Top: Juegos para 2 de corta duración (sin abstractos puros)











Juegos para 2 de Corta Duración
(sin abstractos)
Uno de esos juegos de Knizia para dos que nunca defraudan y que, por supuesto, ha sido reimplementado hasta la saciedad (Battle Line es el mismo juego). Los jugadores compiten por controlar una serie de columnas jugando cartas que formen combinaciones según sus valores y sus colores. Con unas pocas reglas y un mazo de cartas encontramos un diseño que nos mantendrá enganchados a la partida desde el primer hasta el último turno. Es cierto que el azar puede tener una influencia importante, pero tiene mucho más control del que podría parecer, contando continuamente la información visible gracias a las cartas que ya han sido jugadas. Que haya dos vías para hacerse con la victoria mantiene la emoción prácticamente hasta el último turno. Y la variante táctica que permite utilizar cartas con potentes efectos aumenta la profundidad sin alterar mecánicamente el juego.
Un ejemplo de cómo hacer una versión para dos jugadores de un diseño ya consolidado, manteniendo la esencia original pero aplicando modificaciones que potencian y mejoran la experiencia. En este caso, la menos llamativa a priori, esto es, la inclusión de un nuevo color de gema pero menos común que las demás, acaba resultando ser más efectiva en este sentido, permitiendo que los jugadores tengan que estar constantemente reevaluando la situación para escoger la opción óptima, sin activarse en ningún momento el piloto automático. A esto le sumamos los distintos criterios para alcanzar la victoria, lo que mantiene la tensión hasta el último momento permitiendo remontadas muy emocionantes. Es ágil, muy entretenido y da pie a revanchismos encadenando partidas. El azar sigue teniendo un impacto relevante, aunque no tanto como en el diseño original. Muy recomendable, tanto si tenéis el juego original como si queréis probar un juego de la franquicia.
Lo de Uwe Rosenberg con el patchwork es algo parecido a lo del champagne con los franceses, esto es, un afortunado accidente. Uwe Rosenberg llevaba años trabajando en el desarrollo de El Banquete de Odín y se le ocurrió aislar el mecanismo de colocación de poliominós que acabaría implementando en el juego de los vikingos, dando pie a uno de los referentes más potentes de los últimos años. Un juego sencillo en el que tenemos dos recursos, los botones y el tiempo, ambos igual de importantes (porque una unidad de tiempo equivale en realidad a un botón) que los jugadores deben gestionar para seleccionar qué parches añadir a su tablero personal, en el que intentarán completar una cuadrícula de la forma más efectiva posible. Cuando empiezas a calcular cuántos botones te va a proporcionar hasta el final el juego alcanza una profundidad que no se aprecia al principio. Y tiene más interacción de la que parece, controlando continuamente qué podría hacer el rival en su siguiente turno en función de la decisión que tomemos.
Un juego que aúna una importante cantidad de mecánicas (pick-up and deliver, colocación de losetas, construcción de patrones, puntos de acción, gestión de la mano, especulación, etc.) dentro de una caja pequeña. Tiene dos elementos que lo hacen muy especial. Por un lado, el sistema de mapas, que insta a los jugadores a intentar situar losetas en posiciones específicas para que se cumplan los criterios de sus cartas de mapa. El otro es un sistema de pick-up and deliver que evita la reiteración, ya que los recursos son escasos y no reaparecen en las mismas localizaciones, obligando a los jugadores a estar continuamente reajustando sus rutas en busca de la máxima eficiencia. Algo que se vuelve más complicado a medida que el mapa se va ampliando.
Un diseño para dos que encierra muchas más sutilezas de las que uno podría esperar. Once turnos en los que se toman decisiones relevantes de forma continua y crucial. Saber leer los intereses del rival y evaluar correctamente la mejor opción en cada momento será clave para alcanzar la victoria. Es tremendamente interesante la disyuntiva constante entre querer situar cartas altas y cartas bajas en ambas zonas del juego para maximizar la puntuación. Y el puzle a la hora de ir rellenando la zona del telescopio también tiene su aquel, debiendo aplicar ciertas restricciones que provocarán más de un quebradero de cabeza. El desarrollo de estos turnos tiene, además, un enfoque combinacional que resulta realmente delicioso. Es cierto que al ser un juego de cartas el azar puede desequilibrar la balanza en partidas igualadas si, al reponer el suministro, el rival se ve beneficiado apareciendo elementos que le encajen. Pero es difícil que un juego te ofrezca más en menos turnos.
