Reseña: Ora et Labora
Introducción
Hasta el prior de un monasterio sabe que no todo se reduce a la oración. A quien madruga Dios le ayuda, pero para eso antes hay que trabajar duro. Con Ora et Labora te pondrás a la cabeza de un monasterio medieval como su prior. Consigue tierras, obtén recursos y construye edificios para obtener una infraestructura de trabajo que te permita fabricar artículos a cada cual más codiciado.
Así se nos presenta uno de los famosos títulos de Uwe Rosenberg. Para quien no conozca el historial del diseñador alemán, ahí os van algunos: Agricola, At the Gates of Loyang, Le Havre y, más recientemente, Caverna y Fields of Arle. Publicado en 2011 por Lookout, gano el premio al Jogo do Ano en Portugal. De las ilustraciones se encarga, como suele ser habitual en esta combinación editorial-autor, Klemens Franz, quien ya plasmase sus trazos sobre juegos como los mencionados anteriormente.
Afortunadamente, en nuestro país se encuentra editado por Homoludicus (ahora Devir), ya que algunas cartas contienen texto. Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 12 años y una duración aproximada de unos 150 minutos. El precio de compra recomendado es de 55,95 €. Para esta reseña se ha utilizado la edición de Homoludicus/Devir.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), con dimensiones 32×23×7 cm. (caja estándar de Eurogame rectangular, como Agricola o Le Havre), nos encontramos con los siguientes elementos:
- 2 Rondeles de Producción a doble cara (de cartón)
- 4 Tableros de Terreno Central (de cartulina)
- 9 Tableros de Extensión de Terrenos Lateral (de cartulina)
- 9 Tableros de Extensión Vertical (de cartulina)
- 440 Fichas de Recursos (de cartón):
- 40 Fichas de Turba/Carbón Vegetal
- 40 Fichas de Ganado/Carne
- 45 Fichas de Grano/Paja
- 45 Fichas de Madera/Whiskey
- 55 Fichas de Adobe/Cerámica
- 45 Fichas de 1 Moneda/Libro
- 30 Fichas de 5 Monedas/Relicario
- 40 Fichas de Piedra/Ornamento
- 30 Fichas de Uva/Vino
- 30 Fichas de Harina/Pan
- 40 Fichas de Malta/Cerveza
- 8 Losetas de Maravilla
- 2 Fichas de Jugador Inicial
- 110 Cartas (44×68 mm.):
- 41 Cartas de Edificios a doble cara
- 32 Cartas de Asentamiento
- 37 Cartas de Bosque/Páramo
- 9 Sacristanes
- 4 Priores
- 1 Indicador de Asentamiento
- 9 Indicadores de Recursos
- 4 Hojas de Referencia
- Bloc de Puntuación
- Glosario de Edificios
- Hoja de Preparación
- Reglamento
- Reglamento Extendido
Mecánica
Ora et Labora es un juego de colocación de trabajadores del famoso Uwe Rosenberg que fusiona los conceptos más importantes de las que son, probablemente, sus mayores obras: Agricola y Le Havre. Colocación de trabajadores, gestión de recursos, edificios de procesamiento, colocación de losetas. Todo esto, con el añadido de un rondel para la gestión de los stocks de recursos disponibles a lo largo de la partida y una relajación en cuanto a exigencias (no hay fases de alimentación).
Conceptos Básicos
Empecemos con los Tableros de Terreno. Cada jugador comenzará con un tablero central que podrá ir expandiendo con extensiones de terrenos. Estos tableros se encuentran divididos en casillas donde iremos colocando los distintos edificios que iremos construyendo a lo largo de la partida. Cada casilla pertenecerá a un Tipo de Terreno distinto entre los siguientes: mar, costa, llanura, colina y montaña. El tablero inicial consta de dos filas de cinco casillas, de las cuales las dos últimas incluyen dos edificios de serie. Las ocho casillas restantes tienen llanura como terreno.
Respecto a las extensiones, hay dos tipos de tamaños: una fila con cinco casillas o dos filas con dos casillas. Estos tableros tendrán un determinado coste de adquisición, que irá aumentando a medida que los jugadores los adquieran. Además, estos tableros de extensión solo podrán colocarse expandiendo el tablero original, de forma que los tableros de una fila con cinco casillas deberán colocarse adyacentes al borde superior o inferior del tablero principal o de alguna extensión de terreno ya colocada de ese mismo tipo. Sin embargo, las extensiones laterales podrán colocarse en cualquiera de los dos márgenes, derecho o izquierdo, a cualquier altura (siempre coincidiendo con al menos una fila). Ambos tipos de tablero tienen dos caras en los que el terreno de las casillas está predefinido. Así tenemos:
- Cara A de Extensión de una fila y cinco casillas: las cuatro primeras casillas de llanura y la quinta de colina.
- Cara B de Extensión de una fila de cinco casillas: las tres primeras casillas de llanura y las dos últimas de colina.
- Cara A de Extensión de dos filas de dos casillas: dos filas iguales, con la primera casilla de mar y la segunda casilla de costa.
- Cara B de Extensión de dos filas de dos casillas: dos filas con la primera casilla de colina y la segunda casilla de ambas filas fusionadas en una única casilla de montaña (esta cara solo aporta tres casillas).
Como hemos dicho, estas casillas están destinada a colocar los distintos edificios o asentamientos que pueden levantarse durante la partida. Estos se representan mediante cartas. Expliquémoslas un poco:
- En la franja superior tenemos el título del edificio. Si se trata de un asentamiento, además, aparecerá el símbolo de asentamiento (una casa azul).
- En una cenefa que cae desde la esquina superior izquierda tenemos la información de construcción y puntuación del edificio/asentamiento:
- Lo primero, el tipo de terreno en el que el asentamiento o el edificio puede colocarse.
