Reseña: Ada’s Library
Introducción
¡Vuelve a colocar los libros en su sitio! Un libro mal colocado es casi como si no existiera. Reorganiza los libros mezclados y revueltos en la biblioteca de Ada. No será fácil encontrar los estantes correctos. Usa las cartas de la biblioteca para organizar el montón de libros en el orden correcto. El objetivo es ser el primero en colocar el montón de libros en el mismo orden que la estantería maestra.
Así se nos presenta Ada’s Library, un diseño de Zach Greenvoss y Amanda Greenvoss (su único diseño en haber sido editado). Publicado por primera vez en 2003 por Descartes Editeur en una versión en multilenguaje. En 2024 ha sido reeditado por Playte en una versión en inglés y coreano. De las ilustraciones de esta nueva versión se encarga Wanjin Gill (Tonga Bonga, Tasso Banana, Stubborn Mules).
No se encuentra publicado en España, por lo que tendréis que recurrir al mercado de importación para haceros con una copia (el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas a 2 o 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 17,5€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en inglés de Playte, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de una pieza que se pliega sobre sí misma y se cierra mediante imanes, de dimensiones 14×10×5 cm. (caja rectangular pequeña de dimensiones similares a Buffalo Chess) encontramos los siguientes elementos:
- Tablero de Juego (de cartón)
- 6 Libros Maestros (de madera)
- 24 Libros de Estantería (de madera)
- 48 Cartas de Biblioteca (56×86,5 mm)
- Bolsa (de tela)
- Reglamento
Mecánica
Ada’s Library es un juego para dos en el que cada competidor tendrá que reordenar una hilera de libros que reciben aleatoriamente según un patrón establecido. Para ello, en cada turno, el jugador jugará una de las cinco cartas que tiene en mano para realizar una operación sobre sus libros y robar una nueva carta (se puede jugar una carta para no hacer nada). El primer jugador en conseguir ordenar sus libros será el vencedor.
Conceptos Básicos
Empecemos por los Libros. Estos libros se encuentran en seis colores (cada uno con un símbolo representativo del tema). Seis de estos libros se utilizarán para determinar la secuencia maestra que será seguida por los jugadores para ordenar sus libros. Cada jugador tendrá un conjunto de libros que tendrá que ordenar de acuerdo a esta secuencia maestra.
Estos libros se desplegarán en el Tablero de Juego. Este muestra una zona central con seis espacios donde se colocará la secuencia maestra. A ambos lados de esta secuencia encontraremos diez espacios para colocar los libros de la estantería del jugador.
Para realizar la ordenación los jugadores dispondrán de Cartas de Biblioteca. Estas cartas muestran una determinada acción que permitirá desplazar o permutar libros teniendo en cuenta su posición dentro de la estantería del jugador. La tipografía de la carta muestra dos colores: negro cuando el movimiento se aplica únicamente sobre la hilera del jugador y rojo para movimientos que afectan al patrón (aquí también se identifica porque los libros tienen los símbolos) o a la hilera del rival. Es importante indicar que el sentido de desplazamiento indicado en las cartas aplica en ambos sentidos, y no solo en el que aparece dibujado.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero en el centro de la mesa entre ambos jugadores.
- Se apartan seis libros, uno de cada color, que se meten en la bolsa. Se van sacando de uno en uno y se colocan en la secuencia maestra de izquierda a derecha.
- Ahora se meten el resto de libros en la bolsa y cada jugador saca de uno en uno diez libros que coloca de izquierda a derecha en su hilera. El resto de libros y la bolsa se devuelven a la caja.
- Se mezcla el mazo de cartas de biblioteca y se deja a un lado.
- Cada jugador roba 5 cartas para formar su mano inicial.
- Finalmente, se escoge al jugador inicial de forma aleatoria.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Ada’s Library se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial.
En cada turno, el jugador activo deberá jugar una carta de su mano, pudiendo aplicar el efecto de la carta o simplemente descartarla. Tras esto, el jugador robaría una nueva carta y el turno pasaría al contrario (si el mazo se agota, se baraja la pila de descarte y se conforma el mazo de nuevo).
