Reseña: La Stanza
Introducción
Conviértete en un influyente personaje renacentista, compitiendo por dinero y prestigio y ejerciendo diferentes disciplinas. Aunque hay muchos modos de alcanzar la fama, los jugadores no pueden hacerlo por sí mismos: necesitarán el poder e influencia de los miembros más destacados de la sociedad. Mejorando sus acciones, estos personajes ayudarán a los jugadores a aumentar su estatus social. Al final de la partida, el jugador con mayor prestigio ¡será el ganador!
Así se nos presenta La Stanza, un nuevo diseño de Nuno Bizarro Sentieiro y Paulo Soledade (Panamax, Madeira, Nippon). El juego fue publicado en 2019 por Quined Games en una versión multilenguaje (inglés, francés, alemán y holandés) tras una campaña de financiación mediante Kickstarter que consiguió el doble de lo requerido. De las ilustraciones se encarga Kostantin Vohwinkel (The Climbers, Vanuatu, Xanadú).
En nuestro país se encuentra publicado por Maldito Games en una versión en español que incluye todos los extras de la campaña de financiación (aunque el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de entre 60 y 90 minutos. El precio de venta al público es de 90€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Maldito Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 31,5×22,6×5,6 cm. (caja rectangular estándar tipo Agricola), encontramos los siguientes elementos:
- Tablero Central (de cartón)
- 4 Tableros de Jugador (de cartón)
- 28 Monedas (de metal):
- 16 de 1 Florín
- 12 de 5 Florines
- 12 Piezas de Arte (de cartón)
- 40 Losetas de Personaje (de cartón)
- 20 Losetas de Personaje inicial (de cartón)
- 4 Financieros (de cartón)
- 6 Losetas de Cubierta (de cartón)
- 20 Losetas de Bonificación (de cartón)
- 64 Libros (de madera)
- 35 Ayudantes (de madera)
- 1 Marcador de Ronda (de madera)
- 1 Marcador de Jugador Inicial (de madera)
- 4 Figuras de Jugador (de madera)
- 4 Veleros (de madera)
- 32 Discos (de madera)
- 20 Pilares (de madera)
- Reglamento
Mecánica
La Stanza es un juego con mecánica principal de rondel en el que los jugadores deberán ir acumulando trabajadores de cinco disciplinas (descubrimientos, literatura, religión, arte y política) para poder progresar en las mismas. En cada turno, el jugador deberá avanzar su peón de 1 a 4 pasos contando espacios libres con loseta, y tomar aquella en la que finalice su movimiento. Posteriormente, debe decidir si activar una disciplina (aquella en la que se encuentre u otra gastando un peón del color adecuado), debiendo contratar al menos un trabajador de su reserva coincidente con dicha disciplina. Tras esto, se evalúa la fuerza del jugador en la disciplina, consistente en el número de trabajadores de la disciplina que podrán ser aumentados empleando puntos acumulados en la zona de religión o con algunas losetas de bonificación que se pueden conseguir durante la partida. La segunda posibilidad es recaudar fondos (la cantidad de monedas recibidas dependerá del progreso en la disciplina de los descubrimientos). Y, como tercera opción, el jugador puede no hacer nada. Cuando dos estancias se queden sin losetas se repondrán todos los espacios y se avanzará el marcador de ronda. Así hasta completar tantas rondas como número de jugadores haya más uno, momento en el que los jugadores disfrutarán de tres últimos turnos antes de proceder al recuento final, donde se evaluará el progreso en las distintas disciplinas.
Conceptos Básicos
Empecemos por el Tablero Principal. Éste muestra una especie de palacete en el que encontramos seis habitaciones organizadas en dos filas de tres columnas. Cada habitación, con excepción de la que se encuentra en la fila inferior en el centro, muestran tres espacios rectangulares donde se colocarán unas losetas (de las que hablaremos más adelante). Cada estancia dispone además de unos elementos propios que vamos a ir revisando.
Cada estancia muestra en su zona inferior cuatro espacios para crear obras maestras, marcados con unos valores de fuerza del 4 al 6 (el ultimo muestra además un punto en la disciplina justo anterior) y un valor en puntos de victoria. Para marcar estas obras de arte cada jugador contará con unos pilares que se colocarán en estos espacios al completar una obra, impidiendo que otros jugadores puedan completar la misma obra en la misma estancia. Las obras maestras proporcionan puntos de victoria de forma directa al final de la partida.
La estancia de los descubrimientos, que se encuentra en la primera columna de la fila inferior muestra el track de ingresos, consistente en una cuadricula de tres filas y seis columnas. La primera fila y la mitad de la segunda muestran un valor creciente en florines (de 7 a 15), mientras que a partir de la mitad de la segunda fila y la tercera pasa a mostrarse valores crecientes en puntos de victoria (de 1 a 15). Para marcar el progreso sobre este track cada jugador contará con una ficha de barco. Hay tres casillas especiales que muestran un símbolo de un peón blanco, proporcionando un asistente de este color al jugador (lo veremos más adelante).
La estancia de la literatura, que se encuentra en la primera columna de la fila superior, permite obtener libros. Hay cuatro colores de libros y, en función de la fuerza con la que se resuelva la acción, el jugador podrá tomar un conjunto de libros distintos y colocarlos en su zona.
