Crónicas Jugonas: Semana 38 del 2013 (16/09 – 22/09)

Semana de vacaciones, semana de juegos. ¡Y en Sevilla!

El lunes Sandra y yo fuimos a casa del culpable de que profundizase en el mundo de los juegos de mesa al comprarse el Puerto Rico para que, acto seguido, yo me comprase el Agricola: Agustín. Me bajé de Gijón varios juegos, entre ellos el Dungeon Petz, al que solo jugamos una vez y en condiciones no muy propicias, así que esta vez esperaba realizar un mejor papel. Y así fue. La verdad es que a lo largo de toda la partida logre mantener bastante contentas a mis mascotas (poco más que algunas caquitas que limpié rápidamente) por lo que no recibí ningún cubo de sufrimiento. Sin embargo, en la última ronda cometí un fallo garrafal. Yo era el jugador con más diablitos aun en el tablero de progreso, y era el primero en jugar. Pensando que Agustín y Sandra iban a ir a lo suyo, hice otra acción dejando esa para un grupo de menos peso. Sin embargo Agustín lo vio claro y puso su primero grupo en esa acción, provocando que mi puntuación tuviese ya una rémora de 6 puntos al final de la partida. Para mejorar la situación, en la ronda que estábamos solo había 2 acciones que permitían obtener mascotas. Como había ido gestionando adecuadamente mis compras y ventas, empecé la ronda sin mascotas. Pero Sandra y Agustín volvieron a adelantárseme, por lo que tampoco iba a tener mascotas al final de la partida. Al final, tras el recuento definitivo, el debutante se proclamó campeón con 54 puntos, quedando yo en segunda posición con 48 y Sandra en tercera con 44,5.

Algún día mis mascotas me darán la partida

Luego estrenamos el Love Letter, que nos pareció un juego muy divertido e ideal para hacer la transición entre juegos más densos. Echamos tres partidas. En la primera Sandra arrasó y gano 5-0-0 demostrando que Agustín y un servidor no servíamos como galanes. En la segunda estuvo la cosa más ajustada, ganando Sandra 5-4-4. Y en la tercera se unió Pilar, en la que el ganador acabé siendo yo con 4-3-2-2. La verdad es que el juego dio pie a situaciones muy divertidas, sobre todo porque en la última partida Agustín tenía un magnetismo especial para acabar teniendo en su mano a la princesa, así que cada vez que teníamos un Guardia íbamos a degüello a por él, teniendo un índice de acierto brutal, porque casi siempre tenía la Princesa.

Un pequeño gran juego este Love Letter

Y ya no volveríamos a jugar hasta el domingo, día en el cual volvimos a jugar al Love Letter junto con mi hermano Rubén. Echamos un par de partidillas. Mi hermano le cogió rápido el truco al juego y gano la primera partida. En la segunda yo estuve más conquistador y me lleve a la princesa de calle.

Para finalizar las vacaciones, nada mejor que rememorar grandes momentos jugando un Agricola con Carlos, Jorge y, por supuesto, Sandra. La partida parecía ponerse muy de cara para Sandra, a la que le tocaron unas cartas magnificas que le permitieron desarrollar su granja con gran rapidez en los primeros periodos. Carlos jugo con su peculiar estilo, siempre con el agua al cuello sin poder desarrollar su parcela en condiciones. Y Jorge, como era novato, le íbamos aconsejando en cada turno. La verdad es que no hizo una mala partida, pero, obviamente, la experiencia es un grado, y él no contaba con ella. Finalmente la partida me la llevé yo. Fui el primero en ampliar la familia y optimicé bastante mis acciones. Hice una partida bastante completa, sin puntos negativos y con cada categoría en bastante buena posición. Finalmente el resultado fue: ganador, un servidor con 40 puntos. En segunda posición, Sandra con 36. Un buen tercer lugar para Jorge con 30 puntos. Y en última posición, Carlos con 25 puntos.

Soy un experto granjero

Esta semana volvemos a estar en Gijón y retomaremos la rutina. Tenemos muchos juegos nuevos por probar. Y ganas no nos faltan.