Reseña: Coloretto
Introducción
Los jugadores cogen cartas del mazo y las colocan en medio de la mesa. Durante la partida los jugadores intentan especializarse en unos pocos colores, ya que al final de la partida, cada jugador sólo puntúa sus 3 mejores colores, los otros restan. ¡Y cuantas más cartas de un color más puntos!
Así se nos presenta este Coloretto, un juego de Michael Schacht, autor de otros títulos conocidos como China, Hansa o Valdora. La primera edición data del 2003 de la mano de ABACUSSPIELE en versión alemana, aunque muchas otras casas lanzaron su correspondiente versión según el país (Rio Grande Games en inglés, 999 Games en holandés u Oya en francés). De las ilustraciones se encargaron varios artistas a lo largo de las numerosas reediciones. De las primeras fue el propio Schacht, mientras que de las últimas ha sido Oksana Svistun quien se ha ocupado, siendo esta su única incursión en el mundo de los juegos de mesa.
En nuestro país fue editado en su día por Homoludicus (ahora Devir), aunque el juego es completamente independiente del idioma (a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 5 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de unos 30 minutos. El precio de compra recomendado es de 12,55 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición Décimo Aniversario en francés de Oya.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 11,9×9,4×2 cm. (caja rectangular pequeña tipo ¡Toma 6! o Saboteur), nos encontramos los siguientes elementos:
- 90 Cartas (56×87 mm.):
- 63 Cartas de Camaleones de Colores
- 10 Cartas de Algodón
- 2 Comodines
- 1 Comodín Dorado
- Carta de Última Ronda
- 5 Cartas de Columna Marrón
- 3 Cartas de Columna Verde
- 5 Cartas de Resumen a doble cara
- Reglamento
Mecánica
Coloretto es un filler con mecánica principal de set collection. Los jugadores irán acumulando cartas de hasta 7 colores distintos, pero al final de la partida solo puntuarán en positivo 3 de ellos, mientras que el resto sustraerán puntos.
Conceptos Básicos
El primer concepto es el de las Columnas de cartas. Los jugadores irán distribuyendo cartas en unas columnas (tantas como jugadores en la partidas), pudiendo, posteriormente, tomar una de estas columnas, siempre que al menos tengan una carta, y teniendo en cuenta que el máximo de cartas por columna es tres.
El tipo de carta más numeroso son las Cartas de Camaleón. Existen en total siete colores distintos: azul, marrón, verde, rojo, naranja, amarillo y morado, con un total de 9 cartas de cada color.
Los sets de cada color sumarán o restarán Puntos al final de la Partida. El número de puntos asociados a cada set dependerá del número de cartas (que sumen o resten dependerá del conjunto de sets).
En el mazo encontraremos tres Comodines. Dos de ellos, los multicolor, serán comodines estándar, pudiéndose asociar a cualquier set al final de la partida. El otro es el comodín dorado, que al final de la partida también podrá asociarse a cualquier set, pero a la hora de obtenerlo durante la partida nos obligará a robar una carta del mazo.
Por último tenemos las Cartas de Puntos, representadas con una planta de algodón. Cada una de estas cartas suma dos puntos de victoria al final de la partida, pero no se considera un set, por lo que no se tienen en cuenta a la hora de evaluar los colores.
Y con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se colocan en el centro tantas cartas de columna como jugadores haya en la partida. El resto se dejan en la caja.
- Cada jugador recibe una carta de ayuda con los puntos de un set según su número de cartas.
- También se reparte a cada jugador una carta de camaleón de color distinto.
- Se aparta la carta de fin de partida.
- Se baraja el resto del mazo.
- Se apartan 16 cartas sobre la que se coloca la carta de fin de ronda y, encima, el resto del mazo.
- Por último, se elige al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Coloretto consta de un número indeterminado de rondas hasta que se cumple la condición de finalización.
En su turno, un jugador deberá optar por una de estas dos opciones:
- Revelar una carta. El jugador revela la siguiente carta del mazo y decide en qué columna la coloca, teniendo en cuenta que nunca se podrá superar el máximo de cartas permitido por columna.
- Tomar una columna de cartas. El jugador elige una de las columnas con al menos una carta y añade el total de cartas a su conjunto, ordenando las cartas según su color.
- Si el jugador adquiere algún comodín, lo dejará aparte (se colocará en un conjunto al final de la partida). Si fuese un comodín dorado, el jugador debe robar una carta adicional del mazo.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Un jugador que haya tomado una columna dejará de disfrutar turnos en la ronda en curso. Esta finaliza cuando todos los jugadores han tomado una columna y organizado sus cartas. Si no se ha activado el final de partida, se procede con una nueva ronda, colocando las cartas de columna en el centro de la mesa, comenzando por el jugador que se llevó la última.
