Reseña: Rat Attack Party

Introducción

La cocina guarda un valioso botín para aquel ratón que burle a los gatos y al cocinero…. y a los otros ratones!!! Los ratones están hambrientos y la cocina está repleta de ricos y deliciosos manjares. El Chef no está vigilando… ahora es el momento ¡Pero cuidado con los gatos que andan sueltos! ¿Podrás burlar al chef y conseguir la suficiente comida de la cocina como para obtener la mayor puntuación y ganar el juego?

Portada
Portada

Así se nos presenta Rat Attack Party, un diseño de Stefano Negro (Amul, What the Fake?) y Michael Schacht (Coloretto, Iwari). El juego fue publicado por primera vez en 2020 por White Goblin Games en una versión en inglés y holandés. De las ilustraciones se encarga Denis Martynets (Chocolate Factory, Maya, Sailing Toward Osiris).

Se encuentra publicado en español por Arrakis Games (aunque el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 12,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Arrakis Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 11,9×9,4×2 cm. (caja estándar tipo ¡Toma 6! o ¡No Gracias!), nos encontramos con:

  • 60 Cartas (56×87 mm.)
  • Reglamento
Contenido
Contenido

Mecánica

Rat Attack Party es un filler en el que los jugadores intentar reunir colecciones de tres cartas de un mismo palo. Para ello, en cada turno, el jugador activo deberá tomar la carta de menor valor de un suministro común (conformado por dos hileras, una de las cuales estará bloqueada) y añadirla a su zona de juego, o bien sustituir una carta de su zona de juego por alguna de las disponibles en la hilera habilitada. Aquí existen también dos opciones: cambiar una carta por una de un valor inferior o surtir un gato (resta puntos) por una carta de valor positivo, momento en el que la hilera bloqueada pasa a estar activa y la activa a estar bloqueada. Cuando un jugador reúne tres cartas de un mismo palo, la puntúa inmediatamente (colocando las tres cartas en su pila de puntuación) y como bonificación puede robar una carta de un palo que no tenga a otro jugador. Cuando una hilera se agota, se revelan nuevas cartas para reponerla. La partida continua hasta que se agote el mazo de robo y una de las dos hileras.


Conceptos Básicos

Nos encontramos con un mazo de cartas en el que encontraremos dos tipos. Por un lado las Cartas de Alimentos. Existen seis tipos de alimentos identificables claramente por el color del mismo así como de la tipografía En las esquinas encontraremos un quesito con un valor numérico correspondiente a puntos de victoria (comprendido entre 3 y 8). El objetivo es intentar acumular el máximo posible de estas cartas.

Cartas de Alimentos
Cartas de Alimentos

Por otro lado encontramos las Cartas de Gato, que estarán asociadas también a los seis colores, aunque, en este caso, los gatos restan puntos si se encuentran en el mazo de puntuación del jugador. La clave está en que un jugador pasará cartas de su zona de juego a su pila de puntuación tan pronto logre formar un trio de cartas de un mismo color (gatos y/o alimentos).

Cartas de Gato
Cartas de Gato

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. En primer lugar se separa un gato de cada uno de los seis colores. Se mezclan y se entrega uno a cada jugador que colocan en su zona de juego.
  2. Los gatos sobrantes se devuelven al mazo, que se mezcla. En partidas de menos de cuatro jugadores se deben devolver a la caja 1/2 cartas sin revelar en partidas a 3/2 jugadores.
  3. Tras esto, se coloca el mazo en el centro de la mesa y se revelan 10 cartas formando dos hileras de cinco cartas, una de ellas junto al mazo.
  4. Finalmente, escogemos al jugador inicial de forma aleatoria.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada
Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Rat Attack Party se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.

En cada turno, el jugador activo tendrá dos opciones y deberá escoger una de ellas:

  • Tomar una Carta del Suministro. El jugador toma la carta disponible en la hilera activa de menor valor (los gatos son las cartas de menor valor) y la coloca en su zona de juego. En caso de que haya más de una carta del menor valor, el jugador podrá escoger cual de esas cartas escoger.
  • Cambiar una Carta. En este caso disponemos también de dos opciones:
    • Devolver una Carta de Comida a la hilera activa y escoge una carta de comida con un valor inferior a la carta devuelta. No se puede devolver una carta de valor 3, porque es el menor valor de alimento y no habría cartas de menor valor que poder escoger (no se pueden tomar gatos en esta opción).
    • Devolver un Gato a la hilera activa y escoge una carta de comida (no de gato) de cualquier valor disponible en la hilera. Tras esto, el mazo del chef se desplaza a la hilera activa actual, convirtiendo en la otra hilera en la hilera activa.

