Reseña: Honey Buzz
Introducción
La primavera ha brotado en los bosques de Sweetwater Grove. Pero algo es diferente este año. ¡Las abejas han descubierto la economía! La reina tiene un plan para abrir un puesto en el mercado del bosque. Si las abejas venden sus miel, tal vez los osos y otras criaturas del bosque dejarán la colmena en paz, y las abejas encontrarán paz y prosperidad por fin. Eres uno de los contables de Su Majestad, encargado para administrar eficientemente su propia porción de la colmena y las abejas obreras. Al asignar a sus abejas obreras para ampliar la colmena, creará celdas vacías para almacenar diferentes néctares. Eventualmente, esos néctares producirán miel, que puede vender en el mercado bajista o utilizar para completar pedidos. ¿Quién de vosotros se convertirá en el principal arquitecto de la nueva economía de la reina? Demostrad vuestro valor a Su Majestad trabajando de forma inteligente y estratégica. ¡Y no olvides las competiciones de la reina! Al final del juego, quien haya ganado más dinero será nombrado jefe del nuevo imperio económico.
Así se nos presenta Honey Buzz, un diseño de Paul Salomon (Genotype, Periodic). Publicado por primera vez en 2020 por Elf Creek Games tras una exitosa campaña de financiación mediante micromecenazgo. De las ilustraciones se encarga Anne Heidsieck (Majesty: La Corona del Reino, Welcome to the Moon).
Será publicado en español por Maldito Games (aunque el juego es prácticamente independiente del idioma a excepción de las cartas de concurso y del reglamento). Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de entre 45 y 90 minutos. El precio de venta al público es de 49,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición de Kickstarter (con sus extras) en inglés de Elf Creek Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 26,7×26,7×6,1 cm. (caja cuadrada de dimensiones similares a Gorinto), encontramos los siguientes elementos:
- Tablero de Colmena (de cartón)
- Tablero de Bosque (de cartón)
- 16 Losetas de Colmena Inicial (4 por jugador) (de cartón)
- 63 Losetas de Colmena Estándar (de cartón)
- 40 Abejas Obreras (10 por jugador) (de madera)
- 4 Abejas Buscadoras (4 por jugador) (de cartón)
- 4 Tableros de Jugador (de cartón)
- 4 Fichas de Abanico (de madera)
- 24 Losetas de Néctar (de cartón)
- 15 Fichas de Polen (de plástico)
- 28 Fichas de Miel (7 de cada tipo) (de plástico)
- 60 Monedas (en valores 1, 5, 10 y 20) (de cartón)
- 4 Losetas de Referencia (de cartón)
- Marcador de Jugador Inicial (de cartón)
- 78 Cartas (44×68 mm.):
- 18 Cartas de Configuración
- 26 Cartas de Pedido
- 12 Cartas de Competición de la Reina
- 10 Cartas de Solitario
- 12 Cartas de Competición en Solitario
- 2 Abejorros Zánganos (de madera)
- Reglamento
Honey Buzz es un peso medio en el que los jugadores alternarán turnos en los que deberán escoger entre añadir una loseta de colmena (son dos hexágonos con una acción en uno de ellos) a su panal colocando una pila de abejas obreras con una abeja más que la pila de mayor altura en el espacio correspondiente, o bien recuperar sus abejas. La loseta de colmena muestra una serie de acciones y unos bordes. Al generar un hueco se activarán todas las acciones de las casillas adyacentes al hueco. Con estas acciones conseguiremos nuevas abejas, desplazaremos a nuestra exploradora para conseguir losetas de néctar (que se colocan en los huecos si se cumple un determinado patrón), conseguir monedas (son puntos de victoria aunque se pueden utilizar para un par de acciones), producir (colocando un marcador en una casilla activando todas las casillas de néctar adyacentes, generando miel del tipo correspondiente) o comerciar (pudiendo completar contratos entregando la miel correspondiente o vender elementos de un tipo para obtener las monedas indicadas, reduciendo su precio). Habrá una serie de objetivos (de carrera o de final de partida) por los que los jugadores lucharán. El final de la partida se detona cuando se agoten dos de las tres pilas de contratos o el valor de al menos cuatro elementos han llegado al mínimo.
Conceptos Básicos
Empecemos por el Tablero de Bosque. Este muestra tres zonas. A la izquierda tenemos la zona del campo, donde se colocarán las losetas de néctar para que las buscadoras se hagan con ella. En la zona superior derecha encontramos los tracks de mercado, con una columna para cada tipo de néctar (wildflower, rosemary, cherry blossom y acacia), más una quinta para el polen. Cada track muestra un numero de casillas asociadas cada una a un valor entre 8 y 2. Finalmente, en la banda inferior derecha encontramos los espacios para los pedidos. Cada espacio tendrá asociada una acción.
