Reseña: Il Vecchio
Introducción
Florencia, siglo XV. La rica, pero poco importante, familia Medici se eleva hasta convertirse en una de las más poderosas dinastías de su época. Cosimo de Medici, conocido corno «Il Vecchio» (El Anciano), no sólo domina la política y la economía, sino que también influye en la cultura y las artes de la ciudad. Al distinguirse como mecenas, iniciando la construcción de la cúpula de la Catedral, por ejemplo, consigue mejorar la ciudad, y, por supuesto, la reputación de su propia familia. Las otras grandes familias florentinas ya no pueden permitir el aumento de poder de los Medici e inician la lucha por el dominio de Florencia… Los jugadores interpretan el papel de los jefes de estas familias nobles rivales tratando de infiltrarse en el imperio de los Medici para convertirse en los nuevos líderes de la ciudad.
Así se nos presenta este Il Vecchio, diseñado por Rüdiger Dorn, responsable de otros juegos como Goa, Los Mercaderes de Genova o Istanbul. El juego fue publicado en 2012 por Hall Games y Pegasus Spiele en una edición en inglés y alemán. Posteriormente sería licenciado por Tasty Minstrel Games para una edición exclusivamente en inglés y uplay.it edizioni para una versión en italiano. De las ilustraciones se encarga Andreas Resch, responsable del aspecto de juegos como Istanbul, Rialto o Great Western Trail.
El juego no se encuentra publicado en nuestro país, por lo que tendréis que recurrir a la importación si queréis haceros con una copia. Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de 60 minutos. El precio de venta al público es de 39,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición en inglés y alemán de Hall Games y Pegasus Spiele.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 31,4×22,4×7,2 cm. (caja rectangular estándar tipo Agricola o Caylus), nos encontramos con los siguientes elementos:
- Tablero (de cartón)
- 48 Familiares (12 de cada color: rojo, verde, amarillo y azul) (de madera)
- 5 Intermediarios (de madera)
- 2 Dados de 6 Caras (de madera)
- 33 Florines (de cartón):
- 25 de Valor 1
- 8 de Valor 5
- 30 Fichas de Seguidores (de cartón):
- 10 Fichas de Asesinos
- 10 Fichas de Soldados
- 10 Fichas de Clérigos
- 12 Losetas de Visado (de cartón)
- 12 Losetas de Carruaje (de cartón)
- 12 Losetas de Obispo (de cartón)
- 9 Fichas de Blasón de Medici (de cartón)
- 18 Losetas de Provincia (de cartón)
- 24 Losetas de Florencia (de cartón)
- Ficha de Coste Adicional (de cartón)
- Marcador de Jugador Inicial (de cartón)
- 4 Hojas Resumen (de cartulina)
- Reglamento
Mecánica
En Il Vecchio los jugadores interpretan a familias florentinas pudientes durante el Renacimiento que intentan hacerse con el poder. Para ello deberán enviar a sus familiares a lo largo de la geografía italiana donde ejecutarán diversas acciones. Al activar una acción, el peón quedará tumbado y tendremos que emplear un turno en recuperarlos a todos). Acciones como conseguir seguidores (coincidiendo con intermediarios en continuo movimiento entre las ciudades o recurriendo a la ayuda de la iglesia), monedas (necesarias para costear los viajes de nuestros familiares cuando no dispongamos de carretas) y, lo que es más importante, influencia en los centros de poder (que nos proporcionarán beneficios, ya sean permanentes, puntuales o en forma de puntos de victoria al final de la partida). Una mecánica de pick-up and deliver y movimiento punto a punto para actuar sobre un tablero en constante variación.
Conceptos Básicos
Empecemos por el Tablero. Este representa la región de la Toscana con una serie de ciudades interconectadas por camino. En cada ciudad encontramos un letrero con el nombre de la ciudad y un color de fondo en función de la acción que se puede llevar a cabo en ellas. Esta acción también se encuentra representada por un símbolo. Estas ciudades, a su vez, se encuentran organizadas en regiones con un color de fondo y encerrada entre los caminos que conectan las distintas urbes. Cada una de estas regiones tiene un valor asociado entre el 1 y el 12, con la excepción del valor 7, que no corresponde a ninguna región. En el centro del tablero encontramos la gran ciudad de Florencia. Bajo esta, el blasón de los Medici (sobre el que colocaremos una pila de fichas) y dos tracks en el que podremos colocar familiares. Uno de ellos está asociado al consejo de la ciudad, representado por una serie de losetas. El otro corresponde a la nobleza, igualmente representado por una serie de losetas. Finalmente, en los extremos del tablero encontramos las ciudades que conectan con las regiones exteriores, cada una también con un track en el que colocar familiares. Cada espacio proporciona una cantidad de puntos de victoria y tiene asociado un coste (creciente o decreciente, en consonancia a los puntos). Adicionalmente, cada ciudad exige el pago de una serie de fichas para poder colocar a los familiares.
