Crónicas Jugonas: Semana 51 del 2014 (15/12 – 21/12)

Penúltima semana del año. Muchas partidas y, algunas, a juegos contundentes. ¡Vamos al lio!

El lunes empezamos con un Love Letter en el descanso para el café con Diego y Enrique. Diseñado por Seiji Kanai, representaremos a un pretendiente de la princesa del reino. Para ello intentaremos hacerle llegar mensaje de amor a través de distintos personajes de la corte. Siempre tendremos un personaje en la mano, pero, en su turno, un jugador robará una segunda carta y deberá elegir cual juega y cual mantiene. Estas cartas desencadenan un efecto que afecta al resto de jugadores (intenta adivinar su carta, mira cual tiene, le obliga a descartarla, etc.). Tras la explicación pertinente, comenzamos el cortejo. Empezó Diego con una buena racha, poniéndose rápidamente con 3 prendas, mientras que Enrique y yo le seguíamos con 2. Entonces Enrique entró en modo conquistador, y metió la directa para llegar hasta las 5 prendas, llevándose la partida, mientras Diego y yo nos quedamos con 3. Un filler bastante sencillo que ofrece mucho con muy poco. Es carne de Print&Play, pero para momentos como este funciona bastante bien.

Enrique es todo un seductor
Enrique es todo un seductor

El martes Sandra fue a hacer una prueba para un curso y tenía que hacer transbordo al lado de mi lugar de trabajo, así que aprovechó para venirse a la partida del café. El juego, de nuevo, ¡Pingüinos!, de Günter Cornett y Alvydas Jakeliunas. Se trata de un abstracto disfrazado con unos adorables pingüinos que lucharan por hacerse con el mayor botín de peces posible. Un tablero formado por losetas hexagonales en las que nuestros pingüinos se moverán en línea recta tomando la loseta sobre la que estaban al comienzo del movimiento, sin pasar por encima de otros pingüinos ni por huecos. Partida muy disputada, con un reparto muy equilibrado de los peces. De hecho, la partida se la podría haber llevado cualquiera, ya que con el baile de una loseta de tres pescados hubiese cambiado todo. La partida se la llevó Enrique con 28 puntos, yo segundo con 24, Sandra tercera con 23 y Diego último con 22. Genial juego abstracto al que puede jugar toda la familia. Además es de esos pocos abstractos que ha sabido elegir bien el tema (losetas de hielo que se derriten y van dejando pequeños huecos en el mar).

Invitada de excepción a las partidas del café
Invitada de excepción a las partidas del café

Por la tarde Sandra y yo le volvimos a dar otra oportunidad al Bruges de Stefan Feld. Un juego típico de este diseñado, con varios minijuegos interconectados con una mecánica principal. En este caso serán unas cartas que podrán ser utilizadas para realizar diversas acciones. Un batiburrillo de mecánicas en pos de hacer más puntos que nadie. Lo más importante son los personajes, que al poner sobre la mesa permiten realizar diversas acciones. ¡A la cuarta fue la vencida! Aunque no se cuanta cuota de la victoria me pertenece a mí y cuanta a la dama fortuna. Me centré en intentar llegar al comienzo de cada ronda para intentar avanzar todo lo posible en el ayuntamiento, así como en los personajes intentando encontrar algún combo decente. Pude aprovechar uno en el que ganaba puntos por tener personajes de mercado (tenia 3). Pero sensación de control cero. Me comí un par de desgracias, pero nada grave. Sandra, por su lado, tuvo mala suerte con los colores a la hora de vender cartas (nunca salían valores altos para las cartas que había tomado). Además, todas sus cartas eran carísimas de jugar. Intento avanzar por los canales, pero, en los momentos clave, tampoco pudo robar cartas de los colores adecuados. Resultado final: yo con 59 puntos por los 41 de Sandra. Sigo pensando que el juego es extremadamente azaroso. Como dice Clint en su reseña, un juego puramente táctico, en el que te tienes que olvidar de estrategias a largo plazo y, como mucho, pensar en guardarte algo para el turno siguiente, pero poco más. Puede ser bastante frustrante la verdad.

¡A la cuarta fue la vencida!
¡A la cuarta fue la vencida!