Las Losetas de Néctar muestran, por su reverso, su origen (esto es, la flor de la que procede, que puede ser de una planta o de un árbol), mientras que, por su cara frontal, muestra un tipo de néctar (wildflower, rosemary, cherry blossom o acacia) y un patrón hexagonal asociado, donde cada lado estará en borde rojo o en borde amarillo. Este patrón será importante para poder añadir la loseta de néctar a la colmena del jugador.
Por otro lado tenemos las Fichas de Miel, correspondientes a cada tipo de néctar incluido en el juego (wildflower, rosemary, cherry blossom o acacia). Estas fichas se colocarán sobre las losetas de néctar cuando estas produzcan. Sobre cada loseta de néctar solo podrá haber una ficha de miel. Así, si una ficha de néctar vuelve a producir pero aún tiene sobre ella una ficha de miel, no se producirá nueva miel. La miel se utilizará para completar pedidos o para vender en el mercado. La miel sobrante al final de la partida proporcionará puntos de victoria.
Cada jugador gestionará una colmena. Esta se conformará con las Losetas de Colmena. Cada loseta muestra dos hexágonos con una acción (de seis posibles) en uno de ellos (la otra casilla está vacía). A su vez, los dos lados laterales muestran un borde amarillo, mientras que los 4 bordes internos que tienen en común los vértices del lado común entre ambas casillas serán de color rojo (los lados que separan los bordes rojos y los bordes amarillos tendrán color naranja y no estarán remarcados). A la hora de colocar las losetas en la colmena, el detalle clave es que los jugadores deberán hacerlo siempre conectando los lados naranjas, lo que irá generando huecos internos que estarán rodeados por los bordes rojos o amarillos de las losetas que lo conforman. Cuando un jugador conforme un hueco completo con los bordes adecuado podrá albergar en su interior la loseta de néctar correspondiente.
Cada jugador comenzará con cuatro Losetas de Colmena Inicial que muestran cuatro de las seis posibles acciones. La configuración inicial vendrá determinada por una Carta de Configuración (hay distintos niveles de complejidad según el color de la carta). Estas cartas determinan el patrón de colocación, pero los jugadores decidirán qué loseta se coloca en cada espacio, así como su orientación.
Para conseguir las losetas de néctar del tablero de bosque cada jugador dispondrá de una Abeja Buscadora. Esta comenzará al comienzo de una de las filas de la zona de losetas de néctar y, mediante cierta acción, podrá desplazarse en la cuadricula para intentar conseguir las losetas de néctar que puedan ser colocadas en los espacios libres de la colmena personal.
Cuando un jugador realice una acción de búsqueda pero no consiga una loseta de néctar, obtendrá como compensación una Ficha de Polen. El polen no ocupa espacio en la colmena y podrá utilizarse en ventas (tiene su propio track en el mercado) y para completar ciertos pedidos.
Para producir néctar cada jugador dispondrá de una Ficha de Abanico. Esta se utilizará para marcar una casilla de la colmena, produciéndose néctar en todas aquellas losetas de néctar que se encuentren directamente adyacentes a dicha casilla. Esto permitirá producir en un máximo de tres casillas (siempre que no tengan néctar sobre ellas).
Uno de los objetivos principales de los jugadores será completar Cartas de Pedido. Tenemos dos tipos (pedidos grandes, que normalmente requieren 3 elementos, y pedidos pequeños, que normalmente requieren 2) que se colocarán en los espacios del tablero de bosque. Cada carta de pedido tiene un valor económico indicado en la esquina inferior derecho. Al completar un pedido el jugador, además, podrá resolver la acción asociada al espacio ocupado por el pedido en el tablero de bosque.
Otro objetivo será intentar acumular la mayor cantidad posible de Monedas. Estas se obtendrán principalmente vendiendo néctar y polen en el mercado. Se representan con fichas de valores 1, 5, 10 y 20. También es posible obtenerlas mediante una de las acciones de colmena. Tendrán dos posibles usos: desplazar a la abeja buscadora y para conseguir una loseta de acción de colmena especifica (la única con coste).
El tercero serán las Cartas de Competición de la Reina. Al comienzo de la partida se configurarán tres cartas de objetivo, cada una con un criterio de final de partida o de orden de resolución. Cada carta proporciona puntos a todos los jugadores que compitan menos al último, otorgando más cuanto mejor clasifique el jugador. Los criterios de cada carta estarán relacionados con alguno de los aspectos a desarrollar en la partida.
También tenemos el Tablero de Colmena, que muestra seis espacios distintos en los que se colocarán las pilas de losetas de colmena disponibles para los jugadores, así como una zona central en la que se colocarán las cartas de competición de la reina.