Cuando se toma la última carta de una hilera, se repone inmediatamente revelando las cinco siguientes cartas del mazo.

Si, tras resolver el turno, el jugador activo ha conformado un trio de cartas de un mismo color, las puntúa inmediatamente, colocándolas en su pila de puntuación. Adicionalmente, el jugador activo puede robar una carta de cualquier rival de un color que no esté presente en la zona del jugador activo (incluyendo el color del trio recién formado).

Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.

Detalle Chef
Detalle Chef

Fin de la Partida

El final de la partida se detona cuando se agota el mazo del chef. La partida continua hasta que una de las dos hileras se agota (y hubiese que revelar cartas, estando agotando ya el mazo). Tras el turno en el que esto sucede, se evalúa cada color entre las cartas que se encuentran en la zona de los jugadores. Para cada color, el jugador con un mayor valor en suma podrá añadir a su pila de puntuación la carta de mayor valor de su zona de dicho color.

Tras esto, los jugadores revelan las cartas de su pila de puntuación y el jugador con la suma más alta será el vencedor. En caso de empate, el jugador con más cartas en total será el vencedor. Si el empate persiste, los jugadores comparten la victoria.


Variantes

Partida más Sencilla. Se usa solo una hilera (en vez de dos), no teniendo un chef que proteja la hilera. En la preparación, en partidas a 2/3/4 jugadores se retiran 3/2/1 cartas a la caja sin revelarlas.


Opinión Personal

Hoy toca analizar uno de esos fillers de reglas sencillas y premisa muy directa a los que el bueno de Michael Schacht nos tiene acostumbrados. De hecho, estamos ante una reimplementación de un juego con bastante solera como es Gold! Vamos a ver de qué se trata y cómo se comporta en mesa, no sin antes agradecer a Arrakis Games la cesión de la copia que posibilita la parrafada que viene a continuación.

El objetivo de Rat Attack Party es bien sencillo: ser el jugador que más cartas de alimento consiga reunir en su pila de puntuación. Para añadir cartas a nuestra pila de puntuación simplemente tendremos que formar un trío en alguno de los seis colores presentes en la baraja, colocando de forma directa esas tres cartas en la pila de puntuación y pudiendo robar una carta a algún rival de un color que no tuviésemos en nuestra zona de juego. Aquí hay que indicar que en el mazo tenemos cartas de alimentos (que proporcionan puntos positivos) y cartas de gato (que restan puntos).

Detalle Hileras
Detalle Hileras

¿Y cómo conformamos un trio? Pues obteniendo cartas que se encuentran desplegadas en dos hileras, una que estará disponible para interactuar con ella y otra que estará bloqueada pero las cartas que la conforman serán visibles de cara a planificar futuros movimientos. Para obtener una carta tendremos dos opciones, una de las cuales, a su vez, se vuelve a bifurcar. Por un lado, obtener la carta de menor valor en la hilera. Por otro, intercambiar una carta de nuestra zona con una de la hilera activa. Si la carta que entregamos es una con valor positivo, podremos obtener otra carta de valor inferior positivo inferior a la entregada. Si la carta entregada es un gato (que tienen valores negativos) podremos obtener cualquier carta de la hilera (independientemente de su valor y color).

Y no tiene más. Los jugadores alternan turnos hasta que el mazo se agote (cada vez que una hilera se quede sin cartas, se revelan cinco nuevas cartas para reponerla), haciendo una evaluación final en la que cada en cada color, el jugador con una mayor suma en cartas visibles en su zona de juego podrá añadir la carta de mayor valor de ese color a su pila de puntuación, proclamándose vencedor quien más puntos haya acumulado.

De esta forma tenemos un filler que se explica en un santiamén y los jugadores estarán resolviendo turnos en menos que canta un gallo. Así que la primera característica de un buen filler está presente. El problema es que la segunda y más fundamental se echa en falta.

Y es que Rat Attack Party no llega a enganchar a los jugadores porque la toma de decisiones no es especialmente profunda, activando en muchos momentos el piloto automático. Y no hay nada peor para un filler que tener la sensación de que varias veces a lo largo de la partida no haya nada que decidir.

Es cierto que tiene algunos momentos en los que conviene pararse a pensar el orden en el que creemos que se van a desarrollar los acontecimientos para escoger la carta adecuada (por ejemplo cuando toca una de esas tandas de turnos en las que solo hay gatos en una hilera y los jugadores están obligados a ir robando dichos gatos porque la acción alternativa no está disponible al no haber cartas de alimento en la hilera activa). En esos momentos, aunque sepamos que tenemos que coger un gato, a veces es muy importante saber escoger qué gato, pudiendo llegar a forzar a formar un trio poco interesante a un jugador al dejarle gatos de un color concreto.