El miércoles para la hora del café volví a traerme Un Imperio en 8 Minutos, un juego de Ryan Laukat con mecánica de mayorías reducido al mínimo, con cartas de acción que, a su vez, sirven para un set-collection final. La verdad es que se nota la experiencia adquirida por los tres. Las partidas son cada vez más tensas y se deciden por detalles. Esta vez, probablemente fue un ataque de Diego contra mí cuando el rival a batir era, en ese momento, claramente Enrique. Tuve muy pocas oportunidades para expandirme por mar, así que me centré en el continente principal. Diego hizo su clásica jugada de alcanzar una esquina y fundar ahí una ciudad para luego volver hacia atrás. Enrique por su lado tomó la zona sur y la isla pequeña. Finalmente, las mercancías le dieron la partida a Enrique, especialmente las obtenidas del tablero. Resultado final: Enrique 15 puntos, yo segundo con 14 puntos, los mismos que Diego (pero yo tenía más monedas). Una maravilla de filler ideal para estos momentos, aunque puede saber a poco si se saca en una sesión más pausada. Pero bueno, para eso existe El Grande.

Partida superajustada
Partida superajustada

Por la noche yo tenía unas ganas tremendas de volver a jugar al Terra Mystica, el grandioso juego de Jens Drögemüller y Helge Ostertag en el que iremos terraformando las distintas casillas de terreno para poder expandir nuestras edificaciones, donde cada raza tiene unas habilidades especiales que potencian diversas estrategias, con algunos elementos diabólicos, como los cuencos de poder, cuyos puntos casi nunca estarán distribuidos como más nos interesen. Sandra jugó con los gigantes, mientras que yo elegí los Alquimistas. Partida que comenzó muy bien para mí pero en la que Sandra se rehizo y fue abriendo brecha poco a poco. Probablemente mi mayor fallo estuvo en utilizar demasiado mi habilidad de poder cambiar puntos de victoria por monedas, pero es que no tuve más remedio. Sandra se tiró de cabeza a construir la fortaleza e ir terraformando de forma gratuita prácticamente en cada turno. No fue decisivo, pero el último turno Sandra pudo cuadrar todo para llevarse, incluso, la mayoría en extensión. Yo logré recortar bastante con los templos y dos ciudades que funde, pero no fue suficiente. Resultado final: Sandra 120 puntos por los 99 míos. Un grandioso juego, con una producción brutal (tal vez exagerada), pero con unas mecánicas superinteresante, sobre todo el uso de los cuencos de poder, cuyas fichas nunca están como nos gustaría en cada momento. A dos es muy ágil, aunque se echa en falta algo más de vida en el tablero.

Los gigantes fueron demasiado para los alquimistas
Los gigantes fueron demasiado para los alquimistas

El jueves por la mañana Diego tenía el día libre, así que Enrique y yo aprovechamos para echar nuestra partidita de Hive semanal. Diseñado por John Yianni, nos encontramos ante uno de los mejores juegos abstractos a los que he jugado. Una especie de ajedrez con bichos donde el tablero lo forman las propias piezas hexagonales (cada una con un tipo de movimiento distinto). Una regla fundamental: la colmena no puede separarse en ningún momento. Enrique jugaba con negras y yo con blancas. Partida que ha seguido la tónica de las últimas jugadas: iniciativa tomada por mí y un fallo en un momento clave de Enrique que le condenaron. En un ataque desesperado por intentar igualar la contienda, lanzo un escarabajo directo contra mi reina (sin pasar por encima de la colmena), pero no vio que liberaba a un saltamontes que, además pasaba a bloquear directamente su reina. Dos pájaros de un tiro. A partir de ahí todo fue coser y cantar. Si os gustan los juegos abstractos o disfrutáis con el ajedrez y/o las damas, probad esta maravilla. Además en su versión pocket es muy asequible económicamente. A mí me parece un must have.