Sobre estos espacios de acción se colocarán las Abejas Obreras. Cada jugador comenzará la partida con una abeja obrera, pero podrá conseguir más mediante una determinada acción. En cada turno, el jugador tendrá la opción de activar uno de los seis espacios del tablero de acciones (consiguiendo la loseta correspondiente) colocando una pila de abejas obreras que tenga un nivel más que la pila de abejas más alta que se encuentre en dicho espacio, independientemente del jugador al que pertenezca. La alternativa a esto es recuperar todas las abejas obreras, liberando los espacios de acción.
Finalmente, cada jugador dispondrá de un Tablero Personal que servirá como reserva de monedas, abejas obreras y polen.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se colocan los tableros de bosque y de colmena por la cara correspondiente al número de jugadores.
- Se organizan las losetas de colmena estándar por tipo y se coloca cada pila en el espacio correspondiente del tablero de colmena.
- Se forma una reserva general con las fichas de miel, polen y monedas.
- Se separan las cartas de competición de la reina y se baraja cada mazo por separado, colocando una carta de cada tipo en el tablero de colmena (el resto de cartas se devuelven a la caja).
- En cada carta de competición se colocan monedas según el número de jugadores (20/20-10/20-10-5 en partidas de 2/3/4).
- Se separan las cartas de pedido por tipo (grande y pequeño) y se baraja cada mazo por separado. Se colocan 2 cartas de pedido grande bocabajo en cada espacio del tablero de bosque. Sobre cada una se coloca un numero de cartas de pedido pequeño dependiendo del número de jugadores (1/2/3 en partidas de 2/3/4 jugadores). El resto de cartas de pedido se devuelven a la caja.
- En cada columna de mercado se coloca una ficha de miel del tipo correspondiente y una ficha de polen en las casillas más elevada de cada track.
- Se escoge aleatoriamente al primer jugador y se le entrega el marcador correspondiente.
- Cada jugador escoge un color y recibe: un tablero personal, 10 abejas obreras (las coloca en una reserva general), 4 losetas iniciales de colmena, una ficha de abeja buscadora y una ficha de abanico.
- Dependiendo de la posición de cada jugador según el orden de turno coloca sobre su tablero personal:
- Primer Jugador: 1 abeja obrera y 5 monedas.
- Segundo Jugador: 1 abeja obrera y 10 monedas.
- Tercer Jugador: 1 abeja obrera y 15 monedas.
- Cuarto Jugador: 2 abeja obrera y 5 monedas.
- Se escoge aleatoriamente una carta de configuración (se escoge el color en función del nivel de los jugadores) y cada jugador coloca sus losetas iniciales de colmena respetando el patrón, pero escogiendo la posición y orientación de cada loseta.
- Se ordenan las losetas de néctar según su tipo. Se devuelve de cada tipo 2 losetas en partidas a 2 jugadores o 1 loseta en partida a 3 jugadores (a 4 jugadores se usan todas).
- Se voltean las fichas y se mezclan entre sí, colocándolas aleatoriamente sobre la cuadricula de la zona de bosque (dejando libres las dos últimas columnas a dos jugadores o la última columna a tres jugadores).
- Siguiendo el orden inverso de turno, cada jugador coloca su abeja buscadora al comienzo de una de las filas (no puede haber dos buscadoras en el mismo espacio en este momento).
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Honey Buzz se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo debe escoger una de las siguientes opciones:
- Añadir una Loseta a la Colmena. El jugador escoge un espacio de loseta del tablero de acciones y debe colocar en él una pila de abejas con al menos una abeja más que la pila más alta que haya (independientemente del color de dicha pila). El jugador añadirá la loseta a su colmena, conectándola a al menos una pieza ya presente mediante sus lados naranjas (los bordes de color amarillo y rojo deben quedar libres). Si, al colocar la loseta el jugador genera un hueco cerrado, activará todas las acciones que estén contenidas en las seis casillas que rodean al hueco en el orden que quiera. Si la loseta escogida es la que muestra la acción de decreto el jugador tendrá que devolver a la reserva 5 monedas.
- Recuperar Obreras. El jugador recoge todas sus abejas obreras, tanto las que se encuentran en el tablero de acciones como las que se encuentren como larvas en su colmena y las coloca en su tablero personal. Adicionalmente el jugador obtendrá una acción de buscar néctar, pudiendo desplazar su abeja buscadora un espacio a una casilla ortogonalmente adyacente, pero no se pueden gastar monedas para mover espacios adicionales ni se recolecta losetas de néctar ni, en su defecto, polen.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda. Pero antes, si ha completado uno o más pedidos, volteará las cartas de pedido que se encuentren bocabajo.
Las acciones disponibles en las losetas son:
- Buscar: se desplaza la abeja buscadora un espacio a una casilla ortogonal adyacente (tenga o no ficha de néctar, y esté o no ocupada). El jugador puede realizar movimientos adicionales pagando 2 moneda por cada paso extra. Si finaliza su movimiento en una casilla con una ficha de néctar que encaje con alguno de los huecos libres de su colmena, la recogerá del tablero y la insertará en dicho hueco. Si el jugador no obtiene ficha de néctar (porque donde se detiene su abeja buscadora no hay ficha o la ficha no encaja con ninguno de los huecos disponibles), el jugador obtendrá una ficha de polen.