Aquí podríamos dividir a los jugadores en dos grupos. Por un lado tendremos a los atrevidos, que preferirán asumir una pérdida de puntos al formar tríos con gatos con tal de ir acumulando puntos. Por otro tendremos a los jugadores conservadores que intentarán evitar a los felinos con la idea de maximizar la media de puntos anotados por carta.

Detalle Reverso
Detalle Reverso

La clave del juego está en saber cuándo pasar de un grupo a otro, sobre todo ojeando la zona de juego de los rivales con la idea de poder conseguir atrapar una carta extra cada vez que completemos un grupo, que vendría a ser un turno doble, lo que lo convierte en un filler especialmente táctico en el que habrá que evaluar cual es la mejor opción en cada turno, ya que es difícil llevar la cuenta de las cartas que han salido y faltan por salir.

En cuanto al azar, tiene su punto de influencia cada vez que se repone la fila, pudiendo resultar enormemente beneficiado o perjudicado el siguiente jugador en el orden de turno. Es cierto que se puede intentar alargar la reposición intercambiando cartas en vez de robando directamente, aunque habrá ocasiones en los que será inevitable al quedar solo un gato o una carta del valor más bajo.

Pero con todo, creo que le falta esa chispa de los grandes fillers, ya sea porque generan momentos tremendamente divertidos, como pueden ser el propio Coloretto (aquí su tochorreseña) de Schacht u otras alternativas como ¡No, Gracias! (aquí su tochorreseña) o ¡Toma 6! (aquí su tochorreseña), o por tener esos momentos de toma de decisión que se sienten trascendentales a la hora de resolver la partida, como ocurre en Abluxxen (aquí su tochorreseña) o en Turn the Tide (aquí su tochorreseña). Un filler más.

Si me parece interesante el tema de las dos hileras, que es la principal diferencia respecto al diseño original y que le aporta un punto de control. Con todo, el juego también propone la versión original con una única hilera. Pero aun así, ninguna de las opciones me parece que genere impacto suficiente como para entrar en la rotación de fillers de la colección.

En cuanto a la escalabilidad, obviamente el juego como mejor funciona es con el máximo de jugadores, ya que el momento de formar el trio adquiere mayor trascendencia y no es tan fácil lograr robar una carta. A dos jugadores hay más control y, por tanto, las probabilidades de activar el piloto automático serán mayores. No digo que funcione mal, pero pierde la poca tensión que llega a tener el juego.

La rejugabilidad es sin duda su punto flaco, ya que como filler no llega a conectar con los jugadores y es difícil que pidan encadenar una partida tras otra pues ya desde la primera partida se tiene la sensación de que no parece haber mucho más escondido en el diseño. Es de esos juegos de draft en los que la opción correcta es relativamente sencilla de evaluar en cada turno.

No sé, si tal vez hubiese algún tipo de penalización para el jugador que más gatos acumule en cada color, algo que le aporte una pizca de incertidumbre que mantenga la tensión hasta el final de la partida. Pero es que si un jugador es capaz de llevar la cuenta de los puntos anotados, puede incluso arriesgarse a apostar por el ganador cuando no queden demasiados turnos para detonar el cierre con pocas probabilidades de fallar.

Detalle Zona del Jugador
Detalle Zona del Jugador

Pasemos a la producción. Caja pequeña de filler con cartas de buen gramaje, textura en lino y respuesta elástica adecuada. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas. Visualmente, sin ser de un filler que se limite a números (podría haberlo hecho), no tiene un aspecto demasiado atractivo, en especial los gatos, que tienen una forma un tanto peculiar que genera cierta inquietud. Tal vez lo más llamativo sea la portada.

Y vamos cerrando. Rat Attack Party es de esos fillers que, sin cometer errores de bulto, les falta chispa. Se dejan jugar, no resultan tediosos pero sí que un número no despreciable de turnos se acaban resolviendo con el piloto automático, careciendo de la tensión necesaria como para que los jugadores quieran encadenar una partida tras otra. Tal vez con algún criterio de puntuación adicional como penalizar por mayoría de gatos le habría otorgado ese punto extra de incertidumbre con el que mantener la emoción hasta el final, ya que si eres bueno contando cartas, hasta sabes quién va a hacerse con la victoria una vez entremos en los momentos definitivos. Por todo esto le doy un…

Aprobado

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