Detalle Palacio del Emperador

Reseña: El Teatro de Sombras – La Leyenda del Rey Mono

Introducción

¡Únete al Rey Mono en sus aventuras! Coloca tus monos, recoge los melocotones de la inmortalidad, atesora Jade y forja tu leyenda. Empuña las Armas de dragón para hacer caer a tu oponente y sé astuto y oportunista si quieres ganar la partida.

Portada
Portada

Así se nos presenta El Teatro de Sombras: La Leyenda del Rey Mono, un diseño de Cédric Lefebvre (Shitenno, Yggdrasil) y Florian Sirieix (Imaginarium, After Us). Publicado por primera vez en 2024 por Space Cowboy en versiones en inglés y francés. De las ilustraciones se encarga Julien Rico (Perspective).

Se encuentra publicado en español por Asmodee (el juego es dependiente del idioma en losetas y cartas, además del reglamento). Permite partidas a 2 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 22,49€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Asmodee, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón con tapas magnéticas y sellada con una faja, de dimensiones 18×13×4 cm. (caja rectangular pequeña similar a Fungi o Abluxxen), encontramos los siguientes elementos:

  • Área de Juego (de cartón con tapas imantadas)
  • Tablero (de cartón)
  • El Rey Mono (de madera)
  • 10 Pergaminos (de cartón)
  • 3 Faroles (de cartón)
  • 25 Monos (de madera)
  • 9 Jades (de madera)
  • 9 Melocotones (de madera)
  • 19 Cartas (44×67 mm.):
    • 17 Cartas de Arma de Dragón
    • 2 Cartas de Ayuda
  • Reglamento
Contenido
Contenido

Mecánica

El Teatro de Sombras: La Leyenda del Rey Mono es un juego para dos jugadores en el que competirán por ser el primero en ganar dos rondas. En cada ronda los jugadores recibirán una loseta de efecto personal y una serie de monos. Estos monos se podrán colocar en espacios de acción en el teatro para obtener cartas (que se pueden jugar al comienzo del turno si el Rey Mono se encuentra en el escenario adecuado), monos y jades, o melocotones y mover al Rey Mono. Alternativa ente, un jugador podrá recoger todos los monos colocados en un escenario, liberando los espacios de acción. La ronda finaliza cuando se agota alguna de las reservas de elementos (cartas, monos, jades o melocotones). Los jugadores acumularán un punto por cada mono alimentado (un melocotón alimenta a 3 monos), 2 puntos por cada 3 jades, 2 puntos por ser el jugador con más jades y 1 punto por carta sin utilizar (o 2 por carta especial). El jugador con más puntos ganará un farol. Para ganar la partida hay que ganar dos faroles.


Conceptos Básicos

Empecemos por el Área de Juego. Este se compone de un tablero de juego al que se le instala la caja del juego desplegada para representar tres escenarios. Cada escenario tendrá una serie de espacios de acción junto con una representación simbólica de los efectos al activar dicho espacio. A su vez, cada espacio dispone de espacios de reserva para los elementos obtenidos al activarlo. Los escenarios que tenemos son, de izquierda a derecha, la Guarida del Drago (con tonos azules), el Palacio del Emperador (con tonos verdes) y el Jardín Celestial (con tonos rosados).

Área de Juego
Área de Juego

Uno de los elementos principales del juego serán los Monos. Estos actúan como trabajadores, ya que para poder activar los espacios de acción del área de juego, el jugador activo deberá colocar uno de los monos de su reserva personal en dicho espacio. Cada espacio solo podrá contener un único mono. Se consiguen, por norma general, al activar uno de los espacios de acción del Palacio del Emperador. Alternativamente a colocar un mono en un espacio de acción, el jugador activo podrá recuperar los monos de un escenario (siempre que al menos haya uno). Al final de la ronda cada mono que el jugador posea en su zona de juego equivaldrá a un punto siempre que esté alimentado.

Monos
Monos

Para alimentar a los monos se necesitan Melocotones. Estos se consiguen, por norma general, en el Jardín Celestial. Cada melocotón podrá alimentar a tres monos en el recuento final de la ronda.

Melocotones
Melocotones

Al activar el Palacio del Emperador, además de obtener monos, también conseguiremos Jades. Estos proporcionan puntos al final de la partida si el jugador ha acumulado una determinada cantidad de ellos. Además, el jugador con más jades también obtendrá una recompensa en puntos.

Jades
Jades

El último elemento que los jugadores podrán obtener serán las Cartas de Arma de Dragón, las cuales muestran un fondo asociado a los distintos escenarios del área de juego (aunque hay cartas que no están asociadas a ningún escenario y proporcionan dos puntos al final de la ronda, mientras que las cartas de arma no usadas proporcionarán un punto). Estas se consiguen al activar la Guarida del Dragón. Estas cartas pasarán a la mano del jugador y permitirán resolver efectos al comienzo de su turno, siempre y cuando el Rey Mono se encuentre en el escenario correspondiente.