Los Familiares serán nuestra representación sobre el tablero. Estos se podrán desplazar entre las diversas ciudades (asumiendo un pago). Los jugadores comenzarán la partida con una serie de familiares sobre el tablero, pudiendo añadir posteriormente más familiares, ya que los que coloquemos en los distintos tracks ya permanecerán en esa posición. Sobre el tablero los familiares podrán encontrarse en pie (dispuestos a ejecutar una acción) o tumbado (cuando han sido activados y permanecerán en este estado hasta que se recuperen).
A la hora de introducir familiares en el tablero los jugadores lanzarán dos Dados. Los valores resultantes se sumarán para determinar la región en la que el jugador debe colocar al familiar, pudiendo escoger entre cualquier ciudad de dicha región.
Los Florines son la moneda en curso legal. Tendrán dos usos principales: costear el viaje de los familiares a lo largo del tablero y costear la compra de la plaza en los distintos tracks del tablero.
Los Seguidores son fichas de tres tipos (caballeros-gris, asesinos-negro y abades-blanco). Estos seguidores serán necesarios para poder colocar familiares en los tracks de las regiones exteriores.
Las Losetas de Carruaje permitirán a los jugadores desplazar a sus familiares sobre el tablero sin coste. Una loseta permitirá desplazar a un solo familiar.
Las Losetas de Obispo permitirán a un familiar activar un espacio de acción sin tener que tumbarse y, si es un espacio de acción con blasón, sin necesitar siquiera al intermediario correspondiente.
Los Visados serán el elemento necesario para poder colocar familiares en los espacios de la ciudad de Florencia.
Para conseguir estos elementos los jugadores deberán coincidir con unos Intermediarios en las ciudades. Estos intermediarios se irán desplazando sobre el tablero a medida que sean activados.
Las Losetas de Consejo se obtendrán cuando coloquemos familiares en el track de consejo de la ciudad de Florencia. Estas losetas proporcionan efectos permanentes aplicables desde el turno siguiente una vez conseguidos.
Las Losetas de Nobleza se obtendrán cuando coloquemos familiares en el track de nobleza de la ciudad de Florencia. Estas losetas proporcionan puntos al final de la partida y se mantendrán ocultas hasta la evaluación final.
Sobre las pilas de losetas de nobleza y losetas de consejo encontraremos una Ficha de Penalización (inicialmente en la pila de losetas de consejo de la ciudad, las de color marrón) que elevará el coste de obtención de estas cuando coloquemos un familiar en el track correspondiente. No será hasta que se revele la primera ficha de blasón de Medici cuando este marcador cambie a la pila de nobleza, permaneciendo sobre ella hasta el final de la partida.
Las Fichas de Blasón de Medici, además de proporcionar puntos al final de la partida, desencadenan efectos perjudiciales para todos los jugadores, independientemente de quien la consiguió. Estos blasones se obtienen al colocar familiares en posiciones concretas de los tracks de las regiones exteriores o en Florencia. Adicionalmente, sirve como detonador del final de la partida.
Por último, tenemos las Losetas de Región Exterior. Estas se obtienen al colocar un familiar en unos de los tracks de estas regiones exteriores. Estas losetas proporcionan potentes efectos de una sola activación. El momento en el que se activan lo escoge el jugador.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero en el centro de la mesa, escogiendo cualquiera de las dos caras.
- Se mezclan las losetas de región exterior según en tres pilas según la ciudad y se colocan bocabajo en los espacios correspondientes.
- Se mezclan las losetas de consejo de la ciudad y de nobleza y se forman dos pilas en los espacios correspondientes bajo la ciudad de Florencia. Sobre la pila de losetas de consejo de la ciudad (las marrones) se coloca la ficha de 3 florines de penalización.
- Según el número de jugadores, se forma una pila de fichas de blasones de Medici, se mezcla y se coloca en el espacio central del tablero bajo Florencia (5/7 blasones para 2-3/4 jugadores).
- Se distribuyen de forma aleatoria los 5 intermediarios por el tablero, colocándolos encima de espacios coincidentes.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial, al que se le entrega el marcador identificativo.
- Se forma una reserva general con los florines, seguidores, visados, obispos y carruajes.
- El jugador inicial recibe 2 florines, el ultimo jugador en el sentido de las agujas del reloj (quien esté sentado a la derecha del primer jugador) recibe 4 florines. El resto de jugadores, si los hubiese, reciben 3 florines.
- Cada jugador escoge un color y recibe 12 familiares, 1 loseta de obispo, 1 loseta de carruaje y 3 losetas de consejo de la ciudad, de las cuales debe escoger una y colocarla bocarriba en su zona de juego (devuelve a la pila las demás).
