Crónicas Jugonas: Semana 40 del 2013 (30/09 – 06/10)
Semana que le da la bienvenida al mes de Octubre. Y en la que ya vamos notando que estamos en otoño. Esta mañana he echado en falta mis guantes al ir al curro con mi bici. Pero bueno, que empiece a hacer más frio es un motivo más para quedarse en casa calentitos disfrutando de un buen juego de mesa y la compañía de tus amigos.
El comienzo de la semana no deparó muchas oportunidades lúdicas, y no fue hasta el jueves cuando pudimos echar nuestra primera partida. Los chicos de Juegos de la Mesa Redonda, Aarón y Alejandra, estaban prestos para probar uno de los juegos más famosos del grandísimo Stefan Feld: En el Año del Dragón. Como siempre, cuando jugamos con ellos no tenemos más remedio que hacerlo a través de las diversas plataformas online. ¿Para cuándo esos teletransportadores? Pero bueno, hasta que llegue ese día, siempre nos quedará la Board Game Arena.
La austera implementación de El Año del Dragón |
Tras una breve explicación de cómo funciona el juego, empezamos la partida. Las dos plagas estaban relativamente cerca del inicio de la partida, por lo que hubo una intensa lucha por obtener curanderos. Alejandra, Sandra y un servidor consiguieron obtener uno de los curanderos ancianos, por lo que nos cubrimos las espaldas. Aarón no pudo conseguirlo y se quedó solo con dos curanderos jóvenes, por lo que en las plagas iba a sufrir una baja en cada una. Los Festivales del Dragón se encontraban muy juntos en la parte central del año. Alejandra eligió como uno de sus trabajadores iniciales un pirotécnico, de cara a estos festivales. Sandra, por su lado, añadió una cortesana a uno de sus palacios para que fuese aportando puntos de victoria a lo largo de la partida. Yo por mi parte base mi estrategia en intentar perder la menos cantidad de trabajadores posible. Objetivo que logré cumplir en gran medida, pues al final de la partida fui el jugador con más trabajadores, que, a la postre, me dieron la victoria. El resultado final, yo en primer lugar con 95 puntos, Sandra segunda con 92, Aarón tercero con 88 y Alejandra en último lugar con 86.
Puesto que era la primera partida y la disputamos relativamente rápido, decidimos echar otra. Alejandra cometió un error capital pues no cayó en que los eventos se ordenan de forma distinta en cada partida, y comenzó a jugar acordándose de los eventos de la partida anterior, por lo que tomó decisiones poco prácticas para esta. Yo por mi parte varié un poco mi estrategia, pues no logré hacerme con curanderos suficientes para evitar bajas en las plagas, por lo que intente optimizar mis puntos al máximo. Como las Sequías ocurrían muy pronto en esta partida, decidí ampliar mi número de palacios al máximo una vez que están habían ocurrido, además de intentar instalar en a todos los monjes y cortesanas que mis cartas me permitían. Alejandra, habiendo dado por perdida la partida, se dedicó a obtener puntos de victoria con los Eruditos, lo que sorprendentemente le dio la segunda posición al final de la partida. El resultado final, de nuevo con victoria de un servidor, con 105 puntos, Sandra segunda y Alejandra tercera con 91 puntos ambas, y en último lugar Aarón, con 81 puntos.
La el viernes vinieron a casa Lara (la hermana de Sandra) junto con Juan y Ciro para echar una tarde-noche como Dios manda. Empezamos con el plato fuerte, un ¡Aventureros al Tren! Märklin Ed. Lara era la primera vez que jugaba, y se notó bastante en sus decisiones. Como era de prever, hubo una gran disputa, sobre todo por el eje central de los trayectos. En esa pelea me vi enfrascado, pero logré hacerme con una línea transversal que me unía el norte de Alemania con Austria, pues mis dos tickets de gran trayecto así lo requerían. Reseñable un movimiento de pasajero que realizó Sandra que le reportó 32 puntos. Finalmente la avaricia me pudo. Con la partida tan ajustada entre Ciro, Juan y yo, pensé que si cumplía un ticket más me haría con la partida. Tomé tres cortos y uno largo, teniendo bastante mala suerte (no cumplía ninguno de antemano). Me quedé con el único que podía cumplir con los vagones que me quedaban, pero Lara me bloqueó, haciéndome imposible cumplirlo. Este ticket me privaría de la victoria, pues si no lo hubiese tomado siquiera, habría sido el ganador en la ajustada carrera final. El ganador, Juan, con 158, seguido de un servidor con 153 (habría ganado por 1 punto). En tercer lugar Ciro con 151, en cuarto Sandra con 141 y en último lugar y pagando su inexperiencia, Lara con 44 puntos.
