Reseña: Streaming
Introducción
¡Conviértete en un magnate del entretenimiento! Tu canal necesita contenidos que atraigan nuevos suscriptores. Enfréntate a los demás medios para obtener el mejor catálogo sin olvidar los gustos de la audiencia.
Así se presenta Streaming, un diseño de Víctor Melo (The Aztec Market). El juego fue publicado en 2018 por Looping Games en una versión multilenguaje (alemán, francés, español e inglés). De las ilustraciones se encargaron Pedro A. Alberto (La Liebre y la Tortuga, Cerebria: The Inside World), Chema Román (Signum Mortis, El Mundo de Águila Roja), Carlos Romanos (Gauntlet of Fools, Ace Detective), Pedro Soto (Gardens, Papua) y Chema Vicente (Crónicas, Quest Stories).
El juego permite partidas de 3 a 5 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de unos 30 minutos. El precio de venta al público es de 20€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión multilenguaje de Looping Games que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 18,5×11,5×3,5 cm. (caja rectangular pequeña similar a Aloha Pioha), encontramos los siguientes elementos:
- 70 Cartas (56×87 mm.):
- 60 cartas de contenido
- Carta de Mando a Distancia
- 9 Cartas de Audiencia
- 70 Monedas (de plástico)
- 60 de Valor 1
- 10 de Valor 3
- Bloc de Puntuación
- Reglamento
Mecánica
Streaming es un filler de subastas en el que los jugadores conforman la parrilla de un canal de televisión a lo largo de cinco rondas. En cada ronda se ponen en juego tantas parejas de programas como número de jugadores haya en la partida más una. Estos programas están clasificados en cinco categorías (deportes, documentales, infantil, ficción y realities), con valores comprendidos entre el 1 y el 9 (aunque hay cartas con valores variables). Cada pareja se subasta mediante una puja ciega simultánea con monedas que los jugadores reciben al comienzo de cada ronda. El ganador de cada puja entrega sus monedas, mientras que el resto las mantienen. Cuando un jugador gana cartas, debe colocarlas en la columna de la categoría correspondiente de su zona de juego, solapando la anterior carta de dicha categoría. Al final de cada ronda los jugadores podrán promocionar la carta más reciente de cada categoría a cambio de una moneda, anotando el valor de cada una como puntos de victoria. Al final de la partida, el jugador con más programas de cada categoría anotará los puntos de esas cartas. Además, se conformará un sofá que alterará ligeramente las normas para cada partida y/o ampliarán los criterios de puntuación.
Conceptos Básicos
El eje fundamental de la partida serán las Cartas de Programa. Estas se encuentran divididas en cinco categorías distinguibles por el color del marco de la carta (deportes-azul, documentales-verde, infantil-amarillo, ficción-morado y realities-rojo). Cada una de estas cartas tendrá un valor comprendido entre el 1 y el 10 (aunque dependiendo del número de jugadores no todas las cartas estarán en juego). En cada ronda se subastarán parejas de cartas y los jugadores intentarán hacerse con ellas mediante pujas ciegas. Al recibir programas, estos se organizarán en columnas según los tipos. Así, el programa adquirido más recientemente podrá ser promocionado al final de la ronda, proporcionando tantos puntos como su valor.
Existe un tipo especial de carta de programa que son las Cartas de Multipantalla. Estas cartas funcionan igual que las anteriores, con la salvedad de que su valor será equivalente al número de cartas de ese tipo de programa que el jugador posea en su zona de juego.
El segundo tipo de carta del juego son las Cartas de Audiencia. Al comienzo de la partida se revelarán cuatro de estas cartas (que son a doble cara) que añaden una regla o un criterio de puntuación a la partida. Esta modificación aparece textualmente en la propia carta y, mediante símbolos, la fase en la que la carta aplica su efecto.
Finalmente, el recurso principal de la partida serán las Monedas. Con estas los jugadores pujarán por las cartas de programas subastadas y podrán promocionar el último programa adquirido de cada categoría al final de cada ronda. Cada jugador recibirá la misma cantidad fija de monedas al final de cada ronda. Adicionalmente, al final de la partida, cada moneda sobrante proporcionará un punto de victoria.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se forma una reserva general con las monedas y se entregan monedas por valor de 10 a cada jugador.
- Se mezclan las cartas de audiencia y se forma un sofá con dos cartas centrales y dos cartas de los extremos.
- Se prepara el mazo de cartas de programas en función del número de jugadores:
- 5 Jugadores: se utilizan todas las cartas.
- 4 Jugadores: no se utilizan las cartas de multipantalla.