- Una vez todos los jugadores han escogido su loseta de consejo de la ciudad y devuelto las 2 restantes, se vuelve a mezclar la pila de losetas de consejo de la ciudad y se coloca encima el marcador de 3 florines de penalización.
- Ahora, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador coloca 2 familiares por el tablero lanzando los dos dados y colocándolos en ciudades de la región resultante (7 permite colocar en cualquier ciudad).
- Finalmente, los jugadores colocan 2 familiares mas, pero ahora escogiendo en dos ciudades adyacentes a una región escogida por el jugador. En una misma ciudad pueden colocarse varios familiares
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Il Vecchio consta de un número indeterminado de rondas hasta que se detona el final de la partida. En una ronda, cada jugador disfrutará de un turno, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
El turno de un jugador se resuelve escogiendo una de las siguientes opciones:
- Acciones de Ciudad. El jugador ejecuta la acción de un espacio de ciudad en la que se encuentre uno de sus familiares en pie, recibiendo el beneficio correspondiente. Para ello tumbará al familiar (no pudiendo volver a ejecutar acciones mientras esté tumbado) o empleará una loseta de obispo, que permitirá al familiar mantenerse en pie aun activando la acción. Hay dos tipos de ciudades:
- Familiar en Ciudad con Escudo de Armas. Si en el espacio se encuentra el intermediario correspondiente, el jugador puede tumbar a su familiar, conseguir el elemento ofrecido por el intermediario (seguidor de uno de los 3 tipos, 2 carruajes/2 obispos o visados/5 florines) y desplazar al intermediario a la siguiente ciudad con su escudo en el sentido de las agujas del reloj. Es necesario la presencia del intermediario para poder ejecutar la acción. Alternativamente, si se usa la loseta de obispo, no es necesaria la presencia del intermediario (si estuviese presente, el intermediario no se desplaza).
- Familiar en Ciudad Verde: se tumba al familiar para obtener 3 florines de la reserva o, alternativamente, se utiliza una loseta de obispo para no tumbar al familiar.
- Tomar el Control de una Provincia. El jugador activa un familiar en pie en una de las tres ciudades rojas. Para entrar en la provincia el jugador debe entregar las fichas de seguidores indicadas en la misma, así como los florines indicados en la posición libre más a la izquierda del track. Si el espacio contiene un blasón de Medici, el jugador revela el siguiente y se aplica el efecto (lo veremos más adelante), tras lo cual lo coloca en su zona de juego. Finalmente, el jugador toma la pila de losetas de la provincia correspondiente y escoge una, colocándola bocarriba en su zona de juego. Recordemos que estas losetas son de activación única durante toda la partida.
- Controlar una Oficina en Florencia. El jugador activa un familiar en pie en Florencia y devuelve a la reserva 2 losetas de visado. Ahora escoge una de los dos tracks en el que colocar a su familiar, ocupando la posición más cercana hacia la ciudad de Florencia. Si el espacio contiene un blasón de Medici, el jugador revela la siguiente ficha de la pila de blasones y se aplica su efecto (lo veremos más adelante). Tras esto, el jugador toma 5 losetas de la pila asociada al track correspondiente, escoge una y devuelve el resto bajo la pila. Si la ficha de penalización de 3 florines se encuentra sobre la pila escogida, el jugador deberá entregar 3 florines a la reserva. Las losetas de consejo de ciudad aplican su efecto a partir del próximo turno del jugador, mientras que las losetas de nobleza se mantienen ocultas y proporcionarán puntos al final de la partida.
- Refuerzos. El jugador lanza los dados y, según el valor obtenido, añade un familiar de la reserva al tablero en una de las ciudades de la región con el numero resultante. Si se obtiene un 7, el jugador escoge la región.
- Recuperar. El jugador levanta a todos sus familiares y recibe 1 florín de la reserva.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Antes de realizar las acciones que impliquen activar a un familiar en pie, el jugador podrá viajar con dicho familiar a cualquier localización (ocupada o no) pagando 1 florín por cada ciudad por la que el peón pase (contando la ciudad de destino, pero no la de origen). Alternativamente, el jugador puede desplazar al familiar a cualquier legalización sin pagar florines empleando una loseta de carruaje.
Cada vez que un jugador coloque un familiar en una posición de un track con el símbolo del blasón de los Medici, el jugador deberá revelar la siguiente loseta de blasón y mostrarla al resto de jugadores, ya que todos, incluido el jugador activo, se ven afectados. Existen tres tipos de efectos:
- Impuesto: cada jugador debe devolver a la reserva 1 seguidor, 3 florines, 1 visado, 1 carruaje o 1 obispo.
