Reseña: Dioses!
Introducción
¡La encrucijada épica donde las antiguas mitologías griega, egipcia y nórdica colisionan! Dioses! te invita a asumir el rol de un gran oráculo, utilizando tu conocimiento y estrategia para combinar dioses, objetos y lugares de estas poderosas culturas.
Así se nos presenta Dioses!, un diseño de David Amorín (Picnic, Juices). Publicado por primera vez en 2023 por Smart Troll Games en una versión en español. De las ilustraciones se encargan Álvaro Pascual, Miguel Carbajo, Alejandra Luque, Mingo Delgado y Clara Septién.
Permite partidas de 2 a 6 jugadores, con una edad mínima sugerida de 9 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 17,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Smart Troll Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 11,75×20,8×3,7 mm. (caja rectangular pequeña similar a Ten), encontramos los siguientes elementos:
- 115 Cartas (62×88 mm.)
- 39 Cartas de Juego
- 12 Cartas de Objetivos
- 6 Cartas de Referencia
- Reglamento
Mecánica
Dioses! es un filler de cartas que toma el universo mitológico de Destripando la Historia, reuniendo el panteones griego, egipcio y nórdico. Cada carta del mazo mostrará un dios, un objeto o una localización de dicho panteón, junto con un criterio de puntuación. Al comienzo de la partida se baraja el mazo y se reparten 12 cartas a cada jugador que despliegan en una cuadricula de tres filas y cuatro columnas, revelando las dos primeras. Tras esto, los jugadores alternan turnos revelando una carta del mazo o robando la última carta descartada para sustituirla por una de las cartas de su despliegue (quedando bocarriba la que se coloque). También se puede descartar la carta robada para permutar dos cartas del despliegue (revelando cualquiera de ambas que estuviese bocabajo). El final de la partida se detona cuando un jugador ha revelado todas sus cartas, procediéndose al recuento final. En el modo avanzado se añade un criterio de puntuación común para todos los jugadores.
Conceptos Básicos
El elemento principal son las Cartas de Juego. Estas muestran un determinado elemento (dios, objeto o lugar) representado por un símbolo en su esquina inferior izquierda. En la banda superior tenemos el nombre junto a los puntos de victoria que proporciona la carta y en la zona inferior tenemos un criterio de puntuación que hay que cumplir para que la carta puntúe. A su vez, las cartas están distribuidas en tres panteones identificables por su color y porque en la banda inferior también se especifica, a saber: griegos (morados), nórdicos (turquesas) y egipcios (amarillos). Cada jugador va a recibir 12 cartas que inicialmente se colocarán bocabajo y el objetivo es ir permutándola con otras cartas intentando posicionarlas de forma que sus criterios se cumplan.
Por otro lado tenemos las Cartas de Objetivo, divididas en dos grupos. Por un lado, el patrón a cumplir y por otro, el elemento sobre el que se aplica el patrón. Al comienzo de la partida se escogerán dos de estas cartas para conformar un criterio de puntuación común a todos los jugadores.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se mezcla el mazo de cartas de juego y se reparten 12 cartas a cada jugador que despliega en su zona de juego formando una matriz de tres filas y cuatro columnas.
- Se mezclan las cartas de objetivo y se revela una carta de patrón y otra de elemento para conformar el criterio común de la partida.
- Finalmente, se escoge aleatoriamente al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Dioses! se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo debe escoger entre:
- Tomar la carta superior de la pila de descarte y sustituirla por una carta de su despliegue, colocando la carta sustituida en la parte superior de la pila de descarte (revelándola si estaba oculta).
- Tomar la carta superior del mazo y consultarla, escogiendo una de estas dos opciones:
- Sustituirla por una carta de su despliegue, colocando la carta sustituida en la parte superior de la pila de descarte (revelándola si estaba oculta).
- Descartarla directamente, colocando la carta robada en la parte superior de la pila de descarte y, a continuación, permutando dos cartas del despliegue. Tras esto, el jugador revelará una de sus cartas, que no tiene por qué ser una de las dos permutadas.
Tras esto, el turno pasa al siguiente jugador.
Fin de la Partida
El final de la partida se detona cuando un jugador ha revelado todas sus cartas. El resto de jugadores juegan un último turno, tras lo cual todos los jugadores revelan inmediatamente las cartas que aún tienen ocultas y se procede a realizar el recuento final carta por carta.
El jugador que más puntos obtenga será el vencedor. En caso de empate, el jugador con más dioses será el ganador. Si la igualdad se mantiene, los jugadores comparten la victoria.