Fin de la Partida
El final de la partida se desencadena en el momento que la carta de final es revelada. Esta se deja aparte y se revela la siguiente carta. La ronda en curso se finaliza.
Una vez finalizada la ronda, los jugadores asignan sus comodines a alguno de sus sets (no se pueden dejar sueltos). Tras esto, se procede al recuento de puntos. Cada jugador anota:
- Puntos positivos por los 3 sets que el jugador elija.
- Puntos negativos por el resto de sets.
- 2 Puntos por cada carta de algodón.
El ganador será el jugador con más puntos de victoria. En caso de empate se comparte la victoria.
Variantes
- Modo Experto. Los jugadores utilizan el reverso de la carta de referencia, en la que los puntos proporcionados por un set decrecen a partir de la cuarta carta. El resto de normas no se ven alteradas.
- Modo para 2 Jugadores. Se aplican las siguientes modificaciones:
- Se retiran 2 colores de camaleón (18 cartas en total).
- Cada jugador comienza con 2 cartas de camaleón de colores distintos (en vez de uno).
- Se utilizan las cartas de columna verde en vez de las marrones. Estas poseen límites superiores de cartas distintos (1, 2 y 3 cartas).
- Cuando ambos jugadores han tomado una fila, las cartas de la tercera se descartan.
Opinión Personal
Hoy vamos a analizar un filler con solera, de esos por los que no parece pasar el tiempo y a los que las novedades no les hacen ni cosquillas. Siguen viendo mesa porque funcionan a las mil maravillas. Aunque en esa categoría de juegos piscinero top podríamos hacer una doble clasificación, aquellos que son geniales y esos otros que funcionan muy bien pero les falta un puntito para acceder al Olimpo en el que se encuentran los del primer grupo. Vamos a ver en donde se encaja este Coloretto.
Empezaremos comentando que el juego del señor Schacht pone en la sartén todos los ingredientes necesarios para ser uno de esos fillers supremos de los que hablábamos en el párrafo anterior. A saber, en primer lugar unas reglas muy sencillas aptas para cualquier tipo de jugador. En segundo, una mecánica que no permita poner el piloto automático y, si es posible, que se le vayan descubriendo pequeños detalles con el paso de las partidas. Y, por último, un animal que funcione aporte carisma al mazo de cartas, aunque luego no influya en absoluto. Desgranemos estos tres puntos vitales que parecen ser una constante en fillers de éxito.
Coloretto es un juego de reglas sencillas que se explica en muy pocas palabras: el objetivo es maximizar puntos acumulando cartas de distintos colores teniendo en cuenta que si acumulamos 4 o más comenzaremos a perder puntos por los conjuntos «extra». En tu turno, revelas una carta y la colocas en una fila o eliges una columna con cartas y se añaden al grupo de cartas.
Con esta mecánica tan sencilla, se genera una interesantísima dinámica a la hora de decidir qué hacer. En cada turno hay que evaluar las opciones disponibles en mesa y elegir si aumentar la cantidad de cartas en disputa o nos plantamos y tomamos una de las columnas visibles.
Como es obvio, el objetivo principal que cada jugador tiene en mente al comienzo de la partida es acumular cartas de únicamente tres colores y en una cantidad igual al máximo en cuanto a puntos. El problema es que hilar fino no es algo trivial. En primer lugar, plantarse pronto con columnas de una carta demasiadas veces puede provocar que nos quedemos corto. Apurar hasta el final nos permitirá acumular cartas, pero lo normal es que este pequeño conjunto tenga cartas de varios colores, y si no coincide con los que ya tenemos nos hará perder puntos.
Cuando revelamos, nuestro primer impulso es colocar las cartas como si el suministro fuese a mantenerse en dicha situación cuando nos vuelva a tocar. Desgraciadamente sabemos que esto no va a ser así, por lo que tendremos que elegir en qué columna la colocamos para hacer más daño a nuestros rivales. Un mal jugador es aquel que habilita una opción interesante. Es cierto que en muchas ocasiones no tendremos más remedio que dejar el caramelo en la puerta del colegio para que el niño de turno (jugador de la izquierda) llegue, lo coja y se lo meta en la boca mientras nos mira con bobalicona cara de satisfacción. ¡Maldita sea su estampa!