Cartas de Armas del Dragón
Cartas de Armas del Dragón

El Rey Mono estará representado por un peón que se desplazará a lo largo de los distintos espacios de acción, ocupándolo y, por tanto, reduciendo la cantidad de monos que se pueden colocar en dicho escenario. La posición del Rey Mono será relevante a la hora de poder jugar las cartas de armas de dragón.

Rey Mono
Rey Mono

Al comienzo de cada ronda los jugadores recibirán dos losetas de Pergaminos que muestran un efecto particular. Cada jugador escogerá una de esas dos losetas para poder disfrutar del efecto correspondiente.

Pergaminos
Pergaminos

Por último tenemos los Faroles, que son marcadores que indican que un jugador ha ganado la ronda en curso. El objetivo es ser el primer jugador en acumular dos faroles.

Faroles
Faroles

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se despliega el tablero principal en el centro de la mesa y se le acopla la caja para representar los distintos escenarios.
  2. Se dejan a un lado las tres fichas de farol.
  3. Ahora se prepara con la preparación de una ronda (se volverá a realizar hasta dos veces más durante la partida):
    • Se mezclan las cartas de arma y se colocan 9 de ellas (el resto se dejan a un lado) y se coloca en el espacio de la Guarida del Dragón.
    • Se colocan los monos en el espacio de reserva correspondiente.
    • Se colocan los jades en el espacio de reserva correspondiente.
    • Se colocan los melocotones en el espacio de reserva correspondiente.
    • Se coloca al Rey Mono en uno de los espacios del Jardín Celestial.
    • Se barajan los pergaminos y se reparten dos a cada jugador (el resto se dejan a un lado). Cada jugador escoge simultáneamente una de ellas y la otra la coloca junto al resto de losetas.
    • Se determina al jugador inicial (en la primera ronda se escoge aleatoriamente). Éste toma 3 monos de la reserva y su contrincante obtiene 4 monos.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada
Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de El Teatro de Sombras: La Leyenda del Rey Mono se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas (aunque habitualmente dos o tres). Cada ronda se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados, comenzando por el jugador inicial.

En cada turno, el jugador activo deberá proceder de la siguiente forma:

  • En primer lugar, si el jugador tiene una o más cartas de dragón asociados al escenario en el que se encuentra el Rey Mono, en este momento podrá jugar estas cartas, aplicando su efecto.
  • Tras esto, haya jugado cartas o no, el jugador escoge una de las siguientes dos opciones:
    • Colocar un Mono. El jugador escoge un escenario con al menos un espacio de acción libre y coloca un mono en él, activando la acción correspondiente. Las acciones disponibles son:
      • Guarida del Dragón: el jugador roba la primera carta del mazo de cartas de armas de dragón y la añade a su mano.
      • Palacio del Emperador: el jugador toma 2 monos y 1 jade de las correspondientes reservas.
      • Jardín Celestia: el jugador toma 1 melocotón de la reserva y desplaza al Rey Mono a un espacio de acción libre de un escenario distinto.
    • Recoger Monos. El jugador escoge un escenario con al menos un mono colocado en sus espacios de acción y el jugador recoge todos esos monos y los coloca en su reserva personal.

Tras esto, el turno pasa al jugador contrario.

La ronda finaliza cuando se agota alguna de las reservas de elementos (cartas de dragón, monos, jades o melocotones), procediéndose al recuento de la ronda, en el que cada jugador anota:

  • 1 Punto por cada mono alimentado (1 melocotón alimenta a 3 monos).
  • 2 Puntos por cada 3 jades.
  • 2 Puntos si el jugador tiene más jades que su rival (en caso de empate ambos jugadores anotan 2 puntos).
  • 1 Punto por cada carta de dragón, salvo que sea una carta de montaña, que proporcionan 2 puntos.

El jugador con más puntos ganará la ronda y tomará uno de los faroles. En caso de empate la ronda se considera nula y ningún jugador gana el farol.

Si la partida no finaliza en este momento, se vuelve a preparar la ronda como al comienzo de la partida, con la diferencia de que el jugador que haya sido derrotado se convertirá en el jugador inicial.


Fin de la Partida

La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador acumula dos faroles, proclamándose vencedor.


Variantes

Mono Espiritual. Los pergaminos no se descartan al final de cada ronda y se acumulan. Se juegan tres rondas y simplemente se anotan las puntuaciones de cada ronda. Quien gane la primera/segunda/tercera ronda obtendrá 1/2/3 puntos adicionales. Ganará quien más puntos en global haya acumulado.