Variantes
Sin Objetivos. Simplemente no se revelan dos cartas de objetivo y solo se puntúan las doce cartas de cada jugador.
Opinión Personal
Es bastante común que se aprovechen diseños bastante consolidados a la hora de lanzar juegos ambientados en determinadas franquicias. Tenemos el ejemplo de Star Wars: The Deckbuilding Game (aquí su tochorreseña), que es Star Realms (aquí su tochorreseña) ambientado en el universo creado por George Lucas, o Splendor: Marvel (aquí su tochorreseña), que prácticamente el mismo Splendor (aquí su tochorreseña), pero utilizando a los carismáticos superhéroes y supervillanos de la mítica editorial de comics.
La cosa es que la estrategia funciona muy bien, ya que, por un lado, tienes un juego que sabes que le funciona al personal y, por otro, atraes a jugadores por la vía de la franquicia. Pues algo parecido es lo que han decidido los chicos de Destripando la Historia, que han alcanzado fama mundial con sus canciones sobre dioses mitológicos. De la mano de nuestro querido damkalloh (David Amorín) y su editorial nos llega este Dioses! Vamos a ver qué tal se comporta.
Nos encontramos con un mazo de cartas en el que nos vamos a encontrar objetos, lugares y dioses de tres de los panteones más importantes de la historia de la humanidad, esto es, el panteón griego, el panteón nórdico y el panteón egipcio. Estas cartas muestran, además, un requisito/criterio y un valor de puntuación (fijo o variable).
Al comienzo de cada partida los jugadores van a recibir doce de estas cartas para desplegarlas bocabajo en una matriz de tres filas y cuatro columnas. La idea es ir revelando estas cartas y permutándolas por otras para intentar maximizar la puntuación a base de activar cada carta porque su criterio de puntuación se cumple. Además de las cartas propias, también se habilitará un criterio de puntuación común en el que los jugadores obtendrán puntos siguiendo un determinado patrón.
Mecánicamente el juego funciona igual que Skyjo, esto es, en cada turno el jugador activo puede hacer una permuta en su zona de juego robando una carta del mazo o robando la última carta descartada. Esta carta la colocará en un espacio ocupado por una de sus cartas que se coloca en la pila de descarte (si estaba oculta se revela en este momento). Alternativamente, y solo si se ha robado del mazo, se podrá descartar esta carta directamente y hacer una permuta entre dos cartas propias, revelando una del despliegue, que no tiene que ser una de las permutadas (en Skyjo no hay permuta, pero si se revela una de las cartas propias). De esta forma los jugadores van alternando turnos hasta que alguien tiene reveladas todas las cartas en su matriz, dejando al resto de jugadores un último turno antes de proceder a puntuar.
Y no tiene más. El resumen rápido es que Dioses! es Skyjo con efectos, algo muy similar a lo que ya vimos en Play Soccer (aquí su tochorreseña). Otro diseño al que recuerdan de forma importante es el famoso Fantasy Realms (aquí su tochorreseña), otro diseño que ha sido utilizado con franquicias de forma exitosa derivando en Marvel: Remix (aquí su tochorreseña).
La dinámica del juego es muy entretenida porque, por un lado, se plantea una carrera en la que son los jugadores lo que deciden cuando pisar el acelerador. El juego va a durar un mínimo de 10 rondas si en cada turno un jugador siempre revelase una carta, ya sea una oculta que se permuta por la robada (del mazo o del descarte) o porque se descarte la carta robada del mazo y se permuten dos cartas del despliegue, revelando posteriormente una carta.
Optar por esto ultimo es apostar por el azar, ya que nos encontraremos con cartas en posiciones probablemente poco efectivas, teniendo que desplazarlas a posteriori, entrando en un circulo vicioso en el que vamos desplazando cartas y revelando a continuación para de nuevo, volver a desplazar y, así, sucesivamente.
Para mí lo de mejor de este sistema (como en Skyjo) es esa tensión que se va generando a medida que los jugadores van cerrando su matriz y el margen de maniobra se acorta, sobre todo como tengamos cartas dependientes de adyacencias y tengamos cartas ocultas junto a estas. Muchas veces no nos quedará más remedio que dejarlo en manos de la Dama Fortuna y rezar para que sea o no sea un determinado tipo de carta.
