Reseña: Critter Kitchen – A la Carta

Introducción

¡Buenos tiempos en Bahía Bistró! Los vendedores ambulantes han llegado a Bahía Bistró para la semana del restaurante y ofrecen todo tipo de cosas, desde libros de cocina y café, hasta tofu y… ¡trofeos! ¡Esta excitación ha atraído a la ciudad a nuevos críticos, jefes de cocina y chefs famosos para sumarse a la diversión!

Así se nos presenta A la Carta, una expansión para Critter Kitchen diseñada por Alex Cutler y Peter C. Hayward. Alex Cutler (TEAM3 PINK, Expancity) y Peter C. Hayward (Village Pillage, Fiction, Things in Rings). Publicada por primera vez en 2025 por Cardboard Alchemy en una versión en inglés tras una exitosa campaña de financiación mediante micromecenazgo. De las ilustraciones se encarga Sandara Tang, responsable del aspecto visual de Flamecraft.

Se encuentra publicada en España por Maldito Games (como el juego base, es dependiente del idioma, además del reglamento). Con ella se permiten partidas de 1 a 7 jugadores, con una edad mínima sugerida de 12 años y una duración aproximada de 60 minutos. El precio de venta al público es de 25€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Maldito Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,5×14,8×4 cm. (caja rectangular mediana similar a otras expansiones como las de Deus o Five Tribes), encontramos los siguientes elementos:

• 18 Fichas Ingredientes/Especias/Rumores (de cartón)
• 3 Fichas de Pimienta de 7.ª Ronda (de cartón)
• 2 Pantallas de Jugador (de cartulina)
• 14 Fichas de Sopa (de cartón)
• 6 Figuras de Chef (3 de cada color) (de madera)
• 2 Gorros de Chef (2 de cada color) (de madera)
• 8 Platos (de cartón)
• 7 Diales de Tarta (de cartón)
• 1 Dado Misterioso (de resina)
• 2 Tableros de Jugador (de cartón)
• 68 Cartas (63,5×89):
  • 18 Cartas de Referencia
  • 4 Cartas de Crítico
  • 18 Cartas de Localización
  • 4 Cartas de Jefe de Cocina
  • 24 Cartas de Chef Temporal
• 24 Fichas de Chef Temporal (de cartón)
• 18 Losetas de Carrito (de cartón)
• 161 Fichas de Carrito (de cartón)
• Reglamento

Mecánica

A la Carta es una expansión para Critter Kitchen que, además de incluir componentes para dos jugadores adicionales y ampliar el conjunto de cartas de crítico, de jefe de cocina y de chefs temporales, incorpora el concepto de los Carritos. Son pequeñas localizaciones que se acoplan a algunas de las localizaciones del juego base, ampliando las opciones disponibles en ellas. Si no conocéis el juego base, os recomiendo pasar por la tochorreseña correspondiente antes de continuar.

Conceptos Básicos

El elemento clave de esta expansión son los Carritos. Estos se representan con una loseta que tiene una protuberancia que permite conectarlas con la Tienda Ajardinada, el Vendedor del Desierto o el Mercado Acuático, losetas que tienen una pequeña hendidura en la que encajarían estas losetas de carrito. Cada carrito incorpora una regla particular que, normalmente, servirá para conseguir puntos de victoria o ingredientes por una vía alternativa. Estas reglas vienen explicadas en una serie de cartas, una asociada a cada carrito. A su vez, cada carrito suele añadir al juego una serie de fichas de cartón relacionadas con esa norma.

Además de los carritos, la expansión aumenta el número de Jugadores incluyendo componentes para dos participantes más, uno de color rosa fucsia y otro de color verde. En el caso de jugar seis o siete jugadores, se incluyen nuevas fichas de ingrediente/rumores/sopa para que haya suficientes.

También se incrementan los conjuntos de cartas de Crítico y el conjunto de cartas de Jefe de Cocina.