Las acciones que permiten las cartas son:
- Desplazar Libro. El jugador puede desplazar un libro un numero de espacios a izquierda o derecha desde su posición actual. El movimiento hay que completarlo integro (si el movimiento llevase a salirse de la estantería a un libro, ese movimiento no se podría ejecutar). Tras desplazar el libro, se juntan los dos bloques de libros.
- Desplazar Libro al Extremo. El jugador escoge cualquier libro y se coloca en uno de los extremos de la hilera. Tras desplazar el libro, se juntan los dos bloques de libros.
- Permutar. El jugador escoge dos libros que estén separados el número de libros indicados y los permuta.
- Permuta de los Extremos. El jugador permuta los dos libros en los extremos de su hilera.
- Intercambio. El jugador escoge un libro de su hilera y lo permuta por el libro situado en la posición enfrentada de la hilera del rival.
Si la tipografía es roja y los libros tienen símbolos, este movimiento se aplica sobre el patrón y no sobre la hilera del jugador.
Fin de la Partida
La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador consigue ordenar todos sus libros de acuerdo a la secuencia maestra, proclamándose vencedor.
Variantes
Modo a 4 Jugadores. Los jugadores se sientan de forma que cada uno esté en frente de otro. Cada jugador roba 9 libros para formar su hilera. El juego se desarrolla de la misma forma con la única particularidad de que a la hora de jugar cartas de intercambio, cada jugador solo podrá intercambiar con el jugador que tenga sentado frente a sí.
Opinión Personal
Siguiendo la línea de rescatar juegos olvidados por parte de Playte, hoy vamos a analizar un juego que, para los que vivimos en el mundo del desarrollo software no podremos evitar sentir cierta atracción al leer el título del mismo. Y es que Ada Lovelace, la única hija reconocida por Lord Byron, es considerada como la primera programadora de ordenadores.
Ada era matemática y escritora, por lo que suponer que el juego hace referencia a ella es una posibilidad nada descabellada, sobre todo teniendo en cuenta de qué va el juego. Y es que Ada’s Library propone a los jugadores intentar ordenar una estantería de libros atendiendo a un patrón. Y los algoritmos de ordenación son un clásico del mundo de la programación. Vamos a ver qué tal se comporta en mesa no sin antes agradecer a Playte la cesión de la copia que posibilita esta parrafada.
Como acabo de decir, en Ada’s Library cada jugador va a encontrarse con una hilera de libros que representa su estantería. Estos libros son de distinta temática, la cual se identifica por un color y un símbolo concretos. Los jugadores recibirán esta hilera de libros en un organizados aleatoriamente y competirán por intentar ser los primeros en reordenarlos de acuerdo a un patrón maestro.
Este patrón maestro se encuentra entre ambos jugadores, con un libro de cada uno de los colores y símbolos posibles formando también una hilera. Este patrón marca qué libros deben estar antes que otros. Así, si un jugador tiene libros de un mismo color, esos libros deberán colocarse de forma consecutiva en la hilera antes de que cualquier otro libro que aparezca posteriormente en el patrón maestro. Igualmente, si un jugador no tuviese libros de un determinado color, simplemente ignoraría dicho tipo de libro (como si en el patrón maestro no estuviese).
¿Cómo se pueden reordenar los libros? Pues aquí entra el elemento fundamental del juego, las carta de biblioteca. Estas cartas muestran una determinada operación de ordenación que el jugador puede aplicar sobre su hilera de cartas o sobre el patrón maestro. Así, con estas cartas se podrá desplazar un libro un determinado número de posiciones en una dirección o permutar la posición de dos libros. Incluso hay algunas cartas que permiten permutar un libro con el que ocupe la misma posición de la hilera del rival.
