Primeras Impresiones: Takenoko
Takenoko, de Antoine Bauza |
¿Qué es lo que ocurre cuando vas introduciendo poco a poco a tu novia en el mundo de los juegos de mesa? Pues que, como es normal, se engancha y empieza a tener inquietudes y ciertas apetencias. Tú, como iniciado en la materia, te llaman la atención los juegos sesudos, profundos, con mil posibilidades para hacerse con la victoria, todas ellas perfectamente balanceadas, y empezamos a ver a Stefan Feld como un ser superior. Sin embargo, para una chica hay otros elementos relevantes que tal vez para ti no entren en la ecuación a la hora de adquirir un nuevo juego. Elementos como el preciosismo o la «adorabilidad». Y claro, ya la introdujiste en el mundo, ahora no puedes decirle -¡eh! ¡Los juegos los elijo yo, tu solo juega!-. Y entonces, un buen día, descubre esta «cucada» diseñada por Antoine Bauza llamada Takenoko. Por supuesto, como novio cumplidor que se desvive por su amor, acabas comprándolo.
Tras años de innumerables disputas entre Japón y China se ha llegado a un momento de calma. Para sellar esta nueva alianza, el Emperador chino regala a su homologo japonés un animal sagrado, un adorable panda. Pero claro, el Emperador no dispone de un espacio adecuado para el plantígrado, por lo que decide convoca a los mejores jardineros que, con ayuda del Jardinero Imperial, cultivarán las distintas variedades de bambú en magníficos jardines para que el panda se sienta como en casa. Pero esto no será tarea sencilla, pues el dichoso animal se encargará de que el bambú que tanto trabajo nos ha costado se convierta en su almuerzo día sí y día también.
La mecánica no es nada complicada. En cada turno, el jugador define el clima que le afectará en su turno (mediante el lanzamiento de un dado especial). En función del clima resultante se obtendrá un determinado beneficio. Posteriormente, el jugador podrá realizar dos acciones de las cinco disponibles (plantar un segmento de jardín, mover al jardinero, mover al panda, irrigar o tomar una carta de objetivo). Y ya que las nombramos, el objetivo de los jugadores será ir cumpliendo una serie de cartas de objetivo (las hay de tres tipos: de jardín, de jardinero, y de panda). En función del número de jugadores, la partida finalizará cuando alguno de los jugadores alcance un número determinado de objetivos cumplidos, los cuales se pueden cumplir a lo largo del turno del jugador. La partida finaliza cuando alguno de los jugadores alcanza el número de objetivos requeridos (obteniendo el favor del Emperador, que otorga puntos extra). El resto de jugadores tienen un turno más para intentar realizar la mejor jugada final posible. El jugador con más puntos en total será el ganador de la partida (en caso de empate, el que más objetivos de panda cumplidos tenga).
Maldito Panda… |
La verdad es que el juego es llamativo como pocos. Entra por los ojos por su cuidada presentación. Y la mecánica, no siendo nada del otro mundo, tiene su miga, aunque hay que jugar un par de partidas para enterarnos de qué modo podemos influir en la partida sin dejarnos llevar (que es lo que ocurrirá en las primeras partidas, llegando a tener la sensación de que la partida se decide por pequeños detalles dependientes completamente de la suerte). También es cierto que la mayoría de partidas que he jugado han sido con la responsable de que el juego se encuentre en mi pequeña ludoteca, y debo decir que a 2 jugadores el juego pierde, pues la interacción no es tan intensa como a tres y cuatro jugadores.
Un juego sin demasiada complejidad, pero que ofrece mucha interacción entre los jugadores y puede servir como gran punto de introducción al mundo de los Eurogames a jugadores no iniciados. Además a las chicas les encantará. En un futuro no muy lejano publicaré una reseña mucho más profunda. ¡Tened paciencia hasta entonces!
Adorable como él solo el pandita 🙂 a ver si hoy sale a la mesa.
Un juego entretenido para no jugones. Para los niños quizás se hace un poco complicado.
Un pelín carete, eso sí.
Un saludo!
Yo lo pillé de oferta por Amazon y me salió por 28 €. También es cierto que trae mucha madera. Hay juegos que con mucho menos te sablan lo mismo (como el 7 Wonders por ejemplo)