Ganan las blancas en 2 movimientos
Ganan las blancas en 2 movimientos

Por la noche Sandra y yo sacamos a la mesa un nuevo estreno, aunque ya habíamos jugado en el iPad: Kahuna. Un juego para 2 diseñado por Günter Cornett en el que cada jugador representa a un chamán compitiendo por conseguir el control de las islas mediante. Para ello los jugadores irán robando y jugando una serie de cartas que indican una de las islas del mapa, pudiendo construir puentes desde ella hacia otra o, jugándola junto a otra carta, eliminar un puente del rival. Cada vez que un jugador construye mayoría suficiente de puentes en una isla, coloca uno de sus sellos y todos los puentes del rival hacia dicha isla son destruidos. Se juegan 3 rondas. En la primera hay un punto en juego, en la segunda dos puntos y en la tercera la diferencia de islas controladas. La partida comenzó muy igualada. De hecho, la primera ronda quedó en empate, por lo que ninguno nos llevamos puntos. En la segunda conseguí tomar una pequeña ventaja, consiguiendo mis dos primeros puntos. Pero en la tercera Sandra le dio la vuelta al marcador, ganándome por dos islas de diferencia. A igualdad de puntos, el empate se deshace por puentes construidos, donde Sandra me sacaba una gran ventaja, así que, victoria para la señorita. La verdad es que es un juego que desde que lo probé en el iPad me ha resultado muy curioso. Es bastante abstracto pero la edición es un auténtico lujo. Rápido y adictivo. Ideal para esas noches en las que no hay muchas ganas de jugar a algo largo.

Remontada épica
Remontada épica

El viernes en la hora del café arriesgué un poco y me llevé el Carcassonne. Diego sabía jugar, pero Enrique era novel. Un juego de Klaus-Jürgen Wrede en el que, mediante la colocación de losetas, iremos formando Carcasona. Los jugadores, en su turno, roban una loseta y la colocan de forma coherente sobre la mesa, pudiendo colocar un meeple sobre ella para intentar completar una estructura con la que puntuar (caminos, castillos o claustros, además de los granjeros). La norma más importante es que no se puede colocar un meeple en una estructura en la que ya haya alguno otro, de forma que solo se podrá intentar arrebatarla mediante una incorporación indirecta (comenzando otra estructura del mismo tipo y contándolas). Jugamos sin expansiones, ya que no tenemos mucho tiempo. De hecho, íbamos con el modo turbo, de forma que un jugador cada vez que colocaba su loseta automáticamente robaba una nueva para ir pensando donde colocarla. La partida comenzó dominada por Diego, que prefería ir a ciudades y caminos, olvidándose de los granjeros. Enrique, al ser primerizo, decidió seguir la estrategia de Enrique. Yo por mi lado, teniendo en cuenta que salieron muchos claustros juntos, decidí tirar a por granjeros, pero cometí un error fatal, temeroso de que Enrique me empatase, y asegure los pastos con 3 granjeros, cuando probablemente con dos habría sido suficiente. Ese meeple podría haberme servido para llevarme la partida en un par de jugadas en las que no pude puntuar nada. Pero no pudo ser. La victoria fue para Diego con 84 puntos, Enrique segundo con 80 y yo tercero con 77. Un juego que nunca falla. Por eso es uno de los grandes clásicos y que sirve como puerta de entrada muchos jugadores cada día.

Campus de claustros
Campus de claustros

El domingo quedamos con José Luis y Silvia para disfrutar de la última sesión del 2014. Empezamos con el plato fuerte, Antiquity, un juego diseñado por Jeroen Doumen y Joris Wiersinga en el que cada jugador controla a una civilización en expansión por un mapa hexagonal. Comenzando con una ciudad, habrá que ir desarrollándola para poder expandirnos, extraer los recursos del tablero y poder alcanzar la victoria. Esta se consigue cumpliendo un determinado objetivo propuesto por uno de los posibles Santos a los que podemos dedicar la Catedral (uno de los edificios a construir). La partida fue más bien de prueba, ya que era la primera vez que jugábamos Sandra y yo y a 4 José Luis y Silvia no lo habían probado. Yo cometí un primer fallo nada más comenzar, intentando centrarme en conseguir mucha madera para poder construir rápido, pero me olvide de la comida. Tuve la suerte de encontrar vino en una exploración y pude acumular ciertos lujos que me dieron un pelín de ventaja. Pero esta se esfumo en cuanto Silvia y José Luis construyeron su Catedral y obtuvieron el correspondiente beneficio, el cual yo eche en falta. Lo que si construí fue el Hospital y a mí la hambruna no me daba tantos disgustos como al resto, aunque la polución tenia cercada mi ciudad. Sandra fue la primera que comenzó a estar contra las cuerdas, de forma que decidimos dejar la partida en este momento. Un juego que le falta el factor confrontación para ser un 4X y que se caracteriza por un nivel de agobio y dureza muy interesante. Y los errores se pagan muy caros. A mí me dejó un grandísimo sabor de boca y estoy deseando empezar de nuevo una partida ahora sabiendo de qué va la historia. Un juego que es complicado de conseguir y que lleva descatalogado mucho tiempo. Afortunadamente, José Luis es el maestro de los Print&Play, y gracias a su trabajo podemos disfrutar de este grandioso título. Si alguna vez es reeditado, seguramente no me lo piense mucho.