La estancia de la religión, que se encuentra en la segunda columna de la fila superior, permite colocar marcadores de influencia en las cuatro disciplinas restantes. Estos marcadores podrán retirarse de esta estancia para elevar virtualmente la fuerza con la que se activa una disciplina. También es posible aumentar la fuerza con la que se activa la religión, pero estos marcadores no se podrán añadir activando la propia estancia, sino que tendremos que conseguirlos mediante efectos variados.
La estancia del arte, que se encuentra en la tercera columna de la fila superior, permite completar obras de arte. Hay tres tipos de obras de arte, con valores 2, 3 y 4. Al final de la partida los jugadores competirán por ver quien tiene el museo más impresionante, recibiendo puntos en función de una clasificación relativa entre los jugadores según el valor total de sus obras de arte.
La estancia de la política, que se encuentra en la tercera columna de la fila inferior, permite obtener asistentes. Estos asistentes tendrán como principal uso el permitir activar una estancia distinta a aquella en la que se encuentre el jugador. Los asistentes blancos funcionan como un asistente de cualquier color, pero no se podrán obtener activando la acción de la estancia, sino que tendremos que recurrir a efectos diversos.
La mecánica principal de la partida será un rondel por el que el peón de cada jugador se irá desplazando. Este rondel lo conforman las casillas de las estancias del tablero principal. Cada estancia dispone de tres espacios, a excepción de la sala de los descubrimientos (la segunda columna de la fila inferior), que muestra un único espacio.
Salvo en el espacio de la sala de las bonificaciones, durante la partida se irán colocando en estos espacios Losetas de Personaje, que serán el eje del juego. Cada vez que un jugador haga avanzar a su peón en el sentido de las agujas del reloj, deberá detenerse en una casilla que contenga una de estas losetas y añadirla a su reserva. Estos personajes podrán ser contratados posteriormente, de forma que cada personaje contratado proporcionara un punto de fuerza en su disciplina cuando esta sea activada.
Para organizar estas losetas de personajes, así como los distintos elementos que los jugadores obtendrán durante la partida se dispone de un Tablero Personal. Éste muestra las siguientes zonas:
- En la esquina superior izquierda tenemos la reserva de asistentes (no se pueden acumular más de siete peones).
- A su derecha encontramos una cuadricula de dos filas en las que podremos colocar las obras de arte y las losetas de bonificación (de las que no hemos hablado aun).
- En la zona superior derecha tenemos la librería, consistente en una cuadricula de cuatro filas de cuatro casillas. Cada fila está asociada a un color de libro, mostrando muchas de ellas diversos efectos que se activaran cuando coloquemos un libro sobre ellas.
- En la zona inferior encontramos dos hileras de cinco casillas. La primera corresponde al track de reclutamiento, y es donde se colocarán las losetas que vayamos obteniendo del tablero principal (siempre empujando por la izquierda).
- La segunda corresponde al track de trabajadores, conteniendo a los personajes activos y que se tienen en cuenta cuando se activa una disciplina. Cada uno de los espacios de este track muestra una cantidad de florines (de 1 a 5, comenzando por la casilla de más a la derecha), siendo este el coste de reclutamiento del personaje que decidamos colocar (despidiendo al que se encontrase previamente en dicho espacio).
Hemos comentado que solo podremos tener cuatro personajes contratados en un momento dado, cuando hay cinco casillas en el track de trabajadores. Esto es porque una de estas casillas estará siempre ocupada por la Loseta del Financiero. Cada vez que un jugador quiera recaudar fondos, deberá desplazar esta loseta una casilla hacia la derecha (normalmente expulsando a un trabajador), para recibir ingresos. Si abusamos de esta loseta y llega a la última casilla del tablero y necesitamos volver a recaudar, la loseta será volteada y aplicará una penalización al término de la partida.
Las monedas, como ya habréis supuesto, sirven única y exclusivamente para costear la contratación de los personajes. A la hora de recaudar fondos habrá que tener en cuenta el valor de la casilla ocupada por el marcador de barco.
Como último detalle, en la estancia de las bonificaciones los jugadores podrán obtener Losetas de Bonificación. Estas losetas se encuentran asociadas a cuatro de las cinco disciplinas (todas menos política). Cuando un jugador se detenga en la casilla de la estancia de las bonificaciones obtendrá una de estas losetas siempre y cuando cumpla ciertos requisitos según la disciplina a la que se encuentra asociada. Estas losetas proporcionan efectos de efecto inmediato, permanente o de final de partida. Además, al final de la partida se establecerá una clasificación relativa entre los jugadores en función del número de losetas de bonificación obtenidas, por lo que los marcadores de religión también se utilizarán para ocupar los espacios de la cuadricula de la sala de bonificaciones para llevar la cuenta de cuantas losetas ha conseguido cada jugador.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero en el centro de la mesa.
- Se coloca la reserva de libros, organizados por color, en la estancia de literatura.
- Se colocan tantas obras de arte en la estancia de arte de cada tipo como número de jugadores haya en la partida.
- Se coloca la reserva de asistentes, organizados por color, en la estancia de política.
- Se forma una reserva general con las monedas.