Por último, se añade una importante cantidad de Chefs Temporales, cada uno con su carta y figura correspondiente.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

A la preparación básica de la partida se añaden los siguientes puntos según los módulos que se incluyan en la partida:

• Carritos:
  • Se baraja el mazo de cartas de carritos. Se revela una carta para cada una de las siguientes localizaciones: Tienda Ajardinada, Vendedor del Desierto y, en partidas de 3 o más jugadores, el Mercado Acuático.
  • Se coloca la loseta de carrito correspondiente en cada localización y sigue las instrucciones de preparación indicadas en la Carta de Referencia de cada carrito revelado (normalmente localizando un conjunto de fichas y disponiéndolas según se indique).
• Nuevos Críticos, Jefes de Cocina y Chefs Temporales:
  • Se mezclan las cartas en sus correspondientes mazos.
• 6/7 Jugadores:
  • A la hora de configurar el tablero, para 6 jugadores se usan todas las localizaciones excepto la Calle de los Farolillos. Para 7 jugadores se usan todas las localizaciones.
  • Se introducen en la bolsa las fichas de ingredientes y de rumores adicionales (con los bordes blancos).
  • Cada jugador recibe una carta de Descanso que suma a sus localizaciones.
  • El Maître recibe el dado misterioso.

Desarrollo de la Partida

Se aplican los siguientes cambios según los módulos añadidos:

• Carritos: durante el desarrollo de la partida, en la fase de limpieza, si queda algún elemento sobre los carritos, estos son retirados, colocándose un nuevo elemento según se indique en la carta de referencia.
• 6/7 Jugadores: cada jugador debe asignar uno de sus chefs a la carta de descanso. Además, una vez reveladas las localizaciones, el Maître lanzará el dado misterioso. Cada jugador cuyo chef coincida con el indicado en el dado obtendrá dos fichas de sopa.

Fin de la Partida

El final de la partida sigue ocurriendo de la misma manera que en el juego base. Si se han incluido carritos con efecto de puntuación de final de partida, estos tendrán que ser tenidos en cuenta en el recuento final.

Opinión Personal

Ya sabéis que no soy muy amigo de las expansiones publicadas en paralelo al juego base, ya que es imposible evitar pensar que se ha troceado el juego convenientemente para maximizar beneficios. Sin embargo, hay ocasiones en las que está justificado ese troceado porque esas expansiones no dejan de ser añadidos adicionales que sirvieron más como reclamo.

Hoy vamos a analizar una expansión de uno de estos casos. Es cierto que en la campaña no se ofrecía como algo independiente, sino que era un añadido que los mecenas recibieron de forma adicional y sin coste, por lo que, ya de entrada, me parece justo. Ahora solo queda responder a la pregunta de si ese añadido es parte fundamental del juego o, efectivamente, es un extra que no es necesario para disfrutar de la experiencia.

Como siempre que analizamos una expansión, os recomiendo que os paséis por la tochorreseña del juego base en el caso de que no lo conozcáis, pues haremos mención a diversos conceptos que no hemos desarrollado en esta entrada y tal vez os falte contexto. Y no quiero continuar sin agradecer a Maldito Games la cesión de la copia que posibilita esta parrafada.

Si Critter Kitchen se hubiese publicado siguiendo el circuito habitual de los juegos de mesa (sin recurrir a campañas de financiación mediante micromecenazgo) y un año después se lanzase esta expansión, la opinión generalizada es que A la Carta se trata de una expansión de libro que se centra en ampliar el rango de jugadores y en elevar la variabilidad del juego base.

Los dos jugadores adicionales se agradecen si tenemos un grupo de juego numeroso, ya que Critter Kitchen es un juego de programación simultánea de acciones y que haya más o menos jugadores realmente tiene poco impacto en lo que a entreturno se refiere. Una partida a siete puede durar bastante menos que una partida a cuatro si en la primera no hay ningún jugador tendente al análisis-parálisis y en la segunda sí. Y al final estos juegos requieren que el caos se apodere de la partida para que los jugadores duden a la hora de planificar. Pero si en la mesa nunca sois más de cinco, pues más allá de poder escoger entre dos nuevos colores, apenas tendrá impacto.

