Primeras Impresiones: Poseidon
El sábado pasado, tras mucho tiempo planeándolo, por fin tuvimos la oportunidad de probar Poseidon, ese juego que condensa la mayor parte de los fundamentos de los famosos 18xx, para ofrecernos un título con partidas que rondan las dos horas, y no como sus hermanos mayores, que nos ofrecen entretenimiento casi maratoniano, solo apto para amantes de este tipo de juegos. Fue diseñado en 2010 por Helmut Ohley y Leonhard Orgler, muy de moda este año por ser los responsables del Russian Railroads.
Otra portada desenfadada de Klemens Franz |
Sin duda, la principal diferencia radica en el tema. En vez de proponernos la gestión de empresas dedicadas al desarrollo ferroviario, en este caso nos vamos mucho más atrás en la historia, para situarnos en la antigua Grecia. Sustituyendo a estas empresas tendremos las Naciones (o mejor dicho, ciudades-estado), que irán naciendo a lo largo de la partida a la vez que expandirán expandiendo sus rutas comerciales para ofrecer beneficios.
La partida se divide en una serie de rondas de dos tipos:
- Rondas Mercantiles, en las que los jugadores podrán utilizar su propio dinero para comprar o vender licencias comerciales de las naciones en juego, así como para fundar nuevos estados.
- Rondas de Exploración, en la que los reyes de las naciones (jugadores con más licencias comerciales) pueden levantar puestos comerciales de su nación para poder enviar sus barcos a comerciar y obtener beneficios. Si la flota sale a comerciar, los poseedores de licencias de la nación obtendrán beneficios por cada licencia que posean y el valor de la nación aumentará. Si no, el comercio se realizará en la propia nación, aumentando la riqueza de la misma (pero los jugadores no verán ni un billete).
El componente mecánico más llamativo para los que no estamos acostumbrados a este tipo de juegos es la doble gestión que los jugadores deben hacer. Por un lado tenemos nuestro propio dinero y que es el que definirá quien es el ganador de la partida. Este lo usaremos para comprar/vender acciones o fundar naciones. Nosotros como jugadores inversores solo obtendremos dinero de dos formas: al recibir los beneficios otorgados por las naciones de las que tengamos licencias y especulando con dichas licencias. Por otro lado está la gestión de las naciones. Están tienen su propio tesoro, el cual utilizarán para expandirse por el mapa y para ampliar su flota comercial (obteniendo un mayor alcance).
Un último detalle importante es el tema de las flotas. Cada nación debe tener una flota (por pequeña que sea) de barcos. Estos se irán adquiriendo al final de cada Ronda de Exploración. Existe un mazo de cartas que representan a dichos barcos, los cuales van aumentando en prestaciones. Durante la partida ocurren varias fases especiales que se detonan en el momento en el que alguna nación adquiere el primer barco de determinadas características. En dichas fases, básicamente lo que ocurre es que determinados barcos quedan obsoletos y la expansión comercial se relaja: al principio en las casillas que muestran varios huecos para colocar fichas solo podrá haber una, tras la primera de estas fases ya podrá haber dos. Además, las naciones podrán sacar al mercado más licencias, aumentando la riqueza de la misma, para que los jugadores puedan comprarlas.
Bonita configuración resultante |
Tengo que decir que el juego me sorprendió gratísimamente. Esperaba algo mucho más complejo y complicado de gestionar, pero no me pareció mucho más difícil que otros títulos de gestión económica. Obviamente si este tipo de juegos no es santo de devoción, no os acerquéis ni en pintura.
Me gustó especialmente el juego de las fortunas. Por un lado la personal, que es la que definirá el ganador de la partida y la que hay que mimar. Pero no podemos dejar de lado la economía de las naciones, porque si una de ellas quiebra, tendremos que responder por ella. Y en el cariño dispensado a estas naciones es donde aparece la interacción con el resto de los jugadores, que intentarán aprovecharse al máximo obteniendo licencias de esas polis que tengan pintan de progresar adecuadamente durante la partida gracias al buen hacer de su rey.
El dueño del juego (José Luis) nos preparó diversas ayudas para hacer más cómodo el desarrollo de la partida (entre ellas una magnifica hoja resumen con la que fácilmente se obtenía el coste de fundar una nueva nación en función del valor inicial y las licencias comerciales que se iban a poner disponibles para comerciar). También importante el uso de fichas de Póker en vez de los, por otro lado, magníficos billetes. La agilidad que se adquiere es importante.
