Crónicas Jugonas: Semana 01 del 2021 (04/01 – 10/01)
Primera semana completa de este nuevo 2021 y es probable que sea la que menos partidas haya registrado comparado con cualquier semana del ya finiquitado 2020 (ha sido una semana dura con mucho trabajo en la casa nueva, la hipoteca, y demás historias). Solo pude sentarme tres días a jugar (al menos en cada día un mínimo de dos partidas cayeron). Afortunadamente hay tres estrenos, a saber: Shiftago (un abstracto que puede recordar a Abalone por aquello de empujar canicas), Pan Am (un económico de peso medio diseñado por el estudio Prospero Hall) y Kamon (un abstracto de Bruno Cathala que tiene reminiscencias a Kamisado). ¡Vamos al lio!
Comenzamos la semana con dos partidas. La primera a Beez, diseñado por Dan Halstad. Un juego de corte abstracto en el que nos encontraremos un tablero formado por piezas con casillas hexagonales que conforman el campo en el que encontraremos flores con cilindros que representan su néctar. Nuestro objetivo es recolectar este néctar desplazando nuestro peón de abeja. Para ello, tendremos que escoger una de las cinco posibles direcciones disponibles según el movimiento de la abeja en el turno anterior, ya que nunca podrá repetir dos veces la misma dirección. Según la dirección escogida, la abeja podrá moverse un determinado número de casillas indicado en su base. Si finalizamos el movimiento en una casilla que contenga un cilindro de néctar en alguno de sus vértices, lo tomaremos y lo añadiremos a nuestro tablero de panal en una casilla que corresponda con el número de casillas que se haya desplazado la abeja. Así hasta que se detone el final de la partida cuando un jugador recolecta su decimosegundo cilindro de néctar. El objetivo es maximizar los puntos de victoria que proporcionan unas cartas de objetivo, tres comunes y dos que escogemos al comienzo de la partida y que se mantienen en secreto. Jugamos con el modo avanzado que obliga a los jugadores a colocar el néctar en casillas adyacentes a otras ya ocupadas en su panel. Partida en la que volví a cometer los errores de siempre. Comienzo fuerte, consigo ir colocando néctar en las posiciones que me parecen más adecuadas pero llega un momento del bloqueo en el que empiezo a dar vueltas con mi abeja intentando cuadrar los movimientos y no consigo orientarme adecuadamente. Mientras, mi rival campa a sus anchas saltando de flor en flor, detonando el final de la partida cuando no he logrado completar mi objetivo principal (el de patrón sobre el tablero). Es cierto que logré rascar bastantes puntos mediante el resto de objetivos, pero me faltó un néctar. Resultado: victoria de la señorita por 32 a 28. Beez es uno de los juegos que se presentaban a finales de 2020 de los que más hype me había generado gracias a una espectacular producción (las abejas son adorables a mas no poder) y a ser un juego de corte abstracto con más chicha de la que parece. Y, en efecto, es un juego exigente, de corta duración y en el que los pasos en falso se pagan. En cada partida puntuaremos por cinco criterios, tres de ellos comunes y dos privados. Tal vez el mayor problema que le encuentro es que pueden darse combinaciones de objetivos privados y comunes que desnivelen la partida. Con todo, es bastante entretenido. La variante avanzada complica aún más el asunto y creo que le sienta bien porque «obliga» a los jugadores a alternar los distintos tipos de movimientos en vez de dedicarse a dar vueltas alrededor de unas pocas flores.
