Crónicas Jugonas: Semana 44 del 2014 (27/10 – 02/11)
Última semana de Octubre con los primeros días de Noviembre. Pocas partidas intersemanales para pegar un buen achuchón el fin de semana. A destacar una gran cantidad de estrenos.
Empezamos el martes con el CV, un juego de cartas y dados diseñado por Filip Miłuński en el que desarrollaremos una vida paralela e intentaremos alcanzar nuestros sueños y metas. Una mecánica muy sencilla, en la que iremos comprando cartas de un mercado común con los valores resultantes de los dados. Estas cartas, a su vez, nos irán dando mayores posibilidades. Al final, una serie de objetivos comunes y otro secreto y personal definirán su nuestra vida ha sido plena o no. Respecto a nuestra partida, bastante amena. Yo comencé fuerte, haciéndome con casi todas las cartas que permitían añadir más dados a la tirada antes que Sandra, de forma que mi poder de compra era mucho mayor. Pero también lo era el riesgo de sufrir desgracias, cosa que me ocurrió mucho más a menudo que Sandra, teniendo que perder valiosas experiencias personales. A pesar de estos reveses, logré satisfacer mi objetivo personal, ser un triunfador, y llevarme la partida por un solo punto de diferencia, 46 a 45. La ventaja habría sido mayor de no ser por mi mala suerte con los malditos dados. Un juego bastante entretenido. Muy similar en cuanto a complejidad/diversión con Machi Koro, un tiradados sin pretensiones, aunque el concepto de ir desarrollando una vida le da mucha entidad.
A pesar de las desgracias, al final fui todo un triunfador |
El miércoles hicimos una primera intentona con uno de los dos títulos que más me llamaron la atención de este último Essen (y por tanto he adquirido). Me refiero al sorprendente Alchemists, diseñado por Matúš Kotry y con las magníficas ilustraciones de David Cochard. Un juego en el que interpretaremos a un alquimista en busca de fama y prestigio. Un juego que mezcla deducción con gestión a partes iguales de forma bastante novedosa, ya que para la resolución de las pociones tendremos que hacer uso de una aplicación en nuestros dispositivos móviles, la cual, además, aleatoriza las combinaciones en cada partida. Como he dicho, una primera intentona que no llegó a buen puerto porque nos surgieron muchas dudas y se nos hizo tarde. Pero no iba a quedar ahí la cosa, ya que el jueves, tras un buen repaso de las normas y con todo mucho más claro, si echamos una partida en serio. Gran partida y grandes sensaciones. Y con bastante Análisis-Parálisis, porque hay que planificar muy bien y tener preparados planes alternativos por si no salen las cosas como queríamos. Y esto es lo que le pasó a Sandra. En dos momentos clave, logré adelantarme (sobre todo en una venta de pociones), y le destroce sus planes, pegando un buen acelerón. En la ronda final pude mostrar muchas más pociones en las exhibiciones que ella. Esto, unido a que me compré un artefacto que me premiaba bastante con la estrategia seguida, me llevé la partida muy claramente, con un marcador de 42 a 36. Un grandísimo juego. Tenía unas altas expectativas y han sido sobrepasadas. Lo de la aplicación era un paso arriesgado, pero está genialmente resuelto. Funciona perfecta y no estorba ni ralentiza la partida. Y lo mejor es que tras el gancho de la novedad tecnológica se encuentra un juego duro, con una buena dosis de interacción. Además todo muy bien hilado. Deseando probarlo a cuatro el fin de semana que viene.
Un espectacular despliegue para un alucinante juego |
El sábado nos reunimos en mi casa para celebrar el cumpleaños de Sandra (es el 5 de Noviembre, que no se os olvide felicitarla). Recogimos a su hermana Lara. Antes de que llegase nadie sacamos otro estreno: el famoso Chicago Express de Harry Wu, con las increíbles ilustraciones de Michael Menzel. Un juego que se inspira en los 18XX, pero reduce su mecánica a la mínima expresión. Unas compañías ferroviarias que requieren de capital de sus inversores para poder expandirse y poder ofrecer buenos réditos. Solo tres posibles acciones: subastar una acción de una compañía, expandir una compañía y urbanizar. En cada ronda solo se pueden ejecutar un número determinado de veces estas acciones. Cuando se bloquean dos de ellas, ocurre una ronda de dividendos. Pero, a pesar de ser muy sencillo, cometimos un error fatal, ya que se nos olvidó que a la hora de expandir las rutas se pueden colocar hasta tres locomotoras, y nosotros solo colocábamos una. Así que las compañías iban con el freno de mano echado. De todos modos, la partida duró lo mismo, solo que apenas conseguimos pasta. La partida me la llevé yo por nada. Resultado: yo vencedor con 55 puntos, Sandra segunda con 53 y Lara tercera con 51. Todo en un pañuelo. La verdad es que nos dejó un buen sabor de boca. Me recordó mucho al único 18XX que he jugado, el Poseidón, pero eso, aun mas simplificado. Visualmente impresionante.