- 3 Jugadores: no se utilizan las cartas de multipantalla ni las de valor 9 y 10.
- También es posible utilizar las cartas de multipantalla a 3/4 jugadores, devolviendo a la caja las cartas de valor 1.
- Se escoge al jugador inicial de forma aleatoria y se le entrega la carta de mando a distancia (según el reglamento, al jugador que más recientemente haya consumido contenido vía Streaming)
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Streaming se desarrolla a lo largo de cinco rondas. Cada ronda se estructura en tres fases.
Fase I: Subastas
En primer lugar, se revelan tantas parejas de cartas como números de jugadores haya en la partida más una. Estas parejas se colocan en una hilera. Comenzando por la pareja de la izquierda y continuando hacia la derecha, cada pareja es subastada.
En cada subasta, los jugadores realizarán una apuesta ciega simultánea, tomando una cantidad de monedas de la reserva personal (que debe mantenerse oculta) y la sostendrá en su puño. Una vez que todos los jugadores hayan escogido la cantidad a pujar, se revelan las pujas simultáneamente. El jugador que haya ofrecido la mejor puja recibirá la pareja de cartas, devolviendo las monedas pujadas a la reserva general (el resto de jugadores mantienen sus monedas en su reserva). Tras esto deberá colocar en su zona de juego organizadas en columnas por tipo de programa, solapando las cartas anteriores (si la pareja de cartas era del mismo tipo, el jugador escoge el orden en el que se colocan las cartas). En caso de empate, el ganador de la puja será el jugador que, en el sentido de las agujas del reloj, más cercano se encuentre al jugador con la carta de mando a distancia. Finalmente, el jugador que ganó la puja recibe la carta de mando a distancia. Si se da el caso de que todos los jugadores pujen cero, la pareja de cartas se descarta.
Se procede de esta forma hasta que se hayan subastado todas las parejas.
Fase II: Promoción
En esta fase los jugadores pueden promocionar la carta visible de cada tipo de programa colocando una moneda sobre cada una de ellas. Cada jugador anotará tantos puntos como los valores de las cartas promocionadas.
En partidas de cinco jugadores, las cartas de multipantalla tienen un valor equivalente al número de cartas de programa de ese tipo que el jugador tenga en su zona.
Fase III: Ingresos
A no ser que nos encontremos en la quinta ronda, los jugadores devuelven a la reserva general las monedas colocadas sobre los programas promocionados. Tras esto, cada jugador recibe 10 monedas de la reserva (manteniendo las que aun poseyesen).
Fin de la Partida
La partida finaliza al término de la quinta ronda. Se procede con la evaluación final:
- En primer lugar, se evalúa qué jugador posee más programas de cada categoría. Este jugador anotará tantos puntos como la suma de los valores de esos programas. En caso de empate, todos los jugadores anotan sus puntos.
- Los puntos proporcionados por las cartas de audiencia (si hubiese alguna que proporcionase puntos al final de la partida).
- Cada jugador anota 1 punto por cada moneda que aun posea al final de la partida.
- Finalmente, cada jugador suma a los puntos anteriores los obtenidos en la fase de promoción de las cinco rondas de la partida.
El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate, los jugadores compartirán la victoria.
Opinión Personal
Los juegos de subasta suelen ser una muy buena opción para sentar a la mesa a todo tipo de jugadores. Existen muchos fillers que implementan esta mecánica principal que funcionan a las mil maravillas. Hoy tochorreseñamos uno de estos fillers de producción nacional y con un tema muy actual teniendo en cuenta el cambio de paradigma en la forma de consumir la televisión. A ver cómo se comporta en la mesa este Streaming, no sin antes agradecer a los chicos de Looping Games la cesión de la copia que posibilita la parrafada que se os viene encima.
En Streaming nos convertiremos en gestores de una gran plataforma de contenidos audiovisuales ofrecidos a través de Internet, donde la competencia es brutal por intentar atraer al máximo posible de consumidores. Para ello será necesario conformar una oferta de contenidos atractiva. Estos contenidos se representarán mediante cartas organizadas en cinco categorías: infantil (amarillo), ficción (morado), documentales (verde), deportes (azul) y realities (rojo). A lo largo de cinco rondas, los jugadores competirán por intentar hacerse con los contenidos más interesantes según la situación de la partida.
Al comienzo de cada ronda se revelará un número de parejas de programas dependiente del número de jugadores participantes en la partida. Cada pareja se subastará mediante pujas ciegas simultaneas que los jugadores esconderán en sus puños, de forma que el mayor postor obtendrá la pareja en cuestión y, además, se convertirá en el jugador inicial, algo que solo tendrá relevancia en caso de empate en el mayor postor de la siguiente subasta.
