Detalle Balda

Reseña: My Shelfie

Introducción

Acabas de llegar a casa con tu nueva estantería y es el momento de exhibir tus pertenencias favoritas: libros, juegos de mesa, fotos… ¡Y no te olvides de dejar espacio para tus gatos! ¿Quién organizará mejor su estantería?

Portada
Portada

Así se nos presenta My Shelfie, un diseño de Phil Walker-Harding (Sushi Go!, OsoPark) y Matthew Dunstan (Pioneer Days, Elysium). Publicado por primera vez en 2022 por Cranio Creations en una versión en inglés e italiano. De las ilustraciones se encargan Shannon Grosenbacher y Sara Valentino (la primera vez que estos artistas trabajan en el mundo lúdico).

Se encuentra publicado en español por Maldito Games (el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de unos 25 minutos. El precio de venta al público es de 35€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Maldito Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 26×26×5,5 cm. (caja cuadrada mediana de dimensione similares a las de Gardens o Viceroy), encontramos los siguientes elementos:

  • Tablero Principal (de cartón)
  • 132 Fichas de Balda (de cartón)
  • 8 Fichas de Puntuación (de cartón)
  • Ficha de Final de Partida (de cartón)
  • Sillón de Jugador Inicial (de cartón)
  • 4 Estanterías (de plástico)
  • 4 Sujetacartas (de plástico)
  • 24 Cartas (56×87 mm.):
    • 12 Cartas de Objetivo Común
    • 12 Cartas de Objetivo Personal
  • Bolsa (de tela)
  • Reglamento
Contenido
Contenido

My Shelfie es un peso medio-ligero en el que cada jugador debe intentar completar una estantería de seis filas y cinco columnas escogiendo losetas de colores de un suministro central que tengan al menos un lado libre. Estas piezas deben introducirse en una única columna por la parte superior de la estantería. La idea es intentar completar una serie de patrones, tanto públicos como privados, además de agrupar fichas del mismo color. La partida finaliza cuando un jugador completa su estantería, teniendo el resto de jugadores un último turno.


Conceptos Básicos

Empecemos por las Fichas de Balda. Encontraremos seis tipos de fichas diferenciables por el color de fondo (habrá varias ilustraciones dentro de un mismo tipo). El concepto fundamental es que las fichas de balda proporcionarán puntos al ser conectadas entre sí ortogonalmente.

Fichas de Balda
Fichas de Balda

Estas fichas serán obtenidas de un Tablero de Suministro común en el que se desplegarán las fichas al comienzo de la partida y cada vez que haya que reponer. Aquí el concepto clave es que para coger una ficha, esta debe tener al menos un lado libre. Será posible coger más de una ficha, pero estas deberán estar conectadas entre sí en línea recta además de tener todas un lado libre.

Tablero de Suministro
Tablero de Suministro

Estas fichas se insertarán en la Estantería. Es una rejilla vertical de cinco columnas de seis filas. Los jugadores introducirán las fichas de balda por la parte superior de una columna, dejándolas caer hasta que apoyen. El concepto importante es que si un jugador recoge más de una ficha, todas las fichas deberán ser introducidas en la misma columna.

Estanterías
Estanterías

Además de los grupos, habrá dos elementos puntuables al final de la partida. El primero será la Carta de Objetivo Personal que recibirá cada jugador al comienzo de la partida. Estas cartas marcan determinadas casillas de la estantería que deberán ser ocupadas con fichas de balda de un determinado tipo. La puntuación dependerá de cuantas de esas casillas hemos logrado ocupar con los tipos indicados adecuados.

Cartas de Objetivo Personal
Cartas de Objetivo Personal

El segundo serán las Cartas de Objetivo Común, las cuales muestran un determinado criterio a la hora de colocar fichas de balda en la estantería. Al comienzo de la partida se desplegarán dos cartas de objetivo sobre las que se colocarán fichas de puntuación de valor decreciente. Cada vez que un jugador complete el criterio por primera vez, reclamará la ficha de puntuación más alta disponible sobre la carta.

