Primeras Impresiones: Battle Sheep
¡Qué me gusta un juego abstracto! Tienen todo lo necesario para entretenerme durante muchas horas: centrados en la mecánica, libres de polvo y paja que desvíen nuestra atención y, normalmente, una duración ajustada y unas reglas simples y concisas. Pero de vez en cuando, con tal de abrir mercado y ofrecer un producto más vistoso, se le coloca un disfraz para que no solo sean formas geométricas moviéndose por la mesa. Podría empezar a enumerar títulos y no acabaríamos. Battle Sheep es un nuevo ejemplo de ello.
¡Disfracemos abstractos! |
En Battle Sheep las ovejas están hartas de vivir apretadas en su pequeño pasto, por lo que han decidido conquistar el mundo. ¡Cuidado que vienen las ovejas locas!. Originalmente conocido con el nombre de Split, ha sido premiado recientemente como Juego Recomendado en el último certamen del Spiel des Jahres (2014). Es un diseño del italiano Francesco Rotta, y no deja de ser una versión del famoso ¡Pingüinos!, aplicándole unas sutiles modificaciones.
Una partida de Battle Sheep se divide en dos fases:
- Construcción del tablero: de forma alternada, cada uno de los jugadores colocará sobre el tablero 4 losetas de pasto (compuesta por cuatro casillas hexagonales que comparten un vértice) de forma que, al menos, uno de los lados de una de las casillas de la loseta sea adyacentes a las que ya hay colocadas. Finalmente, cada jugador colocará sobre una de las casillas exteriores su pila de ovejas
- Movimiento de las ovejas: en su turno, un jugador podrá desplazar en línea recta hasta que se encuentre un obstáculo (casilla límite de una loseta u otra pila de ovejas), una parte de una de las pilas de ovejas (inicialmente una con las 16 fichas de oveja). La división de la pila, en lo que se refiere al número de fichas, es elección del jugador. Siempre se deberá dejar, como mínimo, una oveja en la pila que se divide
En el momento que un jugador no pueda dividir y mover, pasa y terminará su participación en la partida. Esta terminará en el momento que todos los jugadores hayan pasado. El ganador será el jugador que más casillas de pasto haya ocupado.
Al menos el aspecto es bastante atractivo |
Y poco más. En esencia, comparte la mecánica principal con el ¡Pingüinos! anteriormente citado: un tablero compuesto por casillas hexagonales sobre las que moveremos en línea recta una serie de fichas que van bloqueando aquellas casillas en las que detienen su movimiento.
La mayor diferencia es que el tablero lo forman los jugadores, y todas las casillas otorgan los mismos puntos. También que, al ir dividiendo, las opciones de movimiento suelen ampliarse, de ahí que haya un grado de interacción mayor. En este sentido, este Battle Sheep me parece mucho más interesante, porque se olvida del tema de los pescados (puntos) que otorga cada loseta y nos invita a bloquear directamente a nuestros rivales, para evitar que puedan maniobrar, acabando con sus opciones en la partida.
Si tuviese que elegir uno de los dos, seguramente me quedaría con este Battle Sheep, por el tema de la lucha sin complejos y no tener que atender a otros factores. Pero teniendo el ¡Pingüinos! en mi colección, veo difícil que el juego disfrazado con ovejas entre en mi ludoteca. Pero es una opción muy recomendable si os gustan los abstractos. Que no os engañe la simpaticona portada. Si queréis, podéis probarlo en Board Game Arena.
Interesante juego. A mí el Pingüinos ya me gusta bastante, pero claro, antes de jugar a ese prefiero el Terra Nova, y antes de echar un Terra Nova prefiero un A Través del Desierto xD, puestos a seguir la cadena… 😛
Si sigues la cadena acabaremos llegando a un Knizia… y lo sabes! xDDDD
😛
Efectivamente, como siempre debiera ser xD
Amén.