Reseña: Pirámido

Introducción

El faraón Mido empieza a preocuparse por la que será su futura pirámide. ¡Qué mínimo que el lugar de reposo que le espera refleje la majestuosidad que desprende en vida! Así pues, ha dictaminado que de 2 a 4 arquitectos construyan pirámides con joyas incrustadas. Quien construya la pirámide más impresionante será nombrado visir y disfrutará de una riqueza y poder inimaginables.

Así se nos presenta Pirámido, diseñado por Ikhwan Kwon (El Jardín de Alicia, SizeUp). Publicado por primera vez en 2023 por Synapses Games en una versión en inglés y francés. De las ilustraciones se encarga The Creation Studio (Ottoman Sunset: The Great War in the Near East).

Se encuentra publicado en español por Asmodee Ibérica (el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 45 minutos. El precio de venta al público es de 29,99€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Asmodee Ibérica, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 27,5×19×6,5 cm. (tamaño estándar rectangular mediana tipo Race for the Galaxy), nos encontramos los siguientes elementos:

90 Losetas de Dominó (de cartón)
12 Cartas de Revestimiento
24 Joyas (6 de cada tipo) (de madera)
Bloc de Puntuación (de papel)
Reglamento

Mecánica

Pirámido es un peso medio-ligero con mecánicas principales de draft, patrones y colocación de losetas. Cada jugador va a construir una pirámide de cuatro plantas utilizando losetas tipo dominó, que ocupan 8 casillas. Dentro de las casillas podemos encontrar cero, uno o dos símbolos asociados al color. En cada turno, el jugador activo escogerá una de las tres losetas disponibles en el suministro junto a 4 pilas de reposición (cada posición está apoyada sobre dos de estas pilas, y el jugador activo escoge cuál de las losetas superiores de estas dos pilas se utiliza para reponer el espacio generado). El jugador colocará la loseta escogida en la planta actual de la pirámide. Cada jugador dispondrá de 6 marcadores de los símbolos de las losetas y si la loseta recién colocada contiene al menos un color asociado a un marcador que el jugador aun tenga sin colocar en la pirámide deberá colocarlo sobre una de las casillas de la pieza colocada de su color. Cuando los jugadores completen la planta anotarán puntos por el número de símbolos presentes en el grupo que contiene cada uno de sus marcadores y la menor puntuación del jugador se duplicará. Cada jugador dispondrá de tres cartas a doble cara que permite cambiar el color de las cuatro casillas de una loseta. Tras esto se procedería con la siguiente planta, teniendo en cuenta que las casillas periféricas quedarán visibles pudiendo formar parte de los grupos que se formen en esa segunda planta. Cuando se complete la última planta (que solo tendrá una pieza) finalizará la partida.

Conceptos Básicos

Empecemos con las Losetas. Estas muestran ocho casillas estructuradas en dos filas de cuatro. A su vez, estas casillas muestran uno o dos colores de fondo (en caso de tener dos, las casillas de las dos primeras columnas tendrán uno de esos colores y las dos últimas el otro). Cada grupo de cuatro casillas se considerará como un bloque. Opcionalmente, cada casilla podrá contener un símbolo asociado al color de fondo de la casilla, pero, en total, una loseta nunca tendrá más de 2 símbolos. El objetivo de los jugadores es conformar una pirámide de cuatro plantas, de forma que las casillas periféricas de una planta quedarán visibles al comenzar la siguiente.

El concepto básico del juego es conformar grupos de casillas interconectadas ortogonalmente entre sí de un mismo color con la idea de que, dentro de dicho grupo, sea visible el mayor número posible de símbolos del color correspondiente, pudiendo incluir estos grupos casillas de plantas anteriores (la pirámide se mira desde arriba dejando de importar en qué nivel se encuentra cada casilla). Sin embargo, solo un grupo de cada color podrá puntuar por nivel. Para marcar qué grupo se puntúa cada jugador dispone de un conjunto de Joyas. Cada vez que se coloque una loseta, si el jugador dispone joyas correspondientes a los colores de la loseta a colocar, deberá situar uno de ellos sobre la loseta recién colocada.

