Reseña: Keltis

Introducción

Deberás progresar por los caminos de piedra formando series ordenadas de cartas. Cuanto más avancen tus marcadores, más puntos de victoria obtendrás. El final se detonará cuando cinco piedras hayan atravesado el umbral. ¡Pero cuidado! Los puntos de los primeros pasos son negativos, por lo que hay que sopesar cuando iniciar un nuevo camino.

Portada

Así se nos presenta Keltis, un diseño de Reiner Knizia (Tigris & Éufrates, El Dorado, Samurai) que reimplementa uno de sus clásicos como es Exploradores (Lost Cities). El juego fue publicado en 2008 por KOSMOS. De las ilustraciones se encargan Martin Hoffmann y Claus Stephan (ambos responsables del aspecto de juegos como Artus, Russian Railroads o Lancaster).

El juego se encontraba publicado en nuestro país por Devir en una versión en español y portugués (aunque el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de unos 30 minutos. El precio de venta al público es de 29,99€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español/portugués de Devir.

Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,7×29,7×7,2 cm. (caja cuadrada estándar tipo Ticket to Ride), nos encontramos con los siguientes elementos:

  • Tableros Principal (de cartón)
  • 110 Cartas (59×92 mm.)
  • 20 Peones de Jugador (4 pequeñas y 1 grande de cada color) (de madera)
  • 4 Tréboles Identificadores (de cartón)
  • 4 Marcadores de Puntos de Victoria (de madera)
  • 25 Losetas de Bonificación (de cartón)
  • Reglamento

Mecánica

Keltis es una reimplementación de Lost Cities para cuatro jugadores. El juego gira en torno a una baraja de cartas en cinco palos con valores comprendidos entre el 0 y el 10. En cada turno, el jugador activo debe, en primer lugar, jugar una carta de su mano, ya sea en una de sus columnas de cartas (respetando el orden ascendente o descendente para ese color, pudiendo repetir el valor de la última carta jugada) o bien descartarla en la pila de descarte del palo correspondiente. Tras esto, deberá reponer su mano robando del mazo o la carta superior de una pila de descarte (que no sea la que acaba de descartar). Al jugar una carta en una de las columnas de colores, el jugador podrá avanzar el peón de su color en el camino del palo correspondiente, pudiendo obtener un bonus (representado con losetas) si es el primero en alcanzar dicho nivel. Cada nivel tiene asociada una cantidad de puntos (comenzarán restando puntos e irá aumentando la cantidad de puntos en positivo). Uno de los marcadores dobla la cantidad de puntos final (positivos o negativos), mientras que los marcadores que no hayan salido de la casilla inicial no se tendrán en cuenta. La partida finaliza cuando, entre los marcadores de todos los jugadores, hay cinco en las tres últimas filas de los caminos, procediéndose a la evaluación final según los caminos y un pequeño set colección de fichas de bonificación.


Conceptos Básicos

Empecemos con el Tablero. Éste muestra cinco caminos de piedras, cada uno con un color y un símbolo representativo, que comienzan en un espacio central y crecen en abanico. Cada piedra de un camino tiene un determinado valor en puntos de victoria (que puede ser positivo o negativo). Algunas de las piedras tendrán un tono más oscuro para indicar que el primer jugador en alcanzar cada una de estas piedras recibirá una bonificación. En el marco del tablero encontramos el clásico track de puntuación con casillas numeradas del 1 al 50.

Tablero

Para marcar el avance en los caminos cada jugador dispondrá de un conjunto de cinco piezas con forma de trébol de su color. Estas piezas comenzarán en el espacio central del tablero, y serán los jugadores los que decidan sobre qué caminos progresar. Al final de la partida, el jugador recibirá tantos puntos como indique la posición en la que se encuentre cada uno de sus marcadores, con la excepción de los marcadores en el espacio inicial, que no se tendrán en cuenta para la puntuación final. El marcador de mayor altura duplica la puntuación que se obtenga al final de la partida (ya sea positiva o negativa).