La segunda sería a Golpe de Fe, diseñado por Paweł Stobiecki, Jan Truchanowicz y Łukasz Włodarczyk. Un juego de flicking en el que los jugadores representan deidades que se enfrentan en un tablero que muestra cuatro islas. A lo largo de un determinado número de rondas, los jugadores alternarán turnos lanzando sus piezas con el objetivo de intentar dominar la mayoría de islas posibles o, al menos, tener presencia en ellas. Para ello intentarán acertar en unos espacios concretos de las islas para poder colocar templos (piezas de dimensiones mucho mayores). Además, cada dios tiene sus particularidades, añadiendo cierto punto de asimetría. Antes de cada ronda, se pondrá en juego una carta que altera las normas, siendo escogida por los jugadores entre dos posibles mediante una votación simultánea. Partida en la que arrasé a la señorita gracias al favor de Anubis, que me permitía relanzar el primer profesa que fuese expulsado del tablero La señorita jugaba con Zeus y, aunque pudo poner un par de templos, no le sirvió de mucho porque durante la partida apenas consiguió tener presencia en las islas y, por tanto, tampoco consiguió controlarlas en demasiadas ocasiones. Resultado: victoria de un servidor por 23 a 15. Golpe de Fe es una vuelta de tuerca a los juegos de flicking. De base, se utiliza un tapete de neopreno sobre el que los discos resbalan que da gusto. Lo mejor es que, a diferencia de la mayoría de juegos de este tipo, aquí hay unas reglas muy claras que incitan a la interacción además de unas cartas que van generando situaciones diversas durante las partidas, con esa mecánica curiosa de determinar qué cartas son las que aplican en cada ronda mediante una votación simultánea. Muy divertido. Las partidas se finiquitan en un periquete y tal vez lo que menos llama la atención es el formato de la caja, aunque es comprensible debido a las dimensiones del tapete.
No volveríamos a sentarnos a la mesa hasta el jueves, que sería el turno de Shiftago, diseñado por Frank Warneke y Robert Witter. Un abstracto de dos a cuatro jugadores en el que el objetivo es intentar conformar líneas rectas de bolas del color del jugador. Para ello, en cada turno, el jugador deberá introducir una bola por uno de los espacios exteriores del tablero haciendo un movimiento de empuje perpendicular hacia adentro, empujando las bolas ya presentes (aunque no se pueden expulsar bolas). Cuando se conforma una fila, según su tamaño, el jugador anota puntos de victoria y recupera las bolas centrales de la fila (dejando las dos de los extremos). La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador alcanza o sobrepasa los 10 puntos, proclamándose vencedor. Partida en la que la señorita me apalizó vilmente mientras yo pensaba en las musarañas. De esas partidas en las que solo me centro en mi objetivo pero no estoy pendiente de lo que hace el rival y cuando quiero reaccionar ya es demasiado tarde. Ya sé que esto suele pasarle más a mi rival, pero se ve que sigo algo aturdido en estos primeros días del 2021. Resultado: victoria de la señorita por 10 a 2. Shiftago es un abstracto cuya mayor virtud es poder ser disfrutado a tres o cuatro jugadores, que es como mayor potencial se le atisba. A dos jugadores no deja de ser un juego muy similar a GIPF (del Proyecto GIPF), con casi los mismos fundamentos, aunque sobre un tablero cuadriculado en vez de hexagonal y recurriendo a un sistema de puntuación en vez de victoria por muerte súbita. Tengo muchas ganas de probarlo con más jugadores a ver qué tal se comporta.
Después, estrenamos mi novísimo tablero de Ajedrez. Juego abstracto milenario en el que cada jugador controla un ejército en plena batalla, con el objetivo de derrocar al rey contrario. Por si alguien no lo conoce, cada jugador dispone de 16 piezas: 8 peones, 2 torres, 2 caballos, 2 alfiles, una reina y un rey. Estas piezas se desplazan sobre un tablero cuadriculado de 8×8 casillas, cada una con un patrón de movimiento especifico. La victoria se alcanza cuando el rey de un jugador, estando amenazado por una pieza rival (jaque), no es capaz de neutralizar la amenaza, ya sea desplazándose a una casilla en la que no esté amenazada por piezas rivales o pueda neutralizar a la pieza que está amenazando al rey. Sandra jugaba con blancas y yo con negras. No os voy a aburrir con movimientos, pero solo os diré que la señorita comenzó con peón de rey a e5 y yo opté por la defensa Caro-Kahn (que es la que me gusta jugar ahora mismo cuando voy con negras y me avanzan el peón de rey), avanzando mi peón de alfil a c6. A partir de ahí me centré en desarrollar mis piezas y formar una estructura de peones relativamente solida además de enrocar pronto. La señorita, que afronta las partidas de forma más casual, se dedicó a ir sacando piezas en unos primeros movimientos relativamente acertados, hasta que comenzó el festival de jaques y fui devorando sus piezas una a una hasta darle un mate definitivo cuando ya apenas tenía presencia en el tablero. ¡Victoria de un servidor! El Ajedrez es otra liga. Para el que disfruta de los abstractos, junto a Go, es el diseño de cabecera. Es un juego con unas posibilidades enormes al que podrías dedicar toda tu vida a intentar dominar. La profundidad es abrumadora, y cuando dos jugadores de distinto nivel se enfrentan, el dominio del que tiene más experiencia suele ser abrumador. Ahora gracias a Chess.com y al auge del juego debido al éxito abrumador de Gambito de Dama, he podido darle mucho mediante partida online y he estado consumiendo mucho video para intentar mejorar mi juego y la verdad es que partiendo desde un nivel básico, se mejora bastante en poco tiempo (aunque luego cuesta algo más). Al menos ahora no me siento como un pulpo en un garaje. ¡Jugad al ajedrez!