Por último, cada jugador dispondrá de una mano de Cartas de Revestimiento que muestran la mitad de una loseta, esto es, cuatro casillas en dos filas y dos columnas. Cada carta muestra dos caras, una con uno de los seis colores disponibles, mostrándose en una esquina el color que aparece en la otra cara. El jugador podrá usar cada una de estas cartas una vez en la partida para cubrir una de las mitades de la loseta que esté colocando. La particularidad es que al colocar esta carta de revestimiento también se podrá colocar la joya correspondiente si está disponible, aun habiendo colocado joya en la otra mitad de la loseta.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

Se mezclan las 90 y se dejan 3 a un lado. Las 87 losetas restantes se dividen en cuatro pilas de aproximadamente el mismo número de losetas y se colocan formando una hilera bocarriba.
Las 3 losetas que se dejaron a un lado se colocan en una hilera bajo la hilera de las pilas, de forma que cada loseta quede entre dos pilas.
Cada jugador recibe un conjunto de 6 joyas y 3 cartas de revestimiento distintas.
Se escoge aleatoriamente al jugador inicial.
Se deja a un lado el bloc de puntuación.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Pirámido se desarrolla a lo largo de cuatro etapas. Cada era consta de un determinado número de rondas culminada por una fase de puntuación.

Fase I: Construcción

En esta fase cada jugador debe completar la etapa de construcción actual:

Primera Etapa: 5×4 bloques (10 losetas).
Segunda Etapa: 4×3 bloques (6 losetas).
Tercera Etapa: 3×2 bloques (3 losetas).
Cuarta Etapa: 2×1 bloques (1 loseta).

Comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador resuelve un turno mediante los siguientes pasos:

Elegir y Colocar una Pieza (obligatorio). El jugador escoge una de las tres piezas disponibles en el suministro y la añade a su pirámide en la etapa en construcción. La loseta puede rotarse libremente pero deberá colocarse en una de las cuatro posibles posiciones en las que las casillas quedan dispuestas vertical y horizontalmente. Es importante indicar que si un jugador construye irregularmente la etapa y quedan bloques sueltos en los que no cabe una loseta, perderá automáticamente la partida. Como norma adicional para la primera etapa al menos un bloque de la loseta escogida deberá conectarse ortogonalmente a al menos un bloque de una pieza ya colocada. En las posteriores etapas se consideran que todas las piezas están conectadas.
Marcar con una Joya (obligatorio si es posible). Si el jugador no ha colocado aun al menos una de las joyas asociadas a los colores de los bloques de la pieza recién colocada, deberá colocar una de dichas joyas (y solo una) sobre uno de los dos bloques de la loseta. Si ambas joyas ya están sobre la pirámide, este paso se omite.
Revestir (opcional). El jugador puede colocar una de sus cartas de revestimiento por la cara que crea conveniente sobre la loseta que acaba de colocar que no tuviese una joya encima. Tras hacerlo, si el jugador dispone de la joya asociada al color visible en la carta colocada, también deberá colocar dicha joya sobre la carta (es la única forma de colocar 2 joyas en un mismo turno).
Reponer. Finalmente, el jugador escoge una de las losetas superiores de las dos pilas que se encuentran sobre el espacio que ocupan a la loseta escogida para el turno y se coloca en dicho espacio. Si una pila se agotase, se divide por la mitad alguna de las otras pilas y se coloca una de las mitades en el espacio libre.

Tras esto, el turno pasa al jugador sentado a la izquierda.

La fase finaliza cuando todos los jugadores han completado la etapa actual de la pirámide.

Fase II: Puntuación

Cada jugador anota tantos puntos como símbolos haya visible en cada grupo marcado con una joya. Adicionalmente, el grupo que menos puntos le haya proporcionado puntuará doble (aun teniendo joyas sin colocar).

El jugador con menor puntuación en esta etapa se convertirá en el jugador inicial para la siguiente. En caso de empate, el jugador que antes actuase en la ronda anterior de entre los empatados será el nuevo jugador inicial.

Tras esto, comenzaría una nueva etapa.

Fin de la Partida

La partida finaliza al término de la cuarta ronda, una vez todos los jugadores han completado su pirámide. El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate, el jugador de entre los empatados que posea mayor cantidad de cartas de revestimiento sin usar será el vencedor. Si el empate persiste, el jugador que anotase más puntos en cualquiera de las fases será el vencedor. Si aun así la igualdad no se ha deshecho, los jugadores comparten la victoria.

Opinión Personal

Hace algunos años el señor Bruno Cathala supo dar en el clavo con un diseño familiar muy sencillo que, aun pudiese generar cierto rechazo en el ala más dura de los eurogamers por su aparente trivialidad. Al final se acabó demostrando una vez más que el grueso de la afición son familias con niños entre las que lo que mejor encaja son juegos de este corte.