Fichas

Para poder progresar por los caminos de piedras los jugadores deberán jugar cartas de su mano del color correspondiente al camino. Así, por cada carta jugada, se avanzará un paso. La restricción la encontramos en que, para un determinado color, los jugadores deberán colocar las cartas en su zona de juego en una columna (solapadas parcialmente) de forma que los valores mantengan un orden creciente o decreciente (pudiendo repetir valor). No se podrán tener varias columnas para un mismo color. Para cada color hay 2 cartas con cada valor.

Cartas

Finalmente, en las piedras oscuras de los caminos (y en los espacios finales) se colocarán unas losetas de bonificación que serán tomadas por aquellos jugadores que alcancen por primera vez la piedra en la que se encuentren.

Losetas de Bonificación

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  • Se despliega el tablero en el centro de la mesa.
  • Se mezclan las losetas de bonificación bocabajo y se coloca una en cada piedra gris y en cada piedra grande de final de camino. Una vez se han colocado todas las piezas, se voltean para que queden por su cara principal.
  • Cada jugador escoge un color y recibe 5 marcadores de camino (4 pequeños y 1 grande) que colocan en el espacio inicial de los caminos, un marcador de puntos de victoria (que se coloca en la casilla de valor 0 del track de puntuación) y un trébol identificativo (que se coloca en la zona del jugador).
  • Se mezcla el mazo de cartas y se reparten 8 cartas a cada jugador. El resto del mazo se deja a un lado bocabajo.
    • En partidas de dos jugadores se descartan 30 cartas del mazo que se devuelven sin revelar a la caja.
  • Finalmente, se escoge al jugador inicial (el reglamento dice que sea el jugador que visitó Irlanda más recientemente).

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Keltis se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores (comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj).

En su turno, el jugador activo debe realizar dos pasos, cada uno con dos posibles acciones:

  • Jugar Carta:
    • Zona del Jugador: el jugador coloca una carta de su mano en su área de juego y avanza uno de sus marcadores un paso en el camino del color correspondiente (en cada camino cada jugador solo puede avanzar una de sus piezas). Las cartas irán formando columnas de cartas solapadas (se deben ver todos los valores) según el símbolo, debiendo cumplir la norma de que el orden de las cartas jugadas sea creciente o decreciente, teniendo en cuenta que está permitido jugar una carta cuyo valor sea el mismo que la última jugada. De esta forma, el segundo valor (que no necesariamente carta) que se juegue en una columna determina el sentido del orden.
      • Excepción: si se juega una carta de un color en el que el jugador ya ha alcanzado el último espacio, podrá mover cualquiera de sus otras fichas que se encuentre en otro camino.
    • Suministro: el jugador coloca una carta de su mano en el suministro general en la pila del tipo de carta correspondiente. Si no había cartas de ese tipo, se coloca como la primera carta de su pila.
  • Robar Carta:
    • Mazo: el jugador toma la carta superior del mazo y la añade a su mano.
    • Suministro: el jugador toma una de las cartas disponibles en alguna de las pilas del suministro (en el primer turno no habrá ninguna).

Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.

Detalle Inicio

Si el jugador alcanza un espacio con una ficha de bonificación, la toma y la resuelve como sigue:

  • Numeradas (valores 1, 2 o 3): el jugador anota los puntos de victoria indicados.
  • Trébol Dorado: el jugador podrá avanzar un paso cualquiera de sus piezas.
  • Piedra Céltica: al final de la partida proporciona o resta puntos según el número de piedras acumuladas.

Puede darse el caso de que el jugador encadene varias bonificaciones.


Fin de la Partida

La partida finaliza inmediatamente cuando un quinto marcador alcanza la sexta piedra de uno de los cinco caminos (dicho de otra forma, hay cinco piedras en las tres últimas piedras entre todos los caminos). Si el espacio alcanzado por ese marcador contiene una loseta de acción, esta no se resuelve.