- Producir: el jugador escoge una casilla de su colmena y coloca su ficha de abanico sobre ella. Todas las losetas de néctar que estén directamente adyacente a dicha casilla y no tengan miel producen, colocando una ficha de miel del tipo correspondiente sobre ella.
- Procrear: si la casilla está libre, el jugador coloca una abeja obrera en la casilla de larva. Si el jugador ya no tiene más abejas obreras en su reserva esta acción no se resuelve. Esta abeja permanecerá sobre la casilla hasta que el jugador recupere obreras.
- Comerciar: mediante esta acción el jugador puede utilizar sus fichas de miel. Para ello debe escoger una de las siguientes opciones:
- Vender Miel. El jugador escoge un tipo de miel y devuelve a la reserva todas las fichas que posea, obteniendo por cada una de ellas el precio actual. Tras esto bajará el valor de ese tipo de miel una casilla (independientemente de cuantas fichas haya vendido). Si el valor del tipo de miel vendido ya se encontraba en su valor mínimo, entonces descenderá el valor de otro tipo de miel o del polen (escoge el jugador).
- Completar un Pedido. El jugador devuelve a la reserva el conjunto de fichas de miel y/o polen indicado y recoge la carta, que la coloca en su zona de juego (la carta que queda bocabajo no se voltea aun). Adicionalmente, obtendrá una acción del tipo correspondiente al espacio en el que se encontrase la carta de pedido. Esta acción se suma a las del turno, no siendo necesario resolverla de forma inmediata.
- Contabilidad: el jugador obtiene 5 monedas de la reserva genera.
- Decreto: el jugador ejecutar cualquiera de las cinco acciones anteriores.
Fin de la Partida
El final de la partida se detona cuando, al final del turno de un jugador, se cumple al menos uno de las siguientes condiciones:
- 4 de los 5 valores de néctar/polen están en su valor mínimo.
- 2 de las 3 pilas de pedidos se han agotado.
Se completa la ronda para que todos los jugadores hayan disfrutado de la misma cantidad de turnos y se procede con el recuento final. Cada jugador anota:
- El valor total en monedas que el jugador tenga sobre su tablero personal.
- 1 Punto por cada ficha de miel y ficha de polen que el jugador posea.
- Los puntos de las cartas de competición de final de partida según la clasificación relativa entre los jugadores atendiendo al criterio correspondiente.
- Los puntos indicados en las cartas de pedido que el jugador haya completado.
El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate se aplican los siguientes criterios:
- El jugador con más néctar/polen restante.
- El jugador con más pedidos completados.
Si el empate persiste, los jugadores comparten la victoria.
Variantes
Variante Avanzada. Se utiliza la otra cara del tablero de bosque. Durante la preparación, se separan las losetas de néctar según su reverso y, en partidas a menos de 4 jugadores, se devuelven a la caja losetas concretas de cada tipo:
- 2 Jugadores: wildflowers (se devuelve 1 acacia y 1 wildflower), rosemary (se devuelve 1 cherry blossom y 1 rosemary), cherry blossom (se devuelve 1 rosemary y 1 cherry blossom) y acacia (se devuelve 1 wildflower y 1 acacia).
- 3 Jugadores: wildflowers (se devuelvn 1 acacia), rosemary (se devuelve 1 cherry blossom), cherry blossom (se devuelve 1 rosemary) y acacia (se devuelve 1 wildflower).
Se mezcla cada grupo de losetas según su reverso y se colocan en los espacios correspondiente del tablero.
Ahora los jugadores no usan las abejas buscadoras, sino que cuando realicen la acción de buscar, simplemente cogerán una loseta bocabajo, la consultarán en secreto y, si la pueden colocar en su colmena, la colocarán. En caso contrario la devolverán a la misma posición bocabajo y obtendrán una ficha de polen. Cuando el jugador recupere sus abejas, podrá consultar en secreto el tipo de néctar de una ficha de néctar, devolviéndola a su posición (pero no se obtiene la ficha ni se recibe polen del suministro).
Modo en Solitario: se prepara la partida para dos jugadores. Se escoge un nivel de dificultad que determina la cantidad mínima de puntos para no perder. Se utiliza un mazo de cartas de autómata y se colocan 2 zánganos en los espacios de decreto/contabilidad y en el de comerciar. Durante la partida, el jugador no podrá obtener losetas de espacios ocupados por los zánganos. Los zánganos pueden retirar fichas de néctar que dejarán de estar disponibles. En el turno del bot se revelará la carta superior de su mazo y se colocará junto al mismo. La combinación de la primera carta bocabajo del mazo y la carta recién revelada determina la acción que resuelve el bot. La partida finaliza de la misma forma que el modo multijugador y se evalúa la partida del jugador para ver si ha alcanzado la puntuación objetivo.