A medida que los jugadores vayan obteniendo cartas de programas, estas irán siendo colocadas en columnas según el tipo de programa, de forma que la más recientemente adquirida solapará a las obtenidas previamente de un mismo tipo, siendo esta última carta adquirida la única que se verá completamente (el resto solo serán visibles parcialmente para ver el valor y el número de cartas obtenidas de dicho tipo).
Una vez subastados todos los programas, los jugadores podrán emplear monedas que aun posean en su reserva personal para promocionar cada uno de los programas completamente visibles de su zona de juego, esto es, el programa más recientemente adquirido de cada tipo de contenido. Promocionar un programa otorgará al jugador tantos puntos como el valor de dicho programa.
Finalmente, cada jugador recibirá un ingreso de monedas igual al obtenido al comienzo de la partida (manteniendo las monedas que le sobrasen de la ronda que acaba de finalizar), procediéndose con una nueva ronda. Así hasta que finalice la partida, donde se evaluará qué jugador ha acumulado una mayor cantidad de programas de cada tipo, recibiendo la suma total de esas cartas como puntuación final más el número de monedas que aun posea en su reserva.
A todo esto, hay que sumarle que, al comienzo de la partida, se habrán revelado cuatro cartas de audiencia que añaden reglas adicionales a la partida y/o nuevos criterios de puntuación, lo que le darán un punto de variabilidad que le sienta bastante bien al diseño. Por poner algún ejemplo: hay una carta de audiencia que obliga a todos los jugadores a devolver a la reserva general todas las pujas ofrecidas si entre los programas de la pareja subastada hay un programa de algún tipo concreto; o que al final de la partida un determinado tipo de programa proporciona sus puntos a todos los jugadores con excepción del que menor número de programas de dicho tipo haya acumulado.
Y no tiene mucho más. Un juego de subastas sencillo, pero con sus puntos interesantes, aunque también es cierto que se queda corto en otros aspectos. Vamos a profundizar en estos pros y contras de forma alternada. Empecemos con un elemento positivo como es el de la gestión del único recurso disponible en la partida, las monedas. En cada ronda, los jugadores tendrán que hacer una proyección de qué parejas de programas le interesan, pero manteniendo cierto control, pues será fundamental reservar monedas para poder promocionar contenidos al final de la ronda, pues el grueso de los puntos vendrá de este sistema. Esto nos obligará a no especular, ya que, para poder promocionar programas, antes tendremos que haberlos adquirido. En este sentido, Streaming es muy directo.
Por contra, y relacionado con las monedas, está el tema de que, salvo que alguna carta de audiencia diga lo contrario, la cantidad de monedas disponibles al comienzo de la partida es fija. Esto no es algo necesariamente malo, pero al estar racionada (se entregan 10 monedas para cada ronda), resulta mucho más sencillo llevar un control de cuantas monedas le quedan a cada rival, algo que le resta incertidumbre y, con ello, tensión, al momento de la subasta.
Creo que se podría haber planteado la variante de entregar a cada jugador el total de monedas para toda la partida desde el principio y que cada jugador se gestione como mejor crea conveniente. De esta forma sería mucho más complicado hacer una traza de cómo va cada rival, además de permitir dispendios mayores en momentos concretos, ya que puede darse el caso de que hayamos ofrecido demasiado en un momento dado y nos quedemos corto para pujas posteriores y esto genere un diferencial de puntos que resulte complicado de remontar.
También es cierto que este sistema de racionamiento de los fondos viene bien para que los jugadores menos acostumbrados a este tipo de juegos tengan una pequeña guía a la hora de evaluar qué puja debería hacer para no quedarse sin dinero.
Me gusta el sistema de puntuación de final de ronda, esto es, las promociones de los programas, porque añade una variable interesante a la hora de plantearse pujar por una determinada pareja de programas. Si, por ejemplo, en nuestra zona de juegos disponemos de un programa de alto valor (8 o más) y en la pareja que va a ser subastada hay un programa de esa misma categoría, pero de valor mucho más bajo, probablemente no estemos interesados en pujar porque nos veríamos obligados a solapar esa importante fuente de puntos. Aunque tampoco hay que olvidar el importante diferencial de puntos que se genera al final de la partida por ser quien más programas tiene en cada categoría. Esta evaluación final puede resultar algo insípida a priori, pero hay que ser conscientes de que actúa en los dos sentidos, ya que serán puntos que nosotros obtengamos y nuestros rivales dejarán de obtener, algo que no ocurre en las promociones, que dependen enteramente de lo que cada jugador posea en su zona.