- Primero los costes de Construcción/Establecimiento.
- Si es un edificio, aparecerán los símbolos de los recursos necesarios para su construcción.
- Si es un asentamiento, aparecerá el coste en unidades de comida y de energía para su establecimiento.
- Finalmente, un pequeño icono indica a qué fase pertenece el edificio: libro (edificio inicial), A, B, C o D.
- En la esquina inferior derecha tenemos el número de jugadores a partir del cual el edificio estará disponible en la partida.
- Justo debajo los puntos de victoria (valor dentro del símbolo del escudo) y los puntos de asentamiento (valor dentro de un símbolo de casa roja). Este último puede tener valores negativos.
- Finalmente, en el centro de la carta tendremos una ilustración del edificio/asentamiento, así como los beneficios que obtenemos, ya sea de forma permanente o habilitando una acción que podremos ejecutar posteriormente.
Inicialmente, alguna de las casillas estará ocupadas con cartas de Bosque o Páramo, que nos servirán para obtener ciertos recursos a lo largo de la partida. Esto ocurre, igualmente, con las extensiones de terreno. Las casillas que inicialmente se encuentran ocupadas incluyen en su esquina superior izquierda un pequeño símbolo de un árbol o de un pantano, coincidentes con el que también se puede encontrar en la esquina superior izquierda de las cartas.
Una distinción importante entre los edificios son aquellos que pertenecen al monasterio. Estos se diferencian del resto por el color de la banda del título y a cenefa con los costes de construcción y valoración. Para los edificios normales será de un tono beige claro, mientras que para los edificios del monasterio será de un tono amarillo papiro. La única diferencia entre los edificios normales y los edificios de monasterio es que estos últimos deberán estar conectados entre sí, de forma que un edificio tiene tenga otro edificio del monasterio construido en una casilla colindante de forma ortogonal.
Los asentamientos son un tipo de edificio especial que realmente no aporta funcionalidad a lo largo de la partida, sino que serán una fuente importante de puntos al final de la misma. Su funcionamiento es sencillo: a la hora de realizar el recuento, un asentamiento activará el valor de asentamiento del propio asentamiento, así como los cuatro edificios colindantes de forma ortogonal. Un mismo edificio podría ser activado por varios asentamientos, contabilizándose el valor de asentamiento de dicho edificio tantas veces como asentamientos colindantes tenga. Los asentamientos solo se podrán construir durante las fases de asentamiento y mediante algunos edificios que lo permiten, pero no durante el turno de los jugadores.
Como buen juego de Uwe Rosenberg, no podía faltar la colocación de trabajadores. En este caso, cada jugador podrá contar con hasta tres trabajadores: dos monjes y un prior. Estos podrán ir colocándose sobre los distintos edificios de nuestra propiedad para ir activando sus efectos. La única diferencia entre los monjes y el prior es que, si durante nuestro turno construimos un edificio y tenemos al prior sin colocar, podremos situarlo en el edificio recién construido activando el nuevo edificio de forma inmediata.
Aparece el concepto de contrato, que nos permitirá hacer uso de los edificios construidos por el resto de jugadores. Para ello tendremos que abonar una determinada cantidad de dinero y el jugador elegido deberá colocar uno de sus trabajadores sobre el edificio que se le haya indicado, no pudiendo negarse.
Como supondréis, el otro gran pilar de Ora et Labora es la Gestión de Recursos. Estos se representan mediante unas fichas a doble cara. En el anverso tienen una materia prima y en el reverso tienen un producto elaborado. Así tenemos los siguientes recursos (en parejas anverso/reverso): Turba/Carbón Vegetal, Ganado/Carne, Grano/Paja, Madera/Whiskey, Adobe/Cerámica, 1 Moneda/Libro, 5 Monedas/Relicario, Piedra/Ornamento, Uva/Vino, Harina/Pan, Malta/Cerveza.
Estos recursos se podrán obtener de dos formas: mediante transformación en los edificios que construyamos y a través del rondel. Este es uno de los elementos estrella del juego. Mediante un tablero y una rueda con puntero se van indicando la ronda actual, el jugador inicial, la cantidad de recursos básicos disponibles para obtener mediantes acciones de rondel y las fases de asentamiento. Este ronde se configurará en función del tipo de partida y del número de jugadores. Existen dos tableros a dos caras y dos ruedas numeradas, también a doble cara.
Existe un tipo de recurso elaborado especial, que son las Maravillas. Se consiguen mediante la conjunción de varios recursos elaborados.
Sobre el tablero del rondel se colocarán una serie de marcadores correspondientes a los recursos básicos (madera, monedas, ganado, adobe, turba, grano, piedra y uva) que marcarán la cantidad disponible para recolectar. Esta cantidad será la indicada en el sector coincidente de la rueda central. A medida que las rondas avancen, la rueda girará en sentido antihorario, de forma que los valores coincidentes en cada sector aumentará, y con ello, la cantidad disponible de los respectivos recursos. Es importante indicar que existe un marcador cuadrado a modo de comodín, de forma que cuando realicemos alguna acción que implique utilizar el rondel, siempre podremos elegir entre usar el marcador correspondiente o el comodín, incluso para recursos que aún no estén disponibles (la piedra y la uva no se encuentran sobre el tablero desde el inicio, sino que entran en juego a lo largo de la partida).
Por último, comentar que el juego dispone de dos series de edificios que podremos seleccionar para la partida, dando lugar a dos variantes: variante francesa (con un símbolo de flor de lis) y variante irlandesa (con un símbolo de un trébol). En función de la variante se hará uso de unos recursos u otros, aunque los básicos siempre estarán disponibles.
Preparación de la Partida
Se va a explicar una partida para 3 o 4 jugadores. El resto de configuraciones se consideran variantes, porque modifican ciertas normas.