- Intermediarios: todos los intermediarios se desplazan a su siguiente ciudad, como si se hubiesen activado todos.
- Familiar: cada jugador debe tumbar un familiar en pie. Si todos los familiares estaban en pie, deberá devolver a la reserva uno de los familiares tumbados que se encuentren en el tablero. Los familiares en los tracks son inamovibles.
Fin de la Partida
El final de la partida se detona en la ronda en la que el último blasón de Medici es reclamado. Se completa la ronda en la que ocurre y da comienzo una última ronda en la que cada jugador disfruta de un doble turno (puede ejecutar 2 acciones de manera consecutiva en vez de 1). Un jugador tiene la opción de renunciar a este doble turno y recibir 2 puntos de victoria en el recuento final. Y, como caso especial, solo en esta ronda final se pueden colocar seguidores en un track completo. El coste de colocación y los puntos de victoria serán los correspondientes a la última posición del track. Si quedan losetas de provincia, el jugador consigue una de ellas.
Una vez todos los jugadores han tenido opción de disfrutar de su doble turno, se procede evaluar la puntuación final. Para ello tomaremos un seguidor de la reserva o de una ciudad sobre el tablero (si un jugador tuviese todos los seguidores en los tracks, tomar uno de ellos y recordar su posición) para anotar los siguientes puntos:
- Puntos de Victoria de las Losetas de Nobleza.
- Puntos de Victoria por cada familiar situado en las provincias exteriores.
- 2 Puntos de Victoria por cada familiar en el consejo de las regiones de Florencia.
- 1 Punto de Victoria por cada familiar en el track de Nobleza de la ciudad de Florencia.
- 5 Puntos de Victoria si se posee un familiar en cada una de los tracks (los 3 de las regiones exteriores y los 2 de la ciudad de Florencia).
- 3 Puntos de Victoria por cada track en el que el jugador tenga mayoría de familiares. En caso de empate, anotará los puntos el que haya colocado un seguidor antes en la pista.
- 1 Punto de Victoria por cada Blasón de Medici.
- 2 Puntos de Victoria si se ha pasado en el doble turno.
El vencedor será el jugador con más puntos de victoria. En caso de empate, el ganador será el jugador con más seguidores y visados en su reserva persona. Si aún persiste la igualdad, el ganador será el jugador con más florines. Si no se ha deshecho el empate, los jugadores comparten la victoria.
Variantes
Menos Azar: en la acción de refuerzo el peón se puede colocar en la ciudad que se desee y se ignoran los eventos de los blasones de Medici.
Opinión Personal
Una de las pruebas más claras del crecimiento de la afición es la repercusión que alcanzan los títulos cuando son lanzados, sobre todo gracias a buenas campañas de publicidad que nos ponen en alerta incluso varios meses antes de que el juego llegue al mercado. Cuando esto ocurre, la fruta está lo suficientemente madura como para que el producto tenga una acogida aceptable, al menos en un primer momento, gracias a ese tirón inicial. En mi opinión, esto ha permitido a muchos juegos destacar de una forma que años atrás habría sido imposible. Volviendo al tema de las campañas, no hay mejor forma de llegar a todo el público que ser galardonado con alguno de los influyentes premios que hoy en día se otorgan. Que un juego sea siquiera nominado al Spiel des Jahres ya casi asegura su reedición, pues lo más probable es que esa primera tirada se agote. Y si el juego cala en el público, las expansiones no tardarán en aparecer.
Todo este párrafo que suena a abuelete quejándose de los tiempos modernos (un poco sí, ¿eh?) me sirve para comenzar la tochorreseña del juego que hoy nos ocupa. Y lo hace por las siempre odiosas comparaciones. Contextualicemos. El bueno de Rüdiger Dorn es uno de esos autores con unos cuantos años en el panorama y que se mantiene en buena forma. Cada año consigue ver publicados al menos un par de diseños, reediciones y reversiones aparte. Pero, en mi opinión, al bueno de Rüdiger le falta en su currículo ese juego que aúna público y crítica. Ese gran juego que rápidamente viene a la cabeza cuando se nombra al autor. Los que estamos metidos en el mundillo podemos enumerar un buen puñado de sus juegos. Pero difícilmente encontraremos un consenso respecto a ese «mejor juego», a ese título imprescindible en la colección de este autor. Unos dirán que es Goa. Otros dirán que es Los Mercaderes de Génova. Incluso algunos más atrevidos mencionarán Karuba o Istanbul. Los votos estarán muy repartidos, señal de que no existe ese gran éxito.