Ya el sábado tuve mi clásica sesión (aunque esta vez de tarde), con Gonzalo y Antonio. Comenzamos con otro estreno, Pan Am, diseñado por el estudio Prospero Hall. Un económico en el que cada jugador toma el control de una humilde compañía de aviación con el objetivo de llamar la atención de la Pan Am para conseguir dinero suficiente para invertir en acciones suyas. Para ello tendremos que establecer rutas aéreas a lo largo y ancho del globo consiguiendo permisos de aterrizaje mediante aeropuertos, tickets de destino de la ciudad correspondiente o descartando cartas de la misma región o dos cartas de otra región distinta. Las rutas tendrán una longitud comprendida entre 1 y 4, teniendo que destinar una flota de aviones capaces de cubrir esa distancia (hay cuatro tipos de aviones). Mecánicamente nos encontramos con una colocación de trabajadores que alterna posiciones de subasta (un jugador puede desplazar a otro ofreciendo más dinero) o posiciones de prioridad (actuará primero quien antes se haya colocado en el espacio). Mediante estas acciones los jugadores construirán aeropuertos, obtendrán cartas de destino, fabricarán aviones, establecerán rutas o conseguirán cartas de directiva que permiten resolver acciones especiales. Al final de cada ronda la Pan Am se expandirá a través de unas rutas planificadas y si alguna ya está reclamada por un jugador, la Pan Am se la comprará a un gran precio (recuperando el avión). Tras recibir ingresos en función de las rutas actuales de cada jugador, los jugadores podrán comprar acciones a la Pan Am a un determinado precio establecido al comienzo de la ronda mediante una carta de evento que, además, aplica algún efecto y determina cuantas rutas va a comprar la Pan Am. Partida entretenidísima que tiré a la basura en la cuarta ronda porque no leí bien la carta de directiva que tenía, la cual me permitía no pagar el coste de activación en un espacio de cartas de destino y yo entendí que podía no pagar el coste de activación de cualquier espacio, por lo que me volví muy loco en las acciones de construcción de aviones y de aeropuerto, creyendo que solo iba a pagar una de ellas. Cuando llegamos a la fase de resolución, caí en mi error y me vi obligado a perder todas las acciones de la Pan Am que tenía hasta ese momento y, además, me quedé sin resolver acciones. Con todo, pude forzar la máquina para intentar hacer un final digno y casi pillo a Gonzalo. De hecho, me arrebató una ruta de tamaño tres que probablemente me hubiese permitido adquirir una nueva acción de la Pan Am. Antonio mantuvo un gran ritmo de puntuación gracias a sus cruceros y su jet, que consiguió en la sexta ronda y gracias a eventos y cartas de directiva, pudo vender esas rutas a la Pan Am acumulando una gran cantidad de dinero con las que comprar acciones. Resultado: victoria de Antonio con 14 puntos por los 11 de Gonzalo y los 10 míos. Pan Am me ha sorprendido tremendamente. Sabía que me iba a encontrar un económico de peso medio comparable a mi querido Alta Tensión y similares, esto es, pocos conceptos (establecimiento de rutas, gestión de acciones, etc.) y teniendo en cuenta que los responsables son el estudio Prospero Hall, tampoco tenía unas especiales expectativas porque, a pesar de tener diseños muy apañados, tampoco es que hayan alcanzado un alto grado de excelencia. Sin embargo, en esta ocasión he acabado maravillado. Es de esos económicos que con muy poco, te mantiene en tensión del primer al último turno. La mecánica de colocación de trabajadores con planificación y tener espacios de prioridad y espacios de subastas, las directivas (que le dan un punto de tensión al no saber qué guarda cada jugador en su mano), el apretar más o menos en la fase de compra de acciones asumiendo que en la siguiente fase de acciones vas a estas más o menos limitado en función del dinero que te quede… Muchas decisiones con muy poco, o lo que es lo mismo, muy elegante. Además, la producción es estupenda, con unas miniaturas de aviones muy llamativas y unas cartas de gran calidad. Un magnifico producto que estoy deseando volver a tener en mesa.
