Reseña: Slide
Introducción
Organiza tu cuadricula para conseguir el menor número de puntos posible.

Así de nos presenta Slide, un diseño de Claude Clément (Tandem). Publicado por primera vez en 2024 por Gigamic en una versión en francés. Del diseño gráfico se encarga Joey, siendo este su primer trabajo acreditado en el mundo de los juegos de mesa.
Se encuentra publicado en español por Mebo (aunque el juego es independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 6 jugadores, con una edad mínima sugerida de 7 años y una duración aproximada de 15 minutos. El precio de venta al público es de 14,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español y portugués de Mebo, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (un fondo deslizante sobre una tapa), de dimensiones 16,2×11,7×3,2 cm. (caja rectangular pequeña de dimensiones similar Line-It), encontramos los siguientes elementos:
- 10 Cartas Numéricas (60×60 mm.)
- Marcador de Jugador Inicial (de madera)
- Reglamento

Mecánica
Slide es un filler en el que cada jugador recibe dieciséis cartas que coloca bocabajo en una matriz de cuatro filas y cuatro columnas. En cada turno todos los jugadores escogen simultáneamente una carta bocabajo de su matriz y la revelan, colocándola en un suministro general. Comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador escoge una de esas cartas y la añade a su matriz empujando por los extremos de la fila o la columna a la que pertenecía la carta revelada al comienzo de la ronda. La partida finaliza cuando todos los jugadores han revelado todas sus cartas, anotando puntos por aquellas cartas que estén aisladas, esto es, que no estén ortogonalmente adyacente a al menos una carta de su mismo valor. Ganará quien menos puntos haya acumulado.
Conceptos Básicos
El único elemento del juego son las Cartas Numéricas. Estas muestran un valor comprendido entre 1 y 10 (cada número está asociado a un color). Los jugadores recibirán dieciséis cartas que se desplegarán formando una cuadrícula de cuatro filas y cuatro columnas. La idea es intentar crear grupos de cartas conectadas ortogonalmente entre sí para evitar que puntúen su valor, ya que el objetivo es intentar anotar la menor cantidad de puntos posibles.

Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se mezclan todas las cartas numéricas y se reparten dieciséis a cada jugador, que las despliega bocabajo en una cuadrícula de cuatro filas y cuatro columnas.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega el marcador identificativo.
¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida
Una partida de Slide se desarrolla a lo largo de dieciséis rondas. Cada ronda se estructura en dos fases.
Fase I: Revelación
De forma simultánea cada jugador escoge una de sus cartas bocabajo y la coloca bocarriba en el centro de la mesa.
La fase finaliza una vez todos los jugadores han colocado una carta en el centro y, por tanto, tienen un hueco en su cuadrícula.
Fase II: Selección
Comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador escoge una de las cartas disponibles en el centro de la mesa y la añade a su cuadrícula, insertándola por un extremo de la fila o columna que se cruzan en el hueco de su cuadrícula, empujando las cartas para que se ocupe dicho hueco (si el hueco se encuentra en una casilla periférica no se puede colocar directamente en el hueco).
Tras esto el turno de selección pasaría al jugador sentado a la izquierda.
La fase finaliza cuando todos los jugadores han escogido y añadido una carta a su cuadrícula. Se pasa el marcador de jugador inicial al jugador sentado a la izquierda y comenzaría una nueva ronda.
Fin de la Partida
La partida finaliza tras dieciséis rondas, de forma que todos los jugadores tendrán todas las cartas de su cuadrícula visibles.
Se procede al recuento final en el que cada jugador anota tantos puntos como los valores de las cartas que no estén conectadas a al menos una carta de su mismo valor (valores aislados).
El jugador con menos puntos será el vencedor. En caso de empate ganará quien tenga menos cartas aisladas. Si se mantiene la igualdad, se comparte la victoria.
Variantes
Modo Torneo. Se acumulan los puntos de una partida a otra. El torneo finaliza cuando uno o varios jugadores alcancen o sobrepasen los 100 puntos, ganando quien menos puntos haya acumulado. El jugador inicial tiene que ir rotando para la primera ronda de cada partida.
Opinión Personal
Otro tipo de juego que se ha puesto de moda últimamente es el de intentar optimizar una cuadrícula de cartas. Ejemplos tenemos unos cuantos, como Skyjo, Dioses! (aquí su tochorreseña) en el lado de cuadrículas preestablecidas con cartas ocultas, o Village Green (aquí su tochorreseña) o Castle Combo (aquí su tochorreseña) en cuadrículas vírgenes que hay que ir rellenando.
Ahora nos llega Slide, un juego que busca algo parecido intentando agilizar las partidas lo máximo posible y abriendo bastante el rango de jugadores, por lo que, a priori, parece uno de esos juegos ideales para sacar a mesa en prácticamente cualquier ocasión. ¿Será lo suficientemente interesante como para que esto pase? Vamos a comprobarlo, no sin antes agradecer a Mebo la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya ha comenzado.
En Slide cada jugador va a recibir un conjunto de dieciséis cartas que desplegará formando una cuadrícula de cuatro filas y cuatro columnas. Estas cartas muestran en su cara principal un valor numérico (con un color asociado a cada valor). Los jugadores finalizarán la partida con todas las cartas de su cuadrícula bocarriba.