Eso sí, la forma de escalar el tablero me parece un tanto chapucera, ya que en vez de incluir nuevas localizaciones en las que se podría haber aplicado algún efecto particular, se opta por «capar» el margen de maniobra de los jugadores, que ahora solo podrán enviar dos de sus tres peones a las localizaciones, debiendo dejar uno descansando con la esperanza de que el tipo sea agraciado por el dado misterioso que tira el jugador que actúa como gestor de la partida. Esta inclusión del azar puede generar desequilibrios que deriven en frustración.

Luego se amplían los mazos de críticos y de jefes de cocina, algo que siempre viene bien en caso de que el juego salga bastante a mesa, ya que son los elementos que aportan variabilidad de forma directa al juego base. Sin complicaciones, sin tener que explicar nada nuevo a los jugadores que ya conocen el diseño. Añadidos como estos siempre son bienvenidos, aunque, si no jugamos recurrentemente al base, tampoco van a notarse.

Por último y más importante tenemos el módulo de los carritos. Estos sí que añaden cambios a nivel mecánico al añadir normas particulares para cada carrito que entre en juego. Y en la expansión se incluyen nada más y nada menos que dieciocho carritos, cada uno con su carta explicativa, su loseta para acoplar bajo las localizaciones que lo permiten y varias fichas con las que los jugadores interaccionarán.

No es que impacten de forma significativa en la experiencia de juego, pero sí que puede variar la forma de enfocar la partida en función de qué combinación de carritos haya resultado tras la preparación de la misma. Al igual que con los críticos y los jefes de cocina, se agradece si el juego ve mucha mesa.

El «problema» es que, como he mencionado en los comentarios sobre los tres módulos, es una expansión que solo tiene sentido si el juego ve mesa de forma muy recurrente. Entrecomillo la palabra problema porque no es que sea algo malo, pero no tengo la impresión de que Critter Kitchen se vaya a convertir en un juego de referencia para la mayoría de jugadores, por lo que ese escenario en el que el juego ve mesa de forma regular me parece poco probable. Y por ende, estamos ante una expansión bastante prescindible.

Lo que sí es un problema es el tema de la organización. Ya en el juego base resultaba bastante tedioso el tema de localizar las fichas asociadas a los pocos chefs temporales que se incluían. Ahora la cantidad de chefs temporales se dispara, y tener que estar localizando la ficha correspondiente es un engorro absoluto. Habría sido más práctico diseñar un par de peones genéricos de los tres tamaños. Con los carritos ocurre tres cuartos de lo mismo. La cantidad de fichas particulares que incluye esta expansión es enorme. Es necesario clasificarlas y separarlas para, al menos, no llevarte un buen rato buscando las fichas adecuadas según los carritos configurados.

Pasemos a la producción. Como es obvio al publicarse paralelamente con el juego base, se mantienen las calidades del mismo, esto es, cartas de interesante gramaje, textura lisa y adecuada respuesta elástica, elementos de madera con formas originales y contornos impresos, elementos de cartón con buen grosor aunque prensado mejorable y un reglamento bien estructurado. Y visualmente Sandara Tang sigue deleitándonos con sus maravillosas ilustraciones.

Y vamos cerrando. A la Carta es una expansión para Critter Kitchen que, si bien no incurre en ningún error de bulto, se antoja totalmente prescindible en la mayoría de los casos, ya que solo tendrá un verdadero impacto positivo si en vuestro grupo soléis reunir seis o siete personas para una misma partida y/o el juego sale a mesa con una asiduidad tal que permita sacarle partido a la importante variabilidad que sí aporta. Pero incluso así, la mejora de la experiencia de juego no es especialmente relevante, por lo que estamos ante uno de esos casos en los que la expansión fue más un reclamo para mecenas que otra cosa. Por todo esto le doy un…