Reseña: Feliz No Cumpleaños

Introducción

La fiesta de No Cumpleaños de la Reina de Corazones es la celebración más emocionante del País de las Maravillas. Música, deliciosos manjares y… ¡Mucha tensión!

Así se nos presenta Feliz No Cumpleaños, un diseño de Stefano Luperto, siendo una reimplementación de ¡Viva el Rey!. El juego original fue publicado por primera vez en 2003, mientras que esta nueva edición fue publicada en 2024 en una versión en español por Brain Picnic. De las ilustraciones de esta nueva edición se encarga Meeple Foundry (Take a Seat!, Idus Martii).

Permite partidas de 3 a 6 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 14,95€. Para esta reseña se ha utilizado 7na copia de la versión en español de Brain Picnic, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 25×14×4 cm. (caja rectangular mediana similar a Forest Shuffle o Lucky Numbers), encontramos los siguientes elementos:

• Tablero Principal (de cartón)
• 13 Discos de Personajes (de madera)
• 49 Cartas (62,5×88 mm.):
• 58 Fichas de Puntuación (de cartón)
• Ficha de Regalo
• Reglamento

Mecánica

Feliz No Cumpleaños es un juego en el que, a lo largo de tres rondas, cada jugador intentará acercar lo máximo posible a sus personajes favoritos al trono de la Reina de Corazones. Al comienzo de cada ronda los jugadores recibirán una carta de personajes favoritos, las cuales muestran seis de ellos por los que puntuarán si siguen en el tablero en función de su posición. Tras esto, los jugadores alternan turnos de colocación, situando personajes en las distintas mesas. Los personajes sobrantes se colocarán en la fila de valor cero. Tras esto, los jugadores alternan turnos desplazando hacia adelante un personaje siempre que haya espacio en la nueva mesa. Si pone a un personaje frente a la Reina, los jugadores votarán en secreto si acepta su regalo o es decapitado. Con que solo un jugador vote negativamente, el personaje es eliminado. Cada jugador cuenta con una serie de votos negativos, cada uno de un solo uso, y una carta de voto positivo (que siempre se recupera). La ronda finaliza cuando todos los jugadores votan positivamente por un personaje. Cada jugador obtendrá los puntos correspondientes al valor de la mesa en la que se encuentren los personajes de su carta que aun estén en el tablero.

Conceptos Básicos

Empecemos por los Discos de Personajes. Estos representan a los distintos personajes del País de las Maravilla. Cada disco muestra un color de fondo distinto.

Estos personajes serán desplegados en el Tablero Principal. Este tablero muestra seis mesas con espacio para hasta cuatro personajes. Las mesas están numeradas del 0 al 5. Al final del tablero tenemos a la Reina de Corazones sentada en su trono junto a un espacio con valor 10 en el que solo cabe un disco de personaje.

Al comienzo de cada ronda los jugadores recibirán una Carta de Personajes. Estas muestran seis de los trece personajes. Los jugadores puntuarán por estos personajes siempre que se mantengan en el tablero.

Durante la partida los jugadores harán avanzar estos personajes hacia la zona del trono de la Reina de Corazones, momento en el que este personaje presentará su regalo y todos los jugadores decidirán si el regalo es aceptado o no. Para ello dispondrán de unas Cartas de Votación, una de su color con dos manos aplaudiendo para el voto positivo y varias cartas con un pulgar hacia abajo para indicar un voto negativo. Las cartas de voto positivo siempre estarán disponibles, mientras que las cartas de voto negativo son de un solo uso.

Al final de cada ronda los jugadores acumularán puntos de victoria en función de la posición en el tablero de los personajes de su carta. Estos puntos se acumulan mediante las Fichas de Puntuación.

Por último tendremos la Ficha de Regalo. Esta ficha servirá para marcar en qué jugador quedó detenido el flujo de la partida cada vez que esta se detenga para resolver una votación.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se coloca el tablero principal en el centro de la mesa.
2. Se dejan a un lado las cartas de votos negativos.
3. Se dejan a un lado las fichas de personajes.
4. Se mezcla el mazo de cartas de personajes.
5. Cada jugador escoge un color y recibe una carta de votación.
6. Se escoge aleatoriamente al jugador inicial, que recibe la ficha de regalo.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Feliz No Cumpleaños se desarrolla a lo largo de tres rondas. Cada ronda se compone de tres fases.