¿El objetivo? Intentar que ningún valor en su cuadrícula esté aislado, esto es, que cada carta tenga ortogonalmente adyacente al menos otra carta de su mismo valor, ya que, en el recuento final, cada jugador sumará tantos puntos como los valores de esas cartas que queden aisladas, ganando aquel que menos puntos haya acumulado.
El asunto se complica cuando nos explican el sistema por el cual los jugadores irán rellenando su cuadrícula con valores. La partida se va a desarrollar a lo largo de dieciséis rondas en las que, primero, los jugadores revelarán una carta bocabajo de su cuadrícula, añadiéndolas a un suministro común.
Suministro del cual los jugadores escogerán posteriormente siguiendo el orden de turno y la insertarán en su cuadrícula por un extremo de la fila o la columna a la que pertenece el hueco generado en el primer paso, desplazando las cartas lateral o verticalmente (de ahí el nombre del juego).
Claro, este sistema de empuje de cartas dificulta mantener las conexiones que vayamos logrando durante los turnos, siendo, tal vez, el único aliciente de la partida. Y es que Slide es un filler carente de interés porque es tremendamente obvio cuál es la decisión óptima en cada turno.
Podría parecer que el juego esconde cierta complejidad a la hora de decidir qué carta revelar, ya que, según la posición del hueco generado dentro de la cuadrícula, la columna o la fila sobre la que se podrá actuar variará. Pero, como digo, estas decisiones distan mucho de ser trascendentales.

Y una vez reveladas las cartas, simplemente queda esperar a que sea tu turno y escoger la carta óptima. Si hay algún valor que podamos conectar, pues no hay más que hablar. En caso contrario, pues lo interesante es escoger el valor más bajo disponible, por si acaso al final no logramos conectar dicha carta con otra del mismo valor, minimizando el riesgo de penalización.
Es cierto que puede haber algún turno en el que interese tomar alguna carta que vaya a venirle bien a un jugador que aún no haya escogido. Pero estas ocasiones serán las menos, ya que también supondrá ponernos una soga al cuello al coger una carta que potencialmente nos penalice a nosotros también.
Encima el juego no escala bien. Y no me refiero a que no funcione adecuadamente en cualquier configuración, ya que la única diferencia de jugar a dos a jugar a seis es que en el suministro hay más cartas y cuanto antes actúes según el orden de turno, mayor número de opciones tendrás a tu disposición. Me refiero a que el mazo de cartas es considerable y este no se escala de ninguna forma.
Así, en una partida a dos jugadores te puedes encontrar un desequilibrio de valores desconocido a priori, lo que puede desnivelar la partida simplemente por los valores que los jugadores escojan en los primeros turnos. Si, por ejemplo, un jugador se ve obligado a quedarse con un 10 y en las cartas que tienen los jugadores por revelar no queda ninguna de ese valor, pues el jugador que se vio forzado a quedarse con esa carta acabará siendo penalizado irremediablemente.

Esto nos lleva a calificar como pobre o muy pobre su rejugabilidad, ya que, tras una primera partida, apenas encontraremos alicientes para sacarlo a mesa. Skyjo, teniendo muchos de estos problemas, al menos tiene ese punto de emoción al encadenarse rondas. Es cierto que tenemos la opción de jugar en modo torneo, pero es que es un filler aburrido en el que nunca tienes la sensación de estar haciendo algo interesante, así que lo de encadenar tantas partidas puede parecer incluso una pérdida de tiempo.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con unas cartas de un gramaje aceptable, textura en lino y una respuesta elástica decente. El problema es que haber escogido cartas para este tipo de juegos resulta muy poco funcional, ya que es difícil hacer el movimiento de desplazamiento y empuje, teniendo que ir carta por carta, provocando que lo que más tiempo de partida consuma sea este proceso. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas. En cuanto al aspecto visual, todo es puro diseño gráfico, con cartas que únicamente tienen un fondo con un color que degrada hacia negro y unas esquinas blancas. Vamos, en la línea del propio juego, insulso y anodino.
Y vamos cerrando. Slide es uno de esos fillers que parecen proponer una premisa interesante, con una competición por intentar minimizar los puntos negativos de una cuadrícula con cartas inicialmente bocabajo y que iremos configurando a base de revelar cartas y escoger de entre todas las reveladas por los jugadores, insertando las cartas por los extremos de la fila o columna de la casilla en la que se encontraba la carta, intentando evitar que queden valores aislados. Todo este proceso resulta demasiado farragoso para un juego en el que, encima, la toma de decisiones es prácticamente inexistente. Activas el piloto automático desde el minuto uno, siendo un juego realmente insulso. A esto le sumamos el impacto del azar, que puede desequilibrar la partida sin que los jugadores puedan hacer nada. Algo que es más probable cuantos menos jugadores haya en la mesa, por lo que, de jugarlo, interesa que haya cinco o seis participantes. Pero seguramente tengáis mejores alternativas. Por todo esto le doy un…