De los títulos mencionados de soslayo, me quiero detener en el ínclito Istanbul (aquí su tochorreseña). Un juego con una mecánica principal de Pick-Up & Deliver que tomaba elementos de Los Mercaderes de Génova para desarrollar un juego que se hizo con el Kennerspiel des Jahres del 2014, imponiéndose a Rokoko y Concordia, dos grandes diseños que, a mi modo de ver, están muy por encima del juego ambientado en la capital turca. Ya en su día analicé los problemas de Istanbul que, sin ser un mal juego, incurría en el principal defecto de los juegos que implementan la mecánica de recoger y entregar, que no es otro que el de la repetición y la monotonía. El juego, para los que no lo conozcáis, consiste en ir desplazando una pila de discos por diversas localizaciones para ir obteniendo ciertos elementos que entregar en otras. Una carrera por ser el más eficiente en cumplir estas entregas, ya que, con cada iteración, el lote a entregar se iba encareciendo. Pero poco más. Puedo entender el éxito del juego, porque no es un mal diseño, pero es de esos juegos que, en mi caso, tras dos o tres partidas no quieres volver a ver en mesa porque siempre tienes la misma sensación y siempre tomas las mismas decisiones.
Pero no es menos cierto que Istanbul supuso un antes y un después para Dorn. Títulos anteriores suyos fueron nominados o recomendados en los galardones por excelencia del mundo eurogamer. E Istanbul se ha convertido en toda una franquicia, con su Big Box o su versión de dados.
Volviendo al momento abuelo cebolletas, lo que me parece sorprendente es que un diseño que comparte la esencia de este Istanbul, diseñado por el propio Rüdiger Dorn y cuyo lanzamiento al mercado no fue especialmente anterior pasase sin pena ni gloria por el mercado. Si ojeamos las estadísticas de la BGG, mientras que Istanbul descansa en las estanterías de más de 20.000 aficionados, Il Vecchio solo lo poseen poco más de 2.000 coleccionistas. Y digo que me parece sorprendente porque, compartiendo la esencia, Il Vecchio me parece mucho mejor juego, apuntando a un mismo público objetivo. Vamos a ver por qué.
En Il Vecchio tomamos el control de una familia influyente en la Italia Renacentista, con los Medici ya bien posicionados. Nuestro objetivo es intentar arrebatarles un trozo del pastel, y, para ello, intentaremos enchufar a nuestros familiares en los distintos puestos de importancia, tanto en Florencia como en las regiones de Venecia, Milán o el Vaticano. Conseguir esto requerirá hacer acopio de elementos de poder, ya sean seguidores (asesinos, caballeros o abades), visados y, por supuesto, dinero, mucho dinero.
El tablero de juego representa las distintas ciudades de la Toscana italiana conectadas mediante una red de caminos que permitirán a nuestros familiares desplazarse. Estos familiares serán peones que representarán a nuestra familia a lo largo de la partida. El fin último será encontrar una posición en alguno de los tracks asociados a las localizaciones anteriormente mencionadas y que proporcionarán puntos de victoria y beneficios diversos. Pero antes, habremos de haber conseguido los requisitos exigidos por cada localización. Estos elementos se consiguen en el resto de ciudades del tablero logrando coincidir con unos bloques, los intermediarios, que irán desplazándose por las ciudades a medida que los jugadores logren reunirse con ellos. La mayoría de ciudades funcionan como oficina de uno de estos intermediarios (hay cinco), de forma que, cuando un intermediario sea activado, automáticamente se desplazará a la siguiente oficina en el tablero siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Esto es posible porque la red de conexiones del tablero forma una especie de rosquilla con un hueco en el centro, donde se encuentra la ciudad de Florencia, de forma que es fácil identificar cual es la siguiente ciudad a la que debe desplazarse el intermediario.
Como ya estaréis suponiendo, uno de los principales problemas a resolver en Il Vecchio es lograr que nuestros familiares coincidan con el intermediario que nos interesa. Si tenemos la suerte de que el intermediario llegue a una ciudad donde ya teníamos un familiar, eso que nos ahorramos. Pero lo habitual será que tengamos que realizar viajes con nuestros familiares. Aquí es donde entra la gestión del principal recurso del juego, el dinero. Mediante los florines los jugadores costearán el viaje de sus familiares, teniendo que devolver a la reserva un florín por cada ciudad que se visite hasta llegar al destino final (incluido en el precio). Además, también será necesario costear la colocación de los familiares en los puestos importantes de las regiones exteriores.
¿Y cómo se consigue dinero? Pues, de nuevo, activando familiares en acciones concretas. Habrá ciudades que proporcionen florines de forma directa sin necesitar de intermediarios o, si somos hábiles, lograremos cruzarnos con el intermediario que expedita los visados, el cual puede, alternativamente, proporcionarnos importantes ingresos. Los otros intermediarios son los que nos proporcionarán los tres tipos de seguidos (caballeros, asesinos o abades) y el que nos permite obtener carruajes u obispos, losetas que facilitarán los desplazamientos por el tablero o la activación de acciones sin necesidad de coincidir con el intermediario.