- Se separan las losetas de bonificación por tipo, y se escogen 3 de cada de forma aleatoria, colocándolas en los espacios de la sala de bonificación.
- Se introducen en la bolsa todas las losetas de personaje y se sacan de ella losetas hasta reponer todas las casillas de las estancias del tablero principal, comenzando por la sala de los descubrimientos y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
- Se coloca el marcador de rondas en la casilla de valor 1 del track de rondas en la sala de las bonificaciones.
- Cada jugador escoge un color y recibe:
- Un tablero personal.
- Una loseta de financiero, que coloca en la casilla más a la izquierda de la fila de trabajadores contratados de su tablero.
- Cuatro losetas de personaje iniciales que coloca de forma aleatoria en los cuatro espacios restantes de su fila de trabajadores contratados.
- 8 Marcadores, colocando 1 en la casilla de religión de la estancia de religión.
- Un peón, que se coloca en la casilla de la sala de bonificaciones.
- Un marcador de barco, que se coloca en la casilla inicial del track de la estancia de descubrimientos.
- 4 asistentes (uno de cada color a excepción del blanco), que colocan en el espacio de reserva de su tablero personal.
- 5 Pilares
- Se escoge al jugador inicial de forma aleatoria y se le entrega el marcador representativo.
- El jugador inicial recibe 10 florines, y el resto de jugadores reciben un florín más que el jugador sentado a su derecha.
- En partidas de menos de 4 jugadores, se mezclan las losetas de bloqueo de obras maestras y se revela una en cada estancia, utilizando un pilar de un color no utilizada para cubrir la obra maestra indicada en la loseta.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de La Stanza se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores. Para marcar el progreso de la partida, encontramos un track de rondas, cuyo marcador avanzará en una fase de mantenimiento que sucederá cuando, tras finalizar el turno de un jugador, dos de las estancias del tablero no contengan losetas de personaje, momento en el que se repondrán todas las casillas sacando losetas de la bolsa, comenzando por las casillas de la sala de descubrimientos y continuando en el sentido de las agujas del reloj (también se colocan losetas en las casillas ocupadas por los peones de los jugadores). En el caso de que no hubiese losetas suficientes, se reintroducen en la bolsa las losetas de la pila de descarte. Si aun así no hubiese suficientes losetas, se introducen en la bolsa 5 losetas de personaje inicial, una de cada disciplina.
En su turno, el jugador activo debe desplazar a su peón de una a cuatro casillas en el sentido de las agujas del reloj, teniendo solo en consideración casillas libres que contengan una loseta de personaje (no se cuentan casillas ocupadas por peones de otros jugadores, tengan o no loseta). La casilla de la sala de bonificaciones siempre se tiene en cuenta y es la única en la que pueden coincidir varios peones.
El jugador tomará la loseta de personaje de la casilla en la que finalice su movimiento (no aplica si se detiene en la casilla de la sala de bonificaciones) y lo añade a su fila de reclutamiento, empujando por la izquierda. Si ya había cinco losetas de personaje en la fila de reclutamiento, la que se encuentra más a la derecha quedará expulsada, colocándose directamente en la pila de descarte.
Tras esto, el jugador debe escoger entre tres posibilidades:
- Activar una Estancia. El jugador podrá activar la estancia en la que se encuentre su peón o, alternativamente, activar una estancia distinta entregando un asistente del color de dicha estancia a la reserva general. Tras esto, el jugador debe contratar al menos un personaje de la disciplina de la estancia (puede contratar varios de esa misma disciplina si posee dos o más personajes en su fila de reclutamiento). Para contratar un personaje simplemente decide en qué posición de su track de trabajo lo contrata, devolviendo a la reserva tantos florines como indique el espacio. Si en el espacio había ya un personaje, este se coloca en la pila de descarte (con la excepción de los personajes iniciales, que se devuelven a la caja). Una vez contratado al menos un personaje, se evalúa la fuerza con la que el jugador activa la estancia, resultante de sumar el número de personajes contratados de la disciplina correspondiente y pudiendo aumentar dicha fuerza retirando marcadores de la sala de religión de la disciplina correspondiente o gracias a alguna loseta de bonificación que proporcione puntos de fuerza en dicha disciplina. Por último, se ejecuta una acción en la estancia activada o completa una obra de arte:
- Acción: si la fuerza de activación es de 1 a 3, el jugador ejecuta la acción asociada a la estancia con dicha fuerza. Las acciones en cada estancia son:
- Estancia de los Descubrimientos: avanzar 1/2/3 casillas su marcador de barco. Si se alcanza o sobrepasa una casilla con asistente blanco, el jugador lo recibirá de la reserva general.
- Estancia de la Literatura: conseguir 1/2/3 libros de distinto color de la reserva general y colocarlos en su librería personal, ocupando cada libro la casilla libre más a la izquierda de la fila correspondiente. Si la casilla a ocupar muestra un efecto, se aplica inmediatamente (salvo que sean puntos de victoria).
- Estancia de la Religión: el jugador coloca 1/2/3 marcadores en casillas de disciplina distintas excepto la religión.
- Estancia de Arte: el jugador obtiene una obra de valor 2/3/4 y la coloca en su tablero personal.
- Estancia de la Política: el jugador obtiene 1/2/3 asistentes de color distinto y que no sea blanco.
