Reseña: Yangtze

Introducción

Una vez más, como cada año, llega la noche de luna llena del duodécimo mes del calendario lunar. Es el momento de celebrar el festival de los farolillos y cubrir el lago con la magia de las más maravillosas combinaciones de coloridos farolillos.

Portada

Así se nos presenta este Yangtze. Un diseño de Christopher Chung, siendo este su único juego publicado hasta la fecha. El titulo se editó por primera vez en 2015 de la mano de Foxtrot Games y Renegade Games bajo el nombre de Lanterns: The Haverst Festival. Posteriormente sería licenciado en numerosos países, como Corea por Korea Boardgames co., Alemania por Pegasus Spiele, Francia por Matagot u Holanda por White Goblins Games. De las ilustraciones se encarga Beth Sobel, responsable del aspecto de juegos como Between Two Cities, Herbaceous o Coldwater Crown.

En nuestro país se encuentra publicado por Devir bajo el nombre de Yangtze, aunque el juego es completamente independiente del idioma (a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de entre 30 y 45 minutos. El precio de compra recomendado es de 24,99 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición en alemán de Pegasus Spiele.

Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 27,5×19,1×6,7 cm. (caja rectangular mediana tipo Saint Petersburg o Santiago de Cuba), nos encontramos con los siguientes elementos:

  • 36 Losetas de Lago (de cartón)
  • 90 Cartas (45×68 mm.):
    • 56 Cartas de Farolillos (8 de cada color: verde, negro, naranja, violeta, azul, rojo y verde)
    • 30 Cartas de Recompensa
    • 4 Cartas de Referencia
  • 20 Barcas (de madera)
  • Reglamento
Contenido

Mecánica

Yangtze es un juego de colocación de losetas en el que los jugadores intentarán hacer coincidir los lados de la loseta a colocar con las que ya se encuentran sobre la mesa para obtener cartas de farolillos de distintos colores. Posteriormente, con estas cartas cumplir una serie de encargos que requieren diversas combinaciones de cartas. El jugador que consiga completar los mejores encargos será el ganador.


Conceptos Básicos

Empecemos con las Losetas. Estas muestran una zona de lago con grupos de farolillos de colores (azul, verde, rojo, naranja, violeta, negro o blanco), de forma que cada lado se asocia a uno de estos grupos. Adicionalmente, existen losetas que muestran una plataforma central con un símbolo. Uno de los conceptos clave a la hora de colocar losetas sobre el tablero será intentar hacer coincidir lados con el mismo color de farolillos.

Losetas de Lago

Por otro lado, tenemos las Cartas de Farolillo. Estas se consiguen al colocar losetas sobre el tablero, tanto en el propio turno del jugador, como en el de los demás jugadores. Estas cartas siempre se tendrán visibles, no existiendo un límite de mano propiamente dicho (aunque cuando se alcance un determinado número estaremos obligados a ejecutar una acción concreta). El número de cartas en el suministro será finito, de forma que, si un jugador debiese recibir cartas de un determinado color y no quedasen, se quedará sin recibir dichas cartas.

Cartas de Farolillo

Los Barcas permitirán intercambiar cartas que hayamos conseguido por otras que nos interesen en un momento dado. Estas barcas se conseguirán al hacer coincidir lados de losetas que contengan plataformas con símbolos.

Barcas

Por último y no menos importante, tenemos las Cartas de Recompensa. Estas son las que proporcionan puntos de victoria. Existen tres tipos según las tres combinaciones de cartas de farolillo que se requieren: una de cada color, tres parejas o cuatro del mismo color. De cada tipo existe un numero de cartas que van proporcionando cada vez menos puntos. Estas cartas muestran una serie de puntos rojos que sirven para discriminar algunas de ellas a la hora de configurar la partida en función del número de jugadores.