En cada turno el jugador activo utilizará una de estas cartas, aplicará su efecto si así lo desea (es posible renunciar a él) y robará una nueva carta para reponer su mano. Así, los jugadores alternarán turnos hasta que uno de los jugadores consiga su objetivo, detonándose inmediatamente el final de la partida. Y no tiene más.
Ya habéis visto la ilusión con la que he comenzado este análisis ¿verdad? Es la misma ilusión con la que desplegué el juego por primera vez, pues, de todos los títulos que ha presentado recientemente Playte, Ada’s Library era uno de los que más ganas tenía de probar. Y, como muchos estaréis intuyendo, ha sido una pequeña decepción.
Creo que los desarrolladores de Playte han perdido una importante oportunidad a la hora de darle una vuelta de tuerca a un diseño al que se le notan las costuras ya casi desde la preparación de la partida. Y es que nada impide que en la preparación inicial un jugador reciba una hilera mucho más ordenada que la de su rival respecto al patrón maestro.
No es lo mismo que a un jugador le toquen libros de los seis colores y, teniendo libros repetidos, no estén adyacentes entre sí, y que a tu rival le toquen libros entre los que falte uno o varios colores y que, encima, libros del mismo color estén adyacentes entre sí. Da igual el algoritmo de ordenación que utilices, una hilera está, de partida, más ordenada que otra. Por tanto ese jugador parte con ventaja.
Por otro lado tenemos el azar a la hora de robar cartas. De nuevo, puede darse la circunstancia de que un jugador tenga cartas en mano que no le permitan ejecutar movimientos de ordenación efectivos (esto es, que la hilera resultante se considere más ordenada que la hilera al comienzo del turno), viéndose obligado a realizar una operación improductiva o, directamente, perder el turno para simplemente descartar una carta y robar una nueva.
Si encima le sumamos que existe la posibilidad de que a un mismo jugador le vayan tocando las cartas que implican interacción, esto es, las que permiten permutar un libro con el rival o las que permiten alterar el patrón maestro, apaga y vámonos. Puede resultar tremendamente frustrante tener que lidiar con la mala suerte en dos frentes (la mano de cartas y la ordenación inicial), para que, además, el rival esté truncando nuestros planes de forma más o menos reiterada.
Es cierto que la existencia de estas cartas dota al juego de una interesante gestión de la mano y los tiempos, porque son cartas para utilizar en momentos puntuales en los que podamos obtener un gran beneficio y/o asestar un duro golpe a nuestro rival. Por ejemplo, una vez que nuestro contrincante haya logrado transportar un conjunto de libros a un extremo porque en ese extremo se encuentra el libro del color correspondiente en el patrón maestro, coger y desplazar ese libro al otro extremo en el patrón maestro gracias a una carta. O permutarle el libro central de un trio del mismo color por un libro de un color distinto, viniéndonos a nosotros bien el libro que recibimos. La cara de odio de nuestro rival seguramente no tendrá precio.
Y lo peor del asunto es que el juego se puede eternizar. Es cierto que no hay muchas cartas que permitan actuar contra el patrón central, pero si estas se reparten de forma más o menos equitativa entre los jugadores, estos las irán jugando para intentar alargar la partida en el caso de que el rival esté más cerca de la victoria.
Como he dicho antes, me parece una oportunidad perdida por parte de Playte para haber planteado soluciones a todos estos problemas. Así, a bote pronto, se me ocurre que un draft abierto de cartas, con una hilera sobre la que ambos jugadores escogen es una opción más interesante y que equilibra las posibilidades. Es cierto que, tras jugar una carta, es posible que la que aparezca beneficie al rival, pero al menos hay un nivel de control mayor y se pueden hacer cálculos de muchas de las opciones que tendrá el rival en su siguiente turno.