Opinión Personal
Hoy vamos a analizar uno de esos juegos que, procediendo de una campaña de micromecenazgo, logra generar un tsunami de opiniones positivas gracias a esa primera oleada de personas que lo añaden a sus estanterías y lo prueban en un periodo de tiempo muy acotado, potenciado por la inercia adquirida durante la propia campaña. Con estos juegos hay que tener cuidado porque existe cierto sesgo, ya que la opinión de los mecenas está condicionada por el ansia de obtener un juego por el que han pagado por adelantado. Vamos a ver si la buena fama que ha atesorado Honey Buzz es merecida o no.
Nos encontramos con un juego en el que tomamos el control de una parte de una gran colmena que tendremos que organizar para ser más eficientes que la de nuestros rivales. ¿Nuestro objetivo fundamental? Obtener la mayor cantidad de ganancias posibles produciendo miel para venderla en el mercado o completar pedidos mientras que, paralelamente, competimos bajo tres criterios establecidos por la abeja reina que proporcionarán monedas a los jugadores atendiendo a la clasificación relativa entre los mismos ateniéndose a los respectivos criterios.
Mecánicamente nos encontramos con una colocación de trabajadores en el que los espacios de acción no se bloquean, sino que se encarecen, siendo necesario el uso de un número mayor o menor de trabajadores dependiendo de la situación actual del espacio. Un concepto que no es nuevo y que ya hemos visto en juegos como La Era del Carbón (aquí su tochorreseña) o el maravilloso Keyflower (aquí su tochorreseña).
Esto provoca que los trabajadores tengan un valor unitario y se comporten de forma dual, pues son, a la vez, un recurso. O más bien como puntos de acción. A diferencia de los juegos anteriormente mencionados, Honey Buzz no está estructurado en rondas, por lo tanto los espacios de acción se irán encareciendo a medida que vayan siendo ejecutados, aunque tarde o temprano este coste se reducirá, pues el número de trabajadores de los que dispone un jugador es limitado (inicialmente de uno o dos trabajadores, dependiendo del número de jugadores y de la posición en el orden de turno) y, cuando no dispongan de trabajadores suficientes para resolver la acción deseada, no tendrán más remedio que recuperar sus trabajadores, dejando de ocupar los distintos espacios de acción y, con ello, abaratando el coste de activación de aquellos en los que ese jugador fue el último en activarlos.
La cosa es que estos espacios de acción realmente no son espacios de acción. Es decir, no permiten al jugador realizar una acción concreta, sino que la acción es la misma en todo los casos, esto es, obtener una nueva loseta que acoplar a su colmena. Estas losetas requieren ser conectadas siguiendo unas reglas básicas. Cada loseta se compone de dos hexágonos conectados por un lado, mostrando un símbolo en uno de los hexágonos y nada en el otro. Los dados internos que se conectan a los vértices del lado común entre ambas casillas aparecen remarcados en color rojo, mientras que los lados paralelos a lado común entre ambas casillas aparecen remarcados en color amarillo, quedando del color de fondo de la casilla sin símbolo los cuatro lados restantes. Estos lados sin borde remarcado serán los que se utilizarán para conectar las losetas entre sí, dejando al aire el resto de lados de todas las losetas (los remarcados).
Este patrón de construcción provoca que se vayan generando huecos en la colmena. Huecos con todos sus lados remarcados en rojo o en amarillo, existiendo cuatro posibles patrones. Estos patrones estarán asociados a los distintos tipos de néctar que nuestras abejas pueden recolectar (esto lo veremos en un momento). Cuando un jugador completa un hueco es cuando realmente se resuelven las acciones asociadas a los símbolos de las losetas de colmena. Aquí aparece uno de los primeros defectos del juego y es el ritmo de la partida. Es cierto que, aun no estando estructurado en rondas, Honey Buzz tiene un flujo relativamente irregular, en el que habrá turnos que se resolverán realmente rápido, ya que si se coloca una loseta pero no se genera hueco no habrá acciones por resolver y el turno finaliza inmediatamente, o, si se recuperan las abejas obreras, simplemente se resolverá una acción de movimiento (o de búsqueda en el caso de jugar en el modo avanzado) y, de nuevo, el turno finalizará inmediatamente.
Sin embargo, cuando un jugador completa un hueco, se va a encontrar con un buen puñado de acciones a resolver en el orden que crea conveniente. Es cierto que algunas de las acciones son atómicas y no importa realmente el orden en el que se resuelvan (obtener monedas o procrear no impacta en las demás). Sin embargo, las otras tres acciones principales sí que requieren una importante gestión de los tiempos para optimizar su beneficio.