Cartas de Objetivo Común y Fichas de Bonificación
Cartas de Objetivo Común y Fichas de Bonificación

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se coloca el tablero de suministro en el centro de la mesa.
  2. Se coloca la ficha de final de partida en el espacio correspondiente del tablero de suministro.
  3. Se introducen las fichas de balda en la bolsa, se mezclan bien y se repone el tablero de suministro ocupando las casillas correspondientes al número de jugadores.
  4. Se mezclan las cartas de objetivo común y se revelan 2 de ellas que se colocan a un lado de la mesa (el resto se devuelve a la caja).
  5. Se colocan sobre las cartas fichas de bonificación en función del número de jugadores:
    • 2 Jugadores: 4-8 Puntos.
    • 3 Jugadores: 4-6-8 Puntos.
    • 4 Jugadores: 2-4-6-8 Puntos.
  6. Cada jugador recibe una estructura de estantería, una ficha de soporte y una carta de patrón repartida aleatoriamente.
  7. Se escoge de forma aleatoria al jugador inicial y se le entrega la ficha de sofá.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada
Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de My Shelfie se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.

En cada turno, el jugador activo procede de la siguiente forma:

  • En primer lugar deberá escoger de 1 a 3 fichas del tablero de suministro siempre que se encuentren seguidas en línea recta y cada una de esas fichas tiene al menos un lado libre antes de coger ninguna de las fichas escogidas.
  • A continuación, el jugador debe introducir las fichas escogidas en una de las columnas de su estantería (el orden lo escoge el jugador). Si una columna dispone de menos baldas que fichas escogidas, no se podrán introducir en dicha columna. Por tanto, no será posible coger un numero de fichas que no quepa en al menos una columna.
  • Si, tras colocar las fichas en la estantería, el jugador cumple alguno de los criterios de las cartas de objetivo común que aún no hubiese completado, reclamará la ficha de bonificación de mayor valor disponible.
  • Ahora, si en el tablero de suministro quedan 4 o menos fichas, estas se devuelven a la bolsa y se repone el suministro sacando fichas de la bolsa de igual forma que en la preparación de la partida.

Tras esto el turno pasa al jugador sentado a la izquierda.


Fin de la Partida

El final de la partida se detona cuando un jugador completa su estantería, reclamando la ficha de final de partida. El resto de jugadores disponen de un último turno. Una vez todos los demás jugadores han resuelto este último turno se procede al recuento final, en el que cada jugador anota:

  • Los puntos mostrados en las fichas de objetivo que hayan acumulado.
  • 1/2/4/6/9/12 Puntos por disponer de 1/2/3/4/5/6 fichas en la balda correspondiente según su carta de objetivo.
  • 2/3/5/8 Puntos por cada grupo de 2/3/4/5+ fichas del mismo color ortogonalmente adyacentes entre sí.

El jugador con más puntos de victoria será el vencedor. En caso de empate, el jugador que actuase más tarde de entre los empatados respecto al jugador inicial será el vencedor.


Opinión Personal

Hace no mucho (teniendo en cuenta el momento en el que esta reseña está siendo redactada) que Paolo Mori nos hizo arquear una ceja al presentarnos un juego que tenía como componente estrella un artefacto con una cuadricula vertical y en el que podías introducir fichas por las aberturas superiores de las columnas.

Y es que… ¿Quién no ha tenido un Conecta-4 a lo largo de su infancia? Ahora tal vez no esté tan de moda, pero cuando yo aun escribía la carta a los Reyes Magos era uno de los regalos más solicitados por los niños. Y es que eso de meter fichas se nos ha quedado a muchos grabados a fuego en la memoria. Hacer el gesto de sujetar la ficha con el pulgar y el corazón y usar el índice para empujarla hacia abajo para sentir el choque con las fichas ya encajadas era y es una sensación deliciosa.

Detalle Fichas
Detalle Fichas

Claro, faltaba ver si había juego, porque no solo de nostalgia vive el hombre. El juego al que acabo de hacer referencia es Fairy Tale Inn (aquí su tochorreseña), por si queréis comprobar si lo había o no. Pero hoy no estamos aquí para hablar de Paolo Mori, sino del bueno de Phil Walker-Harding, esta vez con la colaboración de Matthew Dunstan.

Autores que se manejan bien en el terreno de los pesos medios-ligeros, en especial el diseñador australiano, que sabe calibrar muy bien sus diseños y raro es el que no resulta un acierto. Ambos han cogido el testigo de Paolo para ofrecernos otro diseño con una rejilla vertical en la que insertar fichas. Vamos a ver qué tal les ha quedado este My Shelfie, no sin antes agradecer a Maldito Games la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya ha dado comienzo.