Gonzalo se despidió porque, si nada se tuerce, retorna a Saint Louis (esperamos verle en Septiembre). Pasamos a un mano a mano con el estreno de Kamon, diseñado por Bruno Cathala. Un abstracto para dos en el que nos encontramos con un tablero hexagonal con casillas que muestran fichas de un símbolo (de seis posibles) y un color (de seis posibles) más una casilla bloqueada. El primer jugador colocará uno de sus anillos hexagonales en cualquier casilla y con ello determinará las opciones del siguiente jugador, que podrá colocar un anillo en un espacio del mismo color o del mismo símbolo que el ocupado por el jugador anterior. El objetivo es intentar conectar dos lados paralelos del tablero mediante un camino de anillos, formar un bucle de anillos que encierre al menos una casilla o conseguir que el rival no tenga jugadas legales para actuar. Partida muy entretenida en la que logré bloquear a mi rival en los puntos claves, evitando que pudiese conectar dos lados paralelos. Además, controlé las esquinas (que conectan con dos lados consecutivos) lo que me proporcionó mucha ventaja a la hora de lograr conectar dos lados paralelos, algo que, finalmente, acabó ocurriendo. ¡Victoria de un servidor! Este Kamon sigue la estela de juegos como Kamisado en los que el movimiento del jugador activo está condicionado por la decisión tomada por el jugador anterior. A esto le sumamos que el objetivo es intentar conectar dos lados (como así también sucede en Tak o PÜNCT) o formar un bucle. Sencillo, rápido e interesante. Lo que se le pide a un abstracto de corta duración. Lo más interesante tal vez es que el tablero se conforma aleatoriamente en cada partida, por lo que es difícil activar el piloto automático.
Continuamos con la nueva edición de Polis (aquí su tochorreseña de la edición anterior), diseñado por Fran Díaz. Se trata de un es un juego de control de áreas y gestión de recursos en el que cada contendiente asumirá el control de una de las dos grandes potencias griegas en la época de las Guerras del Peloponeso: Esparta y Atenas. A lo largo de cuatro rondas, tendrán que intentar expandir su poder (por la fuerza o sobornando mediante el proxeno) para conseguir controlar polis que permitan desarrollar proyectos y controlar una mayor población. Pero cuidado con expandirse sin control, ya que al final de cada ronda hay que alimentar a las polis y evitar quedarnos sin prestigio, el cual es necesario para realizar la mayoría de acciones relevantes durante la partida. Antonio jugó con Atenas y yo con Esparta. Partida sin hostilidades, intentando llegar al final de cada ronda con más polis, proyectos y suficiente trigo como para no tener que dar marcha atrás. Nos mantuvimos muy igualados, yo consiguiendo las polis de Sicilia y asegurándome un buen suministro de trigo con el que intentar alcanzar un par de megápolis. Antonio sufrió algo más en la última ronda, pero gracias a numerosos proyectos y a acabar con más puntos de prestigio, compensó la población de mis polis. La igualdad fue tal que llegamos empatados al final, resolviéndose por recursos. En cada ronda Antonio siempre me obligó a gastar recursos porque siempre pasó antes. Esos recursos que tuve que tirar a la basura le dieron la partida. Resultado: victoria de Antonio tras empatar a 28 con más recursos en los tracks de mi rival. Polis es de esos juegos que cuando los juegas por primera vez en tu cabeza algo hace clic. Y no porque hayas comprendido todo, sino más bien todo lo contrario. Se ha abierto ante ti un mundo de posibilidades y solo has podido contemplar la punta del iceberg. Hay que remangarse y explorar todo lo que el titulo puede ofrecer (que es mucho). Juego duro que una vez Raik, de Punto de Victoria, definió con gran acierto como un «Simulador de llegar a Fin de Mes», porque mantenerse en la partida en cada ronda cuesta sangre, sudor y lágrimas. Y, aunque permite resolver las diferencias mediante combates, realmente tiene mucho más peso el bloqueo de las regiones y el saber cuándo presionar al rival. Una autentica maravilla que no puede más que considerarse un milagro dentro de la edición de juegos en español teniendo en cuenta el año en el que fue publicado, de un autor novel y con una editorial primeriza. Esta nueva edición es toda una maravilla en cuanto a materiales, se han pulido eventos, se ha recortado una ronda de duración y se han limado algunos aspectos (ahora hay un recurso menos y el proxeno no puede ser capturado) proporcionando una experiencia aún más redonda de lo que ya era. Un imprescindible.