Así, por ejemplo, nos podemos encontrar con un turno en el que un jugador busca néctar, añadiendo una nueva loseta a su colmena ya que dispone del hueco correspondiente a la loseta alcanzada por su buscadora, a continuación produce miel, activando la loseta de néctar recién colocada y, probablemente, otras losetas de néctar que ya estuviesen en la colmena para, finalmente, realizar una venta o completar un pedido. Esto último desencadena una nueva acción a resolver. Como ya supondréis, esto conduce a turnos que pueden tardar en resolverse cinco minutos intercalados con turnos de visto y no visto en los que los jugadores actúan con presteza.
Con todo, el concepto que más parálisis genera en los jugadores es el de la colocación de las losetas para conformar los patrones de los distintos tipos de miel, algo que está relacionado con su valor. Así, cuanto más sencillo es un patrón (el de los 6 lados de color rojo que se consigue con 3 losetas) será el menos valioso, mientras que la acacia (que requiere cinco losetas para conformarse) será el más valioso. Por vicios de otros juegos, cuesta a muchos jugadores visualizar cómo colocar las losetas para conformar estos patrones más complejos. Y mira que la loseta de ayuda refleja claramente como deben disponerse las losetas.
Pero en cuanto entran rotaciones y tal, muchos jugadores acaban teniendo problemas. Da igual que le expliques conceptos que simplifican el proceso, tenderán a intentar colocar las losetas de forma ilegal (no buscando hacer trampas, sino porque conceptualmente no se ha entendido cómo se deben conectar las losetas). Afortunadamente, una vez que esto se asienta en sus mentes, el juego fluye mucho mejor, pero es importante remarcarlo si estáis pensando en haceros con una copia y en vuestro grupo de juego hay integrantes con una agilidad visual no especialmente desarrollada.
Bien, el eje fundamental del juego es realmente esta colocación de losetas, ya que es lo que permite progresar en la partida buscando alcanzar los distintos objetivos, tanto los que se plantean a corto plazo (pedidos y ventas de varias unidades de miel de un mismo tipo), como los que se plantean a medio y largo plazo, esto es, las cartas de competición de la reina, que muestran criterios de carrera (los jugadores van obteniendo monedas a medida que alcanzan el objetivo) o de final de partida (se evaluará la clasificación relativa entre los jugadores cuando se proceda al recuento final).
Y todo esto que puede sonar relativamente complejo, acaba funcionando muy bien, ya que, sean turnos agiles en los que se hace una cosa pero no se detona la resolución de acciones, o sean turnos algo abigarrados en los que se resuelven varias acciones de una tacada, la realidad es que estás muy entretenido durante toda la partida, quebrándote la cabeza decidiendo como colocar las losetas para maximizar el número de acciones y, paralelamente, confeccionar los huecos para albergar los distintos tipos de néctar.
Esto abre la posibilidad a que los jugadores intenten diversificar (si pretenden centrarse en los pedidos, ya que normalmente requieren al menos dos tipos de miel y/o polen) o concentrar su producción en pocos tipos para intentar realizar ventas cuantiosas mientras el valor de ese tipo de miel aún se mantiene elevado. Es muy satisfactorio conseguir cerrar un hueco y detonar las acciones en el orden adecuado para que todo encaje como un puzle perfecto mientras orientamos nuestra partida a conseguir esos objetivos. Con todo, remarcar que, aunque en la introduccion el juego se nos venda como un económico, dicho aspecto es tangencial durante el juego. Apenas hay momentos en los que se realice una inversión (comprar losetas de decreto, ampliar el rango de movimiento de la buscadora y poco más).
Se nos ofrecen dos modos de juego y no termino de decantarme por uno de ellos, ya que cada cual tiene virtudes y defectos. El modo básico tiene la ventaja de que los jugadores pueden gestionar los tiempos atendiendo a sus rivales de cara a evaluar la disponibilidad de las losetas de néctar, lo que agiliza la partida pero, en cambio, utiliza un sistema de desplazamiento en una cuadricula un tanto tosco. El modo avanzado elimina este mecanismo de movimiento sobre una cuadricula para convertirlo en un juego de memoria, ya que los jugadores consultarán las fichas en secreto y, en caso de coincidencia, es cuando podrán añadirla a su colmena. Esto provoca situaciones divertidas en las que un jugador se olvida del contenido de una loseta y la consulta reiteradamente, para frustración propia y diversión ajena. Sin embargo, tiene el problema de que, al, potencialmente, poderse conseguir losetas en cada acción de búsqueda sin coste adicional, las piezas se van a agotar más rápido, algo que puede devaluar la acción de búsqueda si la partida tarda en alcanzar su final.