- Se prepara el rondel adecuado para la partida en función del número de jugadores, usando la rueda que empieza por 0, 2,3…
- Se coloca el puntero de la rueda justo tras el sector marcado con una A, y se ponen todos los marcadores de recursos en dicho segmento, a excepción de la piedra, que se deja cerca porque entrará en juego más adelante.
- Se elige la variante de edificios: francesa o irlandesa (si se coge la francesa también habrá que tomar el marcador de recursos de la uva), preparando el mazo de edificios por la cara adecuada. En partidas de 3 jugadores habrá que dejar en la caja aquellos edificios indicados para partidas de 4 jugadores.
- A continuación se preparan los mazos de edificios. Se deben separar según la fase a la que correspondan: edificio inicial (símbolo de la biblia), fase A, fase B, fase C, fase D. El mazo de edificios iniciales se despliega sobre la mesa para que todos los jugadores puedan ver los edificios disponibles.
- Se disponen sobre la mesa las fichas de recursos y los tableros de extensión de recursos, ordenados en una pila de mayor a menor coste (en primero disponible será el de coste inferior).
- Cada jugador recibe:
- Sus los tres monjes de su color (dos sacristanes y un prior)
- Un tablero principal con tres cartas de bosque y dos cartas de paramo que se colocarán en las casillas indicadas
- 4 Cartas de Asentamiento inicial (con el símbolo de la biblia en el reverso). Las otras cuatro cartas marcadas con las cuatro fases de asentamiento se colocarán en los mazos de edificios.
- 6 Fichas de recursos iniciales: 1 madera, 1 adobe, 1 moneda, 1 grano, 1 ganado y 1 turba.
- Una hoja de referencia
- Según la variante elegida hay fichas de recursos que no se utilizan:
- En la variante francesa no se usan las fichas de malta/cerveza.
- En la variante irlandesa no se utilizan las fichas de harina/pan y uva/vino.
Desarrollo de la Partida
Una partida de Ora et Labora se desarrolla a lo largo de 25 rondas (dos vueltas al rondel de 12 rondas mas una ronda final).
En cada ronda sigue los siguientes pasos:
- Comenzando por el jugador inicial, cada jugador podrá ejecutar una y solo una acción. Adicionalmente, un jugador podrá realizar una serie de acciones adicionales antes, durante o después de su acción principal.
- Una vez que todos los jugadores han realizado su acción principal, el jugador inicial disfrutará de una segunda acción.
- Finalmente, el marcador de jugador inicial pasa al jugador de su izquierda, y aquellos jugadores recuperan a sus monjes siempre que los tres se encuentren colocados en edificios.
Las acciones principales que un jugador puede realizar son:
- Colocar un Clérigo (Sacristán o Prior) sobre alguno de los edificios de su propiedad. El jugador decide si activa el efecto del edificio o no.
- Talar un Bosque o Desecar un Páramo de su propiedad. Se retira una de las cartas de Bosque o Páramo del tablero, obteniendo el recurso correspondiente según el rondel.
- Construir un Edificio. El jugador paga a la reserva el coste de construcción y lo coloca en una casilla disponible del terreno adecuado. Un jugador no puede construir un edificio si no dispone de los recursos necesarios o del espacio disponible concordante con los tipos de terrenos permitidos por el edificio.
- Contratar un Clérigo de un jugador rival. Pagando una moneda al jugador rival (que no puede negarse) este colocará uno de sus monjes en uno de sus edificios, pero el beneficio de la acción lo recibe el jugador que paga el contrato. Si el Lagar (variante francesa) o la Destilería (variante irlandesa) son construidos, el coste de los contratos pasan a ser 2 monedas. Adicionalmente, si estamos jugando en la variante francesa, es posible pagar con una botella de vino a la reserva (el jugador contratado no recibe nada), independientemente de si la Bodega está construida o no.
Las acciones adicionales que se pueden realizar son:
- Transformar Grano en Paja. Siempre se puede transformar una ficha de Grano en una ficha de Paja, pero no el proceso inverso, es decir, no se puede transformar directamente una ficha de Paja en una ficha de Grano.
- Cambiar Monedas. Siempre se podrá cambiar por fichas de 1 Moneda aquellas fichas que muestren el símbolo de moneda. Se recibirán tantas fichas de 1 Moneda como cantidad indique el recurso a cambiar.
- Comprar Terreno. El jugador podrá pagar a la reserva la cantidad de monedas indicadas en la extensión de terreno disponible en la parte superior de la pila correspondiente.
Al final de ciertas fases (marcadas en el rondel), ocurre una Fase de Asentamiento, que incluye los siguientes pasos:
- Mover el marcador de Asentamientos al siguiente sector (por orden alfabético) en el rondel.
- Construir Asentamientos. Los jugadores podrán construir uno de los asentamientos que tienen disponibles, pagando el coste en energía y comida.
- Distribuir nuevos Asentamientos. Cada jugador recibe una nueva carta de asentamiento procedente del mazo correspondiente a la fase de asentamiento en curso.
- Nuevos Edificios. Se disponen los nuevos edificios del mazo correspondiente a la fase de asentamiento en curso.
Fin de la Partida
Cuando el indicador del rondel atraviesa por segunda vez el espacio E, dará comienzo la ronda final (ronda número 25). Antes de esta ronda cada jugador recupera su Prior si estaba en algún edificio y dispone de una última acción. Este Prior podrá colocarse sobre cualquier edificio de cualquier jugador, independientemente de si está ocupado o no, ejecutando el efecto del edificio. También existe la posibilidad de construir un edificio y colocar el Prior sobre él activando su efecto.
