Primeras Impresiones: Zombicide

Primeras Impresiones: Zombicide

Como bien sabéis, queridos lectores míos, no soy lo que se diría un amante de los juegos colaborativos puros. Más bien todo lo contrario. Soy un tipo demasiado competitivo en el que el aliciente principal al jugar una partida es intentar superar a los demás. Estos otros jugadores, a su vez, van aprendiendo a la vez que un servidor, por lo que el reto es cambiante. Entonces, los juegos colaborativos puros o los juegos en solitarios no terminan de atraerme por esto mismo. No dejo de verlos como un puzle que hay que resolver. Pero eso no quita que pueda jugar e, incluso, disfrutar de ellos. Y la pareja con la que solemos jugar habitualmente nos propuso echar una partida de Zombicide, el famoso destroza-campañas de crowdfunding diseñado por Raphaël Guiton, Jean-Baptiste Lullien y Nicolas Raoult, que ya va por su tercera temporada.

¡Hay para todos!
¡Hay para todos!

Primero unas pequeñas nociones de cómo funciona el juego. Por si alguien no lo conoce (y no lo supone por el título del juego), va de sobrevivir a un holocausto zombie. En el juego tomaremos el papel de uno de los personajes disponibles y, junto con el resto de compañeros, intentaremos salir vivos de un escenario preestablecido, normalmente cumpliendo ciertas condiciones.

Primeras Impresiones: Keltis

Primeras Impresiones: Keltis

Pero bueno, centrémonos. ¿De qué va Keltis? Intentad hacer uso de toda vuestra capacidad imaginativa, porque así se presenta el juego: «Todos empezamos entre tinieblas, pero cada paso que damos nos acerca a la luz. Esto es lo que dice la sabiduría céltica sobre la vida y de eso va Keltis». ¿Cómo os quedáis? Una manera elegante de decirnos que estamos ante un juego totalmente abstracto.

Pero bueno, centrémonos. ¿De qué va Keltis? Intentad hacer uso de toda vuestra capacidad imaginativa, porque así se presenta el juego: «Todos empezamos entre tinieblas, pero cada paso que damos nos acerca a la luz. Esto es lo que dice la sabiduría céltica sobre la vida y de eso va Keltis«. ¿Cómo os quedáis? Una manera elegante de decirnos que estamos ante un juego totalmente abstracto.

Reseña: Indigo

Reseña: Indigo

Estamos ante uno de esos casos extraño de entrada en mi ludoteca. No por el juego en sí mismo, sino por su autor, el prolífico Reiner Knizia. Se puede hablar largo y tendido de toda su obra. Pero estaremos de acuerdo en que el matemático doctor posee entre sus títulos publicados auténticas obras de arte del mundo lúdico. Lo «normal» habría sido que alguno de estos juegos megaconocidos hubiese entrado antes en mi estantería. Pero no. Fue este Indigo, gracias a una oferta irrechazable. Pero ya os digo que en mi colección han entrado (y entraran) muchos Knizias.

El índigo, o añil, es una tonalidad intensa de azul, que ya se extraía de las plantas de índigo en la antigüedad. Su color azul oscuro fue considerado como símbolo de la eternidad e inmortalidad por muchas culturas y religiones. Como color tiene un efecto relajante en el cuerpo humano y mantiene la cabeza fría. De esta forma deberían intentar mantener la cabeza los jugadores durante el juego para asegurarse las piedras preciosas.

Primeras Impresiones: Santiago

Primeras Impresiones: Santiago

Un juego con una portada tal que cualquier jugón con la mente sucia puede dejar volar la imaginación seguro que esconde algo bueno. Hoy os traigo mis primeras sensaciones tras jugar a Santiago, un juego diseñado por Claudia Hely y Roman Pelek, publicado en 2003.

En Santiago tomamos el papel de terratenientes en la Isla de Santiago (Cabo Verde), donde es difícil conseguir agua para el cultivo, actividad a la que nos dedicaremos principalmente. Entonces las avanzadas técnicas de irrigación lo son todo. El capataz de riego decide donde se irriga, así que habrá que usar toda nuestra locuacidad (y dinero) para convencerle de cuál es el mejor lugar para excavar esa preciada acequia.

Reseña: Russian Railroads

Reseña: Russian Railroads

El hype. Ese inquieto compañero de viaje lúdico. Un día estás tranquilo en tu casa navegando y, de repente, lees una reseña que hace que este se despierte y empiece a carcomerte por dentro poco a poco, y, sin que te des cuenta, en unos pocos días tienes un ansia viva por conseguir ese juego que, hasta hace no mucho, ni conocías su existencia. En este caso no ha ocurrido así, pero casi. El juego lo conocía, había leído reseñas y, llamándome la atención, mi hype no se había despertado. Pero fue a raíz de comenzar a leer críticas positivas más sosegadas, alejadas en el tiempo desde su fecha de lanzamiento lo que provocó el resurgir de mi impulso comprador. Y aquí estamos.

En Russian Railroads los jugadores compiten por crear la red ferroviaria más avanzada y extensa posible mediante la colocación de sus trabajadores en diversas tareas. El desarrollo los trayectos permitirá alcanzar lugares importantes, mientras que la modernización de su red ferroviaria mejorará la eficiencia de su maquinaria. Locomotoras modernas permiten cubrir mayores distancias, mientras que las fábricas producen tecnología mejorada en serie. También podemos contratar Ingenieros que, utilizados eficientemente, se convertirán en el impulso para llegar antes que la competencia. Hay muchos caminos hacia la victoria: ¿Quién alcanzará un esplendoroso futuro lleno de vapor? ¿Quién descarrillará? El que consiga superar todos los retos llevará su imperio hasta la cima y resultará victorioso.

Primeras Impresiones: Clans

Primeras Impresiones: Clans

Hoy os traigo las impresiones tras jugar a un juego del famosísimo Leo Colovini, autor de títulos como Cartagena, Inkognito o Atlantis entre otros, y que tiene ya sus años (fue publicado en el 2002).

En Clans representaremos a un determinado clan de la prehistoria que intenta imponer su supremacía entre los demás. La gracia es que los jugadores solo conocen el color del propio clan al que representan, desconociendo el color de los demás jugadores. Como supondréis, hay siempre un clan más que jugadores en la partida, de forma que siempre existirá la duda de la identidad de cada jugador.