- Obra de Arte: si la fuerza se encuentra entre 4 y 6, el jugador podrá realizar una obra maestra (siempre que no haya ya un pilar ocupando el espacio). Como particularidad, para completar una obra maestra del máximo valor es necesario, además, disponer de un punto de fuerza en la disciplina anterior (ya sea mediante un personaje contratado, gastando un marcador de la sala de religión o disponiendo de una loseta de bonificación de la disciplina anterior). En este caso, el jugador simplemente colocará uno de sus pilares cubriendo la obra maestra completada. Siempre se podrán completar obras maestras de menor valor a la fuerza generada. Y si se ha acumulado una fuerza de 4 o más pero no quedan espacios libres para completar obras maestras, el jugador activará la acción de la estancia con fuerza 3.
- Acción: si la fuerza de activación es de 1 a 3, el jugador ejecuta la acción asociada a la estancia con dicha fuerza. Las acciones en cada estancia son:
- Recaudar Fondos. El jugador repone sus fondos hasta alcanzar la cifra indicada en la casilla ocupada por su barco en el track de descubrimientos. Una vez que se alcanzan las casillas de puntuación, este valor será siempre 15. Dicho de otra forma, el jugador recibe tantos florines como la diferencia entre la cantidad indicada en la casilla del track de descubrimientos y las monedas que aun posea. Tras esto, desplazará la loseta del financiero de su track de trabajadores una posición hacia la derecha. Si una loseta es expulsada, se colocará en la pila de descarte (salvo que sea una loseta inicial, que se devolverá a la caja). Si la loseta del financiero se encontraba en la última casilla, se volteará para que muestre su cara con puntos negativos y se volverá a introducir por la izquierda en la fila de trabajadores.
- No hacer nada. Sencillamente ha obtenido la loseta de personaje y la ha colocado en su fila de reclutamiento.
Tras esto, el turno pasaría al jugador de la izquierda.
Como caso particular, si un jugador se detiene en la casilla de la sala de bonificaciones, deberá obtener una ficha de bonificación de entre las disponibles y siempre que cumpla el requisito de desarrollo de la disciplina a la que se encuentra asociada la loseta (no está permitido detenerse en este espacio y no conseguir loseta). Estas condiciones son:
- Estancia de los Descubrimientos: haber alcanzado el primer, segundo o tercer espacio con asistente blanco para conseguir la primera, segunda o tercera loseta de bonificación de esta disciplina.
- Estancia de Literatura: haber completado la primera, segunda o tercera columna de libros para conseguir la primera, segunda o tercera loseta de bonificación de esta disciplina.
- Estancia de Religión: disponer de dos marcadores en uno, dos o tres espacios de la estancia para conseguir la primera, segunda o tercera loseta de bonificación de esta disciplina.
- Estancia de Arte: disponer de obras de artes cuyo valor en total es 5, 10 o 15 para conseguir la primera, segunda o tercera loseta de bonificación de esta disciplina.
Tras tomar la loseta y colocarla en la cuadricula del tablero personal, el jugador debe marcar el espacio liberado con uno de sus marcadores (si no le quedan en su reserva personal, deberá tomarlo de la sala de religión, perdiendo ese punto de fuerza virtual). Según el tipo de bonificación, la loseta se activará inmediatamente, proporcionará su efecto durante lo que resta de partida o proporcionará puntos al final de la misma.
Fin de la Partida
La partida entra en su recta final cuando se han completado tantas rondas como jugadores más una. Tras reponer por última vez las casillas de las estancias, los jugadores prosiguen hasta que vuelve a ser el turno del jugador inicial. A partir de este momento, cada jugador disfrutará de tres últimos turnos (alternados) y ya no se volverá a reponer el tablero si se quedan dos estancias vacías. En esos últimos turnos se abre una cuarta opción, pudiendo pasar y renunciar al resto de turnos. Al pasar, se coloca el peón del jugador en la casilla más a la izquierda del track de pasar de la sala de bonificación. Una vez que todos los jugadores han completado sus últimos tres turnos y/o han pasado, se procede al recuento final. Cada jugador suma:
- Los puntos obtenidos por obras maestras.
- Los puntos indicados en la casilla ocupada por el marcador de barco en el track de la sala de descubrimientos.
- Las casillas de la librería del tablero del jugador que muestren puntos y estén ocupadas por libros.
- Los puntos por haber pasado en los últimos tres turnos.
- Los puntos de los criterios indicados en las losetas de bonificación de puntuación final.
- Se pierden 5 puntos si el financiero ha sido volteado.
- Los puntos según la clasificación relativa en el número de marcadores en la sala de bonificación (en caso de empate se suman las posiciones empatadas y se divide entre el número de jugadores empatados, redondeando hacia abajo). Es necesario haber colocado al menos un marcador para ser tenido en cuenta.
- Los puntos según la clasificación relativa entre los jugadores en el museo, sumando el valor de las obras de arte (en caso de empate se suman las posiciones empatadas y se divide entre el número de jugadores empatados, redondeando hacia abajo). Es necesario haber completado al menos una obra para ser tenido en cuenta.