Esto último se acrecienta si, encima, no tenemos opción de elegir en nuestro turno. Y es que en Coloretto se da este caso más de lo que sería deseable. Si a un jugador le llega el turno y no hay ninguna carta revelada, la opción de tomar una columna no está habilitada, por lo que, obligatoriamente, tendrá que revelar y colocar en cualquier columna, esto es, un turno irrelevante. De hecho, yo tiendo a jugarles ese turno de forma automática a mis compañeros para aligerar la partida. Y es por esto por lo que este juego no tiene cabida en el Olimpo de los fillers, aunque no por ello proporcione partidas muy satisfactorias.
Volviendo al juego, el modo estándar es relativamente interesante de cara a aprender la mecánica, que no debería llevarnos más que esa primera partida. Tras la asimilación del sistema de juego, recomiendo encarecidamente pasar al modo avanzado con las puntuaciones con punto de inflexión. En este modo, los jugadores tendrían una puntuación máxima por cartas de camaleones si consiguen completar tres grupos de tres cartas, esto es, 9 cartas en total. Cualquier exceso, tanto en número de cartas como en número de conjuntos (a excepción de las cartas de puntuación adicional), supondrá un descenso en la cantidad de puntos final.
De esta forma, el peso de las decisiones aumenta, puesto que ya no es tan interesante acumular cartas, aunque sea únicamente de tres colores. Un mal pasó y empezaremos a perder puntos de forma alarmante. Y lo que es más importante, con este sistema de juego aumenta el peso de saber elegir bien donde colocar una carta cuando optamos por revelar una nueva carta, ya que conjuntar cartas interesantes para los rivales con otra que les produzca un aumento por encima de lo esperado en un color puede hacer que se decanten por otra columna.
Con todo, Coloretto es un juego más que apañado, que depara grandes momentos. No quiero pasar a otros temas sin comentar la mecánica de push your luck. Podríamos decir que esta funciona a dos niveles (siempre que tengamos opción a escocer, por supuesto). Por un lado, revelar una nueva carta tienta la suerte de cara a lo que salga sea interesante para los rivales y lo único que haga sea mejorar el lote, para jubilo del jugador que se sienta a nuestra izquierda. A nivel personal, cuando solo queda una columna por coger, si a esta le faltan cartas, podemos ir en modo Black Jack y revelar cartas hasta que no nos quede más remedio que plantarnos por haber alcanzado el máximo de cartas por columna. En estos momentos, cada vez que se revele un color que no nos beneficie soltaremos un improperio. Lo peor es que no escarmentaremos, y seguiremos sacando cartas hasta que recibamos un lote que destroce nuestras previsiones. Pero… hemos venido a jugar, ¿verdad? Es imposible resistirse a tentar la suerte cuando el beneficio es potencialmente interesante.
Obviamente, siempre que estemos esperando cartas de un mazo, es importante echar un ojo a lo que ya hay en la mesa para tener claras cuáles son las probabilidades de que esa siguiente carta del mazo sea la que queremos o no. Si ya están casi todas las cartas de un tipo de camaleón en los conjuntos de los jugadores, revelar para ver si aparece esa última que aún queda en el mazo es una locura. Pero a veces suena la flauta.
Como supondréis, el factor azar tiene un peso más que relevante en el desarrollo de la partida. Considero que el peso de las decisiones de los jugadores es mayor que el de los hados, pero no cabe duda que un mal día lo puede tener cualquiera, y por muy bien que elija a la hora de resolver su turno, si la dama fortuna le vuelve la espalda, no tendrá absolutamente nada que hacer. Diría que, en comparación con otros fillers de cartas como podrían ser ¡Toma 6! (aquí su tochorreseña) o Abluxxen (aquí su tochorreseña), Coloretto tiene un factor azar mucho más marcado.
Pasemos a la escalabilidad. Coloretto funciona aceptablemente bien en cualquiera de sus tres configuraciones principales (3, 4 o 5), teniendo en cuenta que, a más jugadores, menos rondas y más caos en la partida. Con el máximo de participantes tenderemos a ser conservadores y aquello de «más vale camaleón en mano que ciento cambiando de color». A tres jugadores tendremos algo más de margen, ya que, de entrada, habrá muchas más rondas, y tendremos algo más de margen a la hora de forzar la situación. Como sabéis, en el término medio está la virtud, por lo que a cuatro jugadores es como mejor funciona. El modo a dos jugadores no lo he probado, aunque dispone de elementos suficientes como para parecer interesante. El problema es que si solo somos dos, seguramente saque otra cosa, así que no penséis en el si este es vuestro número habitual.