Primera intentona con el freno de mano echado |
Los primeros en llegar fueron José Luis y Silvia. Para hacer tiempo sacamos el Age of War de Reiner Knizia que estrenamos la semana pasada. Un juego de dados y set-collection en el que tendremos que reunificar Japón (¡ja!). Cada castillo requiere unas determinadas caras. En nuestro turno podremos intentar conquistar castillos del centro de la mesa o de otros jugadores, siempre y cuando no se haya completado un determinado set. ¿Un juego de dados y Silvia? Un binomio que siempre finaliza con el mismo resultado: derrota de todos los demás. José Luis empezó bien, pero pronto Sandra, él y yo empezamos a darnos tortas, mientras que Silvia tranquilamente empezó a acumular y cerrar regiones. Al final, lo esperado. Silvia vencedora con 13 puntos, José Luis segundo con 10, yo tercero con 6 y Sandra ultima con 5. Un filler entretenido que tiene lo suficiente para merecer la pena. No es nada del otro mundo pero funciona adecuadamente. Sobre todo gracias a la posibilidad de robar los castillos a otros jugadores.
Segunda partidita al Age of War. Entretenido y aseado |
Finalmente llegaron los que faltaban: María, Juan y Ciro. Ya estábamos los ocho. Tras la cena, la tarta y las velas, empezamos con The Resistance: Avalon, diseñado por Don Eskridge. Un magnifico juego de roles ocultos en el que los participantes se dividen entre leales al Rey Arturo e integrantes de las fuerzas de Mordred. La partida se compone de una serie de misiones. Los leales a Arturo buscan realizarlas exitosamente, mientras que los leales a Mordred intentarán sabotearlas. Para ello, primero, entre todos, se deciden los componentes de la misión y, luego, ellos en secreto votan si la misión tiene éxito o no. Y esta segunda votación debe ser unánime (salvo algún caso concreto). La gracia es que en esta versión (Avalon), los leales a Arturo tienen a Merlín, que conoce la identidad de los leales a Mordred, mientras que los malos tienen en sus filas al Asesino, que, en caso de consecución de las misiones por parte de los leales a Arturo, tiene la opción de dar la victoria a los malos si adivina quién era Merlín. Echamos tres partidas, a cada cual mas épica, porque la gente hacia cosas muy raras y estábamos más perdidos que un girasol en un eclipse. Además a mí me tocó ser Merlín dos veces. En ninguna hice nada fuera de lo común para que sospechasen de mí, pero en la primera comenté un cálculo que era obvio y eso lo interpretaron como que yo era Merlín. Los buenos conseguimos las misiones, pero me mataron vilmente. En la tercera yo volví a ser Merlín, pero esta vez logré escurrir el bulto, conseguimos las misiones y mataron a la pobre Silvia que ella no era. ¡Victoria! La verdad es que el sistema de juego está genial. Entre los participantes quedaron mucho más satisfecho con este que con el One Night Ultimate Werewolf, sobre todo porque conceptualmente tiene mucha menos carga y porque la mecánica te guía, forzando las votaciones por los equipos. La verdad es que a mí me encantó. En ningún momento se traba la partida y tampoco hay eliminación. Sin duda, si os gustan los juegos de roles ocultos, este es un acierto claro.
Los malos consiguiendo la victoria |
Y hablando del One Night Ultimate Werewolf. No podía perder la oportunidad de volver a sacarlo. Prácticamente todos los asistentes lo habían probado, pero en grupos más pequeños y con sensaciones insatisfactorias. Esta versión diseñada por Ted Alspach y Akihisa Okui es el típico juego de Hombres-Lobo que tiene la peculiaridad de tener solo una fase de noche y otra de día, al final de la cual resulta un bando ganador. Y con una duración para cada fase delimitada. Esperaba que siendo más la partida fuese más entretenida, pero definitivamente no termina de encajar. Demasiados personajes y estrés con el tema del tiempo. Es otro concepto. El tener que intentar compartir parte de tu información para lograr dar con los lobos es algo contra-natura en el sentido de que no es a lo que se está acostumbrado en este tipo de juegos. Y habiendo jugado a The Resistance: Avalon justo antes, la comparación era directa y el juego de una única noche sale perdiendo. La única ronda que jugamos la gano María junto con Silvia, que era el Esbirro.