Finalmente, se procede a realizar la puntación:
- Asentamientos: cada asentamiento aporta su valor de asentamiento en puntos de victoria, así como el valor de asentamiento de los edificios adyacentes a él de forma ortogonal. Hay que calcular cada asentamiento por separado, ya que es posible que un edificio aporte a más de un asentamiento.
- Edificios: cada edificio aporta su valor en puntos de victoria.
- Mercancías: ciertos recursos aportan puntos de victoria.
El ganador será el jugador con más puntos de victoria.
Variantes
- Partica Corta para 3/4 Jugadores (13 Rondas):
- Preparación:
- Se configura el rondel en el modo corto para 3/4 jugadores con la rueda en su lado de 0, 2,3…
- Los tableros iniciales solo tendrán 2 cartas de Bosque y una de Paramo (se dejan libres la primera y tercera casilla de la fila superior del tablero principal).
- Solo se utilizan los edificios para 2 Jugadores.
- Cada jugador solo recibe un Sacristán y un Prior (se deja el segundo Sacristán en la caja).
- Durante la Partida:
- Cada vez que un jugador obtenga recursos mediante el rondel, todos los jugadores, incluido él, recibirán una ficha de dicho recurso.
- Al principio de cada ronda los jugadores reciben las fichas de recursos indicados en el rondel (se recomienda preparar los recursos antes de comenzar para agilizar el turno).
- Las fases de asentamiento tienen lugar en las rondas 3, 5, 7 y 9.
- La piedra entra en el rondel en la ronda 6, y las uvas (variante francesa) entran en el rondel en la ronda 4.
- La ronda final es idéntica al juego estándar.
- Preparación:
- Partida para 2 Jugadores:
- Preparación:
- Se configura el rondel con el tablero de 2 jugadores y la rueda de producción por su lado 0, 1,2…
- El mazo de edificios se prepara únicamente con aquellos que indican partida para 2 jugadores.
- Durante la partida:
- A diferencia que en el juego normal, la partida se divide en turnos en vez de en rondas. Cada jugador dispondrá de dos acciones en su turno. Al dar comienzo el turno del siguiente jugador, la rueda de producción avanzará una posición.
- Toda referencia a rondas en el resto de normas deberá cambiarse por turnos
- Los clérigos se recuperan al comienzo del turno si se encuentran los tres sobre edificios.
- Final de la Partida:
- El final de la partida no ocurre hasta que todos los edificios de la partida hayan estado disponible y solo quede como máximo un único edificio. El jugador activo finalizará su turno y el jugador rival dispondrá de un último turno.
- Preparación:
- Partida Larga para 2 Jugadores:
- Preparación:
- Se configura el rondel en el modo corto para 2 jugadores con la rueda en su lado de 0, 2,3…
- Se incluyen todos los edificios, con las siguientes excepciones:
- Para la variante francesa no se incluyen la Carpintería, el Viñedo (mazo C) y la Cantera (mazo C)
- Para la variante irlandesa se emplean todas las cartas.
- Durante la partida:
- La partida vuelve a dividirse en rondas, moviendo el rondel al final de la ronda. Durante una ronda, el jugador inicial ejecuta dos acciones consecutivas y, a continuación, el jugador rival ejecuta una. Por tanto, entre dos rondas un jugador disfrutará de tres acciones consecutivas.
- Final de la Partida:
- No existe ronda extra, sino que la partida finaliza cuando al final de una ronda solo queden como máximo 3 edificios disponibles junto al tablero. Se finaliza la ronda y se llevará a cabo la fase de puntuación.
- Preparación:
- Variante en Solitario
- Preparación:
- Se configura el rondel en el modo corto para 2 jugadores con la rueda en su lado de 0, 2,3…
- Para la variante irlandesa se usan los 41 edificios, pero para la variante francesa habrá que retirar la Carpintería, ambos Viñedos y la Cantera (tienen un 1 tachado).
- Los indicadores de uva y piedra no se utilizan.
- No se reciben recursos iniciales.
- Durante la partida
- Como norma general, la partida se desarrolla como una partida de dos jugadores, con 2 acciones después de cada rotación del rondel.
- Si el rondel gira con algún indicador de recursos que ha alcanzado el espacio 10, ese indicador se retira de la partida.
- Aparece un jugador neutral al que se le aplican las siguientes reglas:
- Recibe un terreno central sin paramos ni bosques.
- Recibe 2 sacristanes y 1 prior del mismo color.
- Cada vez que quieras usar un edificio del jugador neutral tendrás que pagar 1 moneda a la reserva y luego colocar uno de sus clérigos en el edificio deseado. De igual forma, si se construye la Bodega de Vino o la Destilería, el coste aumenta a 2 monedas.
- Al comiendo de cada fase de asentamiento, deberás colocar todos los edificios disponibles en el terreno central del jugador neutral, siguiendo estas normas:
- Cuando no haya espacio para construir un nuevo edificio, este se colocara encima de otro que no esté ocupado (incluyendo edificios básicos impresos en el tablero).
- Los nuevos edificios del monasterio solo se pueden construir sobre otros edificios del monasterio.
- No se aplican las restricciones referentes al tipo de terreno (solo para el jugador neutral).
- Cuando el jugador neutral haya terminado de construir os edificios, puedes usar inmediatamente una de las nuevas construcciones con el prior del jugador neutral.
- Los edificios sobreconstruidos ya no podrán ser utilizados.
- Al inicio de cada turno se comprueba si el jugador neutral debe recuperar sus monjes.
- Las fases de asentamiento se desarrollan de la siguiente manera:
- Ambos jugadores recuperan los tres clérigos si ambos están colocados sobre edificios.
- Se gira el rondel de producción.
- El jugador neutral construye todos los edificios disponibles.
- Opcional: si está disponible coloca el prior del jugador neutral sobre un edificio tras pagar el contrato de trabajo.