El jugador con más puntos de victoria será el ganador. En caso de empate, el vencedor será el jugador de entre los empatados con el financiero situado más a la izquierda, teniendo en cuenta que un financiero volteado es como si se encontrase a la derecha de la última casilla del track de trabajadores contratados. Si la igualdad persiste, el vencedor será el jugador que hubiese pasado antes.
Variantes
Variante para Expertos: al comienzo de la partida los jugadores sus cuatro losetas de personaje como crean conveniente. Y a la hora de activar una disciplina, en vez de tener que contratar a al menos un personaje, existe la posibilidad de hacerlo despidiendo a un personaje del tipo correspondiente con la disciplina a activar. Tras el despido, se evalúa la fuerza (teniendo en cuenta marcadores en la disciplina de religión y las fichas de bonificación).
Opinión Personal
Si tenéis cierto bagaje en el mundillo y os van los eurogames duretes, es bastante probable que conozcáis a la pareja de autores portugueses más famosa del panorama (tampoco es que haya muchas parejas de diseñadores portugueses que puedan competirles la posición honorifica en ese peculiar ranking). Dos autores que, junto a Vital Lacerda, vendrían a conformar la mal llamada «Escuela Portuguesa», pues los diseños de Nuno y Paulo distan muchísimo de los de Vital. Los primeros se centran casi exclusivamente en las mecánicas, siendo la ambientación casi una formalidad, mientras que el señor Lacerda diseña juegos supeditando las mecánicas al tema escogido. Dos métodos de diseño casi opuestos, como si se tratase de futbol y enfrentásemos a Menotti contra Bilardo. Cada uno tendrá su preferido, pero lo que es indudable es que no dejan indiferente a nadie, para bien o para mal.
Hoy toca analizar una de los últimos diseños de la pareja que, curiosamente, no ha salido bajo el paraguas de What’s Your Game?, editorial en la que trabajan desde 2018, sino con el sello de Quined Games, que lleva unos años de capa caída y, con algunas excepciones como Agra (aquí su tochorreseña), lo más relevante de su colección de Master Print son licencias y/o reediciones. Muchas incógnitas sobre La Stanza, que es el juego que nos va a ocupar durante un rato. Vamos a ver si las despejamos una a una, no sin antes agradecer a Maldito Games la cesión de la copia que posibilita el tocho que algunos valientes os vais a meter entre pecho y espalda, guarnición incluida.
En La Stanza tomamos el papel de un personaje influyente en el Renacimiento, con el objetivo de ser quien más puntos de victoria acumule a lo largo de una serie de turnos, desarrollándose en cinco disciplinas: descubrimientos, literatura, religión, arte y política. Os he dicho que a Nuno y a Paulo el tema no le influye demasiado a la hora de diseñar, ¿verdad? Pues eso, así que no perdamos más tiempo en lo que para ellos es un trámite y centrémonos en el desarrollo mecánico.
El objetivo de los jugadores será intenta activar estas disciplinas con la mayor fuerza posible. Para ello dispondrán de unas losetas de personajes que se irán configurando en una hilera de cuatro espacios (hay un quinto, pero estará siempre ocupado por una loseta peculiar). Estas losetas pertenecen a alguna de las cinco disciplinas anteriores, de forma que, al activar una disciplina, la fuera de la activación será igual, por norma general, al número de losetas de dicha disciplina que tengamos activas en ese momento.
Para configurar estas losetas, antes tendremos que ir acumulándolas, y aquí es donde entra la mecánica principal del juego. Se trata de un rondel conformado por tres casillas en cada una de las cinco estancias asociadas a cada disciplina, más una casilla adicional en la sala de las bonificaciones. El movimiento básico del turno será desplazar un peón por estas casillas, siguiendo el sentido de las agujas del reloj y teniendo en cuenta únicamente casillas que estén ocupadas con losetas y en las que no haya otro peón.
Al detenernos sobre una de estas casillas, el jugador obtendrá la loseta correspondiente y pasará a formar parte de una hilera potencial, desde la que podrán ser contratados (pasándolos a la hilera de personajes activos) entregando una cantidad de monedas dependiente de la posición a ocupar en la hilera final (más costoso cuanto más a la izquierda esté el espacio).
Cada vez que queramos activar una disciplina, tendremos que cumplir dos requisitos. Por un lado, disponer de al menos una loseta de personaje de la disciplina a activar en nuestra hilera de reclutamiento, pues es obligatorio contratar al menos un personaje de la susodicha disciplina (aunque en la variante para expertos se permite como vía alternativa retirar una loseta de la fila de personajes activos, perdiendo fuerza, pero no necesitando contratar). Por otro lado, encontrarse en la estancia asociada a la disciplina o, en su defecto, gastar un asistente del color de la disciplina de marras.
Supongo que ya habréis caído en la cuenta de cómo hay que proceder. Los jugadores irán desplazando sus peones por este rondel con draft, haciendo una proyección mental de qué acciones van a querer activar una vez que el peón llegue a la estancia adecuada (o se gaste al asistente correspondiente), para contratar de forma masiva y así disfrutar de una acción con un efecto relevante. Si nos dedicamos a ir activando estancias con fuerza 1 de forma sistemática, seguramente no lleguemos a buen puerto.