En relación a esto, no me gusta que, en un momento dado, un jugador alcance una situación estacionaria y participe poco en las subastas. Si, por ejemplo, un jugador consigue acumular 4 programas de alto valor (más de 8) en cuatro categorías distintas como carta activa en cada una, es probable que le interese mantener dicha situación y promocionar recurrentemente esta configuración y guardar todas las monedas posibles para paliar el diferencial de puntos que, probablemente, se genere al final de la partida al no optar a muchos puntos por no haber acumulado demasiadas cartas.
La variabilidad que aportan las cartas de audiencia son, como dije anterior, un factor muy a tener en cuenta, pues difícilmente nos saldrán dos partidas iguales, algo muy de agradecer en este tipo de juegos. Y sin olvidar que nos encontramos ante un juego de subastas que muestran, por definición, un nivel de interacción relativamente elevado (algo que suele proporcionar suficiente variabilidad ya de por sí). Además, tientan a los jugadores a huir de la estrategia anteriormente comentada (que tampoco es fácil de llevar a cabo).
La escalabilidad, por contra, tal vez es uno de los puntos flojos del juego. Creo que como mejor funciona es con cuatro participantes, habiendo un reparto interesante de las cartas y con margen para escoger. A tres jugadores tal vez se queda un poco corto y si un jugador se descuelga al no calibrar bien en las subastas, acaba convirtiéndose en una pelea de dos. Y a cinco ocurre lo contrario, aunque se deja jugar y las cartas de multipantalla son interesantes a la hora de hacer aún más divergentes determinados lotes, que para unos jugadores serán poco interesantes (al tener poco valor), mientras que para otros pueden ser relativamente rentables.
Con todo, Streaming me parece un más que decente filler de subastas y set collection que no defraudará y que encajará con todo tipo de jugadores. Eso sí, no es un juego perfecto y compite en un terreno donde hay muchas alternativas que ganan en la comparación. Dentro del mundo de las subastas, puede ser una buena puerta de entrada.
Pasemos a la edición. Looping Games se caracteriza por cuidar sus productos y mantener una línea de producción muy estable, recurriendo a la clásica caja rectangular pequeña en la que caben un par de mazos de cartas (de buen gramaje, respuesta elástica adecuada y textura lisa) y las monedas, que vienen a ser como los clásicos discos de madera, pero esta vez en plástico con un material de color no uniforme que resulta vistoso. Todo un acierto la elección de este material para las monedas, ya que, al ser pujas ciegas en mano, no se deteriorarán con el paso de las partidas. El reglamento es claro y no deja lugar a dudas.
Donde más destaca el juego, y con diferencia, es en el apartado visual (como no podía ser de otra forma en un juego con esta ambientación). Nos encontramos con cinco artistas encargados de las ilustraciones de los programas, jugando con el imaginario colectivo al plasmar estampas que directamente nos conectarán con programas conocidos, pero sin ser exactamente los mismos. Hay programas infantiles que parecen Los Simpsons, Pocoyó o Los Caballeros del Zodiaco, series que parecen Juego de Tronos, Stranger Things o Perdidos o realities que directamente asociaremos con Gran Hermano, Masterchef o El Precio de La Historia (No sé, Rick…). He echado en falta el programa que recuerde Forjado a Fuego, pero no se puede tener todo en esta vida. Me parece un acierto el haber recurrido a cinco artistas distintos, cada uno ocupado de una categoría. Se corría el riesgo de que, al recurrir a estilos distintos, la mezcla no casase bien. Pero en este caso permite diferenciar claramente cada tipo de contenido y le confiere personalidad al producto. Es de esos juegos que pasaremos un rato intentando detectar qué programa o serie intentan «representar».
Y vamos cerrando. Streaming es un juego de subastas simultaneas y ciegas en el que los jugadores intentan conformar una parrilla de programas televisivos rentables. Para ello dispondrán de una cantidad fija de monedas en cada ronda. Es simple y efectivo en su propuesta, e incluso tiene detalles muy interesantes como el que en cada partida haya una ligera variación en las normas y/o en los criterios de evaluación. Lo más destacable es, sin duda, las ilustraciones de los distintos contenidos, que buscan que el jugador realice una asociación directa con programas que conoce pero que no son exactamente los que aparecen en las cartas. Sin embargo, se me queda algo corto en algunos aspectos, como el corsé que supone el racionamiento de los ingresos. Le falta una pequeña vuelta de tuerca para haber alcanzado el siguiente nivel. Por todo esto le doy un…