- Esto puede hacer que el jugador neutral recupere sus 3 clérigos.
- Fase de asentamiento.
- Turno habitual.
- Fin de la Partida:
- La partida concluye tras la última fase de asentamiento.
- El objetivo de la versión en solitario es obtener 500 puntos (es más fácil en la variante irlandesa que en la francesa).
- Preparación:
Opinión Personal
Bien, aquí estamos una vez más. Hoy toca una señora reseña. Cada vez que el profesa Uwe Rosenberg aparecer por estas tochorreseñas hay que pararse un momento y rezar un par de oraciones. En esta ocasión analizamos el primer juego tras su famosa Trilogía de la Cosecha (The Harvest Trilogy). Pero, todo hace pensar que ya no podremos llamar trilogía a esta serie de juegos (y más con los publicados posteriormente). Pero… ¿ofrece Ora et Labora algo que no tuviésemos ya en Agricola, At the Gates of Loyang o Le Havre? Veámoslo.
El señor Rosenberg nos ha demostrado a lo largo de estos años que lo que realmente se le da bien es ir refinando un estilo de juego para ofrecer productos adaptados a lo que su público demanda. Podríamos decir que, salvando las distancias, es algo muy similar a lo que ocurre con los Wargames, en el sentido de que, mecánicamente todos pueden parecer bastante similares a ojos de no iniciados, aunque si se profundiza, se pueden encontrar importantes diferencias que otorgan un sabor especial a cada título.
Ya es cuestión de gustos personales elegir uno u otro, pero difícilmente se podrá decir que los juegos de Uwe son malos o son aburridos. Si te gusta uno, te gustarán todos con casi toda seguridad. Por contra, si los detestas, todos te parecerán iguales.
Bien, establecido este punto de partida, pasemos a lo importante. En mi opinión, este Ora et Labora representa el comienzo de este refinamiento del que hablaba. Si bien Agricola, At the Gates of Loyang y Le Havre, teniendo bastantes elementos en común, si ofrecían experiencias bastante diversas, el juego de los monasterios es el primero en el que constantemente estaremos acordándonos de alguno de los títulos anteriores, especialmente en el del puerto francés.
Y lo hará porque el eje principal de las mecánicas es la producción de bienes mediante su transformación, partiendo de las materias primas y llegando a productos elaborados y de gran valor. En esto son como dos gotas de agua. La diferencia radica en la cantidad de recursos. Si en Le Havre teníamos 8 (pescado, madera, adobe, hierro, ganado, trigo, carbón y pieles) y sus respectivas transformaciones, aquí tendremos 11 (aunque no se utilizarán todos). Vamos, que, de nuevo, nos veremos construyendo edificios para buscar cadenas de producción que nos generen riqueza.
Sin embargo, como elemento original, es destacable la concepción del rondel de producción, aunque solo desde el punto de vista de componentes, ya que la idea es la misma que en los juegos anteriores, con la única salvedad del límite superior. Eso sí, no podremos negar que es muy elegante y practico. No hay que estar moviendo recursos de nuestro organizador al tablero y viceversa. Un número, y cuando se active, se toman de la reserva.
De mí querido Agricola se toma principalmente el concepto de la colocación de losetas (cartas en este caso). Al igual que ocurría en la verdadera obra maestra del profeta, habrá que jugar con la ortogonalidad y la planificación a la hora de colocar los edificios en una u otra casilla, especialmente si deseamos aprovechar al máximo nuestros asentamientos.
Y para potenciar este concepto, nada mejor que la expansión territorial disponible. Aquí no tenemos límite de terreno. Ahí tenemos las expansiones de terreno por si se nos queda pequeño nuestra primera parcela, introduciendo el concepto de los tipos de terreno, que harán que tengamos que sopesar que tipo de extensión queremos en cada momento, ya que ciertos edificios solo podrán erigirse en determinadas casillas. Un mal paso en este momento puede costar muy caro (tanto en puntos como en monedas).
Y es esta es otra de las novedades respecto a los títulos anteriores: la planificación urbanística. Tendremos que ir colocando los edificios con la mente puesta en esas fases de asentamiento, teniendo en cuenta los que podremos colocar.
Como parte de esa adaptación a cierto público que sufre este título está el tema de la reducción del estrés. Es innegable que Agricola o Le Havre son bastante agobiantes en el sentido de tener fases en las que los jugadores deberán haber sido previsores acumulando ciertos recursos para no sufrir una penalización. En Ora et Labora no existe este concepto, de forma que los jugadores disfrutaran de una partida relajada y sin obligaciones que atender. Aunque lo que realmente se ha hecho es variar el punto de vista del concepto. Ahora se sustituye por la fase de asentamiento que, si bien no es obligatorio construir alguno de ellos, podemos tener la seguridad de que son clave para optar a la victoria, pues son uno de las tres fuentes de puntos y, probablemente, la más importante. Un jugador puede optar por no prepararse para esta ronda, pero, con casi toda seguridad, no será el vencedor. Podríamos decir que es un punto de vista «de madre». Si quieres no construyas asentamientos, pero tu veras… Así que el agobio tendremos que autoimponérnoslo si queremos proclamarnos vencedores de la partida.
Más relax. Los trabajadores (clérigos en este caso) solo podrán colocarse sobre edificios propios durante toda la partida, eliminando la posibilidad de fastidiar al prójimo colocando trabajadores sobre sus edificios. Para paliar los posibles destrozos por perder edificios que nos interesaban, se introduce el concepto de los contratos, que si bien permite a los demás jugadores hacer uso de estos edificios que se les han escapado, al dueño le están haciendo la mayor parte de las ocasiones incluso un favor, llegando a liberarle los trabajadores para su próxima ronda, además de la retribución económica.