Esto último podría ser otro de los pequeños defectos del juego y que lo alejarían de la excelencia (aunque ya hemos mencionado varios). Y es que, dependiendo de la toma de decisiones de los jugadores, la partida puede alargarse más de la cuenta. Por vicios, es probable que los jugadores tiendan a intentar resolver pedidos, ya que aparentemente es más sencillo y va en consonancia con la diversificación de miel. Pero, si echamos cuentas, es menos rentable a nivel de monedas completar un pedido que entregar esa misma cantidad de miel al mercado (aunque se necesitarían varias acciones de venta distintas, pues en una venta solo se puede entregar un tipo de miel), aunque se pueden vender varias unidades, disparando la rentabilidad. La cosa es que los jugadores tienen en su mano la duración de la partida y esto es un arma de doble filo. Es posible que en primeras partidas, por no tener claro cómo se van a desarrollar, los jugadores estén lejos de resolver turnos óptimos y se tarde en finiquitar el asunto, dejando un regusto agridulce por acabar la partida con cada vez menor inercia.
Afortunadamente, una vez se domina el juego, partida suele mantener un ritmo elevado y se acaba en el momento preciso. A esta duración también impacta el número de jugadores. Pero no solo porque a más jugadores se consume más tiempo (como es obvio), sino porque las interferencias entre los jugadores provocarán que estos progresen más lentamente. Es por eso que creo que, aunque la mecánica principal parezca indicar que su mejor número es cuatro, Honey Buzz funciona mejor a dos o a tres jugadores. Es cierto que a dos jugadores hay un mayor marcaje a la hora de competir por los objetivos comunes, pero el ritmo será trepidante y la partida tenderá a finalizar por pedidos, pero a costa de perder tensión en la colocación de trabajadores. Por eso tal vez tres sea su mejor número.
En cuanto a interacción, nos encontramos con uno de esos juegos que, aparentemente no muestra demasiado roce entre los jugadores, pero en los que, a la hora de la verdad, en cada concepto hay conflicto. Los jugadores se afectarán entre sí a la hora de ocupar los espacios de acción (llegando a impedir que un jugador pueda resolver la acción deseada al no disponer de suficientes abejas para asumir el incremento del coste de activación), al obtener losetas de néctar (arrebatándole justo un turno antes esa loseta para la que ya se tenía preparado el hueco), al completar pedidos (igual que el caso anterior), al llegar antes al criterio de uno de los objetivos comunes o al realizar una venta apropiada que devalúe un tipo de miel antes de que el siguiente jugador hiciese lo propio. Es cierto que el resultado de estas acciones son fruto de decisiones encadenadas, no que un jugador decida, de forma repentina, fastidiar a un rival (esto ocurrirá pocas veces y, normalmente, no será optimo). Pero como los objetivos son comunes, los jugadores tenderán a competir por los mismos elementos.
La rejugabilidad es aceptable, ya que, de base, el punto de partida varia sutilmente entre partidas, así como las cartas de objetivo y los pedidos, por lo que la sensación de estar haciendo siempre lo mismo tardará en aparecer. Además, una vez asimilado el juego, una partida a tres jugadores no debería superar la hora de juego, dejando un buen sabor de boca ante una relación de duración/toma de decisiones bastante interesante.
Pasemos a la producción, uno de los aspectos más llamativos del juego. Nos encontramos con elementos de alta calidad, con un cartón de gran grosor y prensado (especialmente en las losetas de colmena), unos elementos de madera personalizados (destacando las abejas obreras) y unas fichas para la miel con forma y textura de gominola ante las que hay que resistirse para no comérselas (cuidado con los niños). Las cartas son de gran gramaje, textura en lino y una respuesta elástica más que decente. Además no es necesario enfundarlas pues solo se barajan al comienzo de la partida y no se manosean durante la misma. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
A nivel visual no se queda atrás, siendo uno de esos juegos que entra directamente por los ojos, con unas ilustraciones que, aun siendo realistas, tienen ese punto de dibujos animados que le confiere un nivel de adorabilidad supremo. El juego es una virguería a todos los niveles (portada, tableros, fichas, etc.). Es cierto que el tablero de colmena podría mostrar más claramente qué losetas deben colocarse en ellas (aunque son las propias losetas las que acaban sirviendo de símbolo). Solo las cartas de patrón inicial pueden llegar a deslucir respecto al resto de elementos. Una preciosidad.