Para solucionar el problema del azar una primera opción obvia es que ambos jugadores tengan una hilera idéntica, esto es, que ambos jugadores tuviesen que hacer los mismos movimientos para ordenar los libros (aunque aquí el patrón maestro no debería verse reflejado entre ambos jugadores, sino que ambos lo leyesen en la misma dirección). Tal vez una solución más sencilla habría sido limitar el número de libros, de forma que para cada color se introdujesen en la bolsa 2 libros de cada color por jugador. Esto minimizaría las probabilidades de que un jugador tenga una hilera mucho más ordenada que el rival, ya que si un jugador tiene muchos libros de un color y pocos de otro, su rival estará en la situación inversa.
No hay muchos referentes que me vengan a la cabeza ahora mismo respecto a juegos en los que el eje central sea ordenar algo. Solo 111 Hormigas por un lado y Flash 10 (aquí su tochorreseña) por otro. De los tres, el más aceptable me parece Flash 10, que al menos es un juego de agilidad y el tema del azar y la interacción quedan a un lado. 111 Hormigas tiene algo más de gracia porque permite a los jugadores priorizar el ser más rápidos o conseguir la secuencia más valiosa aunque no sean ellos los que cierren la ronda. Lo que está claro es que ambos están por encima de este Ada’s Library, que tras una o dos partidas, seguramente no queramos volver a tener en la mesa, por lo que su rejugabilidad está bajo mínimos.
En cuanto a la producción solo queda soltar una lagrimita porque el trabajo de Playte es magnífico. Me encantan los libros de madera con el símbolo pintado, el tablero-caja plegable y unas cartas de un gramaje más que adecuado, con textura en lino y gran respuesta elástica (si se juega mucho convendría enfundar). El reglamento está aceptablemente bien estructurado y no deja lugar a dudas.
A nivel visual, el trabajo de Wanjin Gill vuelve a ser magnifico, siendo una de las mejores portadas que el ilustrador coreano nos ha regalado. Es imposible no quedarse embobado mirando a la pobre Ada observando su desordenada estantería con el gato sobre la pila de libros por encajar. No deja de ser una bonita alegoría de muchas de nuestras ludotecas, con todos esos juegos que nos acaban de llegar y que tenemos desperdigados por el suelo porque no tenemos hueco en las estanterías donde ubicarlos. También me gustan mucho las cartas que parecen hojas de un cuaderno donde aparecen los movimientos a realizar sobre los libros.
Y vamos cerrando. Ada’s Library ha resultado ser una pequeña decepción. Tras una portada espectacular y una producción ejemplar que combina optimización y calidad nos encontramos con un juego con errores claros de diseño que son palpables desde la preparación de la primera partida, donde los jugadores detectarán que tendrán un punto de partida diferente en un juego que se desarrolla como una carrera. A esto le sumamos el impacto del azar, que puede desnivelar aún más la balanza. Que este hándicap fuese configurable sería lo adecuado. Es una pena porque el juego tenía potencial. Por todo esto le doy un…
Hola Iván. Pues juego similar esta Game of Trains publicado por SD de ordenar vagones. Tambien era un juego con mucho azar pero muy amigable.
El Game of trains es mucho más divertido que este, de hecho, lo sigo teniendo.
Otra mas!!
Este lo dejaremos pasar…. Lástima!! Veo que se queda muy cortito, habiendo muchas otras opciones a dos mucho mejores.
Salu2!!
También se me ocurrió enseguida que los libros iniciales deberían ser iguales para igualar las oportunidades. Es un cambio que entiendo se puede implementar en el juego.
También se puede establecer un. Unero de turnos para acotar la duración y dar puntos por posiciones conseguidas.
En fin creo que aquí somos ya mayores como para alterar reglas de juegos si le vemos mejores copiones y probarlas. A mí me en concreto me mola hacer alguna variante si veo mejora o mayor jugabilidad aunque tengo amigos puristas que me miran mal.
Me encantaría que pudieras hacer una reseña de Momiji. No sé si es que es malo o es un gran olvidado. Es precioso y he estado muy tentada de comprarlo, pero apenas hay críticas. Aunque en inglés si he encontrado alguna y es buena.
En fin, que está baratisimo, pero si no tengo referencia de alguien con criterio, esperaré.
Me lo anoto!
Gracias : )