Que yo diga que esperaba algo mucho más duro no quiere decir que el juego sea sencillo. Muchas variables en juego, mucha interacción con la compra-venta de licencias. No se lo recomiendo a nadie que no le gusten juegos en los que haya que estar realizando cálculos económicos casi constantemente. Salvando muchísimo las distancias, diría que si os gusta Alta Tensión y su componente matemática, este Poseidon sería un paso más.
Lo único que me chocaba un poco es la portada, que puede confundir muchísimo al personal. Y simplemente por un factor casual. El dibujante de la misma es el famoso Klemens Franz, conocido por ser el responsable de, entre otros, los juegos más importantes de nuestro querido Uwe Rosenberg. Entonces alguien podría pensar, erróneamente, que este juego es del estilo de los del diseñador alemán, cuando no tiene absolutamente nada que ver y su complejidad es mucho mayor que los del autor de Agricola. Además, personalmente opino que ese aspecto desenfadado de las ilustraciones del Sr. Franz no son para nada adecuadas con el tipo de juego.
La verdad es que tras probarlo mis ganas por probar un 18xx de entidad han ido en aumento, así que no descartéis que alguno entre a formar parte de mi colección.
La mecánica de los 18xx es su seña de identidad y es la causa de que te gusten todos o ninguno. Siempre se vinculan los 18xx con las compañías ferroviarias pero en Poseidon se han decidido por cambiar el tema totalmente sin que por ello se pierda la esencia. A mi me gusta mucho la mecánica de este juego, pero por ponerle algo negativo diría que lo único que no me gusta es esa sensación de no saber quién va ganando y quién va perdiendo. Creo que el salto que hay entre Poseidon y el 1830 (por ejemplo) es muy grande. Tanto que aunque me encante jugar a Poseidon creo que no estoy seguro de disfrutar con el 1830. Para mi el siguiente paso es el Steam over Holland, que le añade algo más de especulación con los valores de las compañías y también los bloqueos en las rutas y una mayor posibilidad de quiebra de compañías y la partida dura en torno a tres horas. Para mi Poseidon es uno de mis favoritos de mi colección y después de la gran partida del Sábado le tengo todavía más aprecio.
Tenemos que darle otra partizada, ahora que ya todos sabemos jugar 😛
"si os gusta Alta Tensión y su componente matemática, este Poseidon sería un paso más."
Para mi este ha sido el comentario clave de la Primera Impresión.
La verdad es que pinta muuy interesante… aunque es una pena que en mi grupo de juego algo así de sesudo no veria demasiada mesa T-T Pero intentaré aprendérmelo, y a ver si en algunas jornadas se consigue organizar una partida *-*
Yo no descarto incorporarlo a mi colección. La verdad es que dejó un grandioso sabor de boca.
Lo bueno de Poseidon es que sus reglas son muy sencillas de entender y de explicar. No me parece un juego difícil y sesudo. Depende del grupo de juego y de la complejidad de las estrategias que lleven a cabo. La de Iván del Sábado me dio mucho que pensar durante y después de la partida, jeje.
Totalmente. Sandra se adaptó perfectamente al juego y le encantó. No sintió en ningún momento estar jugando a algo ultradificil. Además la partida tuvo un ritmo constante y adecuado. No se hizo pesada en ningún momento.
Me llaman Descapitalizador! xD
Juer, a mí siguen sin llamarme los 18xx. No obstante, que conste que lo probaría.
Saludos!
Ya te digo, no recuerdo si a ti el Alta Tensión te molaba o lo detestabas. Si eres del primer grupo, no veo por qué no iba a gustar este. Un puntito mas complejo, pero sin exagerar!
Este juego ha estado de saldo alguna que otra vez en tierras extranjeras, y cuando nos interesamos por él comprobamos lo que comentas: un 18XX light. Leímos algunas críticas sobre las medias tintas, que si se queda en tierra de nadie y tal, pero creemos, y más por lo que cuentas, que puede estar muy bien para introducirse en este tipo de juegos. Pero lo fundamental para que lo descartáramos fue que, como casi todos los 18XX, cuantos más compitan en la lucha económica mejor.
Jarl, pues habría sido una gran compra. Pero eso, para dos no iba a tener tanta chicha.
Gracias por pasaros!!