Mono Metálico. Se juegan tres rondas. Al comienzo de la partida cada jugador recibe 5 pergaminos y escoge 3 de ellos. La partida va a durar tres rondas, y al comienzo de cada ronda cada jugador revela uno de esos pergaminos, aplicando sus efectos. Se puntúa igual que en la variante del Mono Espiritual.


Opinión Personal

El teatro de sombras chino es una antigua forma de expresión artística que combina narración, música y marionetas de siluetas para representar historias. Surgió durante la dinastía Han y se popularizó en la dinastía Tang, convirtiéndose en un entretenimiento apreciado por nobles y campesinos. Las figuras, elaboradas en cuero o papel, se proyectan sobre una pantalla iluminada, creando un efecto mágico. A menudo, las historias relatan leyendas, mitos y epopeyas históricas, transmitiendo la rica tradición cultural china.

Una de estas historias es la de la historia del Rey Mono, inspirada en Viaje al Oeste, que narra las aventuras de Sun Wukong, un mono nacido de una roca con poderes sobrenaturales. Tras aprender artes místicas, desafía a dioses y demonios, causando caos en el Cielo hasta ser castigado por Buda. Años después, se redime escoltando al monje Xuanzang en su peregrinaje a la India, enfrentando múltiples pruebas. Con astucia y valentía, Sun Wukong evoluciona de rebelde a sabio, alcanzando la iluminación al final de su viaje.

Detalle del Rey Mono
Detalle del Rey Mono

En esta historia, el bueno de Sun Wukong, tras dominar habilidades místicas, busca un arma digna de su poder. Viaja al palacio del Rey Dragón del Mar del Este, donde, tras rechazar varias armas, elige el bastón Ruyi, una vara mágica que puede cambiar de tamaño. Luego, su arrogancia lo lleva al Palacio Celestial, donde el Emperador de Jade intenta controlarlo dándole un título menor, pero Sun se rebela al descubrir el engaño. En su furia, invade el Jardín Celestial y devora los melocotones de la inmortalidad, desafiando el orden divino.

Si sois fans de Destripando la Historia seguro que habéis visto el magnífico video que le tienen dedicado y que vendría a ser la versión moderna de la representación en el teatro de sombras de esta historia. Historia en la que se basó Akira Toriyama para crear Dragón Ball. Sun Wukong sirvió de base para Son Goku, quien comparte varias características con el personaje legendario, como su origen especial, habilidades sobrehumanas y un bastón mágico.

Pues todo esto también ha servido de inspiración para que Cédric Lefebvre y Florian Sirieix desarrollasen un juego de mesa para dos en el que los jugadores toman el papel de los monos que siguen a Sun Wukong en busca de convertirse en su mejor aliado en una representación en un teatro de sombras. Vamos a ver qué tal se comporta en mesa, no sin antes agradecer a Asmodee la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya ha dado comienzo.

Detalle Reserva Personal
Detalle Reserva Personal

En Teatro de Sombras: La Leyenda del Rey Mono, además de con uno de los títulos más largos para un juego de mesa hasta la fecha, nos encontraremos con un diseño exclusivo para dos jugadores en el que ambos competirán por anotar más puntos que su rival en la ronda en curso, ganando la partida el jugador que consiga ganar dos rondas.

A nivel mecánico tendremos una colocación de trabajadores en la que los monos serán los peones que se podrán colocar en los espacios de acción asociados a cada una de las tres localizaciones para resolver los efectos asociados a los mismos (cada localización muestra varios espacios de acción). La cosa es que estos monos, a su vez, son la vía principal de puntuación, ya que, cuando se detone el final de la ronda, cada jugador puntuará por cada mono alimentado.

Es cierto que hay dos elementos puntuables adicionales como son las cartas de armas del dragón (que si no se utilizan proporcionan un punto salvo con alguna excepción que proporciona dos puntos) y los jades (que establecen una pequeña mecánica de mayorías por la que el jugador con más jades anotará dos puntos, además de otros dos por cada trio de jades que posea, independientemente de quien tuviese la mayoría).

Pero en ambos casos es difícil igualar la puntuación por monos, ya que, de entrada, la acción que permite reunirlos es de las más potentes del juego, permitiendo al jugador tomar dos monos y un jade del suministro. Los otros dos espacios de acción permiten, en un caso, tomar un melocotón y desplazar al Rey Mono (que es un peón que bloqueará el espacio de acción en el que se encuentre) y, en otro, robar una carta de arma del dragón, las cuales muestran efectos que podrán activarse al comienzo del turno siempre y cuando el Rey Mono se encuentre en la ubicación adecuada.

Detalle Jardín Celestial
Detalle Jardín Celestial

Alternativamente, los jugadores podrán recoger todos los modos de una localización (siempre que haya al menos uno) y sumarlos a su banda de monos, algo que será especialmente interesante cuando en una localización haya el máximo de monos posibles, pues, como ya hemos comentado, los monos son la vía principal de puntuación. Simplemente hay que asegurar su sustento mediante melocotones (cada melocotón alimenta a tres monos).