Volvemos a la comparación con Le Havre. Su punto fuerte son los edificios. Pero, a diferencia que en el juego del puerto francés, aquí no se marcan tan claramente las cadenas de producción importante. Cada edificio hace una cosa, y casi tiene más valor por sus puntos, tanto de victoria como de asentamiento, que realmente por lo que hagan. Obviamente esto es una exageración, pues necesitamos de las acciones que estos nos proveen para prosperar, pero que uno no tiene la necesidad de construir un determinado edificio porque si no se arruina nuestro combo magnifico para conseguir una cantidad de francos increíble.
Como hemos dicho, este Ora et Labora, ahora ya a toro pasado, fue el inicio de esta nueva época de Uwe Rosenberg por huir de las restricciones. Una vida nueva de paz y tranquilidad, con opciones por doquier para que nadie se enfade con el compañero por haber hecho la acción que justamente quería para su siguiente turno, arruinando esos planes tan calculados. Con Caverna siguió relajando el concepto, y ya con Field of Arle es un cheque en blanco.
Uno de los defectos del Le Havre, desgraciadamente, también es heredado por este Ora et Labora, y es que las versiones largas (o estándar) de las partidas son excesivamente largas (se pueden ir perfectamente a las 3-4 horas), sin aportar realmente nada sustancial a la experiencia de juego, por lo que, probablemente, acabaremos jugando casi siempre a las versiones cortas.
No llega al nivel del Caverna en este aspecto, pero las primeras partidas serán algo más lentas de lo normal por el tema de los distintos edificios disponibles de sopetón, que hará que las rondas en los que estos se revelan los jugadores se puedan llevar un buen rato ojeando las posibles alternativas.
Otro aspecto negativo es que, a diferencia de los juegos anteriores, Ora et Labora parte siempre desde unas mismas condiciones. No hay variación entre las partidas. En Agricola teníamos los oficios, y en Le Havre teníamos el orden de aparición de los edificios. Aquí no hay nada que modifique el punto de partida, por lo que la rejugabilidad puede verse afectada de forma importante. A cambio, tenemos las dos variantes de edificios, aunque realmente no hay mucha diferencia entre ambas, cadenas de producción a parte.
Como suele ser habitual en los juegos de Uwe, la escalabilidad está perfectamente medida, siendo igualmente disfrutable en todas sus configuraciones. En este sentido supera a sus hermanos mayores, que cojean un poco en algunas configuraciones, como Agricola a dos jugadores o Le Havre por encima de 3. Eso sí, tal vez un poco engorroso el cambio de normas de una variante a otra, que hace complicado tener todo en cuenta en determinados momentos.
Lo que sin duda es el lunar más importante de este título es su edición. Un juego con un precio por encima de los cincuenta euros no puede ofrecernos tableros de cartulina. La comparación con Agricola es sangrante, y con Caverna aún más. Juegos de coste similar, con cajas repletas de madera y cartón, contra este Ora et Labora, en el que la mitad de la caja es aire y la otra mitad cartulina. Es cierto que son unos cuantos tableros, pero si echas cuenta de los cortes, no serían muchas más planchas que estos otros dos juegos mencionados. Las cartas son de calidad aceptable, de tamaño euro mini. No se barajan por lo que su enfundado no es obligatorio. Finalmente, los recursos, tanto en su forma de ficha como de marcadores, son de bastante calidad, al igual que los rondeles. ¡Faltaría más! Si encima viniesen rondeles de cartulina sería para haber agarrado las antorchas. Tal vez la explicación del precio radique en la cantidad de manuales que se incluyen, por si alguno no se aclarase con uno del tamaño habitual. Aquí tenemos hojas resumen, reglas estándar, reglas extendidas, hojas de preparación… una cantidad de texto casi equiparable a la de esta tochorreseña. Pero bueno, nunca está de más que se aclaren conceptos para evitar confusiones. Salvo esto, no hay nada que reprochar. Todo aceptablemente bien redactado.
Respecto a las ilustraciones, aquí tenemos a nuestro querido Klemens Franz volviendo a poner color y alegría sobre los tableros. Tiene un estilo propio que, seguramente, casi todos conocimos en Agricola y que tan bien le sientan a los diseños de Uwe Rosenberg. De hecho, cada vez que he jugado a un juego suyo que no está dibujado por Franz me sentía raro. Como que faltaba algo. No voy a decir que Klemens me encante, pero es que casa genialmente con el tema. Se puede apreciar cierta evolución respeto a Agricola, pero hay que fijarse mucho. Como detalle destacable diré que, por ejemplo, todas las maravillas son distintas, al igual que los edificios. Un trabajo decente, como casi siempre.
Y vamos cerrando ya. Ora et Labora toma el testigo de la Trilogía de la Cosecha, heredando bastantes conceptos de los juegos que otorgaron fama y gloria a Uwe Rosenberg. Es cierto que ofrece cierto refinamiento, así como la inclusión de elementos interesantes, como el uso del rondel para la gestión del stock de materias primas, pero tendremos siempre la sensación de que esto lo hemos visto ya antes. Este no es un uno de esos casos en los que se recomienda su compra si no se tiene alguno de los anteriores. Es un juego magníficamente diseñado, muy bien engrasado, pero que recuerda demasiado a sus hermanos mayores, y, además, se alarga más de la cuenta. Solo para seguidores incondicionales del diseñador alemán. Por todo esto le doy un…
Madre mía… cómo se nota que conoces bien al autor!! Super interesante el análisis que has hecho comparándolo con otros títulos. No he jugado al Ora et Labora, pero lo que comentas del rondel me parece una chulada, porque la parte menos bonita del agrícola es sin duda tener que estar reponiendo en cada ronda los recursos. El símil que haces con los wargames me parece super acertado. Si tuviéramos que comprar/probar cosas sólo buscando la originalidad o la incorporación de elementos diferentes, apaga y vámonos. Los que realmente disfrutamos con los juegos, no sólo buscamos eso, buscamos incluso lo que acabas de hacer en esta reseña: ver la evolución de algún diseñador o conocer cómo resuelven una misma mecánica autores diferentes… dar un pasito más que jugar por jugar. Yo, si no tengo más juegos de Uwe es por el precio que suelen tener, pero estoy deseando probar At the Gates of Loyang, a ver si encuentro por ahí alguna oferta que me haga dar el paso. Gracias por la reseña!