Ya os voy diciendo que se trata de un reto muy estimulante porque el disponer únicamente de cuatro espacios para personajes activos es un dolor de muelas constante. Porque no solo hay que ir preparándose los personajes a contratar, sino que hay que intentar acompasar el momento de activación con la posición del peón para no malgastar asistentes y ajustar muy bien la posición en la que se contrata, tanto por el coste económico que supone, como por los personajes que expulsamos de nuestra fila. Cada expulsión será como si nos diesen un pellizco, porque, tarde o temprano, querremos activar la disciplina a la que pertenecían, pero ya no disponemos de dicho personaje (que además nos guardará rencor eterno por haberle despedido).
Por claro, si no fuese suficiente reto el optimizar este desarrollo en función del orden de las losetas sobre el tablero, ahí tendremos a nuestros queridos compañeros de juego, compitiendo por los mismos elementos, llevándose losetas que nos interesaba e, incluso, causándonos algún que otro estropicio si, por ejemplo, retiran la última loseta de la estancia cuya disciplina estábamos pensando en activar, obligándonos a recurrir al uso de un valioso asistente.
No será este el único elemento de disputa, ya que los jugadores también se batirán el cobre por hacerse con las obras de arte (importantísima puntuación que no se debe dejar de lado), las losetas de bonificación (que permitirán distanciarse del resto de jugadores siendo el único elemento que aporta una ligera asimetría en cuanto a posibilidades) y, por supuesto, las obras maestras.
Obviamente lo interesante es conseguir completar una obra maestra de máximo valor, pero para ello se requiere una planificación intensa, pues alcanzar los seis puntos de fuerza en una disciplina no es moco de pavo (normalmente requiere disponer de al menos tres personajes de la disciplina de turno y haber activado unas cuantas veces la disciplina de la religión para poder utilizar estos puntos virtuales).
Pero no menos importante es saber leer las posibilidades que abren las losetas de bonificación, elemento en torno a cuál puede girar nuestra partida. Pongamos algún ejemplo. Una de estas losetas permite hacer avanzar a nuestro barco en el track de los descubrimientos hasta la casilla que ocupe el jugador más avanzado. Por tanto, si vemos que un jugador se destaca en este aspecto, siendo una bonificación de literatura, una posible estrategia sería desarrollarnos en esta disciplina para completar lo antes posible una columna de libros y así, llegado el momento, aprovecharnos del trabajo de otro jugador y, con una única loseta, reducir a cenizas la ventaja que dicho jugador poseía sobre nosotros.
No queda aquí la cosa. Otro de los elementos fundamentales a gestionar será el dinero. Su uso será exclusivamente para contratar trabajadores. Pero claro, llegará un momento que, a base de activar estancias, nos habremos quedado sin florines, momento en el que tendremos que recurrir al financiero. El financiero será esa loseta particular que se encuentra en la hilera de personajes activos, ocupando uno de esos preciados huecos de forma continua durante toda la partida (no es posible sacarlo de la hilera bajo ninguna circunstancia). Para recaudar fondos simplemente tendremos que «renunciar» a activar una disciplina, recibiendo tantas monedas como sean necesarias para alcanzar unos fondos totales (junto a lo que aun tuviésemos en la reserva) igual a la cantidad indicada en la casilla del track de descubrimientos (no se puede uno dormir en los laureles).
La posibilidad de activar una estancia en el turno en el que obtengamos florines no será lo único que perdamos, ya que, como efecto colateral, la loseta del financiero se desplazará hacia la derecha, expulsando con casi toda seguridad a uno de nuestros personajes y generando un hueco en la izquierda, siendo la posición más costosa de cubrir (aunque también será la que más tiempo permanecerá en la hilera.
Como veis, La Stanza es uno de esos engranajes de maestro relojero. Un diseño en el que es necesario asimilar la utilidad de cada elemento y como se interconecta con los otros a la hora de planificar a medio y largo plazo, sin olvidar el aspecto táctico inherente al rondel y al draft. Una vez todos los jugadores dominan el sistema, depara partidas tensas en las que hay que poner los cinco sentidos para llevarse el gato al agua, logrando anticiparnos a nuestros rivales, tanto a la hora de leer sus posibles movimientos e intentar ventaja de ello, como a la hora de proyectar a futuro una serie de turnos de cara a ejecutar acciones con la fuerza suficiente para conseguir nuestros objetivos. Llegados a ese punto, La Stanza es un diseño más que satisfactorio.
¿Dónde radica su principal problema? Pues, como no podía ser de otra forma, en esa travesía por el desierto que supone asimilar la mecánica. Afortunadamente es un desierto pequeñito y no especialmente árido, con algún que otro oasis por el camino. La Stanza es un juego sequísimo cuya primera impresión será, cuanto menos, agridulce, a no ser el jugador que lo explique domine el diseño y sepa transmitir de forma didáctica como hay que desarrollarse en la partida. Pero aun siendo este el caso, es de esos diseños en los que la cabeza no encaja todas las piezas hasta que no ha visto el mecanismo en funcionamiento.
Pero bueno, como ya hemos comentado al comienzo, sabíamos a lo que veníamos. Nuno y Paulo no engañan y uno tiene bastante claro cuál es su fuerte y qué esperar de ellos. Podríamos pedirles que desarrollasen un diseño con una ambientación que sirva como apoyo a la mecánica y permita asimilar los conceptos de forma orgánica. Pero no es su estilo, como tampoco lo es de grandes del mundillo como Feld o Knizia.
