Reseña: La Era del Carbón

Reseña: La Era del Carbón

Essen. Durante las primeras décadas del siglo XX se cuenta con una inagotable reserva de carbón. Como dueño de tu propia mina deberás construir vagonetas, enviarlas a las entrañas de la tierra y extraer el carbón necesario para cumplir tus encargos. Dichos encargos te proporcionaran puntos de victoria pero también serán muy específicos en cuanto al tipo de carbón que requieren. Como cada tipo de carbón se encuentra en un nivel diferente te verás obligado a invertir capital en expandir las galerías de tu pozo. Tu compañía contará con un número limitado de trabajadores que tendrás que gestionar con inteligencia, ya que cuanto más tardes en asignarle una tarea, mayor número de ellos necesitarás para llevarla a cabo. Ha llegado el momento de ensuciarse las manos. Como dicen en Essen, “Glück Auf!”.

Así se nos presenta este La Era del Carbón, diseñado por la que probablemente sea pareja de diseñadores más prolífica de la historia de los juegos de mesa, Michael Kiesling y Wolfgang Kramer. De la combinación de sus ideas han salido clásicos como Tikal, Torres, Los Palacios de Carrara, Asara o Abluxxen. Su primera edición fue publicada por Pegasus Spiele en 2013 (en inglés y alemán) bajo el título de Glück Auf. También ha sido publicado, entre otros idiomas, en francés (Gueules Noires) por Gigamic o en inglés (Coal Baron) por R&R Games. De las ilustraciones se encarga Dennis Lohausen, artista que no para de trabajar últimamente, con participación en juegos como The Voyages of Marco Polo (aquí su tochorreseña), Gaucho, Terra Mystica (aquí su tochorreseña) o Fields of Arle.

Reseña: Abluxxen

Reseña: Abluxxen

En Abluxxen, cada jugador intenta jugar tantas cartas como sea posible, porque cada carta jugada cuenta un punto, mientras que cada carta que quede en la mano al final del juego cuenta un punto negativo. Durante el juego trata de quitar cartas jugadas al resto de jugadores y ponerlas en tu mano. ¡Juégalas sobre la mesa y obtendrás puntos extra positivos al final del juego! Pero si se te quedan en la mano, conseguirás puntos negativos… En el momento en que un jugador haya jugado todas las cartas de su mano, finaliza el juego y se cuentan los puntos ¡El jugador con más puntos gana!

Así se nos presenta este Abluxxen, también conocido como Linko! Un juego del incombustible Wolfgang Kramer, junto a Michael Kiesling. Por citar algunos clásicos: Torres, Java, Tikal, La Era del Carbón… El juego fue editado en 2014 por Ravensburger Spieleverlag GmbH en dos versiones, una en alemán, bajo el nombre de Abluxxen, y otra en multilenguaje, con el título de Linko! De las ilustraciones se encarga Oliver Freudenreich, quien ya se encargó de grandes clásicos como Goa, The Downfall of Pompeii o Santiago.

Reseña: El Grande

Reseña: El Grande

Hay juegos que nos llaman la atención por detalles curiosos. Hay juegos con un sabor especial. Y Hay juegos que son un referente. Y el juego que tratamos hoy es todo esto y más. Estamos hablando de El Grande. Ya sé que no se trata de la última novedad llegada de Essen (aunque la edición que usaremos en esta reseña si es bastante reciente), pero no por ello no es un juego que es descubierto por nuevos jugones y que el paso del tiempo no hace mella en él.

El Grande es, como su nombre indica, un grande de la historia lúdica. Publicado en 1995 (hace ya casi 20 años), es un diseño del incombustible Wolfgang Kramer, en colaboración con Richard Ulrich. En 1996 se hizo con el Spiel des Jahres, encumbrándolo como uno de los mejores juegos del año, y de la historia.

Reseña: Asara

Reseña: Asara

Se acercaba mi cumpleaños. Y ya es tradición que entre mis colegas de Barcelona y yo nos regalásemos juegos de mesa (socorridos, del gusto de todos, asequibles y con posibilidad de jugar cuando nos visitamos). Nos pusimos a indagar un poco buscando algún juego que fuera relativamente nuevo y que ofreciese algo distinto a lo que ya tenia. Y encontré esta joyita de la que voy a hablaros.

Como carta de presentación, Asara fue uno de los juegos nominados al Spiel de Jahres del 2011 (año en el que el ganador fue Qwirkle). Pero llegar a las nominaciones da una idea de que nos encontramos ante un producto de calidad. Es un diseño de Michael Kiesling y Wolfgang Kramer.