dicho, es una pasada. Empezando por la pirámide, montada mediante un sencillo mecanismo con una gomilla, tenemos un ingenioso y temático sustituto a la típica bolsita de terciopelo de la que, en condiciones normales, se habrían sacado los dados para, posteriormente, lanzarlos. Lo único malo es que hay veces en las que cuesta que un dado salga. Por no hablar de la gente que no apoya la pirámide sobre el tablero y salen todos los dados cuando activan el mecanismo. Por otro lado tenemos los magníficos camellos. Unos meeples de categoría que parecen haberse escapado de alguna edición del Animal sobre Animal. Los dados son de madera y el cartón utilizado en los componentes es de un grosor bastante generoso. Las cartas son de tamaño Euro mini, también con un gramaje aceptable. El juego viene contenido en una caja de tamaño estándar, con un pequeño inserto que reduce ligeramente las dimensiones. Es cierto que viene algo de aire, pero es entendible por el pliegue del tablero y, especialmente, por la pirámide montada. El reglamento es bastante claro (no dejan de ser tres hojas), aunque hay ciertos conceptos importantes que no aparecen lo suficientemente remarcados, y en una lectura rápida se pueden escapar.
El trabajo de Dennis Lohausen, que por lo habitual me parece correcto aunque poco llamativo, en este caso nos ofrece unas ilustraciones rebosantes de simpatía, en especial la portada (que da pie a todo tipo de conversaciones). La misma que destilan el resto de componentes. Y todo esto sin perder su estilo. Bravo Dennis. El tema está aceptablemente escogido. La sensación de carrera alocada en la que hay poco control sobre el resultado final es bastante fidedigna. Además, la elección de camellos como animal corredor es fundamental para poder apilarlos y que visualmente quede atractivo.
Y vamos cerrando. Camel Up es un filler vitaminado que no debe ser tomado demasiado en serio. Un juego para echar el rato y divertirse sin más pretensiones. No esperéis algo novedoso y no os dejéis llevar por el hype. En mi opinión, un juego correcto, pero poco más. Con algún concepto interesante pero, que si se afronta con expectativas, lo más probable es que defraude. Para compensar, una edición sublime, rozando la sobreproducción (o sin rozarla) y a un precio muy apetecible. Si queréis un juego para toda la familia, Camel Up es una buena opción. Pero cuidado con esperar otra cosa de él. Machi Koro sería un ejemplo de un juego que ofrece lo mismo: sencillo como el mecanismo de un chupete y con una toma de decisiones bastante laxa, pero, si uno se deja llevar, entretiene. Por todo esto, le doy un…
A mi este Camel Up no se… No termina de engancharme, si todo el mundo quiere jugar una partida no voy a ser yo quien se niegue, pero nunca va a salir de mi el jugarla. Aún no he conseguido divertirme y disfrutarlo, como fillers o partys elegiría antes jugar a otros con los que si he disfrutado y me he reído de verdad.
Como dices, hay mejores opciones. No me ha aburrido, pero no me ha parecido nada del otro mundo.
Mi experiencia personal me dice que "cuantos más mejor" no es lo adecuado para este juego. Sí es cierto que el caos aumenta, pero cuando te vuelve el turno no queda prácticamente nada que hacer. A no ser, claro, que el que iba antes que tú haya tirado un dado. Te ríes mucho, es cierto, pero dejas de ser un jugador para ser un espectador. Mejor reírse algo menos y participar.
Tampoco pretendo sentar cátedra, he jugado una partida a 4 (bastante buena) y otra a 8 (un coñazo). Pero desde luego no lo jugaré a más de 6, y eso por probar con más de 4. O no lo jugaré siquiera, como dice Sandra, prefiero otros fillers.
Nosotros lo hemos jugado a 2, a 4, a 6 y a 8. Y la partida en la que mas me divertí fue a 8. Totalmente de acuerdo en que entre 4-6 es el número optimo para que la partida tenga cierto control. Pero es que para jugar de forma competitiva, juego a otra cosa. A eso me refiero con el "¡cuantos mas mejor!, ya que solo plantearía sacar este juego en plan party mas que otra cosa.
Sí, no dudo que sea una risa. Pero te limitas a hacer la acción que queda. Más que jugar, ves la partida. No me quejo desde la competitividad. Yo me río de todas formas por los cambios del juego, pero no es tan divertido como podría ser. Como todos los juegos, cuestión de gustos.