Afortunadamente, en La Stanza ese encaje mental ocurre durante la primera partida, y la segunda suele dejar un regusto mucho más agradable. Y ya la tercera iremos con el cuchillo entre los dientes y jugando a un ritmo endiablado, con nuestras neuronas funcionando a mil por hora analizando opciones, pero sin que tampoco haya un abanico abrumador que permita que la parálisis por análisis se convierta en una nota común.
Esto ocurre a que la Stanza es, probablemente, el juego más elegante de la pareja portuguesa en cuanto a eurogames de peso medio tirando a duro. La mecánica es simple y cristalina: mover un peón, coger loseta y activar estancia. Si, hay pequeñas excepciones y alguna norma que puede chirriar ligeramente, pero en general, es un juego que se explica en no demasiado tiempo y que no estructura la partida en fases que cuesta conectar unas con otra, como ocurre con Madeira (aquí su tochorreseña), siendo este su principal hándicap y que obliga a los jugadores a releerse el manual una y otra vez si las partidas al título de mayor repercusión de la pareja están bastante espaciadas en el tiempo.
Venga, alguna peguilla más. Siendo un diseño muy bien hilado, me habría gustado una mayor interconexión entre algunos elementos. Mientras que, por ejemplo, los libros, los peones, el track de descubrimientos o los puntos en la sala de religión tiene peso propio y ayudan al desarrollo en los demás elementos, las obras de arte son un elemento que quedan un poco apartados en el sentido de que, más allá de poder conseguir las losetas de bonificación del tipo correspondiente, durante la partida no aportan ningún beneficio, lo que provoca que los jugadores tiendan a dejar un poco de lado esta estancia y solo actuar como reacción a los progresos de otros jugadores con tal de no perder comba y mantenerse en la lucha por la primera posición en la evaluación del museo. Pero lo dicho, a efectos de desarrollo, no aporta beneficio.
Otro detalle que no me entusiasma es el mecanismo de financiero. Resulta demasiado artificioso y da la sensación de que se ha recurrido a él con tal de «obligar» a los jugadores a gastarse altas sumas de monedas en reocupar los espacios liberados a la izquierda del track de personajes activos, porque si no, la mayoría de las veces (ya casi ocurre así) estaremos sustituyendo trabajadores de los espacios más baratos. No digo que me parezca mal su uso, porque le añade un punto de complejidad a la gestión de los personajes contratados y a la obtención del dinero bastante interesante. Pero simplemente eso, que me resulta artificial. Un McMenu no puede ser más artificial, pero, siendo consciente de ello, lo disfruto como un enano.
Y como tercera puntillita, no me gusta que los jugadores tengan como opción el pasar en sus últimos turnos para obtener algunos puntos. Entiendo la decisión de diseño, pues algún jugador puede verse en una situación en la que sus tres turnos no le sirvan para nada por estar en una posición poco útil o no disponer de los elementos necesarios para generar puntos, mientras que otros jugadores han conseguido preparar el terreno para hacer tres grandes turnos finales que les compense más que pasar y quedarse mirando.
Cambiemos de tercio. La Stanza es un juego que escala aceptablemente bien. A dos jugadores es mucho más estratégico, porque más o menos puede calcularse a qué losetas se va a tener acceso durante el entreturno. A cuatro jugadores tiene ese punto de caos que tampoco le sienta mal, siendo más complicado prever hasta donde va a poder progresar nuestro peón y teniendo que optar por estrategias de miras algo más reducidas. Creo que tres es su mejor número, con un poco de los dos mundos. Pero vamos, que es disfrutable en cualquier configuración y la duración se mantiene de una a otra.
De rejugabilidad tampoco va mal, porque gracias a ese desarrollo fluido (una vez que se ha asimilado el diseño), permite finiquitar las partidas en aproximadamente una hora, por lo que no deja exhausto al personal (aun teniendo momentos de alinear astros en nuestra mente), dejando un regusto agradable que invita a volver a traerlo a la mesa más pronto que tarde. Tal vez se podría haber incluido algunas losetas de bonificación más para darle algo más de variedad al asunto, pues en cada partida tenemos la seguridad de que al menos una loseta de cada disciplina va a repetirse de la partida anterior. Es cierto que son doce losetas en total y cada combinación, en conjunción con la distribución de las losetas de personajes y las decisiones de los jugadores generan un puzle bastante distinto y no se va a jugar nunca con el piloto automático puesto. Pero también es cierto que, a mayor cantidad de losetas, mayor variabilidad.
Pasemos a la producción, uno de los aspectos más polémicos del título (puede que el que más). Quined Games organizó una campaña de financiación vía Kickstarter, prometiendo una edición de lujo. Y, aunque la producción es de alto nivel, con cartón de gran grosor, peones de madera con formas personalizadas y de grandes dimensiones (a excepción de los barcos) y monedas metálicas (aunque no especialmente espectaculares), el precio por que sale la edición no parece acorde con lo que uno se encuentra en la caja. Entiendo que no habrá sido una tirada especialmente amplia, pero seguramente este coste suponga una barrera lo suficientemente alta como para que muchos interesados prefieran mantener sus carteras cerradas. Donde sí flaquea la producción es en la redacción del reglamento, especialmente confuso en cuanto al flujo de la partida no explicando, por ejemplo, qué es una ronda hasta casi el final del reglamento, cuando es vital saber cómo se desarrolla la partida.