Un diseño que hace honor a su nombre y nos plantea un enfrentamiento histórico mediante unas mecánicas muy limpias para ser un juego de gestión de cartas con cierto contexto histórico. El tema de que las cartas tengan dos mitades y representen las piezas del ajedrez, de forma que sean piezas mayores y menores para un color (con su peso) y peones para el otro genera una dinámica muy interesante en lo que a toma de decisiones se refiere. Y la idea de la gestión de la fortaleza mental es una implementación genial del esfuerzo que supone para los jugadores de ajedrez una contienda de este tipo. Como remate, el ritmo de las partidas es muy ágil y la duración de las mismas relativamente contenida. De los juegos con motor de cartas más interesantes y elegantes que podéis encontrar. No es necesario saber jugar al ajedrez para disfrutar de este diseño, pero es cierto que si sabes jugar y conoces el evento histórico, lo disfrutarás más.
Un juego de bazas para dos jugadores que funciona perfectamente gracias a que la partida se encuentra ingeniosamente estructurada en dos partes: una primera en la que los jugadores conforman su mano para la segunda, y una segunda en la que las bazas se convierten en puntos para cada una de las razas (que son los palos). Estas razas, a su vez, tienen efectos específicos que se aplican en determinados momentos. Ambos elementos añaden al conjunto la incertidumbre necesaria para que las partidas se mantengan tensas hasta prácticamente el último turno. El único problema que le encuentro es que el azar entra en juego a dos niveles (a la hora de robar cartas cuando no se gana la baza en la primera fase, así como el reparto de cartas al comienzo de la primera fase), pudiendo cebarse con un mismo jugador y no dejándole margen de maniobra. Pero, más allá de esto, el diseño es una genialidad, admitiendo una enorme cantidad de expansiones que han disparado el número de razas disponibles con las que configurar una partida.
Un pequeño wargame que, por un lado, utiliza un motor de cartas relativamente clásico, con eventos y/o puntos de acción para ejecutar acciones de influencia o de movimiento de tropas y, por otro, incorpora una interesantísima mecánica de faroleo a la resolución del combate mediante tiradas de dados enfrentadas al más puro estilo "mentiroso". Consigue generar una tensión deliciosa en un reducidísimo intervalo temporal, algo de lo que pueden presumir muy pocos juegos. Es cierto que el azar puede jugar malas pasadas, pero al durar tan poco, la frustración no será especialmente relevante. Que no os eche para atrás que sea un wargame. Es un juego delicioso que se explica en diez minutos y cuyas partidas son tremendamente divertidas, especialmente a la hora de resolver los combates.
Estamos ante un diseño que es la elegancia personificada. Un juego que depara grandes píldoras de placer lúdico en el que cada partida es un drama en cuanto a la toma de decisiones, con una tensión constante hasta que se detona el final de la misma. El sistema de robar y jugar cartas genera mucha incertidumbre, ya que no tendremos la certeza de qué cartas ha robado nuestro rival al quedarse dos de ellas fuera de cada ronda. Y que el control de las geishas se arrastre de una ronda a otra modula la toma de decisiones de forma espectacular. Como pequeño inconveniente encontramos la posibilidad de que la partida se alargue hasta el infinito, ya que el final se alcanza cuando un jugador consigue el favor de un determinado conjunto de geishas o el valor en suma de las mismas alcanza un determinado umbral, aunque no es lo habitual. Pero, excluyendo este pequeño detalle, nos encontramos ante una magnífica propuesta para dos a la que, además, el arte acompaña, siendo un juego precioso desplegado en mesa.