Puestos a forzar la máquina, sacamos el único juego sin mecánica de roles ocultos que permite participar a tantos jugadores. El famoso Camel Up de Steffen Bogen. Un juego de apuestas en carreras de camellos con una producción un tanto exagerada a la par que vistosa. En la gran mayoría de reseñas que he leído se consideraba que a más de 6 jugadores sería una locura caótica, pero tengo que decir que esta partida multitudinaria es en la que más me he divertido. La gente se tiraba a tumba abierta a por las apuestas y minaba el camino de losetas de oasis y desierto, haciendo que la clasificación diese vuelcos constantemente. Además se mantenía el ritmo y en media hora ventilamos la partida. El vencedor fue José Luis con 28 monedas, Lara segunda con 23, Juan y yo con 20 empatados en la tercera posición, Silvia quinta con 19, Ciro sexto con 13, María séptima con 10 y Sandra última con 5. El juego ha ganado muchos enteros con esta partida. Sigue sin ser nada del otro mundo, pero entretiene, y que haya funcionado bien a tanta gente es un plus.
Increíblemente, esta partida a ocho ha sido la mas divertida |
Para cerrar la noche volvimos a los roles ocultos. José Luis traía su versión casera del Saboteur, que no se puede considerar Print&Play porque no hay nada impreso, sino que todo está dibujado a mano. Un juego diseñado por Fréderic Moyersoen en el que los jugadores encarnan a enanitos en busca de pepitas de oros en la mina. Entre todos habrá que llegar a una de las tres cartas finales colocando túneles. Pero entre nosotros habrá saboteadores que no querrán que consigamos nuestro objetivo. Otro acierto seguro cuando hay muchos jugadores. A mí me tocó ser saboteador en la ronda intermedia, y fue en la que más me divertí, porque logré pasar desapercibido justo hasta el final, logrando incluso que me reparasen alguna cosa. Pero no tuve más remedio que revelarme cuando los enanitos de buen hacer estaban a punto de conseguir su objetivo. Finalmente el vencedor fue Juan con 8 pepitas. Sandra y yo quedamos empatados en la segunda posición. Como siempre superdivertido. Esta es otra apuesta segura de roles ocultos, sobre todo cuando tenemos a más de 5-6 participantes.
Esto mas que un Print&Play es un Draw&Play |
El domingo, antes de llevar a Lara a la estación de vuelta a su casa dio tiempo a echar un par de partidillas mañaneras. En primer lugar, volvimos a sacar el Chicago Express, que nos quedamos con el gusanillo de no haber jugado bien el día anterior. Esta vez si jugamos como Dios manda, y esto se notó, tanto en el capital final como en el desarrollo de las compañías. Hubo un momento en el que me cebé y estuve a punto de tirar a la basura toda mi estrategia. La compañía verde estaba dominada enteramente por mí, y Sandra sacó a subasta la última acción. Con tal de evitar que pudiese pillarme el más mínimo trozo del pastel, puje fuerte, demasiado. Pero luego a Sandra le paso exactamente lo mismo, con la diferencia de que yo utilicé a Lara como cebo, ya que fue ella quien realmente engordó la puja. Sandra picó, deshaciendo mi error anterior. Resultado final: yo vencedor con 120, Sandra segunda con 106 y Lara tercera con 83. Un gran juego. Con chicha, pero que se juega en un periquete y te deja con ganas de más. Si no hay AP se puede incluso echar un par de partidas seguidas.
Esta vez sí, las compañías dieron de si |
Mientras la masa de la pizza que nos íbamos a hacer para almorzar reposaba, sacamos ese juego al que le voy a acabar cogiendo manía: Marrakech de Dominique Ehrhard, un juego en el que representamos a vendedores de alfombras que colocaran su mercancía intentando tapar la de los demás, y confiando en que Assam les penalice obligándoles a pagarnos buenas sumas de dinero. Empecé la partida con un cabreo monumental por culpa del Betis (¡Vaya cruz!). Así que casi empecé a lo loco, intentando variar completamente la estrategia que seguí en todas mis partidas anteriores. Me dedique a ir dejando alfombras y a alejar a Assam de la zona. Prefería sembrar para poder recoger antes que entrar en una guerra de alfombras. Y la jugada me salió bien, sobre todo gracias a la colaboración de Lara, que cuando yo ya tenía una región importante, decidió mirar por ella antes que cortarme. Esto me permitió dejar una trampa mortal a Sandra, que hasta ahora había vivido muy tranquila, y me tuvo que abonar casi la mitad de sus ahorros. Esto, junto la mayoría de alfombras de mi color en el tablero, me permitieron anotarme mi primera victoria al Marrakech. Creo que es hora de retirarse ahora que estoy en la cumbre. Como ya leísteis la semana pasada, un familiar entretenido, sin más pretensiones que echar un buen rato, con bastante interacción y puteo.
