Reseña: Paletto
Introducción
El juego de lógica multicolor para toda la familia. Sobre el tablero se colocan piezas de 6 colores, siempre bien mezcladas y nunca con dos del mismo color una al lado de la otra. ¿Quién tendrá al final de la partida todas las piezas de juego de un color? ¿O tomarás la última pieza del tablero? Este es el objetivo del juego.
Así se nos presenta Paletto, un diseño de Dieter Stein (Fendo, Urbino, Tintas) que es una reimplementación de Keks. Publicado por primera vez en 2011 en una versión en alemán por Clemens Gerhards.
No se encuentra publicado en español, por lo que tendréis que recurrir a la importación (el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas a 2 o 3 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de entre 10 y 15 minutos. El precio de venta al público es de 25€ (la versión de canicas) o 37€ (la versión de madera). Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición de canicas en francés de Clemens Gerhards.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 22×16×3,3 cm. (caja rectangular mediana similar a Trideo), encontramos los siguientes elementos:
- Tablero (de madera)
- 36 Piezas (6 de cada color) (de vidrio)
- Reglamento
Mecánica
Paletto es un abstracto en el que tenemos un tablero de casillas con seis filas y seis columnas. Al comienzo de la partida se disponen en estas casillas 36 bolas de seis colores (seis de cada color). En cada turno, el jugador activo debe coger una o más bolas de un mismo color que tengan al menos dos libertades consecutivos (esto es, lados libres consecutivos). Así, en el primer turno solo se podrán extraer canicas de las esquinas. Ganará el primero que logre reunir seis bolas de un mismo color o, en su defecto, el jugador que tome la última bola.
Conceptos Básicos
Empecemos por el Tablero. Este muestra cuadricula de 36 casillas (seis filas y seis columnas). Estas casillas son hendiduras semicirculares donde se depositarán canicas.
Por otro lado tenemos las Canicas, que se desplegarán al comienzo de la partida sobre el tablero. Hay seis colores y de cada color hay seis canicas. El objetivo de los jugadores es acumular las seis canicas de uno de los colores o, en su defecto, ser el que retire del tablero la última canica. El concepto básico es que para poder retirar una canica del tablero esta tiene que tener dos libertades consecutivas (al comienzo de la partida solo se pueden retirar las canicas en los extremos).
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se colocan las canicas sobre el tablero de forma aleatoria teniendo en cuenta que no puede haber dos canicas del mismo color ortogonalmente adyacentes entre sí.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Paletto se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial.
En cada turno, el jugador activo debe escoger una o varias canicas del mismo color para retirarlas y colocarlas en su reserva personal. Para poder retirar una canica, esta debe tener dos o más libertades consecutivas. Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Fin de la Partida
La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador consigue reunir las seis canicas de un mismo color. En su defecto, la partida finaliza al retirar la última canica del tablero, proclamándose vencedor el jugador que retire esa canica.
Opinión Personal
Hoy analizamos uno de esos diseños de Clemens Gerhards, la editorial alemana de juegos abstractos tan característicos por esas cajas de cartón marrón con una pegatina que sirve de identificación.
En Paletto nos encontramos con un juego cuya mecánica principal vendría a ser el draft, alejándose de movimiento entre casillas o el control de áreas. Al comienzo de la partida de treinta y seis posiciones ocupadas por piezas de seis colores distintos (en mi versión son canicas, aunque también existe una versión con discos de madera).
El objetivo de los jugadores es intentar hacerse con todas las piezas de cualquiera de los seis colores, proclamándose vencedor aquel que lo consiga antes. Para ello los jugadores alternarán turnos retirando estas piezas del tablero atendiendo a dos restricciones.
La primera y más importante es que para poder retirar una pieza del tablero, esta debe estar accesible, algo que ocurre cuando una pieza no tiene piezas ortogonal ente adyacentes en dos lados consecutivos, algo que tal vez cuesta un poco más de ver al no tener realmente una parrilla cuadriculada y si espacios circulares.