Respecto a la rejugabilidad, la variación entre las partidas cae casi exclusivamente del lado de los jugadores. Es cierto que con la componente de push your luck el azar tiene mucho que decir, y por muy bien que juguemos es posible que no optemos a la victoria. Pero es difícil rechazar otra partida más jugando en el modo experto, ya que las pifias nos hará solicitar la revancha casi de forma automática.
La edición mantiene la media de este tipo de producciones. Cartas más que correctas, en este caso con un gofrado con acabado en lino que tanto me gusta, buen gramaje y correcta respuesta elástica. Es uno de esos casos en los que enfundar no es obligatorio, ya que los jugadores no tienen las cartas en mano y tampoco influye que estas acaben marcadas (no hay información oculta), por lo que solo tendremos que bajar con cuidado. Las reglas están adecuadamente redactadas, aunque yo resaltaría el procedimiento a la hora de robar un comodín dorado, que está un poco escondido en el texto y no es complicado pasarlo por alto.
Respecto al aspecto gráfico, huid de las primeras ediciones. Las versiones en las que Svistun ha tenido algo que ver tienen un acabado mucho más atractivo, por encima de la media en este tipo de juegos. Es cierto que, por ejemplo, los bueyes de ¡Toma 6! o los linces de Abluxxen son muy característicos, pero no lucen demasiado en las cartas. Sin embargo, esas cartas de colores con camaleones son, cuanto menos, vistosas.
Y vamos cerrando ya. Coloretto es un muy buen filler de cartas que se apoya en el set collection y el push your luck para tenernos entretenidos un buen rato, con ganas de revancha y repetir varias veces. El único pero que le pongo es que ocurren turnos muertos en los que el jugador no tiene opción de elegir. Por todo esto le doy un…
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Uyuyuy lo que ha dicho!! Pero si se merece un sobresaliente!! Yo el único pero que le pongo son los colores de las cartas, que a veces me confunden… Y eso que no soy daltónica (tengo la misma edición que tú). A ti no te pasa?
Mmmm, pues no mucho. Tal vez entre el naranja y el marrón puede confundirse algo… Pero no te fastidian esos turnos en los que no puedes hacer nada salvo revelar carta?? Yo creo que si no hay cartas revelada, siempre debería revelarse automáticamente una y que el jugador siempre tenga opción a elegir, si lo toma o lo deja. Es mas, se pueden alinear los astros y que un jugador se vea en esta situacion varias veces, especialmente en partidas con 4 jugadores: revela el, roba el segundo, revela el tercero, roba el cuarto, revela el primero, roba el tercero, y ya te quedas tu con una unica columna a ver que sale… xD
A mí me deja muy muy indiferente este Coloretto… no le veo la gracia por ningún lado, hace poco tuve la posibilidad de jugara a «Kanagawa» de Cathala y partiendo de un comienzo similar (aunque con más ideas) consigue un juego, a mi entender, mucho más interesante, concretamente me gustó 134346356748578967845 veces más que este de los camaleones, eso sí, a nivel de complejidad es un pasito más para los no jugones, pero si le dedicas 10-15 minutos a la explicación creo que lo puede digerir todo el mundo.
P.D.: En honor a la verdad este Coloretto, Five tribes y algún otro juego más es de los pocos que no me gustan nada de nada, pero solo a mí, cuando hablo con otros jugones constato que estoy solo ante el peligro, a la mayoría de la gente le suele cuadrar bastante bien… raro que es uno, oiga.
Yo por ahora solo he probado el modo de puntuación «avanzado» (gris) y creo que es mejor, pero al autor parece gustarle más el «clásico» (marrón) (!):
https://boardgamegeek.com/article/3795292#3795292
El gris es más exigente y penaliza más. Pero entiendo que, desde un punto de vista familiar, el autor prefiera el más benevolente.
Hola, leyendo la reseña he leído que no lo habías probado a dos , pues funciona , tiene bastante estrategia y es muy divertido, saludos. Felicidades a tus reseñas , aprendemos mucho.
Hola, leyendo la reseña he leído que no lo habías probado a dos , pues funciona , tiene bastante estrategia y es muy divertido, saludos. Felicidades a tus reseñas , aprendemos mucho.
En aquel momento no lo había probado. Pero sí posteriormente. Para mi pierde mucha de la gracia que tiene por estar demasiado constreñido. Le falta ese punto de incertidumbre que tiene a 3-4. Para 2 prefiero el Zooloretto (la versión de tablero) que con muy poco mas, es un diseño mas redondo.