Primeras Impresiones: Dungeon Fighter
Y vamos con el último juego que tuve la oportunidad de probar en casa de Nancy y Ushikai (los chicos de Análisis-Parálisis) en la visita que hicimos a principios de mes. En esta ocasión toca otro colaborativo. Ya sabéis que no soy amante de este tipo de juegos. Pero, en contra de lo que piensa la mayoría, si me lo proponen yo juego, que de vez en cuando uno se lleva sorpresas. Lo que seguramente no ocurrirá nunca es que yo adquiera un juego de esta categoría.
Volviendo al tema que nos ocupa, hoy vengo a hablaros de las sensaciones vividas tras jugar mi primera partida a Dungeon Fighter, el juego diseñado por el triunvirato italiano formado por Aureliano Buonfino, Lorenzo Silva y Lorenzo Tucci Sorrentino, autores de otros juegos como Steam Park o Horse Fever.
La portada deja claro que este juego es una locura |
En el juego tomaremos el papel de un peculiar héroe que se adentra, junto a sus compañeros, en una mazmorra con la intención de encontrar increíbles tesoros y enfrentarse a criaturas espeluznantes. Típico, ¿no? Hasta aquí podríamos hacer definido cualquier Dungeon Crawler. La diferencia principal de este título respecto al resto de su familia temática es su mecánica. Y es que, en el fondo, ¡Dungeon Fighter es un Party-Game!
Estamos ante un juego que mezcla las mecánicas clásicas de un juego de exploración de mazmorras con las chorradas típicas que se suelen realizar en los juegos de sociedad. ¿Cómo? Pues, habitualmente, mediante la mecánica de dados. Y es que en este juego los dados no servirán para evaluar valores con los que se realizan las distintas acciones, sino que serán utilizados a modo de útiles de precisión. El tablero principal es una diana con círculos concéntricos numerados que representan los posibles daños que haremos a los monstruos. Cada personaje tiene tres posibles ataques con una habilidad especial en el caso de que el dado caiga con una determinada cara hacia arriba. Para lanzarlo, se realizará el típico movimiento del juego «del duro», es decir, hacer rebotar el dado contra la mesa y que salga despedido hacia el tablero intentando que su movimiento termine dentro del tablero-diana. Para complicar la cosa un poco más, el tablero tiene una serie de aberturas que, a efectos prácticos, es como si el dado se hubiese salido del tablero. Cada vez que nuestro dado salga, el monstruo nos realizará un ataque con valores prefijados.
Hasta aquí ya es bastante novedoso. Pero la cosa se complica aún más a medida que vamos encontrándonos enemigos más poderosos. Estos, además de tener más vida y más puntos de fuerza, modificarán la mecánica de lanzamiento de los dados, añadiendo alguna condición extra, como por ejemplo, lanzar el dado con los ojos cerrados o lanzarlo desde la nariz. ¿Veis ya el componente Party?
Aquí podéis contemplar el curioso tablero |
La verdad es que me divertí mucho jugándolo, no por el aspecto colaborativo en sí, que como he dicho, no es santo de mi devoción, sino por los combos que llegan a formarse teniendo uno que retorcerse y casi hacer asanas de yoga para poder lanzar el dado (que entre en el tablero o no es casi secundario).
Un juego ideal para pasar el rato sin muchas pretensiones y echar unas buenas risas. Como he dicho, no creo que este juego entre en mi ludoteca nunca, pero creo que no me negaría a jugar otra vez. Eso sí, cuidado con aquellos jugadores con un sentido del ridículo demasiado pronunciado. Hay gente a la que no le gusta hacer el tonto en público. Afortunadamente, los que me conocen saben que no es mi caso…
Me encanta este juego! Es un party original para aquellos a los que nos gustan los mazmorreos, yo no lo tengo porque compro poquísimos juegos ya que tampoco es que en casa se juegue mucho, y prefiero guardarme los dineros, pero sin duda yo lo recomiendo, las risas están aseguradas. Por cierto, el juego es CHUNGUISISISISIMO de ganar xd
Totalmente de acuerdo. Hay que ser artistas circenses para lograr atinar con los dados en la diana. Juego con mucha mala leche!
Muchas gracias por pasarte Adrià!
Vaya mezcolanza ¿no? Eso de combinar el mazmorreo con un party de esos de hacer el chorra y encima colaborativo. Seguro que para unas buenas risas sí que está bien.
Sobre todo eso, que la parte Party creo que tiene mas peso que la parte colaborativa y mazmorrera. Es para echar el rato y reirte de tu mala suerte y tus nulas habilidades 😛
Es curioso, este juego da esta primera impresión de ser un party y de cachondeo total, pero cuando lo vas jugando asiduamente con el mismo grupo la filosofia del juego cambia bastante. El nivel de los jugadores mejora ostensiblemente, sí, tirar dados es una habilidad en la cual se puede ganar XP, esto conlleva al objetivo de ganar el juego sin ser una utopia, pero requiere de la concentración y la habilidad de todos los jugadores, lo que lleva al punto de que las partidas sean tensas y con mucha responsabilidad del que tire ya que hay determinadas tiradas que son claves sí se quieren tener oportunidades de éxito, entonces ya no hay tantas risas si no más bien un "y no falles ehh ;)" mientras todos miran expectantes…
Un saludo.
Se acaba convirtiendo en un deporte de punteria y habilidad. Como si de un torneo de lanzamiento con arco en el foso. No creo que llegue a estos niveles, principalmente porque no creo que el juego acabe en mi ludoteca, pero la verdad es que el planteamiento es tan original, que hasta renegados del género como yo disfruten de él.
Gracias por pasarte Alejandro!