La ronda finaliza cuando se agota alguno de los suministros, procediéndose al recuento final y determinando qué jugador se anota el tanto, y vuelta a empezar. Así hasta que un jugador consiga anotarse su segunda ronda, proclamándose vencedor (si la cosa acabase en empate la ronda se daría por nula y nadie anotaría un tanto).

Para darle un poco de variedad al asunto, en cada partida solo entrará un subconjunto del mazo de armas del dragón y, además, cada jugador disfrutará del poder otorgado por un pergamino que, más o menos, indicará al jugador la estrategia a seguir a lo largo de la ronda.

Y aquí es donde encontramos el mayor problema de este diseño. Sin los poderes sería un juego muy plano que, dejando a un lado el punto de azar asociado al mazo de cartas del que los jugadores pueden robar, genera una dinámica de juego abstracto en el que es muy sencillo calcular la secuencia de turnos y escoger la opción optima. Pero es que estos poderes, en vez de arreglar el asunto, lo empeoran, porque le añaden a cada jugador un corsé del que no se pueden salir, porque entonces es como si estuviesen jugando sin poder respecto a su rival, que sí estaría aprovechándolo.

Detalle Armas del Dragón
Detalle Armas del Dragón

Supongo que por este motivo la partida se estructura en varias rondas, para intentar paliar el posible impacto del azar a la hora de robar cartas y, sobre todo, escoger el poder, ya que muchas veces estos son antagonistas y si un jugador tiene la mala suerte de escoger un poder que «sale perdiendo» frente al que ha escogido su rival, casi que no le quedará más opción que intentar resolver la ronda lo más rápidamente posible porque difícilmente se hará con el punto. De hecho, se llega a tener la sensación de que algunos poderes están desequilibrados, aunque como siempre, solo es una sensación (no he jugado tantas partidas como para afirmarlo con rotundidad).

La cosa es que al final los jugadores casi que actúan con el piloto automático activado casi desde el primer turno (siendo tal vez la elección del poder la decisión más importante a tomar en la ronda), por lo que el interés por el juego se pierde relativamente rápido, ya que no da mucho más de sí. Y las variantes no es que aporten demasiado para evitar esta dinámica.

Es cierto que, por su aspecto y la temática escogida, podría ser una introducción a la colocación de trabajadores para personas que no puedan dedicar mucho tiempo a un juego de mesa, pero creo que este conjunto de personas es demasiado pequeño como para justificar su adquisición. Además, a nivel temático no es que haya mucho desarrollo.

Pasemos a la producción. Recordemos que una de las premisas de la creación de Space Cowboys era la de desarrollar juegos con una presentación y componentes de alta calidad. Y, probablemente, los acabados de este juego sean de lo más destacable. Es cierto que se ha buscado un juego portable, pero es bastante destacable el uso de elementos de madera con formas particulares (me gusta especialmente que los jades tengan distinta tonalidad de verde), los elementos de cartón sean de buen grosor y prensado, y las cartas muestren un magnífico gramaje, textura en lino y estupenda respuesta elástica (no veo necesario enfundar porque las cartas apenas se barajan y casi no se tienen en mano). A esto le sumamos el segundo uso de la caja, que sirve como escenario para el tablero. Es meramente ornamental, pero el despliegue queda llamativo sin resultar ortopédico. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

Detalle Palacio del Emperador
Detalle Palacio del Emperador

A nivel visual también nos encontramos con un gran trabajo, jugando con el concepto de las sombras y las siluetas en todos los elementos (escenario, tablero, cartas y losetas de pergamino). Es cierto que tal vez la portada no genera demasiado impacto si no sabes de qué va el juego, pero creo que cumple con su cometido.

Y vamos cerrando. El Teatro de Sombras: La Leyenda del Rey Mono es de esos juegos que tienen una premisa interesante pero que se diluyen ya a las primeras de cambio. Un juego relativamente plano en el que la decisión más importante a tomar en cada ronda es la loseta de poder con la que se va a desarrollar la ronda y saber detectar la estrategia a seguir dado dicho poder. El resto de la ronda casi que se resuelve en piloto automático. Y como ya una partida consta de un mínimo de dos rondas, la sensación de reiteración aparece muy pronto. Me gusta la idea de la dinámica combinacional típica de los abstractos, pero se echa en falta más opciones que eviten ese desarrollo predecible. El nivel de producción es bastante llamativo para ser un juego de caja pequeña. Si hubiese tenido más variedad de acciones y efectos algo más equilibrados tal vez podría haber resultado algo más satisfactorio. Se queda al borde del precipicio. Por todo esto le doy un…

Aprobado

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