Grandioso tochocomentario!
A mi este juego me gusta. El problema es esa edición de baja calidad (en cuanto a los tableros) y la duración de la partida. Con unos tableros de cartón como Dios manda le habría puesto un notable. Pero…
At the Gates of Loyang se puede probar por internet en Yucata, por si no puede resistir y no queres pagar los 50 pico € que cuesta antes de lanzarte 😛
La verdad, la reseña cojonuda; el juego… me produce la más absoluta pereza.
A mi cansancio hacia los colocación de trabajadores súmale que me parece un timo lo que hace el sr. Rosenberg con cada Agrícola 2.0 (o 3.0 etc). Llevo un tiempo diciendo que esto me parece muchísimo más criticable que lo que hace Knizia (que se autoplagiará sí, pero al menos hace juegos "distintos").
Para mí Rosenberg casi nos escupe en la cara, o nos trata como imbéciles.
Ahora, lo probaría? bueno, no soy un talibán. Si todos quieren jugarlo no seré yo el que se oponga. Pero hay muchos otros juegos por delante, incluído el Agrícola por supuesto.
Saludos!
Se te ve resentido. Hombre, siendo un caso de refritura constante, hay diferencias. Knizia suele ofrecer juegos con "relativa" poca profundidad. Uwe ofrece ladrillos de 2-3 horas. Situlezas en juegos de 30 minutos es mas dificil encontrar. A cambio, estos juegos son mas baratos. Al final es lo de siempre, si a ti te gusta un artista, compras sus discos por su nombre y porque te gusta su estilo. Si no eres fan, cada nuevo refrito te va a parecer mas de lo mismo. Con Knizia igual. Yo no creo que sea criticable, ya que al final es un producto para un público. Podrá criticarse que se arriesgue mas o menos, pero el juego está bien montado, y si una persona es lo primero que prueba, probablemente le parezca un gran título.
Lo de que Rosenberg escupe a la cara seria válido si alguiente obligase a comprar el juego, ¿no crees? Con pasar de él es suficiente. Si la gente compra… 😛
Saludos Grande de España!
Yo creo que la reseña no es justa. El Ora et Labora es un juegazo. Esta en el puesto 40 de la BGG y no estaría si fuera un refrito como dicen. Hay mucho prejuicio.
El juego no creo que se pueda juzgar por su versión corta, yo juego siempre a la larga y casi ni me entero de que pasan las horas y mi novia menos y eso que esta empezando a jugar a juegos de mesa y para colmo me machaca,
Eso de que es menos regulable o que ofrece menos variedad que el Agricola porque no tiene un draft y tienes todas las cartas a tu disposición para jugarla, a mi punto de ver es una valoración que no es nada cierta.
¿Como no va a ver multitud de variantes ante mas de 40 edificios, multitud de formas de colocar, los diferentes edificios entre los dos países y la multitud de combos que pueden salir de ellos? Mas la posibilidad de usar los edificios del contario con el Prior y encima con una rueda de recursos que es la bomba y que por lo tanto nunca habían los mismos recursos ni las mismas opciones de construir según lo que haya?
Para mi no es un defecto del juego es un defecto de jugadores. Que ante un abanico de multitud de combinaciones se empeñan en hacer dos o tres. Y si les sale en una partida algo bueno para ganar solo hacen lo mismo una y otra vez. Y lo mismo pasa con el Caverna, para criticas sin sentido, es defecto de jugadores no de juego. Por algo estan tan alto en la BGG si fueran simples copias y refritos n estarían donde están.
Y cierto que los tableros podrían haber sido mas gruesos, pero mientras juegas es que ni te importa vamos. Es un juega, que muchos se van a perder por simples prejuicios.
Eso si yo lo pille por 35 euros en el mercadillo, y fue un acierto bestial. Lo vi en Frisias y de solo ver como jugaban y se divertían me sabio el hype a lo bestia y me lo compre sin pensarlo, y para colmo he creado una bestia en euros , mi novia, que me machaca al Ora et Labora. jejeje
Soy Juan Pablo, un APfobico. Te sigo mucho Missut y me gusta tu pagina pero esta reseña no la comparto. Pero buen trabajo en describir el juego. Pero la valoración…, hay que jugarlo a tres horas es como mola y se le saca el jugo.
Saludos.
Hola Juan Pablo!!!
Ante todo, muchisimas gracias por el comentario. Estos son los que me gustan. Extensos, argumentados y con su punto de desacuerdo 😛
No vamos a estar todos en consonancia. Te explico un poco por qué acabo dandole un aprobado. Yo siempre parto de que un juego debería ser sobresaliente. A partir de ahí, voy bajando la nota en función de los lunares negros que le encuentro y si los considero suficientemente relevantes para bajarlo de categoría.
Para mi Ora et Labora es un aprobado principalmente por dos motivos:
– Por la edición. Como bien dices, cuando juegas no te acuerdas. Pero a mi me costó 55,95 €. Cuando abrí la caja se me quedé a cuadros. No es de recibo que un juego que cuesta lo mismo que Agricola o poco menos que Caverna, venga con estos materiales. Que el cartón no vale tanto hombre. Pero bueno. Principamente no es por la cantidad, sino por la broma pesada de los tableros.