Los pobre daneses quedaron aislados… |
Para abrir el apetito antes de cenar, echamos un Banjooli Xeet. Era la primera vez que jugábamos a cinco y la verdad que el juego es como más gana. Independientemente de eso, no logré apenas puntos. No era mi noche tirando dados. Sandra y Juan quedaron empatados en el primer puesto con 10 puntos, seguidos de Ciro con 7. En penúltima posición, un servidor, con 4 puntos y en último lugar, Lara con 2.
Avestruces rodeados de vacas locas… Inquietante |
Después echamos un 7 Wonders, donde me desquité realizando una partida muy completa. Optimicé bastante mis jugadas. En la primera era conseguí bastantes recursos y me aseguré poder comprarle a Ciro (a mi derecha) recursos básicos de forma económica. Tras tener un suministro de materiales lo suficientemente amplio y variado como para quedarme tranquilo, me lancé a la construcción de elementos de forma bastante equitativa. No me centré en ningún tipo de edificio en concreto. Al final de la partida tenía tres o cuatro edificios de cada tipo, lo que en el recuento final me dio una puntuación muy elevada. Resultado final, un servidor primero con 55 puntos, segunda Sandra con 47, Ciro en tercer lugar con 43, Lara cuarta con 40 y en último lugar, Juan con 38.
El Gran Faro de Alejandría alumbró mi victoria |
Para finalizar la velada, echamos un Dixit Jinx. El juego empezó muy animado, pero empezamos a cansarnos y la imaginación ya no daba más de sí. Como momentos reseñables, una ronda en la que Sandra dijo -Perdidos- y fuimos todos de cabeza a por una carta que tenía una isla con tres palmeras y nadie fue a por una calculador por el tema de los números (4, 8, 15, 16, 23, 42) o una en la que Juan dijo -El Cid-, y fuimos a por todo tipo de cartas menos a por la que se veía un castillo. Pero eso, llegado un momento decidimos que íbamos a echar una ronda más cada uno y terminábamos. Al final resulté vencedor con más cartas-puntos que ninguno.
Con este juego no se necesitan loqueros… o tal vez sí… |
Ya el domingo, Sandra y yo estrenamos uno de los grandes títulos del maestro Rosenberg, Le Havre. Yo que soy un fan incondicional de Agricola, tenía muchas ganas de probar este juego, sobre todo por la opinión generalizada de que es más durete que este. Para asimilar los conceptos y que no se nos hiciese muy pesada la partida, decidimos jugar en modo reducido. Yo me centre en intente obtener todos los edificios que fui capaz de adquirir, comenzando por los dos relacionados con el pescado para asegurarme una línea de producción de comida y con algo de dinero. Sandra se dio cuenta tarde de lo importante que es hacerse con negocios (cosa que pagaría al final de la partida), y se centró en ir procesando materiales y llegar al final de cada ronda de forma más o menos desahogada. De forma destacada, comentar que me hice tanto con el Astillero como con el Muelle de Carga, por lo que el goteo de francos era importante. Al final de la partida Sandra tenía una impresionante fortuna, pero no le fue suficiente para alcanzar mi patrimonio inmobiliario. Al final, 123 a 102. Se rompe la racha de estrenos con derrota.
¡No hay mesa para tantos edificios! |
Y finalizando el domingo, decidimos volver a intentar terminar una partida de Android: Netrunner. Después de un primer intento fallido (reglamento difuso y muchos conceptos nuevos), tras visualizar unos cuantos tutoriales y videos de partidas, comenzamos de nuevo. Sandra era Moldeadora y yo la Corporación Jinteki. Mi estrategia se centró en instalar una red de hielos lo suficientemente amplia como para poder ir desarrollando mis ventajas y mis planes con tranquilidad. Pero la primera en la frente. Sandra se instaló un rompehielos que podía con el hielo que instale en la Sede Central, accediendo a mi mano y robándome, con suerte, un plan que puntuó. Seguí intentando defenderme, pero Sandra de nuevo atacó, esta vez a I+D, haciendo uso de una carta que le permite atacar a un determinado hielo eligiendo el subtipo para, posteriormente, atacarlo con su rompehielos específico para esa clase. Además había jugado una carta que le permitía robar dos cartas adicionales más en caso de incursión a I+D, por lo que reveló las tres cartas superiores de mi mazo, en las que había otros dos planes (suerte al cuadrado), uno de 2 puntos y otro de 3, por lo que la partida finalizó en ese momento. Me ha gustado mucho, pero la paliza ha sido considerable. Tal vez no debí centrarme en instalar hielos de forma tan transversal y haber protegido adecuadamente mis servidores centrales antes de empezar a instalar servidores remotos. A ver qué tal la próxima.
Vaya Ingeniero de Telecomunicaciones de pacotilla… |
Y con esto finaliza la semana lúdica. A ver qué estreno nos trae la siguiente.