Así, se establece un frenético baile de familiares de todos los jugadores intentando cazar a los intermediarios en las ciudades correspondientes antes de que sean activados y prosigan su camino, para desgracia nuestra y de nuestros bolsillos. Una vez que un jugador se haya hecho con los elementos necesarios para colocar un familiar, rápidamente deberá enviarlo a la ciudad correspondiente para ocupar su nuevo cargo a cambio de los elementos requeridos y, probablemente, una importante suma de florines.
Además de los puntos que se obtendrán al colocar familiares en los distintos tracks, también recibiremos importantes beneficios adicionales. Así, en las ciudades exteriores recibiremos una loseta con un efecto de activación única (a elección del jugador, tanto la loseta como el momento de activarla), mientras que en Florencia dispondremos de dos tracks, uno que permite obtener losetas del consejo de la ciudad (las cuales proporcionan efectos permanentes) y otro que permite obtener losetas de nobleza (que proporcionan puntos adicionales según determinadas condiciones). Para rematar, a los jugadores se les bonificará en la evaluación final ser quien más familiares haya logrado colocar en cada uno de los tracks, así como por haber logrado colocar al menos un familiar en todos los tracks.
El progreso de la partida dependerá de la celeridad con la que los jugadores vayan ocupando estos espacios de importancias en los respectivos tracks, ya que ciertas posiciones muestran un blasón de los Medici, de forma que, cuando una de estas posiciones sean ocupadas, se desencadenará un efecto negativo para los jugadores (como muestra de poder de la familia dominante, no vaya a ser que nos vengamos arriba), que puede ir desde tener que desactivar un familiar hasta ver como todos los intermediarios se desplazan un paso, rompiendo posibles estrategias. Estos blasones formarán una pila y, cuando esta se agote, el final de la partida se habrá detonado.
Y no tiene mucho más. El juego consiste en desplazar familiares a los puntos de activación correspondientes, obtener los elementos necesarios para, finalmente, colocar a dichos familiares en los distintos track. Sencillo y directo. O no tanto, ya que a los jugadores se le someterá a un estrés constante por mantener la maquinaria en marcha. Al comienzo de la partida tendremos un reducido número de familiares en el tablero. A poco que coloquemos un par en los tracks, nuestro margen de maniobra se verá reducido. Es por ello que los jugadores pueden introducir nuevos familiares en juego (mediante una mecánica algo azarosa con una tirada de dados que determina el conjunto de ciudades entre la que escoger el punto de partida de ese nuevo familiar), empleando nuestro turno en esta ampliación de plantilla en vez de activar una ciudad.
Igualmente, nuestros familiares, al activar una acción de ciudad que proporcione un beneficio, caerán rendidos y no podrán desplazarse o volver a activar ninguna acción hasta que no sean recuperados «perdiendo el turno». Como ya habréis supuesto, Il Vecchio tiene un importante factor carrera, por lo que cada turno que empleemos en levantar a nuestros familiares o introducir un nuevo familiar será un turno «no productivo», permitiendo que nuestros rivales nos adelanten por la derecha, ya sea activando al intermediario con el que teníamos una cita u ocupando el siguiente espacio de ese track para el que ya teníamos todos los elementos, pero ahora cuesta más caro. Lo dicho. Un juego rápido, directo, de normas simples y que encajará a la mayoría de jugadores, incluso aquellos que miran recelosos los juegos que implementan el Pick-Up & Deliver.
Volviendo al tema de las comparaciones, supongo que aquellos que hayáis jugado a Istanbul ya habréis encontrado las similitudes. Más allá del sistema de desplazamiento, que es donde encontramos la principal diferencia entre ambos diseños, el eje del juego es el mismo, esto es, visitar ciertas localizaciones para obtener unos elementos que entregar en otras. Y hacerlo lo antes posible, ya que el coste será creciente y la recompensa igual o menor.