A los puntos acumulados durante la partida los jugadores anotan:

  • Cada marcador proporciona al jugador tantos puntos como indique su nivel (los tres primeros restan puntos).
  • Adicionalmente, los jugadores anotan -4/-3/2/3/6/10 puntos por tener 0/1/2/3/4/5 o más piedras en su poder.

El jugador con más puntos de victoria será el vencedor. En caso de empate, los jugadores comparten la victoria.


Opinión Personal

A estas alturas de la película no os voy a descubrir al Doctor. Probablemente (y sin probablemente) el autor más prolífico de la historia en el mundo de los juegos de mesa modernos y que en la década de los noventa tuvo su gran momento, legándonos auténticas obras maestras como Tigris & Éufrates, Samurai, Medici, High Society, Ra o Modern Art (no voy a poner todos los enlaces, pero disponéis de tochorreseña para todos ellos) y que hoy en día sigue en forma y parece vivir una segunda juventud (aunque sin alcanzar la excelencia).

Una de las cosas sorprendía año tras año en esa década de los noventas es que el premio más relevante del panorama lúdico parecía olvidarse de forma sistemática del doctor a la hora de otorgar el galardón (aunque siempre aparecía en los recomendados). Pero más sorprendió al personal que fuese el juego que hoy nos ocupa el titulo mediante el cual se reconociese la labor del diseñador alemán. No porque sea mal juego, pero es que los anteriormente mencionados son auténticas joyas lúdicas.

Si encima le sumamos que nos encontramos ante un refrito de Lost Cities (aquí su tochorreseña), pues hay suficientes elementos como para que este Keltis no tenga tan buena prensa. De hecho, más de uno cree que el premio se le entregó a modo de reconocimiento por toda su carrera aprovechando que el juego de las piedras celticas pasaba por allí. Algo parecido a lo de Leonardo DiCaprio con El Renacido, que es una gran película, pero tiene actuaciones memorables que se quedaron sin el premio de la estatuilla dorada. Una vez situados en contexto, veamos qué nos propone este Keltis.

Como he dicho, nos encontramos ante una reimplementación de Lost Cities al que se le ha ampliado el rango de jugadores (ahora pueden sentarse en la mesa hasta cuatro participantes) y se le ha variado el sistema de detonación de final de la partida.

Detalle de Zona del Jugador

Para los que no conozcáis Lost Cities (Exploradores en nuestro país), se trata de un juego de cartas en el que los jugadores disponen de una mano con un tamaño fijo y deben gestionarla para lograr formar en su zona de juego columnas de los distintos tipos de cartas (hay cinco), con el requisito fundamental de que las cartas deben ser jugadas en orden ascendente. Cuantas más cartas se jueguen de un tipo, más puntos se podrían obtener en el recuento final. Pero habrá que tener cuidado, porque iniciar una columna implica cierto riesgo, ya que hasta que no se haya alcanzado cierta cantidad, esa columna penalizará en vez de bonificar al final de la partida, teniendo siempre la opción de no jugar cartas de un tipo y que dicho tipo no sea evaluado.

La alternativa a jugar una carta en una de las columnas es descartar una carta de la mano, colocándola en una pila de descarte por cada tipo de carta (habrá hasta cinco pilas de descartes). Posteriormente, el jugador debe reponer su mano robando una nueva carta, que puede ser del mazo o bien de la parte superior de cualquier pila de descarte (salvo aquella que acabase de descartar). Los turnos se suceden hasta que se detona el final de la partida y los jugadores evalúan su puntuación.

Pues bien, Keltis plantea prácticamente el mismo sistema, pero con sutiles diferencias para conseguir que el juego funcione a mas jugadores. La primera y más importante es que ahora la puntuación no depende del valor de las cartas, sino de la cantidad de cartas que se hayan jugado de un tipo, ya que por cada carta jugada se avanzará un marcador en una pista asociada al palo de la carta. Estas pistas muestran valores negativos en sus primeros pasos, pasando a proporcionar puntos positivos una vez alcanzado la mitad del camino.