Pasamos a Pelican Bay (aquí su tochorreseña), diseñado por Jacques Zeimet. Un diseño al que un horrendo reglamento en su primera edición le hizo mucho daño. Se trata de un título de colocación de losetas en el que iremos ampliando zonas y puntuándolas, a la vez que vamos bloqueando posibles posiciones que interesen a nuestros rivales para evitar que anoten de forma importante. Además, si cerramos áreas, repetiremos turno, adquiriendo unos pelícanos que otorgan puntos extra al final de la partida. Pero estos son limitados, así que una vez que todos estén en juego, los jugadores se los irán robando unos a otros. Partida en la que Antonio comenzó fuerte pero en unos últimos turnos de escandalo yo logré arrebatarle todos los pelicanos que había acumulado gracias a un pelín de suerte. Para colmo, le bloquee una jugada estratosférica que tenía preparada en el momento justo. Resultado: victoria de un servidor por 159 a 111. Pelican Bay es uno de esos juegos que realmente no ofrece nada novedoso, pero, que, en conjunto, funcionan bastante bien. Con un aspecto espectacular y una edición de lujo, hará las delicias de los amantes de los juegos de colocación de losetas. Sus cualidades más remarcables son el uso de las losetas hexagonales, los discos solares para bloquear al rival y una producción de un altísimo nivel. Eso sí, cuidado con el Análisis-Parálisis que genera, que una partida a dos jugadores puede irse perfectamente a la hora de duración. Pero es un juego para tomárselo con calma y olvidarse de los problemas mundanos. Disfrutar de lograr encajar cada loseta es suficiente satisfacción.
Y cerramos la tarde con una nueva partida a Beyond the Sun, diseñado por Dennis K. Chan. Un juego con mecánica principal de colocación de trabajadores y desarrollo de un árbol de tecnología. En cada turno, el jugador activo deberá escoger un espacio de acción disponible y colocar su peón sobre él para activar el efecto correspondiente. Tras esto, el jugador activará una fase de producción en la que podrá obtener población, recursos o realizar intercambios entre ellos. El juego plantea un árbol de cuatro tipos de tecnología que se ramifican en cuatro niveles. El primer nivel está disponible y los jugadores pueden ir desarrollando dichas tecnologías, mientras que las de los demás niveles serán los propios jugadores los que podrán ir escogiendo entre las cartas disponibles en un suministro. Mediante estas tecnologías se irá mejorando el tablero personal, donde se liberarán los espacios de los tracks de producción y agotando las reservas de población, con el objetivo de ir conquistando planetas que requieren enviar naves con suficiente poder militar. En cada partida se revelarán unos objetivos comunes que servirán como detonador del final de la partida una vez se hayan colocado un determinado número de marcadores de los jugadores sobre ellos. Partida que se decidió gracias a una tecnología privada que Antonio consiguió mediante una de las recompensas al desarrollar tecnologías. Es cierto que yo completé antes la de conseguir una tecnología de nivel 4 y, por momentos, sentí que tenía controlada la partida. Pero entonces Antonio comenzó a desarrollar tecnologías, conquistar sistemas y disparó todos los elementos puntuables, dejándome bastante atrás. Resultado: victoria de Antonio por 75 a 57. Beyond the Sun fue una de mis apuestas de las novedades presentadas en Essen (virtual) de 2020. Cuando leí cómo funcionaba sentí uno de esos flechazos a primer vistazo. Un juego mecánicamente sencillo pero con una idea relativamente original gracias a un árbol de tecnologías que va a cambiar de una partida a otra. Tiene ese puntito de Terra Mystica de ir desarrollando tu tablero personal que va mejorando en prestaciones a medida que retiramos elementos de los tracks correspondiente, aunque mecánicamente es mucho más accesible. Es ágil, es tenso (con su punto justo de interacción) y es muy entretenido. Tercera partida y confirmado que es uno de los diseños más interesantes del año pasado. Pero también se confirma lo que ya se apreciaba en la segunda partida, y es que aunque los árboles tecnológicos salen distintos y cada partida tiene un enfoque particular, tampoco es que haya muchas diferencias en cuanto a los efectos. Seguro que no tardará en aparecer una expansión.