Y vamos cerrando. Honey Buzz es un peso medio que combina elementos vistos en muchos otros juegos de forma que resulta atractivo, con una mecánica principal de colocación de losetas que se impone a la colocación de trabajadores que, a la vez, funcionan como puntos de acción. Es muy entretenido lograr preparar esos turnos explosivos en los que se resuelven numerosas acciones de una tacada, aunque es cierto que esto impacta en el ritmo de la partida, intercalando entre dichos turnos otros de resolución muy ágil. Aunque tiene el problema de que la duración de la partida depende de los jugadores, cuando estos asimilan los conceptos deja de ser un inconveniente y la tensión se mantiene hasta el último momento. A nivel de producción es una maravilla, con un aspecto visual arrebatador. Por todo esto le doy un…
Gracias por la reseña. Recomiendo el juego, imprescindible en cualquier ludoteca, le doy un sobresaliente, ya que me gustan mucho este tipo de juegos.
materiales, mecánicas de juego que propone. De los últimos juegos novedosos que he probado y lo recomiendo a l@s grandes jugones.
Para mi un sobresaliente es excesivo. Tiene suficientes defectos como para no destacar tanto. Eso sí, en producción y aspecto visual es de lo mejor que hay.
Lo se imisut, ningún juego roza la perfección. pero por una vez vamos a ser generosos, por lo menos el señor picolbis lo quiere ser.
Sea pues!! xD
Se comentó que podría salir en castellano tras la expansión que salió adelante en ks?
Se sabe algo?
En teoría será publicado por Maldito Games, tengo entendido, aunque no está publicado en su web.
Buenas Iván,
Lo hemos estrenado hoy gracias a los magos de oriente y he visto un gazapo en la reseña, en la acción de búsqueda de néctar cada espacio adicional cuesta dos monedas. Como pequeño pero, hemos agotado el néctar muy pronto, y al final me ha parecido un poco anticlimático solo buscar cerrar huecos para hacer acciones de producir y vender/pedidos; además de que han aparecido pedidos que algún jugador no ha podido cumplir (por pedir múltiples unidades del mismo tipo y solo tener un néctar de ese tipo). Me da que han sido efectos de partida prolongada de más y que habrá que montarse en la moto-abeja para forzar el cierre a tope e intentar pillar de todos los tipos de néctar.
Aún así, nos ha encantado, si sale a un buen precio en español puede ser otro gran éxito como parece que está siendo Flamecraft (aunque Honey Buzz es más sesudo). Euros ligeritos y de cuquismo extremo, que por duración, decisiones y tema pueden ver mucha mesa evangelizando por delante del Stone Age y otros clásicos de ese rango.
Tras meses guardado para la ocasión después de ver esta reseña en su día … una vez más, de quitarse el sombrero como resumes a la perfección que sensaciones deja el juego.
Un saludo
Muchas gracias por el aviso! Ya está arreglado. A mi es que me gusta jugar con el modo avanzado y ese punto de memoria que dificulta coger las losetas de nectar 😛
Aun lo conservas? Si es asi es mas por temática y componentes ?
No, lo vendí ya. Es un juego que me gustaba mucho y tenía fe en la expansión. Pero la empresa acabó yéndose a pique y la expansión nunca llegó. Pero es un buen juego. Para futuras preguntas respecto a si un juego sigue o no en mi colección, lo más práctico es que vayas a la BGG y en la búsqueda avanzada pongas si lo tengo en mi colección (mi usuario es iMisut).
Puedo entender que fue lo que te motivo a ve derlo a pesar de gustarte ?era la duración de la partida?.
Una pena porque la integración de esa mecánica con algo de economía me parece muy genial.
Si a un juego le doy un notable (por tanto lo recomiendo) y lo acabo vendiendo el motivo SIEMPRE va a ser el mismo: en mi ludoteca cabe un número limitado de juegos y hay que escoger. Y en esa decisión, Honey Buzz salió perdiendo frente a otros, que no necesariamente son juegos que compiten con el y/o son mejores juegos. También hay aspectos sentimentales u otros intangibles que hacen que yo me quede con un juego. Pero esos intangibles pueden no ser los mismos para ti.
Si claro entiendo. Pero el ya el hecho de que no merezca ese lugar en una ludoteca tan grande ya dice mucho para mi. Gracias por tu respuesta
Personalmente opino que no debería importar qué hago yo con los juegos. A lo mejor odio los juegos con temática de abejas xD. Preferiría que se tomase en consideración lo que expreso en la tochorreseña y, a partir de ahí, evaluar si el juego te encaja o no. Pero que yo me lo quede o no me parece un detalle tan circunstancial… Pero bueno, cada cual es dueño de sus criterios 😛
Si es totalmente cierto. Pero de alguna forma u otra influye mucho en mi. La única forma de probar un juego es comprándolo con posibilidades escazas de venderlo después
En muchas opiniones he leído que ja sido vendido, eso enciende una especie de alarma
Una alarma mal calibrada. He vendido mas juegos de los que tengo en propiedad ahora mismo. Por mi ludoteca entran y salen juegos semanalmente. Lo que yo venda o deje de vender es un mal baremo porque no puedes tener en consideración mis circunstancias. Pero como he dicho antes, si te parece un criterio a seguir, allá tú. Pero luego no quiero quejas 😛
Jajajajjaa. Gracias por los consejos