El Print&Play mas grande jamás visto
El Print&Play mas grande jamás visto

Después, para liberar un poco las neuronas, sacamos el Sushi Go!, un juego diseñado por Phil Walker-Harding que toma la mecánica principal del 7 Wonders y la reduce a la mínima expresión, centrándose únicamente en el set-collection. Echamos dos partidas, y ambas acabaron en victoria mía. En la primera gracias a una espectacular primera ronda en la que anoté 22 puntos, mientras que en la segunda partida fue en la segunda partida conseguí engarzar dos rondas de más de 20 puntos, y, aunque al final perdí puntos por no haber podido conseguir ningún pudding, tenía suficiente colchón para volver a ganar. Resultados de la primera partida: Yo vencedor con 44 puntos, Sandra y Silvia con 31 y José Luis con 30. En la segunda gane con 45 puntos, Sandra con 41, Silvia con 36 y José Luis con 33. Un filler ultrasimpático de esos que enganchan y no puedes jugar solo una partida. Es de esos juegos que tienen las tres B: bueno, bonito y barato. Seguro que rellenará muchas sesiones.

Ronda final de la primera partida
Ronda final de la primera partida

Después llegó un momento largamente esperado por mí: el estreno de 15 Días, de nuestro querido Gonzo Bríos. Un juego de cartas en los que cada jugador interpreta a un miembro de una familia (Lerma u Olivares) intentando ganarse el favor del próximo rey. Para ello iremos jugando personajes con una serie de valores en tres poderes (eclesiástico, gubernamental y social). La gracia es que cada ronda se compone de dos confrontaciones, una primera en la que competimos en familia (todos los miembros de una contra los de otro) y, posteriormente, una confrontación de todos contra todo. Lo que te guardes en la confrontación familiar podrá utilizarlo en la individual. La verdad es que la partida fue un coitus interruptus. Comencé explicando la historia, pero, seguramente, la partida de Antiquity nos dejó las neuronas fritas. Costó comprender los conceptos y la partida no fue nada fluida. Decidimos parar tras la primera ronda ya que no lo veíamos claro. Una pena. Intentaremos jugarlo Sandra y yo con el modo de dos jugadores para comprender bien las mecánicas y así poder orientar un poco al personal. No es un juego sencillo y cuesta ver como plantear la partida.

Primer intento de partida, aunque estuvimos muy espesos
Primer intento de partida, aunque estuvimos muy espesos

Como vimos que el horno no estaba para bollos, sacamos el Polilla Tramposa para reírnos un rato. Un juego de cartas diseñado por los hijos del matrimonio Brand, Emely y Lukas, en el que se deberá jugar una carta cuyo valor será una unidad inferior o superior a la última jugada. Se juegan tantas rondas como jugadores haya, y estas acaban en el momento que un jugador se queda sin cartas, mientras que el resto de jugadores anotan puntos negativos en función de lo que les quede en la mano. La gracia está en que un jugador debe ejercer de guardián, mientras que los demás intentarán hacer trampas deshaciéndose de cartas fuera de su turno, especialmente de las odiosas polillas, las cuales solo pueden ser jugadas por el guardián. Además, algunas cartas permiten realizar ciertas acciones. Como siempre, risas aseguradas con este juego, aunque la mesa en la que estábamos no era la ideal. Tendríamos que haberla cerrado porque era imposible hacer trampas cuando el guardián estaba en el mismo lado de la mesa. Lo mejor era la empanada que traía el personal a la hora de jugar los mosquitos, que siempre había uno que se quedaba bastante cogido y reaccionaba tarde no, lo siguiente. De hecho, en la segunda ronda Sandra encadenó tres mosquitos siendo la más lenta y se llevó casi cincuenta puntos. Lo más curioso es que fue la ganadora de las dos últimas rondas, pero no fue suficiente. Yo pude defenderme bastante bien. Solo una ronda en la que me tocaron una cantidad increíble de polillas tuve que ser muy descarado para que me pillasen y poder ir librándome de esa morralla. Finalmente, la partida cayó de mi lado. Resultado: yo vencedor con 18 puntos, José Luis segundo con 24, Silvia tercera con 42 y Sandra última con 53. Como viene siendo habitual, un juego ultradivertido. Es genial ver cómo la gente le echa morro e intenta deshacerse de cartas delante del que le toca ser guardián. Lo mejor es cuando tú te das cuenta pero el no, y la mitad de las veces no puedes contenerte la risa.