Empecemos por lo que parece ya un mantra dentro de los juegos de este corte. Estamos, una vez más, ante un juego con mecánicas principales de draft, colocación de losetas y construcción de patrones. Una combinación ganadora en el sentido de que ya está muy aceptada entre la comunidad y es difícil hacerlo mal (aunque no imposible, si no, que se lo pregunten al propio Matthew). Así que, a estas alturas, ya no basta con recurrir a esta mezcla, hace falta algo más (a parte del artilugio para insertar fichas).

Aquí los autores rescatan la idea ya utilizada en Dragon Castle (aquí su tochorreseña) de ofrecer a los jugadores un suministro del que podrán escoger fichas siguiendo la mecánica de selección del Mahjong en Solitario, esto es, que solo se pueden coger fichas que tengan uno de sus lados libres. Para complicarlo un poco más, los jugadores van a poder tomar de una a tres fichas, pero todas las que escojan deberán estar conectadas entre sí formando una línea y, a su vez, todas tienen que tener al menos uno de sus lados libre antes de coger cualquiera de ellas. Esas fichas escogidas deberán ser insertadas en el artefacto, con la única limitación de que todas deberán ser insertadas en la misma columna, pudiendo escoger el orden en el que se van insertando.

Detalle Objetivo Privado
Detalle Objetivo Privado

A la hora de escoger e insertar las fichas los jugadores tendrán tres objetivos en mente. En primer lugar y lo más importante, formar grupos. Lo ideal es conseguir formar grupos de seis casillas para conseguir la máxima puntuación por grupo. Claro, esto es ya complicado de por si porque al estar limitado a introducir las fichas verticalmente, o tenemos la suerte de que, cuando nos llegue el turno, haya una fila de tres fichas del mismo color, o tendremos que ajustar los tiempos para ir alternando columnas y conseguir formar los grupos transversalmente. En segundo lugar, los objetivos comunes. Al comienzo de la partida se establecerán dos criterios que los jugadores intentarán completar lo antes posible, pues el primer jugador recibirá ocho puntos de bonificación, cantidad que irá decreciendo para posteriores jugadores. Y en tercer lugar, un objetivo personal que bonificará a los jugadores hasta con doce puntos si han ocupado determinadas baldas de la estantería con fichas del color adecuado.

Esto provoca que los jugadores no lo tengan nada fácil a la hora de escoger las fichas que van a añadir en cada turno. Primero porque suele ser raro que haya una hilera de tres fichas que concuerde con todos esos intereses, más que nada porque el jugador que actúa antes es consciente de qué fichas nos interesan, al menos en relación con los grupos que estemos conformando y los objetivos comunes.

Y segundo porque el juego también funciona como una carrera, ya que el final se detonará cuando un jugador complete la estantería, lo que establece el mínimo de turnos necesarios para cerrar en diez (cogiendo siempre de tres en tres). Esto generará una presión añadida en los jugadores, que no podrán dormirse en los laureles intentando maximizar la puntuación de su estantería cogiendo en grupos de dos o fichas sueltas.

Es cierto que todo lo que he contado puede sonar a un diseño ya muy visto. Y no os contradeciré (como he dicho, es la combinación mecánica más utilizada en los últimos tiempos). Pero la realidad es que las partidas a My Shelfie son agiles, entretenidas, con su punto de tensión y decisiones constantes. En este sentido, en la comparación con Fairy Tale Inn, el juego que hoy nos ocupa es declarado como claro vencedor. Obviamente, si ya tenéis vuestro juego de draft, colocación de losetas y patrones favorito, puede que My Shelfie no os haga falta. Pero, como digo, lo que hace, lo hace bien.

Detalle Fichas
Detalle Fichas

Tal vez el mayor defecto es que el ritmo de la partida se ve entrecortado cada vez que hay que reponer el suministro. Es cierto que un jugador habilidoso lo hará con presteza, pero no exagero cuando os digo que este proceso puede consumir fácilmente un cuarto del tiempo que dure la partida. Es el precio a pagar por tener un suministro estilo Mahjong en solitario. En Azul (aquí su tochorreseña) al menos no hace falta ajustar las fichas y se dejan de cualquier forma sobre las losetas de factoría. O en Cascadia (aquí su tochorreseña) se van reponiendo inmediatamente, por lo que siempre puede haber un jugador con la bolsa actuando en plan mayordomo meticuloso para que la partida fluya. Tal vez My Shelfie no sea mejor que estos dos últimos, pero no te va a decepcionar si te gustan este tipo de juegos.