Pero es que incluso a 4-6 tampoco hay muchas decisiones que tomar. No se. Demasiado bombo se le ha dado. Seguramente yo no sea su target adecuado para enfocarlo adecuadamente. Me rio si me lo tomo a cachondeo, pero poco mas.
Como dices, cuestión de gustos. El Hanabi le encanta a muchísima gente y a mi me parece un tostón infumable… 😛
Gracias por pasarte y comentar!
Yo jugue partidas a 4 y a 8, la de 8 caos total no me gusto nada, la de 4 me rie parecido y encima se podia jugar cn un poco de estrategia, yo lo prefiero a 4 no menos, pero no creo q mas de 6 este bien, para mi ideal 4 o 5
Nosotros hemos jugado dos partidas a cuatro jugadores, y en ambas me lo he pasado como un enano. Se ve que el juego encaja conmigo, como un camello sobre otro camello. Me encanta el decir: a la mierda, voy con todo: VAMOS VERDÍN!; el poder ir ganando poco a poco, el fastidiar. Para mi sin duda, será uno de esos que disfrutaré muchísimo y propondré a todo el mundo, familia incluida.
Creo que es de esos juegos que o te encanta o te aburre soberanamente. Como el Hanabi 😛
Opinamos como Farko. Nosotros hemos jugado a tres jugadores y a 8 y en ambas nos hemos divertido mucho, pero tienes que abandonar cualquier tipo de intención de querer controlar la carrera. Hay momentos que si, cuando quedan dos dados o tres por salir y puedes pensar que va a pasar. La pega que le veo es que las penalizaciones son muy bajitas y coger carta de etapa no es un riesgo apenas. Existe el efecto King of Tokyo, que la gente que va a puntos, en este caso cartas de etapa pasa más desapercibida pero al final son las que más optan a la victoria en el juego. Es un juego entretenido y rápido, así que si no te gusta puedes dedicarte a robar carta de pirámide y sacar un dado y agilizar la carrera. Una gran reseña como siempre. Saludos.
Exacto. Hay que jugar como si de verdad hubiese una carrera de camellos delante nuestra y estos fuesen a su bola. Respecto a las penalizaciones, son bajas, pero es que los premios también son bajos. Solo un camello se va a llevar 5 monedas y otro 1. Es decir, hay 6 monedas de ganancia en juego por 13 de perdidas… Otra cosa es que haya alguien que atine con estas dos y encima sea el que mueve la piramide. Pero creo que las penalizaciones están bastante bien 😛
Pero eso, hay muchos mejores. Yo creo que me lo quedaré por lo de poder jugar 8, que pocos juegos con "algo de chicha" admiten ese numero.
Mira, una reseña en la que te contradiría en muchas cosas, pero bueno, son tantas que me saldría un parrafazo eterno y cansino de leer.
Pero bueno, me ha gustado leer otro punto de vista.
Saludos!
Ya sabes que en este blog no tienes que cortarte! La cosa es que eso, en las 3 partidas que hemos jugado pocas personas (en teoria en los guarismos ideales) nos hemos aburrido. Y yo puse de mi parte todo lo que pude de mi parte 😛
Pues yo creo que cumple bastante bien su cometido. Yo lo estrené el sábado sobre las 23:00 hrs y a esa hora nos pusimos a leer instrucciones en inglés (y eso q a esas horas el cerebro ya no rige mucho). Jugamos varias partidas y nos reimos de los lindo,( la verdad es q tb hacíamos un poco el payaso..imagina lo q hubiera sido si además hubiéramos estado "chisposos" jeje). Me gusta q no dependa cada uno de un camello y en definitiva, el juego es lo q es, no siempre se va a jugar a juegos de peso, no?. Saludos!
Entiendo que a mucha gente le motive. Pero no se, la cosa es que, precisamente, este juego lo que debe es divertir, y con nosotros no lo ha conseguido por si mismo. Ha sido el grupo, como bien dices haciendo el chorra y picándonos entre nosotros. Pero hay muchos otros juegos que entrarían dentro de esta categoría con los que me lo he pasado mejor.
Gracias por pasar!!!
El caso de este juego me parece curioso por la red solo tiene malas criticas pero en mi entorno todos quieren jugarlo en todas las reuniones que hacemos. Nosotros lo pasamos genial con el Camel Up un juego para fiestas muy divertido.