Fase I: Preparación

Al comienzo de esta fase se mezcla el mazo de cartas de invitados y se reparte una a cada jugador. Cada jugador mantendrá en secreto el contenido de su carta.

Además, cada jugador recibirá una determinada cantidad de cartas de votos negativos en función del número de jugadores (4/3/2 cartas en partidas a 2/3/4-6 jugadores) que sumará a su carta de voto positivo.

Ahora, comenzando por el jugador con la ficha del regalo y continuando en el sentido de las agujas del reloj, los jugadores alternarán turnos en los que escogerán uno de los personajes disponibles y lo colocará en un espacio libre del tablero entre las mesas 1 y 4 (no se pueden colocar en las mesas de valor 0 o 5).

Este proceso finaliza cuando todos los jugadores han colocado un mismo número de personajes (4/3/2 en partidas a 2/3/4-6 jugadores). Los personajes no colocados se sitúan en la mesa de valor 0.

Fase II: Presentación de Regalos

De nuevo, comenzando por el jugador con la ficha de regalo y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, los jugadores alternaran turnos de acción.

En cada turno de acción, el jugador activo deberá 3scoger un personaje que se encuentre en el tablero y acercarlo hacia la Reina de Corazones, desplazándolo a la siguiente mesa. Si una mesa está completa (tiene cuatro personajes) impedirá el acceso a ella de personajes que se encuentren en la mesa inmediatamente anterior.

Tras esto el turno pasaría al jugador sentado a la izquierda.

Si un jugador avanza un personaje hasta la posición de entrega del regalo a la Reina de Corazones, este jugador colocará frente a si el peón del regalo y la partida se detendrá momentáneamente. Todos los jugadores deberán escoger simultáneamente una carta de voto. Una vez todos los jugadores hayan escogido, todos revelan sus cartas, pudiéndose dar dos situaciones:

• Que al menos un jugador haya votado negativamente. En este caso el personaje es retirado del tablero y todos los jugadores que votaron negativamente descartan su carta de voto (quienes votaron positivamente devuelven su carta de voto positivo a su mano). Tras esto la partida se reanudaría siendo el turno del jugador sentado a la izquierda del jugador que tiene el peón del regalo.
• Que todos los jugadores hayan votado positivamente. En este caso la Reina de Corazones acepta el regalo y la fase finaliza.

Fase III: Puntuación

Los jugadores revelan sus cartas de invitado y reciben tantos puntos como los correspondientes a las posiciones que los personajes representados en la carta ocupen en el tablero.

Tras esto los jugadores descartan las cartas de invitados y comenzaría una nueva ronda.

Fin de la Partida

La partida finaliza al término de la tercera ronda. El jugador que más puntos haya acumulado será el vencedor. En caso de empate, el vencedor será el jugador con las personajes puntuados en la tercera ronda. Si la igualdad se mantiene, los jugadores comparten la victoria.

Variantes

Modo Avanzado. El juego incluye unas cartas de puntuación de tercera ronda que varían la forma en la que se evalúa la ronda. Al comienzo de la tercera ronda se revela aleatoriamente una de estas cartas y se aplica su criterio de puntuación.

Opinión Personal

Hace muchos años llegué a jugar por primera vez a ¡Viva el Rey! Por aquel entonces no tenía el bagaje que tengo actualmente que me permite disfrutar de los juegos a la vez que una parte de mi mente está pensando en por qué me lo estoy pasando mejor o peor, intentando detectar las causas de las dinámicas que se están generando en ese momento.

Esa primera partida a ¡Viva el Rey! me dejó frio. Primero porque jugamos a pocos jugadores, y segundo porque no terminé de entender el juego. Afortunadamente, el destino ha querido volver a ponerme el diseño frente a mi gracias a la nueva edición por parte de los chicos de Brain Picnic, rete matización incluida. Vamos a ver si las sensaciones han cambiado con tantos años de diferencia, no sin antes agradecer a la editorial la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya ha comenzado.