Esto significa que en el primer turno de la partida sólo podrán ser retiradas piezas de las esquinas, pues todas las demás tienen tres o cuatro piezas ortogonalmente adyacentes, dando pie a esa dinámica combinacional que tanto nos gusta a los amantes de este género, pues, al retirar una o varias piezas, estaremos habilitando el acceso a nuevas piezas para el siguiente turno de nuestro rival (lo que a su vez liberaría otras para nuestro siguiente turno).
La segunda restricción es la que da margen de maniobra y complica el asunto. Y es que un jugador podría tomar más de una pieza en su turno, pero todas esas piezas deben ser de un mismo color.
Eso provoca que los jugadores no quieran retirar ciertas piezas porque permitirían al rival tomar más de una pieza, acercándolo a la condición de victoria. Sin embargo, digo que es la que aporta margen de maniobra porque, aunque sea posible, no es obligatorio retirar todas las piezas de un color, por lo que en ocasiones convendrá dejar una pieza atrás que estorbe al rival, ya que de haberla retirado podría resultar una posición muy ventajosa para él, sobre todo si ese color no permite alcanzar la victoria porque ambos jugadores han capturado al menos una de esas seis piezas.
Claro, puede darse caso de que ningún jugador pueda hacerse con las seis piezas de un mismo color (ambos tienen al menos una pieza de los seis colores). Si se alcanza esta situación, la partida se convierte en un cálculo de movimientos por ver quién es el jugador que consigue retirar la última pieza.
Y no tiene mucho más. Paletto es de esos abstractos de cortísima duración debido a sus reglas sencillas y funcionamiento a modo de temporizador, ya que, tras cada turno, las opciones irán menguando hasta llegar al final.
Es de esos juegos que te deja buen sabor de boca porque te da el margen suficiente para realizar ciertos cálculos, con esos momentos de tensión mental en los que crees que has logrado encontrar el camino a la victoria previsualizando movimientos de los jugadores, pero el rival te sorprende con un movimiento que no esperabas.
Como no muestra una gran profundidad, puede ser una buena puerta de entrada al mundo de los abstracto para jugadores que no estén familiarizado con las sensaciones y dinámicas que estos generan. Pero si ya tenéis unos cuantos en vuestra colección, la realidad es que Paletto seguramente se os quede corto, sobre todo si estáis acostumbrados a juegos de mayor enjundia, como cualquier diseño del Proyecto GIPF como por ejemplo LYNKG (aquí su tochorreseña), el más reciente del proyecto y que tiene ciertos puntos en común con el juego que hoy nos ocupa.
En cuanto a la escalabilidad, yo lo recomiendo a dos jugadores, pues a tres entra en juego el caos, y, si los jugadores no tienen el mismo nivel, pueden generarse unos desequilibrios importantes.
Pasemos a la producción. La versión con canicas es más compacta y económica, pero menos práctica que la de discos de madera, ya que es necesario buscar algún recipiente para las canicas que los jugadores van extrayendo del tablero. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
Y vamos cerrando. Paletto es de esos abstractos sencillos, vistosos, de corta duración pero que da suficiente margen a los jugadores para tomar decisiones interesantes y estudiar combinaciones para encontrar el camino a la victoria. Es cierto que no muestra una gran profundidad, que no escala bien (permite el juego a tres pero yo no lo recomiendo) y que si ya tenéis cierto bagaje con abstractos se os puede quedar corto. Por todo esto le doy un…
He de decir que me he reído con la foto se la contraportada 🤣
Minimalismo puro
Es un juego interesante para pasar un rato. Del mismo autor y editorial, Tintas, que es una evolución de diseño de Paletto. En Paletto llega un momento, incluso cuando queda una tercera parte de las fichas por retirar, en el que te das cuenta de quién va a ganar. En Tintas la capacidad de decisión suele perdurar casi hasta el final de la partida.
Coincido. Tengo los dos y la existencia del peon es una variable mucho más difícil de controlar combinacionalmente.
Feliz año nuevo, Iván.
Sólo quería pasar a felicitarte y que sean muchos años compartiendo esta afición.
Un caluroso saludo,
FA
Muchísimas gracias!!! Feliz Año tambien para ti y los tuyos!!