– Porque se parece demasiado a Le Havre. Es decir, las sensaciones a la hora de decidir como proceder es muy similar.
Estoy totalmente de acuerdo en que hay chorrocotocientos edificios. Pero cuando yo hablo de la rejugabilidad, hablo de sensaciones. Ya sea en la versión larga o la corta, yo las partidas que he jugado me ocurre un poco como con el Le Havre, que, aunque la historia sea mas larga y haya mas posibilidades, lo que un jugador percibe es lo mismo en cada turno. Por eso hablo de que me quedo con la versión corta.
Para mi debería ser un notable. Pero principalmente por la edición lo bajo al aprobado. Digamos que es un aprobado alto (tambien es cierto que esa valoración es la de mas amplio espectro, ya que un sobresaliente para mi es un imprescindible, un notable es que casi es imprescindible, y un aprobado engloba a todos los juegos que me parezcan bien diseñado y ofrezcan unos minimos).
Pero de cara a aconsejar a una persona a comprarse su primer Rosenberg, nunca apostaria por Ora et Labora, a pesar de tener muy buenas ideas.
De nuevo, muchisimas gracias. Y espero que continues siguiendome y no me abandones por las discrepancias de criterio 😛
Saludos!!!
Jeje, no hombre claro que te seguire igualmente, hombre. No es un imprescindible pero es un juegazo. Yo al Le Havre no he jugado y no puedo opinar. Para mi no es lo mismo la sensación de la versión larga que la corta. La corta te sabe a poco y no explota el juego, aparte de perder una gran variedad de combos con los edificios. Yo gracias a Dios lo conseguí mas barato 2o euros menos y no me choco, pero entiendo que choque las cartulinas, pero aun así sigues teniendo un juegako pero juégalo versión largo porque te aseguro que no es lo mismo.
Yo tengo el Agricola y este, mas adelante cara el Caverna, que es un combinado de los dos.
Aunque ahora estoy hopeado con el Five Tribes y el Rokoko, que los tengo en punto de mira, jeje.
Saludos, Juan Pablo.
Buena reseña y análisis de un juego que me aburrió soberanamente. Como al diseñador no le agradan los dados ni los procesos aleatorios, no le queda más remedio que implementar chorrocientos edificios, chorrocientos recursos (yo conté 14 con reverso/anverso, en la reseña mencionas 11; igual habían «favores» u otro concepto) chorrocientas formas diferentes de puntuar etc, resultando un engendro con numerosas mecánicas enrevesadas y bien ajustadas, las cuales benefician a los que más se calientan la cabeza y/o tienen mayor capacidad de análisis y mayor experiencia en el juego.
Como consecuencia de lo anterior es muy proclive al parálisis, si coincides con el típico jugador que hasta no hallar la jugada perfecta no mueve, ya puedes tomarte un Valium. Puede resultar ideal para aquellos que les gusta calentarse mucho la cabeza y no les agrada el factor azar, pero precisamente por ello no es juego para mi.
Otra cuestión que me desagradó bastante es la regla de que otro jugador pueda utilizar un peón tuyo en tu propio tablero, lo cual te obliga a estar pendiente de los tableros ajenos (como si ya no tuvieras suficientes cosas a controlar) pues tú también puedes hacer lo mismo. Quizás sea esta la mecánica que más me desagrada en los eurogueims, no me gusta nada «que mojen en mi plato».
En mi opinión el juego es un dolor de cabeza. Tal vez jugado en solitario lo encontraría entretenido…
Un saludo.
Coincido en lo que comentas. Para mi es el peor diseño de Rosenberg. Quiso profundizar en lo conseguido con Le Havre pero se le fue de las manos. Largo y repetitivo. No es mal juego, pero, para mi gusto, queda lejos de los demás.
Saludos!
Esta reseña ya tiene sus añitos pero yo acabo de comprarme el juego. Soy muy fan del profeta Uwe aunque no tengo todo sus juegos, pero en ello ando con Agrícola, Campos de Arle que me llegó esta semana y hoy ha caido este Ora et Labora. Todavía no he hecho mas que destroquelar y revisar componentes pero lo de la cartulina… ¿en serio? Menos mal que lo he encontrado por 26,95€ porque si no, como dices es para sacar la antorcha. Hasta el momento lo poco que he leído me tiene confundida porque principalmente juego a 2 y no sabía ni como montar el rondel. En fin, manos a la obra a ver cómo se juega y qué tal está. Por cierto, me encanta que en tus fotos salga cómo organizas los tokens, facilitas mucho la vida, ahora solo me falta encontrar la caja 😂
Excelente tochoreseña, estoy de a poco poniendome al día. Agradezco bastante tu trabajo, te felicito por lo bien logrado que están cada una de las reseñas.
No sé si ya lo has comentado, pero cual sería tu TOP 5 de Uwe Rosenberg?
A día de hoy sería:
1. Agricola
2. Le Havre
3. Caverna
4. Glass Road
5. Hallertau
El quinto estaría muy disputado entre Hallertau y Campos de Arle.
Saludos!
Pues a mí me parece muy bueno, un fundamental del autor. Un reloj perfectamente engrasado… Para mí es un sobresaliente. No entiendo tu nota, a pesar de tu larga justificación, pero para gustos, colores. Muy buena la reseña.
Es que es tremendamente largo, baja variabilidad (solo puedes cambiar de un set a otro) y encima interacción baja y forzada. Dentro de la rama de juegos de Uwe de procesado de recursos, Le Havre es el rey, y luego con despliegue en tablero personal, Campos de Arle me parece mucho más interesante que este Ora et Labora. No es mal juego, pero eso, se queda muy abajo.