Feliz No Cumpleaños nos sitúa en una fiesta en honor a la famosa Reina de Corazones. Durante la misma, los distintos personajes que pueblan el País de las Maravillas van a ir presentando diversos regalos ante su majestad con las esperanza de que sea lo suficientemente satisfactorio como para evitar la decapitación.

Lo curioso del asunto es que esta decisión no la tomará la propia reina, sino que serán los jugadores mediante un sistema de votación secreta. Para que el regalo sea rechazado basta con que un único jugador no esté conforme con el regalo, eliminando al personaje correspondiente de la partida.

La partida se va a estructurar en tres rondas, cada una de ellas con dos fases muy diferenciadas. Una primera de colocación de personajes sobre el tablero (que representa el salón de fiestas con una serie de mesas con un valor número asociado) y una segunda de desplazamiento de estos personajes, que irán progresando en las mesas hasta llegar a situarse frente a la Reina de Corazones.

Obviamente es un juego en el que hay que intentar puntuar en cada ronda lo máximo posible. ¿De qué va a depender la puntuación de cada jugador? Pues de la situación de seis de los trece personajes que hay en juego. Al comienzo de cada ronda los jugadores recibirán una carta de personajes con seis de ellos. Al final de la ronda, cada personaje presente en la carta proporcionará tantos puntos como el valor de la posición que ocupe en el tablero (el valor de las mesas o el valor de la posición junto al trono si acaba siendo el personaje que presenta el regalo aceptado), no proporcionando puntos si ha sido decapitado.

Puede que no os estéis dando cuenta, pero la primera fase pasa a ganar una importancia capital en el desarrollo de la partida porque genera un flujo de información entre los jugadores que es tremendamente importante a la hora de resolver la segunda fase. Resulta hasta paradójico que la fase que parece menos relevante y recuerda más a una preparación previa que a otra cosa sea clave, y la fase en la que los jugadores actúan de forma activa sobre los personajes realmente acabe resolviéndose con el piloto automático.

La clave del asunto es que los espacios de puntuación están limitados y solo un personaje va a optar a puntuar el máximo. Así que exponer a cuatro de los seis personajes que un jugador tiene a la fila más cercana al trono de la Reina de Corazones es un riesgo importante, porque basta que varios jugadores quieran poner a prueba al personal para que acaben decapitados y no proporcionando puntos.

También hay que maniobrar con cuidado, porque si nos dedicamos a posicionar personajes que no están en nuestra carta de personajes podemos correr el riesgo de ver como uno o varios de los personajes que sí son relevantes para nosotros acaban en la fila más retrasada, teniendo que emplear turnos en avanzarlos para que tengan valor, aunque muchas veces esto puede ser hasta beneficioso.

Y es que la segunda fase, aunque pueda resultar muy directa, seguimos proveyendo información. Que un mismo jugador esté continuamente avanzando a un personaje concreto probablemente indicará que ese jugador tiene a ese personaje en su carta y quiere elevar su valor. Aunque también puede estar jugando con nuestra mente intentando hacernos creer eso para que le decapitemos mientras los demás avanzan otros personajes que sí tiene en su carta.

Toca hablar de las votaciones, que, definitivamente, son lo mejor del juego. Cada voto negativo que recibamos al principio de la partida querremos guardarlo como oro en paño, pues es el margen de maniobra que tenemos para vetar personajes que no nos proporcionen puntos. Pero claro, si nos quedamos sin votos negativos pasaremos a votar positivamente de forma continua. Así que la segunda fase genera una dinámica de desgaste en la que nos gustaría avanzar un personaje que no sea nuestro frente a la Reina pero que sean otros los que le corten la cabeza, matando dos pájaros de un tiro, esto es, eliminando a un personaje que no nos importa y menguando el margen de maniobra de esos jugadores que votaron negativamente.

A mí me encanta ese momento de presentar un personaje ante la Reina y decidir qué voto escoger. Porque no queremos gastar votos negativos. En partidas a muchos jugadores no es nada descabellado que se dé la situación de que todos crean que otro será el que vote negativamente y al final se acabe aprobando un regalo que no le venía bien a nadie. Frustración y diversión a partes iguales.