¿Por qué me parece mejor juego? Pues por muchos motivos. El primero y principal es por su excelente ritmo de partida. En Il Vecchio las acciones son simples y directas y se pueden resumir en tres: activar un peón para obtener el beneficio de la localización correspondiente, añadir un nuevo peón al tablero o levantar a todos los peones inactivos sobre el tablero. No hay más. La decisión de qué peón activar dependerá de cuál es nuestro siguiente objetivo. Si queremos ir a una región exterior, necesitaremos un determinado conjunto de seguidores y florines. Si queremos colocar el familiar en Florencia, necesitaremos dos visados y, dependiendo del track, algunos florines más. Esto provoca que, una vez los jugadores conocen el diseño, el entreturno es prácticamente inexistente. No hay trabas a la hora de activar una acción más allá de no disponer de los elementos necesarios, algo que se evalúa con un simple vistazo. ¿Queremos un seguidor concreto? Si nuestro familiar no es capaz de viajar a la ciudad donde se encuentre el intermediario (salvo que dispongamos de una loseta de obispo, que nos exime de tener que conseguir este encuentro), no podremos conseguirlo, ya sea por falta de monedas (o carruajes) y/o familiares en pie. Lo habitual será que mientras estamos tomando los elementos que corresponden a la acción efectuada, ya nos vuelva el turno casi sin tiempo para evaluar nuestro segundo paso. Es, sencillamente, frenético. Y esto en un juego con la mecánica de Pick-Up & Deliver me parece algo fundamental, pues evita caer en el tedio. En Istanbul teníamos el mecanismo de los discos que suponía un pequeño reto individual a la hora de optimizar las rutas, por lo que los turnos no se resuelven tan velozmente como aquí.
El segundo punto fundamental es que las rutas están en constante variación. En Il Vecchio el tablero está cambiando turno a turno. Lo que era válido en nuestra anterior acción ahora no lo es y hay que estar adaptándose de forma continua. Este continuo baile de los intermediarios es lo que le da alegría al juego y nos mantiene en constante tensión por intentar adelantarnos al movimiento de nuestros rivales. Lograr activar un intermediario en un momento clave antes de que lo haga un rival que necesitaba el elemento proporcionado para efectuar su siguiente paso y que no puede realizarlo es un pequeño paso que nos acercará a la victoria. Los llantos y suspiros no pararán de escucharse. Este es, probablemente, el punto diferencial más importante respecto a Istanbul, en el que el único cambio relevante en las localizaciones a lo largo de la partida es la reducción de elementos disponibles. Pero las rutas se mantienen estáticas, aparecido esa sensación de estar haciendo lo mismo varias veces.
Y el tercero y no menos importante es el tema de los combos y las vías alternativas, algo inexistente en Istanbul. Aquí los jugadores tienen la posibilidad de obtener losetas con efectos permanentes que les permitirán adoptar diversas estrategias. Por ejemplo, hay losetas que permiten introducir un familiar cuando se realice la acción de levantar peones, u otras que proporcionan beneficios aumentados al ejecutar una acción concreta. Estas losetas alterarán el peso de las decisiones de los jugadores. Lo que para uno es muy interesante, para otro puede no serlo. Por otro lado, tenemos las losetas de nobleza, que proporcionan puntos siguiendo determinados patrones. Cuanto antes nos hagamos con estas losetas, mas podremos enfocar nuestro desarrollo de forma que arañemos la mayor cantidad de puntos. Y, por último, las regiones exteriores proporcionan losetas con efectos de activación única que podemos escoger buscando el mejor encuadre con los elementos anteriormente mencionados, especialmente las losetas de puntuación.
Son estas tres diferencias las que me proporcionan sensaciones mucho más satisfactorias cuando juego a Il Vecchio y me acuerdo del sopor en el que me sumergía con Istanbul. Lo digo sin temor a equivocarme: Il Vecchio es el eurogame con mecánica de Pick-Up & Deliver con el que más disfruto durante la partida. Es más, prácticamente me olvido de la mecánica a causa del frenesí constante en el que me veo envuelto. Soy de lo que piensa que, si Il Vecchio hubiese sido lanzado en una fecha posterior a Istanbul, estaríamos hablando de un gran éxito de ventas, pues se habría aprovechado el tirón del autor en un juego que, en mi opinión, funciona mil veces mejor y está enfocado a un mismo tipo de público. Una pena que esté complicado de conseguir, pero seguro que, si sois pacientes y os ha llamado la atención, por algún hilo de venta haga acto de aparición a un precio más o menos asequible.
El último punto, además, incide positivamente en la rejugabilidad, ya que abre varias vías a explorar, siendo un diseño bastante asequible. Pero ya durante la primera partida uno atisba que el juego puede tener bastante recorrido gracias al buen puñado de losetas de efectos y puntuación, así como por la lucha con los demás jugadores por ocupar los espacios de privilegio. No es que sea un juego especialmente interactivo, ya que no podemos hacer nada por fastidiar a nuestros rivales más allá de adelantarnos a su jugada. Pero si es de esos juegos en los que estaremos constantemente controlando qué posee el rival y qué puede hacer en función de ello para priorizar nuestros movimientos.
La escalabilidad si se resiente un poco en cuanto aparece el sistema de mayorías en los tracks. Puede ser un ejercicio entretenido jugar a dos, pero como el juego luce realmente es con cuatro colores sobre el tablero. Es cuando es imposible prever cómo va a estar el tablero en nuestro siguiente turno, por lo que las indecisiones serán más habituales y la tensión irá en aumento al ver como los espacios en los tracks se llenan al doble de velocidad.
