Primeras Impresiones: Clans

Hoy os traigo las impresiones tras jugar a un juego del famosísimo Leo Colovini, autor de títulos como Cartagena, Inkognito o Atlantis entre otros, y que tiene ya sus años (fue publicado en el 2002).

Estos cavernícolas eran expertos en pintura...
Estos cavernícolas eran expertos en pintura…

En Clans representaremos a un determinado clan de la prehistoria que intenta imponer su supremacía entre los demás. La gracia es que los jugadores solo conocen el color del propio clan al que representan, desconociendo el color de los demás jugadores. Como supondréis, hay siempre un clan más que jugadores en la partida, de forma que siempre existirá la duda de la identidad de cada jugador.

La mecánica es muy sencilla. Al principio de la partida las cabañas de todos los clanes se encuentran repartidas por el tablero de forma más o menos homogénea (aunque de forma aleatoria). Un jugador en su turno únicamente podrá realizar una única acción: mover todas las cabañas que se encuentren en una región a otra donde se encuentre otra cabaña.

Cuando una región con cabañas queda aislada, esto es, que no tiene ninguna región adyacente con cabañas, se forma un asentamiento. Entonces, cada clan representado en las cabañas que forman el asentamiento anotarán la misma cantidad de puntos (independiente de la cantidad de cabañas de cada color), y esta será el número de cabañas que forma el asentamiento. Existe una excepción y es que, si al formarse un asentamiento hay representación de todos los clanes en juego, solo permanecerán en el asentamiento aquellos clanes que tengan más de una cabaña. El resto se descarta. Posteriormente se puntúa, avanzando los marcadores de cada color representado en el asentamiento en el track de puntuación.

Adicionalmente, existe un track (que es el que marca el fin de la partida), que premia la formación de asentamientos en determinados territorios (suman unos puntos extras al total del asentamiento) y penaliza en otros (anulando la puntuación). Este track tiene una serie de marcadores, que equivalen a un punto al final de la partida. Cuando un jugador forme un asentamiento, tomará este marcador, independientemente de cuanto anote el asentamiento. Cuando se acaben los marcadores, finaliza la partida. Entonces se revelan los colores. El ganador será aquel cuyo color esté más adelante en el track de puntuación.

Y poco más. La verdad es que el juego se explica en un periquete y se juega en otro. Como habréis supuesto, el juego tiene el tema pegado pegadísimo. Cosa habitual por aquellos tiempos en el mundillo lúdico. Antes no había que disfrazar una mecánica para que vendiese más. Simplemente se le maquillaba un poco y para adelante.

Tonalidades muy de sabana africana
Tonalidades muy de sabana africana

La partida me transmitió unas sensaciones muy similares a las que he ido teniendo con el precioso Indigo de Reiner Knizia: partidas con bastante caos y difícil control de la situación (sobre todo a 4 jugadores), en las que el factor negociación influye mucho pero, como tres jugadores se pongan de acuerdo, pueden arruinarle la estrategia a un cuarto.

De hecho, la estrategia a la que se tiende es precisamente intentar evitar puntuar tu color directamente, sino ir preparando las jugadas al jugador siguiente para que sea el quien las puntúe, ya que en este juego es fundamental intentar mantener oculta tu identidad y crear toda la confusión posible, porque como sea muy obvio, las probabilidades de quedarnos fuera de la partida son muy elevadas, sobre todo si nuestro color va en cabeza.

Entretenido, rápido y bastante abstracto. Este Clans gustará mucho a jugadores que disfruten con títulos como Indigo, Vineta o Kingdom Builder.  A mí me pareció un gran juego, aunque no creo que acabe en mi ludoteca al tener tantas similitudes con otros títulos de mi colección.

9 comentarios

  1. Me ha gustado mucho a mi también. Es una mecánica superbasica, pero nos mantuvo pegados los ojos al tablero a los cuatro durante toda la partida. Hay que jugarlo otro día para exprimirlo, ahora que ya sabemos jugar.

  2. Este lo tenemos pendiente de fabricar (los tableros nos dan más trabajo…).
    Por lo que leemos no nos daremos prisa, porque ya tenemos otros listos para probar como el Go West. Aún así le daremos su oportunidad algún día porque nos suelen gustar los juegos de Colovini: muy abstractos como dices, pero "caóticamente" entretenidos. Una pena también que casi todos estén descatalogados.

  3. Hola a todos! Me acabo de comprar este juego de segunda mano y resulta que viene sin instrucciones! Alguno de vosotros sería tan amable de enviarme las instrucciones del juego? No lo encuentro en internet…
    Gracias de antebrazo!

Responder a Jose Luis Robledo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *