Reseña: Orongo

Introducción

Erige tus monumentales estatuas, o Moais, tan rápido como sea posible en uno de los numerosos espacios costeros de Isla de Pascua y en sus sitios ceremoniales, ¡Orongo! Con los recursos apropiados y subastando cuidadosamente, puedes adquirir los mejores espacios. Se el primer jugador en construir el “Moai Ceremonial” y ¡serás el ganador!

Portada
Portada

Así se nos presenta Orongo, un diseño de Reiner Knizia (Samurai, Tigris & Eufrates, My City). El juego fue publicado en 2014 por Ravensburger en una versión en inglés, alemán y francés. De las ilustraciones se encarga Franz Vohwinkel (Puerto Rico, Tikal, Tigris & Eufrates).

El juego no se encuentra publicado en español, por lo que tendréis que recurrir a la importación (el juego es completamente independiente del idioma, a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de 40 minutos. El precio de venta al público es de 35€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión multilenguaje de Ravensburger.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,7×29,7×7,2 cm. (caja cuadrada estándar tipo Ticket to Ride), nos encontramos con los siguientes elementos:

  • Tablero Principal (de cartón)
  • 4 Pantallas (de cartón)
  • 48 Conchas (de plástico)
  • 160 Fichas Translucidas (40 por color) (de plástico)
  • 21 Moais (de madera)
  • 60 Fichas de Símbolo (de cartón)
  • Reglamento
Contenido
Contenido

Mecánica

En Orongo los jugadores deben erigir estatuas moai en la costa de una isla formada por casillas hexagonales. Estas casillas pueden ser de palmeras o contener un símbolo. Las casillas con símbolo deben activarse previamente (al comienzo de cada ronda se revelan unas losetas que coinciden con dichas casillas). Para poder levantar una estatua moai los jugadores deben conectar casillas de diversos tipos. Para reclamar estas casillas los jugadores realizarán una puja ciega con conchas, la moneda del juego. El jugador que más puje podrá reclamar 3 casillas, colocando sus conchas en una reserva especial, el segundo 2 y los demás 1, aunque, a diferencia del primero, nadie perderá sus conchas. Si uno o varios jugadores no pujan conchas, recibirán las acumuladas (a repartir en caso de que no pujen varios jugadores). Así hasta que un jugador haya colocado todas sus estatuas y construya la estatua ceremonial, proclamándose vencedor. Pero habrá que tener cuidado, ya que, al colocar una estatua, tendremos que colocar conchas en las losetas utilizadas que dejarán de estar en juego.


Conceptos Básicos

Comencemos con el Tablero. Este muestra una isla dividida en casillas hexagonales. Estas casillas pueden mostrar terreno neutro o bien un símbolo de cinco seis posibles junto con un valor numérico. Los valores están comprendidos entre el 1 y el 60 y están ordenados en el tablero de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Finalmente, en la zona inferior derecha encontramos un arrecife que servirá como reserva general para las conchas.

Tablero
Tablero

En cada ronda se revelarán una serie de Losetas de Símbolo que coinciden con las casillas numeradas del tablero, habilitando dichas casillas para poder colocar fichas sobre ellas.

Losetas de Símbolo
Losetas de Símbolo

Los jugadores dispondrán de un juego de Fichas Translúcidas de su color que servirán para marcar que están bajo su control. Es importante indicar que los jugadores solo podrán colocar estas fichas sobre casillas con loseta de símbolo o fichas de playa libres adyacentes a casillas previamente controladas.

Fichas Translúcidas
Fichas Translúcidas

El objetivo fundamental del juego es erigir Moais. Cada jugador dispondrá de un juego de cinco moais, quedando un sexto común que sólo podrá construir un único jugador una vez haya construido sus cinco moais, proclamándose vencedor.

Moais
Moais

Para poder construir un moai el jugador deberá haber conectado los símbolos necesarios mediante una ruta de casillas controladas y que además contenga una casilla de playa libre, pues es donde se erigen los moais. Los símbolos a conectar se indican en la Pantalla que tiene cada jugador. También indican el número de losetas que se revelan en cada ronda según el número de jugadores.

Pantalla
Pantalla

Finalmente y como elemento fundamental del juego tenemos las Conchas, que actuarán como la moneda en curso. En cada ronda los jugadores resolverán una puja ciega simultánea con Conchas de su reserva personal con el objetivo de ganar el derecho a colocar más o menos fichas en la isla. Las Conchas gastadas irán al arrecife, pudiendo recuperarse de él haciendo una puja especial. Es importante indicar que las Conchas también se utilizarán para marcar los símbolos que han permitido erigir un moai.

Conchas
Conchas

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se coloca el tablero en el centro de la mesa.
  2. Se mezclan las losetas de símbolo y se forma una serie de pilas bocabajo.
  3. Cada jugador escoge un color y recibe un conjunto de fichas translucidas, una pantalla, un conjunto de conchas (24/16/12 en partidas a 2/3/4 jugadores), un conjunto de moais (10/6/5 moais en partidas a 2/3/4 jugadores).
  4. Se deja un moai apartado (que denominaremos moai ceremonial). En partidas a 3 jugadores se devuelven a la caja los moais sobrantes.
  5. Finalmente, se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega la loseta de amuleto.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada
Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Orongo se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas. Cada ronda se desarrolla en tres fases.

Fase I: Losetas

El jugador inicial revela losetas de símbolo y las coloca en las casillas coincidentes, habilitándolas.

El número de losetas varía según el número de jugadores así como entre la primera ronda y el resto:

  • 2/3 Jugadores:
    • Primera ronda: 6 losetas.
    • Resto de rondas: 3 losetas.
  • 4 Jugadores:
    • Primera ronda: 8 losetas.
    • Resto de rondas: 4 losetas.

Fase II: Subasta

En esta fase se resuelve una subasta mediante puja ciega simultánea por el orden de turno y el número de fichas que los jugadores pueden colocar en el tablero.

Cada jugador decide con cuántas conchas van a pujar y las encierran en su puño y extienden la mano a la espera de que el resto de jugadores hagan lo propio. Es posible pujar cero conchas.

Una vez todos han decidido su puja, los jugadores muestran sus manos:

  • El jugador que más conchas haya pujado se convierte en el jugador inicial y toma 3 fichas de su color de su reserva personal y las coloca en su zona de juego.
  • El jugador que haya ofrecido la segunda mayor cantidad de conchas toma 2 fichas de su reserva personal y las coloca en su zona de juego.
  • El resto de jugadores que haya pujado con al menos una concha tomarán 1 ficha de su reserva personal y la colocarán en su zona de juego.

En caso de empate, el orden de turno desempata en favor del jugador más cercano al jugador inicial (incluido este).

IMPORTANTE: solo el jugador que gane la puja deberá devolver sus conchas al arrecife (los jugadores que pujasen conchas pero no fuesen el mayor postor, mantendrán sus conchas).

Finalmente, el jugador o jugadores que no hubiesen ofrecido conchas obtendrán todas las conchas del arrecife y las colocarán tras su pantalla. Si hay más de un jugador, las conchas se reparten equitativamente. En caso de no ser un reparto perfecto, las conchas sobrantes se dejan en el arrecife.

Fase III: Establecimiento

En esta fase los jugadores colocan las fichas que han tomado en la fase anterior. Comenzará el jugador con 3 fichas, siguiendo con el jugador con 2 fichas y, finalmente, el resto de jugadores con fichas siguiendo el sentido de las agujas del reloj comenzando por el jugador inicial.

A la hora de colocar una ficha en el tablero se deben cumplir las siguientes restricciones:

  • Cada casilla solo puede contener una ficha.
  • Sólo se podrán reclamar casillas con símbolo que tengan losetas y no estén ocupadas por otra ficha y casillas sin símbolos que se encuentren directamente adyacentes a una casilla ya reclamada por el jugador.

Un jugador deberá erigir un moai tan pronto se cumplan estas dos condiciones:

  • Un jugador coloca fichas que conecte las casillas necesarias para erigir un moai incluyendo una casilla de playa (casilla sin símbolo en la periferia de la isla).
  • El jugador dispone tras su pantalla de tantas conchas como casillas necesite para erigir el moai (una por loseta de símbolo requerida).

El jugador colocará el moai en una de las casillas de playa y colocará una concha en cada casilla utilizada. Si un jugador no dispone de conchas suficientes para erigir un moai, entonces no tendrá permitido colocar fichas que formen una combinación correcta. Es decir, que si al colocar una ficha, el jugador hubiese conectado una o dos loseta de símbolo de las requeridas para erigir un moai con una casilla de costa y no dispone de una o dos conchas, entonces no podrá colocar esa ficha.

Tras esto comenzaría una nueva ronda.


Fin de la Partida

La partida finaliza cuando un jugador erige el moai ceremonial tras haber agotado su reserva de moais, proclamándose vencedor.

Alternativamente, la ronda final se activará si en la primera fase no es posible revelar el número correspondiente de losetas. Si ningún jugador ha conseguido erigir el moai ceremonial, el vencedor será el jugador con menos moais en su reserva personal. En caso de empate, el vencedor será el jugador con más conchas. Si el empate persiste, los jugadores empatados comparten la victoria.


Variantes

Loseta Secreta (para 3/4 jugadores). Cada jugador recibe 1 loseta de símbolo que coloca tras su pantalla. En la fase 3 de cualquier ronda, los jugadores pueden añadir su loseta con una de sus fichas al tablero, independientemente de cuantas fichas de su color colocasen en esa fase, incluso si no colocaron ninguno.


Opinión Personal

Ya sabéis que cada vez que Reiner Knizia firma un juego, cuanto menos, hay que prestar algo de atención porque en cualquier momento nos sorprende con un diseño magnifico que funciona como un reloj y que se convierte en todo un éxito. Y es que el doctor en matemáticas por la Universidad de Ulm parece haber recuperado parte de esa chispa con la que nos deslumbró en la década de los noventa el siglo pasado.

Sin embargo, no todo fue maravilloso y el cambio de siglo y milenio no pareció sentarle especialmente bien, entrando en un periodo algo errático y con pocos títulos destacables hasta que publica El Dorado (aquí su tochorreseña), con la que su nombre volvió agitar el panorama lúdico. En ese periodo valle se encuadra el juego del que hablamos hoy. Y ya os adelanto que es de los pocos diseños salvables en este intervalo temporal. Vamos a ver por qué este Orongo merece la pena (ya me estoy adelantando a lo que sería el párrafo de conclusiones y, por estas primeras palabras suponéis que habrá obtenido uno de los dos sellos de mayor valor que otorgamos por estos lares).

Detalle Conchas
Detalle Conchas

En Orongo nos encontramos con un juego de subastas, una de las dos mecánicas más recurrentes dentro de la ludografía del bueno de Reiner. Basta con recordar grandes diseños como High Society (aquí su tochorreseña), Modern Art (aquí su tochorreseña) o Medici (aquí su tochorreseña). La particularidad en Orongo es que esta subasta se utiliza como medio para una mecánica de control de casillas que puede recordar, en cierto modo, a A Través del Desierto (aquí su tochorreseña), ya que los jugadores deben establecer ciertas conexiones entre puntos concretos reclamando el control de casillas interconectadas entre sí.

Otra gran particularidad del diseño es que en realidad estamos inmersos en una carrera por ser los primeros en lograr erigir seis estatuas. Para poder levantar una de estas estatuas tendremos que haber logrado conectar una o dos casillas con determinados símbolos a una casilla de costa, además de disponer de suficientes conchas para cubrir los símbolos utilizados.

Este es el tercer elemento que llama la atención del juego, ya que estamos en un juego de subastas en el que no solo no hay ganancias, sino que la cantidad total de conchas en circulación irá disminuyendo a medida que la partida progrese, pues cada concha en el tablero para marcar el uso de una loseta con símbolo quedará fuera de circulación. Esto genera una dinámica muy interesante a la hora de intentar calcular cuánto es una puja optima según la situación actual, pues a medida que las rondas se sucedan, una concha tendrá cada vez más valor.

Estos son los tres elementos principales de Orongo en cuanto a diferenciarse de otros juegos, pues diseños con pujas ciegas ya tenemos unos cuantos. Pero incluso en esto el juego tiene un punto de originalidad, ya que es de esos juegos en los que parece interesar quedar segundo en la puja, porque se saca ventaja sobre uno o dos jugadores, pero no se pierden las cochas.

Pero claro, quedar primero, además de colocar una ficha más que el segundo jugador, otorga la iniciativa, siendo el primero en reclamar losetas. Y la existencia de fichas de cantera que permiten erigir moais sin necesidad de hacer más conexión que la de dicha cantera con una casilla de costa es muy tentadora.

Detalle Pantalla
Detalle Pantalla

También es muy llamativo la vía de la que disponen los jugadores para capitalizarse que, en esencia, consiste en renunciar al turno. Pero, de nuevo, aquí aparece un factor psicológico muy potente pues, a medida que los primeros jugadores en cada subasta van soltando conchas en el arrecife, el interés por «perder» este turno irá en aumento, pues tener un número mayor de conchas del que con él se comienza la partida supone que el total de conchas en posesión de nuestros rivales será inferior, lo que nos confiere ventaja momentánea.

Pero claro, si en el arrecife hay un gran numero de conchas, muchos jugadores van a estar tentados, siendo un momento ideal para que con muy pocas conchas (una por ejemplo) obtengamos la iniciativa o un segundo puesto. ¡Dudas constantes!

Además es de esos juegos en los que aquellos con una memoria portentosa pueden calcular cuantas conchas tiene cada jugador a medida que las rondas se van sucediendo, pudiendo ajustar cuantas conchas ofrecer, sobre todo de cara a competir por la primera posición cuando sea interesante.

Como veis, es de esos juegos en los que se plantean equilibrios de teoría de juegos gracias a la simultaneidad de las pujas. Si hay muchas conchas en el arrecife, perder el turno para recapitalizarse no está mal, pero si lo hacemos varios, el beneficio será menor, resultando un turno mas efectivo para aquel jugador que prefiera posponer esa recapitalización.

Detalle Tablero
Detalle Tablero

A esto hay que sumarle lo dicho anteriormente, ya que los jugadores deberán contar con disponer de suficientes conchas llegado el momento para poder erigir moais, así que de poco sirve lograr establecer una conexión valida si luego nos hemos quedado sin conchas suficientes para cubrir las losetas de símbolo, impidiéndonos, además, colocar al menos una de esas fichas porque no está permitido realizar la conexión de casillas si con ello no erigimos inmediatamente un moai.

Me gusta el sistema de habilitación de las casillas importantes del tablero haciendo uso de una especie de bingo mediante el cual se van revelando losetas con un valor numérico asignado que se corresponde con una de esas casillas, pudiendo controlarla a partir de esa ronda. La influencia del azar en este caso es relevante, porque si un jugador apuesta por expandirse por una determinada zona y tardan en aparecer las casillas más cercanas, pues esa inversión resultará poco efectiva a corto plazo, mientras que si ocurre lo contrario, en un mismo turno podríamos crear una de estas conexiones.

Con todo, es un azar que, aunque pueda beneficiar aparentemente a algún jugador, todo queda supeditado a la resolución de la subasta, y nada impide a los jugadores intentar adelantarse a ese jugador que supuestamente obtendría ventaja por reclamar esas nuevas losetas y poder escuchar sus lamentos durante un rato.

Ya estáis viendo que Orongo es de esos juegos que, aun estando un punto por debajo de sus grandes obras, sí que deja atisbar algunos ramalazos de genialidad, que funciona muy bien, especialmente a cuatro jugadores, con una carga conceptual bastante reducida (un juego muy accesible) y que deja un gran sabor de boca con partidas que no alcanzan la hora.

Detalle Arrecife
Detalle Arrecife

Tal vez su mayor defecto, como suele ocurrir con los juegos de subastas, es que no termina de escalar bien. Es cierto que en este sentido el orden aleatorio de entrada en juego de las losetas y la posibilidad de contar, desplaza el eje del juego hacia el aspecto psicológico. Pero yo prefiero la dinámica que se genera con ese punto de caos con el que resulta más complejo hacer cálculos. Con todo, funciona mejor a dos que otros juegos de subastas del doctor.

También es importante indicar que si se alcanza una situación en la que un jugador se hace con una mayoría relevante de conchas, tendrá un enorme control en la fase de subastas, pudiéndose generar una dinámica un tanto frustrante para los jugadores que están a merced de este jugador. Pero bueno, si llega a este punto es porque los otros jugadores se lo han permitido.

En cuanto a la rejugabilidad, es de esos pesos medios tirando a ligeros que delega mucho en la interacción entre los jugadores. Es cierto que el orden aleatorio de aparición de las losetas puede provocar desarrollos sobre el tablero algo distintos, pero no será algo especialmente relevante. Pero entre las subastas, los bloqueos en el tablero y el factor carrera del juego, Orongo es de esos diseños en los que las partidas son emocionantes en la mayoría de los casos, aunque puede darse la situación de que un jugador tome bastante ventaja (dos moais de distancia) y ya sea muy complicado adelantarle. Pero bueno, si eso ocurre es porque los jugadores tal vez han sido demasiado conservadores y no han intentado frenarle durante varias rondas.

Aunque ya he realizado algunas menciones que sirviesen de referencia, me gustaría volver a rescatar Blue Lagoon y A Través del Desierto porque es un juego con sensaciones similares, pero que eleva ligeramente la complejidad al meter una fase de subastas intermedia que obliga a los jugadores a competir por la iniciativa y el número de casillas que se pueden reclamar. Es una pena que en su día tal vez no recibiese una mayor atención (que creo que merece), tal vez provocado por esa fase de horas bajas de Knizia en la que sus diseños pasaban por debajo del radar por ser muy similares a cosas ya vistas.

Detalle Moai
Detalle Moai

Pasemos a la producción, donde nos encontramos luces y sombras. Destacan, por un lado, las estatuas moai que, aunque es cierto que están demasiado estilizadas, son de tamaño generoso, y por otro las conchas de plástico, siendo uno de los componentes más bonitos que he visto en un juego de mesa, sobre todo si fue publicado antes de 2015. En el lado contrario, las fichas de cartón tienen muy poco gramaje (al contrario que las pantallas) y las fichas de plástico, aunque muy funcionales (es necesario permitir ver a través de ellas), no resultan atractivas cuando no están colocadas en el tablero (recuerdan a las del Parchís). El reglamento es claro y no deja lugar a dudas.

En cuanto al aspecto visual, el despliegue de Orongo resulta atractivo, con un tablero de colores contrastados en los que predominan los verdes y turquesas. La portada es bastante directa en cuanto a lo que nos quieren transmitir (erigir moais). Un trabajo correcto de un clásico de la ilustración en el mundillo de los juegos de mesa.

Y vamos cerrando. Orongo es de esos juegos de subastas de Reiner Knizia que, aun no perteneciendo a su Edad Dorada, desprende algunos destellos de genialidad que lo convierten en un peso medio muy disfrutable. A destacar el uso de la moneda en curso (las conchas) y la cantidad de las mismas en circulación vaya decreciendo a medida que las rondas se suceden, revalorizándolas. También destaca ese enfoque tipo carrera que, si la partida se mantiene igualada, generará una tensión deliciosa. Como mayor pega, que siendo un juego de subastas no escala especialmente bien, además de que si se alcanza un punto en el que un jugador acaparase una mayoría importante de conchas, podría generarse una dinámica poco satisfactoria. Pero por lo demás, un juego muy recomendable. Por todo esto le doy un…

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6 comentarios

  1. Si Blue Lagoon «mejoró» a A Través del Desierto, y teniendo ya ambos, ¿aporta a la ludoteca este Orongo si se pone a tiro? Se aceptan comparaciones y ranking. ¡Gracias por las tochorreseñas incluso en tus vacaciones Iván!

  2. Hola. La tochoreseña me ha incentivado a darle una probada… Compré Orongo hace algunos años atrás, más que nada por consumismo compulsivo acicateado por un componente de adhesión nacional; no sé si acaso será sabido, pero Isla de Pascua o Rapa-Nui (Te Pito O Te Henua –Ombligo del Mundo), pertenece al territorio insular de Chile.
    El caso es que los juegos del Dr. Knizia nunca me han resultado demasiado estimulantes (pese a que he juntado varios en mi ludoteca), pero le voy a dar una oportunidad.
    Gracias por tu apasionado profesionalismo para con la afición; tu blog y podcast son un faro.

  3. Gracias por reseñar juegos de 3a fila de Knizia.
    Eso si, decir que el «periodo valle» (como tú lo llamas) tiene pocos títulos salvables… hereje! 😛
    Knizia nunca se fue.
    Saludos Iván! te sigo leyendo durante todo este tiempo

    1. Hombre, Lord Neiban! Dichosos los ojos. Y el periodo valle es una realidad. Pocos juegos remarca les hay en la primera mitad de la pasada década y finales de la anterior.

  4. Pocos juegos pero de una calidad más que buena. Pero con Knizia se repiten los cuñadismos de «este hombre ya no saca ná» cuando sí que lo hacía. Y el mundillo le dió la espalda. Mucho hablar y no tener ni puta idea, el lema del país, que por supuesto tb se le aplica a la afición. La gente ha probado Big Five, Genesis, Municipium? Y podría seguir dando títulos del «período valle». Ya lo quisieran otros autores dicho período.

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