No puedo creer que haya ganado |
Después de comer, Sandra y yo decidimos catar un último estreno semanal. En esta ocasión el precioso juego de Lisandro Nembrini y Gonzalo Rodrigo, Soccer City: The Beautiful Game. Un juego de futbol muy táctico y estratégico, con mucha carga conceptual pero que, una vez que se domina, fluye bastante bien. Especial mención al aspecto gráfico, con un toque retro muy original y atrayente. La partida fue un poco de tanteo, de hacernos con las mecánicas y resolver dudas. De ahí que solo jugásemos un partido corto. Lo más llamativo fue mi capacidad de telepatía, logrando contrarrestar todas las cartas de acción que jugaba Sandra. Acabo superindignada. Aun así, solo logre materializar una ocasión de gol (el portero estaba entonadísimo). Así que victoria por la mínima. Muy buenas sensaciones en esta primera partida, con ganas de repetir con los conceptos bien asentados.
Instantes antes al primer y único gol del encuentro |
Y con esto acaba la semana. Parecía que no iba a tener tantas partidas como las anteriores, pero al final cogimos carrerilla. Incluso hay mayoría de estrenos. A ver qué tal se presenta la siguiente.
Pintaza el Alchemists. Me has puesto los dientes largos, a ver si lo puedo probar dentro de no demasiado para meterlo en la lista de reyes xD
El Soccer City también estoy tentado de cogerlo en el kickstarter, pero lo jugaría solo. Si no fuera por eso estaría ya más que comprado. Al menos para resarcirse del Betis, que con el cabreo me quita hasta las ganas de jugar.
El Alchemists es una maravilla. Además Xavi Garriga ha confirmado hoy en los desayunos de Stephane que Devir lo va a publicar en español. El Soccer City tiene de malo eso, que necesitas un compañero que se enganche (como todos los juegos a 2 vamos).
Gracias por pasarte 😛
De todos los que comentas el que más me llama es el The Resistance, que me encantaría probarlo de una vez. Creo que me gustaría y mucho.
El Camel Up, con ciertos jugadores (no propensos al AP y que no estén empanaos) sí que puede funcionar bien a 7. Me alegra que os furulara bien.
Saludos!
Pues no le pierdas la pista al Alchemists 😛
Es que tener AP en el Camel Up es de cadena perpetua. Si no hay que apenas pensar coñe! xD
Uff, el Alchemists a priori no me atrae. No soy de juegos de deducción. Y por más apps con las que se juegue…
Sin duda lo probaría, ya sólo por ver el uso de la dichosa aplicación, pero de ahí a que me encandile… lo veo difícil (que no imposible :P)
Y en cuanto al Camel Up, coincido. De hecho, aquella partida en Mollina que decías que duró 1 hora (exagerao!) tuvo 2 jugadores con AP y haciendo continuas preguntas e interrupciones de todo tipo (incluso ajenas a estos jugadores xD).
Pero qué coño! aun así lo pasé de lujo! xDD
Me sorprendió lo bien que funcionó el Camel Up a 8. Creía que no iba a ir bien pero salió una muy buena y especuladora partida. El Saboteur está claro que es con ese número de gente con él que hay que jugarlo. Para mi el juego "truño" de la sesión fue el hombres lobo. No termino de verle la diversión a ese juego y comparándolo con la Resistencia… no hay color.
Definitivamente en Asturias no triunfa el ONUW :P. La verdad es que la resistencia tenia un equilibrio perfecto. Las partidas duraban lo justo, pero daban mucho mas pie a acusaciones y paranoias (sobre todo liándola en gordo por parte de algunos). Tenia que haber sacado el ¡Toma 6! 😛
TIENES EL ALCHEMIST? TE ODIOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!
Aunque han confirmado la edición en español. Eso aplaca mi envidia, que tengo amigos muy lusers con el inglés. Y espero que venga con los tokens arreglaitos, que se ve que en esta edición costaba un poquito que entraran.
Y el onuw debería triunfar más por Asturias, si es un juegazo!
Eso díselo al grupo, comenzando por tu venerada Sandra, que prefiere la Resistencia de aquí a Lima 😛
Mañana pruebo el Alchemists a 4. Atento a las crónicas 😛