Tal y como ocurre en todos los diseños mencionados anteriormente, el azar tiene un impacto importante y puede que un jugador se haga con la partida sin haber tenido la sensación de tener que escoger entre opciones interesantes. Otras en cambio habrá que hacer encaje de bolillos para maximizar la puntuación, porque iremos revelando cartas que no puntúan en la posición en la que se encuentren. Esto impacta también en el criterio común, que muchas veces será imposible optar a él porque, simplemente, no pasen por nuestras manos las cartas adecuadas.
Si fuese un juego de mayor duración podría ser un hándicap importante. Pero estamos hablando de un filler sin demasiadas pretensiones, que funciona muy bien con todo tipo de jugadores. Los jugones pondrán mucha atención a la optimización, mientras que los jugadores ocasionales estarán entretenidos revelando cartas y cantando la canción correspondiente al dios que acaban de encontrarse. ¡Zeuuuuuusss! Aunque tu madre lo ocultó, era aquel fontaneeeeroooo (perdón, no he podido evitarlo). Si no conocéis Destripando la Historia, dejad de leer aquí (volved después) e id a su canal de YouTube para deleitaros con el estupendo ramillete de auténticos gusanos cerebrales que no podrás dejar de cantar en mucho tiempo.
El juego escala magníficamente porque no hay interacción entre los jugadores más allá de no dejar a disposición del siguiente jugador una carta que le pueda venir bien, aunque, por norma general, los jugadores tenderán a prestar atención a su despliegue y no al de los demás. Si buscáis interacción este no es vuestro juego.
En cuanto a variabilidad, lo mismo que en Fantasy Realms, un mazo enorme de cartas que te asegura que cada partida sale distinta. Es un puzle personal a optimizar y que te va a mantener entretenido durante unos quince o veinte minutos. Estos juegos enganchan y no es difícil encadenar varias partidas.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con una cartas de un gramaje aceptable, textura lisa algo áspera y una respuesta elástica pobre. Mi recomendación es enfundar para mantener el juego en buen estado y que resulte fácil de barajar. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas, aunque hay una errata en la parte de descartar la carta robada, que en el manual pone que se voltean las cartas permutadas, cuando lo que se voltea es cualquier carta oculta, no necesariamente las permutadas.
A nivel visual el juego te gustará si eres fan de las ilustraciones de Destripando la Historia. El diseño gráfico es muy adecuado, aunque es cierto que hay algunas cartas que, por falta de espacio, se ha recurrido a abreviaciones que pueden pasar desapercibidas, aunque si se atiende a la simbología es más complicado equivocarse.
Y vamos cerrando. Dioses! es uno de estos productos que toma ideas que funcionan bien con el público general y se visten con una franquicia reconocible, en este caso los personajes de Destripando la Historia. No es necesario ser fan y conocer la mitología que hay tras cada uno de ellos, pero la realidad es que se disfruta mucho más jugando si te sabes las canciones (es imposible no ponerse a cantar cada vez que aparece un Dios que ya tenga su Destripando la Historia). Como juego es ágil, entretenido, muy azaroso pero, a la vez, muy satisfactorio. No inventa nada y si ya tenéis juegos de este corte tal vez no tenga encaje en vuestra colección, dependiendo más qué ambientación os gusta más. Por todo esto le doy un…
Pues entonces es exactamente como el Skyjo. Voy a corregirlo. Gracias por el aviso!
¿Si enfundas todas te cabe en la caja?
Si, es cierto que sobresale algo de la cuna, pero la caja cierra perfectamente.
Hola iMisut.
Aparte de las referencias ya comentadas (Skyjo, del que toma la mecánica principal y Fantasy Realms/Marvel Remix por aquello de combar unas cartas con otras, aunque en los otros están en tu mano y en este están en tu zona de juego, en mesa), este juego me recuerda también al Lost Seas, por aquello de tener una puntuación variable en cada partida y formar una cuadricula personal de losetas/cartas donde intentar maximizar esa puntuación. ¿Crees que se pisarían mucho o las sensaciones en partida son diferentes? ¿Con cuál de los dos te quedarías antes?
Un saludo y mil gracias por tus reseñas/crónicas. Nunca se agradecen lo suficiente.
Muy adecuada la comparación. Lo que es el montarlo en tu cuadricula es parecido, aunque Lost Seas me parece mas restrictivo y mejor juego, tanto por interacción como por toma de decisiones. Dioses es mas rapido a costa de ser mucho menos interactivo. Ya depende de lo que te gusten este tipo de juegos y del tamaño de tu ludoteca. En ludoteca pequeña sería para pensarselo, aunque Dioses! ocupa relativamente poco.