No implementa una mecánica de forzar la suerte propiamente dicha, pero sí un importante juego psicológico en el que intentaremos deducir si al menos un jugador no está interesado en un determinado personaje buscando que sea el que le acabe dando el voto negativo. Por eso digo que esa primera fase de colocación en conjunción con los movimientos que cada jugador vaya efectuando en la segunda fase genera un flujo de información sutil pero vital a la hora de conseguir posicionar lo mejor posible a nuestros personajes.

Y realmente el juego no tiene mucho más. Un juego de corta duración (rozando el filler, o sin rozarlo), con un desarrollo interesante, ágil y con su punto de juego psicológico que siempre está muy bien. Obviamente como mejor funciona el juego es con muchos jugadores en mesa, siendo muy divertido a cinco o seis, donde los jugadores solo disponen de dos votos negativos y colocan a dos personajes. A tres tal vez otorgue demasiado margen a los jugadores, ya que, con tanto voto negativo, el tablero sea una autentica masacre. No funciona mal, pero creo que como mejores sensaciones deja es por encima de cuatro.

La rejugabilidad podría ser uno de los puntos débiles del diseño original que se ha intentado solventar en esta nueva versión. Y es que, aunque de interacción va bien servido, la variabilidad se limitaba a las cartas de personajes que recibían los jugadores. Ahora dispondremos de unas cartas de puntuación que varían ligeramente la forma en la que los jugadores consiguen puntos de victoria, pero únicamente en la tercera ronda. Me parece una idea interesante, ya que la tercera ronda es la definitiva y, aunque algún jugador se haya quedado descolgado, gracias a las grandes diferencias que se pueden generar en esta última ronda mediante etas cartas, la tensión se mantendrá durante toda la partida y para todos los jugadores.

Para que ubiquéis el juego, Feliz No Cumpleaños vendría a competir con juegos como Ca$h ‘n Guns, Coup (aquí su tochorreseña) o Love Letter (aquí su tochorreseña), por aquello de la eliminación de personajes y el juego psicológico. Es cierto que aquí la eliminación de los personajes no impacta directamente a los jugadores, quienes se mantendrán en juego hasta que cada ronda se complete. No me parece tan bueno como Coup (que genera momentos épicos porque la interacción es brutal entre los jugadores), pero si mejor que los otros dos, con una dinámica más amable.

Pasemos a la producción. Aquí los chicos de Brain Picnic se han esmerado y nos ofrecen unas cartas de un gramaje magnifico, textura en lino y respuesta elástica más que digna (el enfundado en al menos los votos lo veo necesario para evitar marcas). Los discos de personaje con un vinilo impreso están muy bien. Y los elementos de cartón muestran un grosor y prensado superior al habitual (se destroquela todo muy cómodamente). El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

El apartado visual está en consonancia, con en el que, para mí y hasta la fecha, es el mejor trabajo de los chicos de Meeple Foundry. Yo no soy ningún experto en este ámbito, pero no pueo evitar acordarme de la forma de dibujar de Hergé (aunque con un estilo mas irreveterente y algo mas de profundidad gracias a los sombreados). Es cierto que Alicia parece Tintín con Peluca, pero, en general, el colorido y la composición de los elementos (portada y tablero principalmente), es magnífico. Eso sí, las tartas para los números de las mesas están tan bien hechas que pasan totalmente desapercibidas. Son dignas de ser utilizadas como test de capacidad visual.

Y vamos cerrando. Feliz No Cumpleaños es una acertada reimplementación con un tema que le encaja a las mil maravillas y que ha permitido a la editorial elevar el nivel de producción a todos los niveles, especialmente en el visual. El juego no deja de ser un filler con una importante carga psicológica en la que intentamos desgastar a nuestros rivales para mejorar nuestra posición en el tablero. Durante las rondas se genera un flujo de información muy sutil que hay que intentar interpretar de la mejor forma posible para no cometer errores y acabar llegando desfondados al final de la ronda. Es ágil, es divertido y da pie a situaciones que rozan el surrealismo. Eso sí, como resulta más divertido es por encima de cuatro jugadores. A menos hay más control y los jugadores tienen un mayor margen de maniobra, perdiendo cierta tensión. No es que funcione mal, pero no es tan divertido. Con todo, me parece muy recomendable. Por todo esto le doy un…