Pasemos a la edición. Aquí nos encontramos calidades Hall Games/Pegasus Spiele, esto es, cartón de buen grosor y flexibilidad adecuados para un destroquelado sencillo y sin problemas. Los peones de madera tienen una silueta particular y no son especialmente atractivos, pero cumplen bien su función. El reglamento está aceptablemente bien estructurado, aunque le pongo como pequeña pega que no haga referencia a la ficha de penalización que se coloca sobre las losetas de nobleza y de consejo hasta casi el final del mismo. Es de esos detalles que no encuentras fácilmente si no recuerdas donde se habla de ello y puede generar dudas en una primera partida.
A los pinceles tenemos a Andreas Resch, un ilustrador que parece una especie de discípulo de Dennis Lohausen, especialmente a la hora de dibujar personajes. Afortunadamente, el discípulo ha superado con creces al maestro. Realmente no sé si guardan algún tipo de relación, pero no es extraño confundir una portada de Resch con una portada de Lohausen, como la de este mismo Il Vecchio. Me parece un artista funcional y que ofrece trabajos bien acabados y con una simbología clara, como podemos apreciar en las fotografías. El único detalle extraño es el tema del tablero a doble cara. Es cierto que una de ellas muestra unos colores más intensos, con predominio del verde, pero es mucho menos funcional que la principal, que divide las regiones en colores para una rápida identificación.
Y vamos cerrando. Il Vecchio es un juego con mecánica principal de Pick-Up & Deliver que muestra un flujo de partida trepidante con una variación constante en las rutas a cubrir, lo que evita que los jugadores caigan en el tedio habitual de los diseños que implementan este sistema. Entreturno prácticamente inexistente y varias vías por explorar gracias a las losetas de efectos y de puntuación. Un peso medio más que recomendable y cuya única pega que le encuentro es que a dos jugadores flojea. Por todo esto le doy un…
Como siempre muy buenas reseñas ! 👍😀
Muchísimas gracias!
Coincido 100% en la reseña, es de los mejores juegos de dorn y mucho mejor que istambul, lo conseguí hace unos dos años de saldo y no pienso deshacerme de el, es un juegazo. Misut sigue así y…. VIVA EL BETIS. 😉
Manque pierda!!! Aunque el año pasado perdió poco, a ver si continua la racha 😛
Un saludo y gracias!
Il Vecchio es una Joyita, lo mismo que el pobre «Mercado» que se anda saldando y que es un señor «filler».
Cómo te va Misut!. Por qué motivo es flojo a dos jugadores?
Porque es un juego en el que el elemento principal es que las localizaciones en las que se pueden resolver acciones están en constante movimiento. A 2 jugadores hay mucho mas control y el juego pierde parte de la gracia al poder, mas o menos, planificar tus siguientes turnos. A 4 jugadores, es tremendamente táctico y eso le sienta muy bien al juego.
Qué pena haberlo descubierto tarde y que esté prácticamente imposible de conseguir 🙁
Por tu culpa me he comprado el juego 😂.
Creo que tienes un par de erratas en la preparación , el punto 9 sobra porque lo incluyes en el 10.
Y cuando se colocan los familiares 3 y 4 no sé tiran los dados , es en una región a tu elección ( eso ponen mis reglas italianas y en las inglesas de la bgg).
Un saludo y muchas gracias por tus reseñas y podcast.
Me compré hace poquito el juego por tu consejo y me gustaría estrenarlo en Semana Santa.
Es el primer juego, que veo que no hay partida o reseña en Youtube, por lo que es también el primer juego que lo jugaré 100% con tu tochoreseña. Me quedan algunas dudas.
1- Entiendo que dos familiares no pueden compartir ciudad, verdad?.
2- Entiendo que en las ciudades negras, marrones, blancas, gris y moradas solo se activan si está el intermediario en ellas. Sino no se cobra el beneficio, verdad? (aunque existe la opción de gastar una loseta de obispo aunque no haya intermediario).
Si, no hay limite de peones en una localización. De hecho en la preparación de la partida se ve que hay varios peones en una misma localización.
Y para activar un intermediario, obviamente, tiene que estar su peón (lo que detona su desplazamiento).
Espero que te guste!!
Estoy aprendiendo las reglas para estrenar esta novedad, y creo que una nota importante para la preparación (que no encontré aquí) es que las ciudades pueden albergar cualquier cantidad de familiares.
una Ficha de Penalización (inicialmente en la pila de losetas de nobleza)
Inicialmente en la pila de losetas de consejo, si no me equivoco.
Aplicadas las correcciones!! Muchas gracias por el aviso!