El segundo cambio importante es que, aun teniendo que seguir jugando las cartas en orden, ahora podremos escoger el sentido: ascendente o descendente. Podemos empezar una columna con un valor alto y, posteriormente, jugar cartas de valores inferiores, o viceversa (como en Exploradores).

Detalle Caminos

La tercera variación aplicada al diseño es la adición de unas losetas de bonificación que se colocan en ciertas piedras de los caminos y que serán reclamadas por aquellos jugadores que alcancen en primer lugar estos espacios. Para mí, el cambio fundamental del juego y que hace que Keltis tenga un sabor distinto, ya que ahora los jugadores tienen objetivos a medio plazo muy interesantes, ya que, además de puntos de victoria, encontramos fichas que permiten realizar avances adicionales (como si se hubiesen jugado cartas) o fichas que se utilizan en una colección al final de la partida que vendría a ser como un sexto camino pero en el que no todos los jugadores podrán efectuar los mismos pasos (el número de losetas de este tipo es limitado y no hacerse con algunas supondrá perder puntos en el recuento final). Estos objetivos intermedios provocan que los jugadores no contemporicen tantos y se lancen a jugar cartas con cierta alegría para poder hacerse con esas fichas.

Y la cuarta modificación relevante es el sistema de detonación del final de la partida. En Exploradores se procedía a contar los puntos una vez el mazo de cartas se agotase, mientras que en Keltis finiquitaremos el asunto cuando un jugador avance con uno de sus marcadores en uno de los caminos y, con ello, haya completado el número de piezas en total que han alcanzado cierta distancia en el tablero teniendo en cuenta todos los caminos. Por un lado, le resta un punto de tensión porque en Exploradores el final avanza lenta pero inexorablemente, mientras que aquí son los jugadores quienes deciden en conjunto, cuando finaliza la partida. Pero por otro, da pie a utilizar la persuasión para intentar convencer al jugador activo para que no avance en algún camino con tal de evitar el cierre, algo que le sienta muy bien al diseño.

Queda un pequeño detalle que también es «novedad» respecto a Lost Cities. Me refiero a la ficha de altura doble. Cada jugador dispondrá de un conjunto de cinco fichas, una para cada camino, pero una de ellas es prácticamente una columna. Su poder es que duplicará el valor de la piedra en la que se encuentre (incluidos los valores negativos). Obviamente, los jugadores se afanarán porque esta pieza alcance el último espacio del camino por el que comience a progresar. Conseguirlo será un gran paso para hacerse con la victoria.

Detalle Mano

Volviendo al núcleo del juego, este se mantiene intacto respecto a su «padre». Los jugadores tendrán que gestionar hábilmente su mano para jugar las cartas adecuadas en el orden adecuado para conseguir tomar algo de ventaja respecto a sus rivales. El drama a la hora de gestionar la mano sigue existiendo y, salvo que tengamos mucha suerte en el reparto inicial y nos toquen muchas cartas de un mismo palo, tendremos que maniobrar para poder progresar con paso firme en los caminos en los que hayamos iniciado la marcha.

Es cierto que el azar tiene mucho que decir durante la partida, pero resulta relativamente emocionante gestionar los riesgos. Lo normal será que los jugadores intenten aguantar sus cartas el máximo posible en la mano para no dar información a los rivales, aunque ya con el simple hecho de robar una carta que acaben de descartar ya levantará sospechas. Pero claro, vuelvo a recordar el tema de las fichas de bonificación y lo importante que son, y, en mi opinión, en este sentido el juego mejora.

Donde me flojea ligeramente respecto al original es a la configuración del mazo. Para conseguir que sea jugable a más de dos, ahora hay dos cartas de cada valor disponibles en el mazo, lo que redunda en una mayor influencia del azar. Pero bueno, al final estamos ante un filler ligeramente vitaminado que mantiene la mayoría de virtudes del juego original y permite sentar a la mesa a mas jugadores.