Tal ha sido el éxito que la franquicia cuenta ya con varias expansiones y versiones alternativas ajustadas a distintos tipos de jugadores. Y, como no podía ser de otra forma, también aparece la competencia intentando replicar el éxito aplicando ciertos giros de tuerca. Así es como llegamos al juego que hoy nos ocupa. Vamos a ver, pues, qué ofrece este Pirámido, no sin antes agradecer a Asmodee Ibérica la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya ha dado comienzo.

En Pirámido, como su nombre indica, cada jugador va a conformar una pirámide mediante piezas de dominó. La palabra dominó no es más que un tipo concreto de poliominó de dimensión dos (tiene dos casillas). La particularidad en este caso es que las casillas no son simples casillas, sino que realmente son bloques de cuatro casillas que forman una estructura de dos por dos casillas.

Esto es así para conseguir ciertos patrones a la hora de ir construyendo la pirámide en sus cuatro etapas. Así, cada nueva etapa dejará visible las casillas periféricas de la etapa anterior, siendo este el concepto clave del juego como veremos en breves instantes.

Las mecánicas principales del juego son el trio clásico de draft, colocación de loseta y construcción de patrones. En cada turno, el jugador escogerá de entre tres losetas una para añadir a su pirámide en la etapa en curso (no se pueden apilar losetas alegremente hasta que no haya un cambio de etapa).

Los patrones que los jugadores intentarán formar serán grupos de casillas interconectadas ortogonalmente entre sí, teniendo en cuenta que las casillas periféricas de una etapa seguirán teniéndose en cuenta en etapas posteriores. Es como si mirásemos la pirámide desde arriba y la altura no importase.

El concepto diferencial es que en cada etapa solo podremos puntuar un grupo de cada tipo. Esto se marcará con unas fichas de joya de las cuales cada jugador posee una de cada tipo. Así, al colocar una pieza que contenga al menos un bloque de uno de los colores para los que el jugador aun dispone de la joya correspondiente en su reserva personal, deberá colocar una de estas joyas sobre la loseta recién colocada, al más puro estilo Carcassonne (aquí su tochorreseña), no pudiendo actuar sobre losetas colocadas previamente.

Finalmente, el jugador activo repondrá el suministro escogiendo de dos pilas de losetas sobre las que se apoya el espacio en el que se encontraba la loseta que el jugador ha escogido. Un suministro piramidal de dos niveles.

Cuando todos los jugadores hayan completado la etapa en construcción, se realizará una puntuación en la que cada jugador anotará tantos puntos como símbolos visibles haya en los grupos marcados, duplicándose la puntuación del grupo de menor valor, teniendo en cuenta que las joyas no colocadas sobre la pirámide no se tienen en cuenta.

Así, los jugadores van completando etapas de cada vez menos turnos (10 en la primera, 6 en la segunda, 3 en la tercera y solo 1 en la cuarta y última) intentando aprovechar al máximo las losetas colocadas en turnos anteriores y planificando con vistas a la cuarta ronda en la que solo se colocará una loseta y, por defecto, solo se podrá puntuar un grupo.

Para dotar de algo de versatilidad al jugador este recibe al comienzo de la partida una mano de tres cartas de revestimiento que permiten cambiar el color de un bloque de la loseta colocada en el turno. Esto, además, permite colocar sobre esta carta una joya del tipo correspondiente si aún se encuentra en la reserva del jugador, por lo que es la única forma de poder puntuar dos grupos en esa última etapa.

Como ya habréis deducido, en Pirámido la forma óptima de jugar es centrarse en dos grupos que maximizar sobre la pirámide, prestando atención a la situación de los símbolos en los bloques buscando que queden en las casillas periféricas para poder conectarlas en un grupo del mismo color de la siguiente etapa.

Obviamente esto es muy complicado porque implicaría colocar losetas de solo dos colores, ya que, en el momento que coloquemos una loseta que muestre un bloque de otro color a esos dos que estamos intentando maximizar ya tendremos que colocar la joya correspondiente y, por tanto, será muy complicado que uno de esos dos grupos sea el que menos símbolos contenga para duplicar su valor.

Por eso digo que la fase de reposición es mucho más importante de lo que uno piensa inicialmente, ya que estaremos impactando de forma importante en el siguiente jugador en el sentido de juego, ya que decidiremos, dentro del margen que nos permite el juego, un tercio de las opciones entre las que va a escoger dicho jugador. Es una decisión que, si bien no es especialmente dramática, sí que tiene su punto de picante a la hora de intentar, al menos, no facilitarle la vida.