En breve nos vamos hacer con la expansión que le añade cosillas que le faltan a la mecánica original como lo de poder apostar por tercera y cuarta posición y los tratos con otros jugadores.
A mi es que no me ofrecía mas que otros juegos. Yo lo comparo muy directamente con Manila, siendo este ultimo un juego con un poco mas de control y, a su vez, un punto de maldad. Por lo demás, juegos muy similares. Yo Camel Up lo vendí, pero comprendo que le pueda servir a mucha gente.
Un saludo y gracias por comentar!
A mi me parece muy entretenido, pero que en pocas partidas lo quemas y no da mas de si. Eso si con la expansión mejora muchísimo. Da muchísimas mas opciones. Lo recomendaría como juegazo con la expansión, sin ella un juego entretenido sin más.
Es que como juego de carreras familiar me parece que los hay mejores. Horse Fever es un ejemplo.
Creo que tu calificacion merecía más , al principio no creía en este juego pero después de probarlo creo que me equivoque y es un juego muy bueno, dices que es un filler vitaminado, pero creo lo catetogirizas mal es un juego de apuestas que sale de lo común, divierte, entretiene, y causa expectación, he consultado puntos de vista del juego y en todas he visto buenas opiniones, la nueva versión la he probado y ha gustado, cuestión de gustos tal vez , pero no concuerdo en tu calificación Saludos.
Sigo pensando lo mismo de este juego. Entiendo por qué gusta, pero a mi me parece muy plano y que la capacidad de decisión de los jugadores está demasiado limitada. No me parece mal juego, pero los hay bastante mejores.
Si quieres un juego de apuestas mas sencillo y muchísimo mas divertido, ahí tienes Winners Circle de Knizia, que casi es el mismo concepto, funciona mil veces mejor y es mas fácil de explicar. Eso sí, no tiene una pirámide chula de la que salen dados.
Saludos!
Buenos días. Le he echado el ojo a este juego porque me parece que a mis hij@s (5, 8 y 12 años) les puede atraer por lo vistoso que es puesto en mesa. ¿Has probado la segunda edición? ¿Sabes si tiene mejoras, materiales aparte, que justifiquen que el precio se haya casi doblado respecto a la primera edición? ¿Podrías recomendarme algún otro juego del estilo, y que tenga un despliegue chulo? Gracias.
No he visto qué cambios tiene la segunda edición, pero creo que no hay grandes diferencias (si puedes hacerte con una copia de la primera edición, pues mejor).
Como despliegue chulo, apto para casi todos los publicos y que me parece infinitamente mejor juego tienes Colt Express. Échale un ojo porque con ese juego es muy complicado fallar.
Lo tenemos! Es verdad, les encanta, y lo jugamos a menudo. Ahora les ha dado mucho a l@s dos mayores con Hero Realms (no me lo esperaba) y Aventureros al Tren, pero Colt Express nos viene genial cuando jugamos todos, incluso la de 5 se lo pasa en grande, tirando cartas al azar y viendo qué pasa luego, como en una peli.
En realidad, tenemos unos cuantos, me he debido volver coleccionista de juegos de mesa modernos durante la pandemia, sin darme cuenta, y te tengo que agradecer (o no, juas) las excelentes reseñas que publicas. Éste lo tenía en el punto de mira desde hace tiempo, pero no parece que valga lo que cuesta, así que seguiré pasando un poco más.
Gracias por la rápida respuesta! Saludos
Otro con un despliegue espectacular y que se puede conseguir a buen precio es Santorini.
Fíjate que cada vez que se cruza en mi camino, me entran muchísimas ganas de cogerlo, es tan bonito…!, pero como no llega a 5 jugadores… ¡Somos familia numerosa!
Tengo algunos para 4, pero suelen salir menos por eso (excepto ahora el Hero Realms, que en cuanto pillamos un rato en que el padre no está en casa, hay que sacarlo sí o sí; les ha dado fuerte, y eso que la mediana es de cooperativos, pero le ha cogido gusto a darnos hule… no la entiendo).
Ahora que lo pienso, igual Santorini acaba entrando, para cuando no estemos todos… 😛
Muchas gracias por ayudarme a recuperar necesidades que ya tenía superadas/olvidadas XD
Saludos!
Amigo! De este estilo con una mejor puntuación que recomiendas ??
Downforce me parece un juego del mismo corte pero mucho mejor. Eso sí, sin camellos ni pirámides.