Tampoco me parece especialmente interesante lo del peón que dobla puntos. Todos los jugadores van a lanzar a este peón por el camino más seguro una vez que hayan logrado reunir un numero relevante de cartas de un palo. Si algún jugador se duerme en los laureles, tal vez tenga que arriesgar y se coma alguna penalización negativa por duplicado, pero no suele ser lo habitual.

Detalle de Puntuación

Respecto a la escalabilidad, como es obvio, el juego funciona mejor a 3 o 4, mientras que a 2 nunca se me ocurriría jugar teniendo en la ludoteca el juego original. A 2 jugadores que sean estos los que decidan cuando se cierra la partida es algo que no termina de encajar. Y que se descarten 30 cartas al comienzo de la misma aumenta el factor azar.

La rejugabilidad es la clásica en este tipo de juegos. Es un diseño entretenido que, sacado a mesa con un espaciado adecuado, siempre deja un buen sabor de boca. Pero si se abusa de él, es más que probable que Keltis pase a acumular polvo durante unos cuantos meses. Existe una expansión que en las últimas versiones de Keltis ya viene de serie que alarga la vida del juego.

A nivel de producción nos encontramos con un producto KOSMOS, con cartas de aceptable gramaje, textura lisa y una respuesta elástica estándar. Los peones de madera tienen forma de trébol y el tablero y las fichas utilizan un cartón de un grosor habitual. El reglamento no está mal, pero como suele ser habitual con Knizia, la estructura a veces genera confusión. Afortunadamente aquí solo tenemos una hoja por delante y por detrás.

En cuanto al aspecto visual, yo soy de los que siente sosiego y paz con Keltis. No sé si es por la constante presencia del verde (mi color favorito) o por lo simple del diseño (un camino de piedras y unos marcadores que progresan por ellos), pero a mí me gusta cómo queda desplegado en mesa. Sin florituras. Sin alardes. Sobrio, como Knizia.

Detalle Tablero

Y vamos cerrando. Keltis es una revisión de Lost Cities que amplía el rango y que, manteniendo la esencia del juego original, le aplica ciertas modificaciones que le encajan relativamente bien, destacando la carrera sobre los caminos de piedra por las losetas de bonificación y que sean los jugadores los que detonen el final de la partida. Por contra, el factor azar se ve acentuado al doblar el número de cartas y a dos jugadores no termina de cuajar (con esa configuración, mejor volver a Lost Cities). Aun así, suele dejar buen sabor de boca tras cada partida. Por todo esto le doy un…

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4 comentarios

  1. Una tochoreseña del Keltis…!!!
    Enhorabuena por romper las reglas del «culto a lo nuevo «.
    Con tu trayectoria como reseñador, te has convertido en un «outsider», y pasas de que pensaran por reseñar un Spiel des Jahres, del 2008, que es un refrito y de Knizia.
    Entre tanto Kickstarter, eurosupermegaduro, kchulus y minis horrorosamente sobreproducidas….estás reseñas son un soplo de aire fresco.
    Sigue así…!!!

    1. Muchas gracias! Al final mi método es sencillo: me gusta escribir de juegos, y para eso tengo que jugarlos. Cuando he jugado lo suficiente como para conocer (y poder soltar un tocho) entra en la cola de las reseñas. Si es cierto que doy «prioridad» a las novedades cuando están en el candelero (al fin y al cabo es cuando es mas interesante para el lector porque es cuando es mas facil conseguirlo). Pero cuando se abre un slot, pues los viejunos también tienen su espacio 😛

  2. Soy relativamente nuevo en este mundo de juegos de mesa, y tus reseñas me han ayudado mucho a la hora de decidirme a comprar alguno, definitivamente son muy objetivas

    ¡Gracias!

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