A los pinceles tenemos como artista principal Kostantin Vohwinkel, que, al igual que la ambientación, viene a cubrir el expediente. Un aspecto visual que no enamora y que ya deja claro desde la portada qué nos vamos a encontrar en el juego. Unas perspectivas un tanto forzadas que provocarán que, al ver el tablero, nos acordemos, indefectiblemente, de la tira de Ibáñez, 13, Rue del Percebe. Nos falta algún que otro personaje haciendo alguna cafrada. Pero no, aquí la cosa es más seria y todas las estancias estarán vacías, a la espera de que las visitemos. Tampoco me entusiasma que se haya recurrido a distintos estilos para los personajes de cada disciplina. Supongo que se buscaba una distinción clara entre cada tipo, pero al final queda una amalgama poco agradable a la vista, especialmente en los personajes de política.
Y vamos cerrando. La Stanza puede que sea el diseño más elegante de Nuno y Paulo. Un juego que, aunque es muy seco (como casi todo lo que han publicado), está muy bien engranado y una vez que se asimilan todos los conceptos, depara partidas tensas y competidas. A pesar de no tener una curva de entrada especialmente empinada, es cierto que la primera partida dejará un sabor agridulce con casi toda seguridad, siendo este su mayor defecto junto a una producción que tal vez no esté acorde a lo que uno puede esperar. Con todo, es un diseño muy disfrutable. Por todo esto le doy un…
De haber salido este juego a un precio de edición ‘normal’ estaría en mi radar, pero este precio por lo que trae…coincido contigo en que alguien ha tomado la decisión equivocada.
En cuanto a los juegos de Nuno y Paulo, reconozco que sólo he jugado al Madeira y…me parece un juegazo. No me parece tan seco como otros euros, el concepto de que las cosechas cambian de trigo a azucar, de azucar a vino responde a aspectos históricos. Vale que el tema está pegado en el resto del juego, pero algo es algo. Alcanzar el nivel de integración que consiguen Lacerda, Uwe o Wallace está reservado a muy pocos. Hay muchos euros (saludos a Stefan Feld) más abstractos en mi opinión (y que a mí me gustan). Madeira es muy exigente pero me proporciona una tensión deliciosa, su principal fallo es quizá un pelín sobre-complicado y con algún fallito (no me gusta como puntúan los piratas) que impide le dé un sobresaliente, pero para mí es un 8 u 8,5/10 (lo he jugado sólo 2-3 veces).
El problema de Madeira es que es un juego que se te olvida. Yo cada vez que lo retomo me tengo que volver a repasar concienzudamente el reglamento, algo que no me pasa con casi ningún juego. Y el desarrollo en fases es muy confuso y las primeras partidas estás cometiendo errores continuamente. Admito que como diseño es complejo y jugado con gente que lo domine proporciona buenos momentos. Pero yo es un juego que no recomendaría casi nunca, por eso le di el aprobado en su día, reconociendo todas sus virtudes.
Buenas
Te he dejado un comentario de una duda en la reseña de Century Maravillas… a ver si puedes pasart y echarme una mano.
Gracias
Contestado!
Es la primera vez que escribo, primero felicitarte por tus reseñas, la verdad es que ayudan mucho. Generalmente estoy de acuerdo con tus valoraciones pero en este caso, la duración del juego y su precio me han parecido un fiasco total. Yo lo jugué a 4 y la 1a ronda se acabo en 2 turnos cuando los 4 cogimos todos los personajes de las 2 primeras estancias. En cuanto nos pasó esto empezamos a pensar que jugábamos mal pero el juego es así y nos dejo bastante frios porque esperábamos que durara más y nos diera más tiempo a elaborar la estrategia. En cuanto pasó esto nos pegó un bajón absoluto…
Y en cuanto al precio… la verdad 40€ hubiera sido suficiente como para tenerlo como euro medio y sacarlo con alguna regla casera (por ejemplo primeras 2 rondas se tienen que vaciar 3 estancias o algo así..) más que nada para que dure un poquito mas. En fin, este juego me dejo mal sabor de boca.
Felicidades por tus reseñas de nuevo!
Saludos
Coger todas las losetas de las dos primeras estancias es algo raro. Sobre todo porque no suele interesar, a no ser que hayan cuadrado, pero malgastar peones tan pronto por una acción de potencia 2…
Yo todas las partidas que he echado han aguantado mínimo 5 o 6 vueltas al rondel. Es indudable que es un peso medio y gente que venga buscando un Madeira o un juego con mucho desarrollo va a salir decepcionado. Pero a mi el diseño me gusta. Y eso que en la primera partida mi hermano y yo torcimos el gesto porque no es trivial asimilar el como hay que planificar. Y lo del precio… Pues culpa del kickstarter y de que la gente pasa por el aro, pagando más y más por juegos que por producción no valen lo que marcan.