Duelo por la Tierra Media
Los autores consiguen algo realmente difícil como es partir de un diseño muy asentado y, sin añadirle apenas elementos mecánicos, reorganizar todos los conceptos que ya se incluían en el juego base más sus dos expansiones consiguiendo una consistencia espectacular. También han conseguido dotarlo de sentido temático teniendo en cuenta la potencia de la franquicia a la que se ha recurrido. Si 7 Wonders Duel te gustaba, este te va a gustar más (salvo que odies El Señor de los Anillos). Si no te gustaba 7 Wonders Duel, lo más probable es que este tampoco te guste. Por mencionar el cambio más importante, me encanta que se hayan retirado los puntos de victoria y se mantengan únicamente las condiciones de victoria por muerte súbita (aunque hay una evaluación al final de la partida, pero no deja de ser una versión alternativa de unas de las condiciones). El track de la misión del anillo me parece un artificio tremendamente efectivo, tanto a nivel mecánico como temático. Y el trabajo de Vincent Dutrait es alucinante, sobre todo con los lugares especiales. Es cierto que el detalle de haber hecho panorámicas y trocearlas en varias cartas de un mismo tipo genera cartas tal vez no tan representativas, pero tampoco es algo que impacte en la experiencia de juego.
👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏
Gran top! Tengo todos menos Cousin’s war que lo probé en su día y no me cautivó. Deseando ver el de los abstractos puros que no son ajedrez (top 1 demasiado obvio). Por cierto, échale un ojo al Naishi. Es un vicio.
Mil gracias por este top. No sabía que el splendor a dos estaba bien.
En Hanamikoji sólo una carta queda fuera de juego en cada ronda.
Gracias por el nuevo top, aunque no estoy de acuerdo con el número 1… Me parece un gran ejercicio de síntesis del diseño original, pero reduce demasiado la profundidad que le aportaban las expansiones y al menos en mi caso, le quita interés a repetir partidas.
Un saludo!
Hola Iván ., te parece mejor La partida del Siglo entonces que Compile? Estoy entre uno de los dos pero no me gustan los coleccionables. Gracias
Gran top muy de acuerdo.
Yo incluiría también «eSdlA El Enfrentamiento» y «Batalla por el Olimpo».
Un abrazo.
No Picnic? No juego mas contigo, a ver con quién juegas ahora a dos 😛
Muy buena tu selección de juegos para dos 👏🏻
Aunque como rápidos y exclusivos para 2 me ha faltado alguno como Mandala o Cerveza y pan. 😉
También espero ver en próximas partes dos imprescindibles para nosotros que quizá sean un pelín más largos, Tuareg y War Chest.
Genial esta novedad de exponer tus Tops. Un saludo!
A mí me encanta el Res Arcana, que es rápido y a dos va muy bien
Jump Drive
7 Wonders Duel
El Valle de los Mercaderes
Eternal Chronicles of the Throne
Aire, Tierra y Mar
Radlands
Para mí sino el mejor, de los mejores juegos a 2 es el WATERGATE, Super temático y super tenso, y muy fácil de sacar a mesa…brutal 😎🔥😎
Salud
Me ha gustado ese filtro de «sin abstractos puros», jajaja. Eso, imagino, traerá un «top» distinto en el futuro :).
Creo que con lo único que discreparía con la lista (no me meto ni en el orden ni en los títulos ni nada de eso) es con el concepto de «corta duración», hay varios que superan la media hora sin problemas y eso en casa ya no le llaman «corto».
Oh, no sé si lo ves conveniente, pero en otras de estas listas, podrías comenzar con una diapositiva más (o en esa primera donde está el difuminado y el título global) con la explicación del listado; por ejemplo, en el de colocación de trabajadores, cuál es el concepto que manejas del mismo (eso se vio reflejado en los debates en los comentarios), o en este caso, que son juegos «en exclusiva» para 2 y no que funcionen bien a 2; además del criterio de duración. Parece que son cosas que se dan por hecho, y que quienes te leemos o escuchamos sabemos por dónde van los tiros, pero estas cosas llegan a otras personas también y es información interesante.
Hasta luego 😉
Ohh que bien otro top!!!, de juegos para dos es de lo que más tengo en la colección (porque para jugar a 3 o 4 tengo que juntarme con sobrinos o amigos y eso no pasa tan a menudo como me gustaría). Del top tengo el Hananimoji y no es el del señor de los anillos pero tengo el 7 wonder duel (muy buenos los dos). Una pregunta ¿merece la pena el duel del señor de los anillos si ya tienes el otro? La temática me gusta un montón soy bastante fan del señor de los anillos.