Y no tiene más. Muchos me plantearéis la elección entre Kingdomino y el juego que hoy nos ocupa. Y, en este caso, yo no soy especialmente amante de Kingdomino. Entiendo sus virtudes, pero a mí se me queda corto. Y este Pirámido, siendo mecánicamente más sencillo (aquí la fase de draft no altera el orden de turno, pasando esa decisión a la reposición), requiere una visión a largo plazo que acaba resultando más satisfactoria. Porque una cosa es tener más o menos claro lo que hay que hacer, y otra muy distinta es conseguirlo, ya que tanto el azar como las decisiones de nuestros rivales impactarán en nuestro desarrollo.

También dejar claro que seguimos dentro del terreno de los familiares, y Pirámido no es que suponga un cambio radical respecto a lo que Kingdomino plantea, por lo que si el diseño de Bruno Cathala forma parte de vuestra ludoteca y es un juego que sacáis recurrentemente a mesa, aunque os recomiendo que le echéis un tiento para ver si a vosotros os parece mejor, tampoco creo que merezca la pena hacer el cambio. Si no tenéis ninguno sí que yo me quedaría con Pirámido.

Un detalle curioso del juego es la distribución irregular de los bloques en las losetas. Así, hay bastantes más bloques verdes que marrones (por ejemplo). Es un detalle importante a la hora de escoger por qué colores apostar de cara a esa última etapa, lo que conducirá a una mayor interacción entre los jugadores si todos optan por lo mismo. Con todo, el número de losetas es bastante considerable, por lo que, aunque las diferencias son relevantes, puede que en una partida a dos jugadores aparezcan más bloques marrones que verde. Al final es una cuestión más de evaluar la situación del suministro (tanto losetas disponibles como posibles reposiciones).

Ya que comento el detalle a dos jugadores, creo que esta es la configuración que mejor le sienta al juego, ya que ambos contendientes se impactan de forma equilibrada. A más de dos jugadores se convierte en un juego táctico en el que cada jugador debe preocuparse de intentar entorpecer la partida del siguiente jugador en orden de turno. Si alguno desatiende esta «tarea», generará un desequilibrio que beneficiará a dicho jugador. No digo que a tres o cuatro no funcione, pero al menos impacta más el entreturno que generan estos jugadores adicionales que el movimiento en el suministro que estos provocan.

En cuanto a la rejugabilidad, es un diseño que ve mesa con facilidad por su corta duración y preparación de partida (barajar las losetas y apilarlas). Es cierto que se puede hacer repetitivo si se abusa de el en poco tiempo, pero creo que como peso medio-ligero cumple su cometido y deja con ganas de repetir.

Para mi sique quedando por detrás de otros juegos con los que podría competir, como Azul (aquí su tochorreseña), Cascadia (aquí su tochorreseña) o mi amado Miyabi (aquí su tochorreseña). Esto no quiere decir que no sea satisfactorio, pero sí que es bastante probable que ya tengáis en vuestra ludoteca juegos de un corte similar que son más efectivos.

Pasemos a la producción. Al tener que construir una pirámide, la editorial ha optado por un cartón de un grosor superior a la media para que la estructura final alcance cierto volumen. Es cierto que no es una locura, pero resulta practico y agradable. Las joyas son fichas de madera personalizadas bien cortadas y con una pintura que tiene cierto brillo que le sienta bien. Las cartas de revestimiento son listas, de un gramaje adecuado y una respuesta elástica pobre (pero total, las cartas ni se barajan ni apenas se tienen en mano, por lo que el enfundado no es necesario). El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

A nivel visual no hay mucho que destacar. La portada es tan atractiva como opaca en el sentido de que uno es incapaz de deducir de qué va el juego tan solo observándola. Bonita pero poco efectiva. Las losetas son bastante simples aunque al final acaba quedando un mosaico curiosete.

Y vamos cerrando. Pirámido es un juego de peso medio-ligero que recurre a la trinidad mecánica casi infalible (draft, colocación de losetas y construcción de patrones). Lo más interesante del juego es la visión a largo plazo que exige de cara a optimizar las distintas fases de puntuación. El azar impacta, aunque en este caso de forma positiva, pues es el que impide que el juego se desarrolle con el piloto automático activado. Lo malo es que estos detalles tal vez no sean lo suficientemente importante como para imponerse a los referentes a la hora de usar estas mecánicas. Con todo, creo que es un juego que cumple con su cometido y que va a dejar un buen sabor de boca a quienes lo prueben. Por todo esto le doy un…

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