Y con esto finaliza esta entrada. Repasemos las primeras impresiones de esos tres estrenos: Shiftago me ha parecido una fusión de Abalone con GIPF, siendo aparentemente su mayor virtud el poderse jugar a tres o cuatro, además de las bondades ya conocidas de los juegos mencionados; Pan Am me ha parecido una maravilla tras una primera partida. Un económico elegante, muy bien producido y con muchas decisiones en un intervalo de tiempo muy contenido; Y Kamon es un abstracto resultón que cumple su cometido sin florituras, siendo su mayor virtud el mostrar un despliegue aleatorio que cambia el enfoque de una partida a otra.
Buenos días!
Pan Am, sin hacer mucho ruido, todas las referencias son excelentes. Huele a sobresaliente.
Yo ya lo encargué hace tiempo y estoy convencido que va a triunfar.
Un abrazo.
Buenas!
Entonces ves la nueva versión de Polis mejor? Habría alguna forma de adaptar el antiguo a las nuevas reglas?
Un saludo y feliz año!
Pues el cambio que mas impacto tiene sobre los componentes es la desaparición del aceite. Habría que mirar cómo impacta esto sobre los mercados, las regiones y, especialmente, los proyectos. Además el mazo de eventos que está completamente revisado. Supongo que se podría ajustar pero habría que mirarlo con detalle.
Muchas gracias, me encantan tus crónicas jugonas. Es curioso pero el otro día echamos una partida de Polis y al final el mapa quedó igual que en esa foto, quitando la ruta comercial de arriba a la izquierda que en nuestra partida se la quedó Esparta. Buena minirreseña!
Que alegría ver que se abre el ajedrez más, cuando niño nos juntábamos con mis amigos y jugábamos toda la tarde hasta q nos dolía la cabeza. En la biblioteca publica que quedaba cerca de la casa pedíamos libros para mejorar, y hasta alcance a ir a un torneo…. que tiempos. De viejo ahora me di el gusto de comprar un ajedrez gran maestro, el cual he usado una sola vez! un abrazo y saludos desde Chile.
El éxito de The Queen’s Gambit ha sido una bendición. ¡Más ajedrez!
Me vuelas la cabeza con los abstractos: ¿De dónde los sacas? Me he tenido que comprar el Tortuga por tu gran culpa ¿Que tal este kamon? Tiene buena pinta…
Es un diseño de Cathala. Es una mezcla de Tak y Kamisado. Me gustan estos juegos en los que el movimiento del rival está condicionado por tu movimiento.
Pan Am me llama mucho la atención y eso que con Food Chain Magnate cubría mi ludoteca en cuanto a un gran juego económico. Me quedo con ganas de leer tu próxima tochoreseña sobre Pan Am.
En cuanto a que también comentes tu partida de ajedrez me has dado una alegría. Soy jugador aficionado desde niño y hace unos años que modero una web y foro sobre máquinas de ajedrez (Chess Computer Coleccionistas en chesscc.com) y desde el éxito de la serie «Gambito de Dama» hemos notado un incremento de interesados por el ajedrez y ha subido el número de chicas interesadas en este milenario juego.
Me alegro muchísimo!! Es que es la serie es genial y ha puesto el foco sobre el juego cuando muchos desconocian su atractivo.
Donde se puede conseguir el Pan Am en España ????
En Amazon.co.uk está a buen precio:
https://www.amazon.co.uk/dp/B08635WFFM