Eso sí, el suministro desplegado de esta forma tiene la ventaja de que se reduce el impacto del azar de forma importante, ya que solo entra realmente en juego al reponer el suministro. Es cierto que en turnos puntuales esto puede ser importante ya que si un jugador necesita un tipo de ficha concreto en los turnos finales y justo se repone el suministro antes de que le toque, que aparezca esta ficha en la periferia o no. Pero impacta menos que en los juegos mencionados anteriormente, donde la reposición del suministro ocurre de forma mas o menos continua.

Como todos los juegos mencionados anteriormente, escala perfectamente porque al final la interacción es relativamente indirecta. Es cierto que aquí tenemos ese punto de echar un ojo al siguiente jugador e intentar no facilitarle las cosas porque nuestra elección alterará las opciones disponibles en el tablero de suministro, pero esto es aplicable a cualquier número de jugadores. También tienes ese factor carrera, tanto por los objetivos, como por cerrar la partida (cada balda vacía son puntos no ganados). Tal vez como más se disfrute sea a dos porque hay mayor control y la partida se resuelve en un santiamén.

A nivel de variabilidad el juego incluye varias cartas de objetivo, aunque al final las sensaciones entre partidas serán las mismas, con el puzle cambiando gracias a esos elementos más el suministro aleatorio. Pero como es de esos juegos agradables que te dejan buen sabor de boca al finalizarla, salvo que prefieras algo más complejo, es fácil que vea mesa con cierta asiduidad. Así que lo normal en estos casos referente a la rejugabilidad.

Pasemos a la producción. En general, buenas calidades, comenzando con las estanterías de plástico. Es cierto que hay que desmontarlas para poder guardarlas en la caja se encajan y desencajan con facilidad. Las fichas son de un cartón de grosor aceptable y buen prensado adecuadas para aguantar bien las partidas. Las cartas sí que, aun teniendo un gramaje adecuado y una respuesta elástica aceptable (las cartas apenas se barajan y no se tienen en mano), tienen pinta de pelarse pronto. De hecho los clips de plástico para insertar las cartas no me parecen la mejor de las ideas, ya que hay que insertarlas con sumo cuidado para evitar estropearlas. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

Detalle Balda
Detalle Balda

A nivel visual el juego es muy agradable, teniendo en cuenta que estamos ante un tema peculiar. Para la mayoría de los mortales ordenar una estantería sería una tarea tediosa. Pero la mayoría de los que tenemos ludotecas amplias disfrutamos del reajuste continuo de nuestras baldas intentando generar espacio o buscar patrones de ordenación imaginativos. Es un tema ideal para nosotros. La portada es llamativa (aunque parezca una foto de catálogo de IKEA) y las fichas son prácticas, con pequeños guiños (ese Carcassonne o ese Código Secreto que se vislumbran en algunas de ellas).

Y vamos cerrando. My Shelfie es otro peso medio-ligero con mecánicas de draft, construcción de patrones y colocación de losetas. No innova más allá de utilizar el artefacto vertical en el que iremos insertando las fichas en columnas (aunque podría haber funcionado igualmente sin él), pero el equilibrio que exige a los jugadores a la hora de escoger y colocar las fichas es lo suficientemente interesante como para que, cuando termines la partida, no negarte a echar otra más. El mayor defecto que muestra es la reposición del suministro, que entrecorta el buen ritmo de partida (aunque un jugador habilidoso minorará este problema). Pero, más allá de esto, es ágil, entretenido y escala bien, cumpliendo sobradamente con su cometido. Por todo esto le doy un…

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2 comentarios

  1. ¿De patrones el que mas te gusta sigue siendo el Miyabi no?, a mi me gustan bastante de momento solo tengo el Calico que me vendio el juego por la portada y por tener multiples gatos y ser un amante de los gatos.

    ¿Este lo recomiendas para sacarlo a mesa mas o menos a menudo? ¿No tiene pinta de quemarse muy rápido no?.

    Un saludo y sigue con tu fabuloso trabajo en el Blog te leo cada semana.

    1. Sí, Miyabi es top total y tal vez con ese hay mas que suficiente. My Shelfie es un juego de estos para echar un rato sin muchas pretensiones. Tiene suficiente interacción y variabilidad como para que las partidas sean agradables. Pero si te dedicas a sacarle partidas muy de seguido, pues seguramente llegue a cansar. Vamos, como con cualquier peso medio-ligero.

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