La ronda infernal de Sandra
La ronda infernal de Sandra

Para cerrar la sesión, sacamos uno de los últimos fillers de lata de Asmodee que ha entrado en mi colección y que ya estrenamos la semana pasada: The Builders: Middle Ages. Un juego de Frédéric Henry en el que se mezcla mecánica de draft, puntos de acción y set collection. Partida más densa de lo esperado, con los jugadores intentando cuadrar al milímetro los trabajadores para no desperdiciar ni una moneda, lo que alargó la historia más de la cuenta. Yo me embarqué en una empresa complicada, intentando construir un gran castillo que me reportase una buena cantidad de puntos. Pero cuando logré terminarlo ya era demasiado tarde, porque Silvia había metido la directa, con José Luis siguiéndole de cerca. Sandra comenzó bien pero se trabó al final de la partida, perdiendo fuelle. Resultado final: Silvia vencedora con 23 puntos, José Luis segundo con 21 y Sandra y yo empatados con 16 puntos. Gran filler, muy bien pensado, con detalles muy sutiles que nos harán estar haciendo cálculos y afinar mucho con nuestras acciones.

¡Cuidado con el AP!
¡Cuidado con el AP!

Y con esto termina la penúltima semana de este año. Manteniendo un buen ritmo. El jueves bajamos a Sevilla. A ver qué tal el cambio de aires y las vacaciones.

8 comentarios

  1. Tiene mucho mérito el p&p del Antiquity, que es más vistoso que el original. De hecho si en su día hubiera sido como ese, igual lo habríamos comprado…aunque al final lo que nos echó para atrás es que para ser tan largo, parecía un solitario hasta el final (en el que si te habías extendido igual llegabas a tocar a los demás) y al no perdonar errores, también nos parecía bastante dirigido.
    El Kahuna, con su equilibrio entre atacar y defender, también está muy bien, aunque en nuestras partidas nos resultaban demasiado claves las islas en torno a Gola.

    1. José Luis se lo ha currado mucho. Ha utilizado el diseño de los tableros de Tobago y ha creado las superlosetas hexagonales. Muy currado. Tan largo no parece. Yo creo que a dos en menos de dos horas está ventilado. Lo que si es exigente al máximo. Pero bueno, como a dos no se extenderá mucho, creo que está way. Las distintas estrategias a seguir en funcion de a quien le construyas la catedral tiene su gracia.

      Al Kahuna le tengo que echar mas partidas. La Isla de Gola la dominé yo y perdí 😛

  2. Creo que se necesitan varias partidas para ver todo el potencial de Antiquity. La duración depende mucho de la "eficacia" de los jugadores a la hora de ir a por su objetivo y como es tan duro… nuestro objetivo se limitaba a no morir de hambre, jeje. De todas formas, me pareció un verdadero juegazo.

    1. Si, le tengo unas ganas locas. Tenemos que montar una de esas sesiones brutacas en las que nos metemos dos o tres chutes buenos de este tipo. xD

  3. Madre mía que print&play más chulo el del Antiquity!! si os acordáis dadle la enhorabuena de mi parte xD
    Y yo aún sin haber probado el Terra Mystica. Dios santo qué ganas de jugarlo. Ansiedad es decir poco xD

    Saludos!

    1. Muy currado! Utilizó el diseño de los tableros del Tobago para generar las losetacas hexagonales. Le ha quedado genial. Lo tienes mas arriba (suele comentar habitualmente), es José Luis Robledo, por si quieres felicitarle directamente! The Print&Play Master!

      Y al Terra Mystica juega ya! Es un juegaco. No creo que merezca la posición que ocupa ahora mismo en la BGG, pero aun así es un superjuego.

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