Cartas de Recompensa

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se coloca la loseta de barca (la que tiene un reverso de color negro) en el centro del tablero de forma que cada lado mire a un jugador.
  2. Se mezclan el resto de losetas y se prepara una pila con una cantidad de losetas dependiente del número de jugadores en la partida:
    • 2 Jugadores: 22 Losetas
    • 3 Jugadores: 27 Losetas
    • 4 Jugadores: 32 Losetas
  3. De esta pila se entregan 3 losetas a cada jugador como mano inicial.
  4. Se forma un suministro con las cartas de farolillo. La cantidad de cartas de cada color depende del número de jugadores:
    • 2 Jugadores: 5 cartas de cada color
    • 3 Jugadores: 7 cartas de cada color
    • 4 Jugadores: 8 cartas de cada color (todas las disponibles)
  5. Cada jugador recibe una carta de farolillo del color correspondiente al lado que mira hacia él de la loseta inicial (blanco, rojo, negro o azul).
  6. Se forma una reserva general con las barcas.
  7. Se forma un suministro de cartas de recompensa en función del número de jugadores:
    • Para 2 jugadores se retiran todas aquellas que tengan 3 o 4 puntos rojos.
    • Para 3 jugadores se retiran todas aquellas con tengan 4 puntos rojos.
    • Para 4 jugadores no se retira ninguna carta.
  8. Las cartas de recompensas se organizan en pilas de valor creciente, de forma que en la parte superior de una pila de cartas del mismo tipo esté el valor más alto, y en el fondo el valor más bajo.
  9. Adicionalmente, se sitúan las 3 cartas de recompensa general al lado de las pilas de recompensas.
  10. El jugador inicial será el que haya recibido la carta de farolillo rojo.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Yangtze tiene un número rondas determinados por el número de losetas que forman la pila inicial. En cada ronda, cada jugador disfruta de un turno que se desarrolla de la siguiente manera:

  1. Intercambiar Cartas (opcional): el jugador puede intercambiar una (y solo una) carta de farolillo de su mano con una de la reserva general devolviendo a cambio de 2 barcas. Si un jugador no dispone de al menos 2 barcas no podrá ejecutar esta acción.
  2. Completar Encargo (opcional): si el jugador dispone en su mano de las cartas de farolillo necesarias para reclamar una carta de recompensa, devolverá estas cartas y tomará la carta superior de la pila de ese tipo de recompensa. Solo se puede reclamar una carta de recompensa por turno. Si no quedasen cartas de recompensa de un tipo, se puede tomar una carta de recompensa general (estas no están limitadas, por lo que, en el raro caso de que se agotasen, se anotan los puntos). Si el jugador dispone en su mano de 12 o más cartas de farolillo, esta acción se convierte en obligatoria.
  3. Colocar una Loseta de Lago (obligatorio): el jugador coloca una loseta en el tablero, de forma que esta se disponga adyacente de forma ortogonal (lado con lado) a al menos una loseta de las ya colocadas. Tras esto, los jugadores reciben cartas de farolillo:
    • El jugador activo recibe una carta de farolillo del color correspondiente por cada lado de la loseta colocada coincidente con los lados de las losetas ya colocadas.
    • Si alguna de las losetas con las que ha habido coincidencia en los colores muestra una plataforma con símbolo, el jugador recibirá una barca de la reserva por cada loseta que haya conectado correctamente a cada loseta con símbolo (si se conectan varias losetas con símbolo, se evalúa cada una por separado).
    • Adicionalmente, también recibirá una carta de farolillo del color correspondiente al lado que apunte hacia él (como con la loseta inicial).
    • El resto de jugadores recibirán, en orden de turno, una carta de farolillo correspondiente al color del lado que apunte hacia ellos.
    • Si se ha agotado la reserva de cartas de farolillos de algún color, los jugadores que debiesen recibir cartas de este tipo no la recibirán.

Tras esto, si la pila de losetas aún no se ha agotado, el jugador robará una nueva para volver a disponer de una mano de 3 losetas, y el turno pasará al jugador de la izquierda.

Detalle de Loseta

Fin de la Partida

La partida finaliza cuando la última loseta ha sido colocada por el último jugador. Cada jugador suma los puntos de cartas de recompensa y el que haya obtenido un mayor valor será el vencedor. En caso de empate, gana el jugador que disponga de más barcas. Si aún persiste la igualdad, el vencedor será el jugador con más cartas de farolillo. Si no se ha resuelto aún quien es el ganador, los jugadores empatados comparten la victoria.


Opinión Personal

Hoy reseñamos uno de esos juegos que llaman la atención por esa aura zen que desprenden. Es indudable que lo oriental tiene cierto magnetismo que nos atrapa. Es por eso que tuve que hacerme con una copia de Yangtze. La premisa era suficientemente interesante como para averiguar por mí mismo si es un diseño tan interesante como lo pintan. Y con la reciente publicación en nuestro país, esta tochorreseña gana en interés (más si cabe).

Detalle Mano de Losetas

En Yangtze nos volvemos a encontrar con un juego de colocación de losetas cuadradas para conformar un mosaico, en esta ocasión de los famosos farolillos de papel que hemos visto en muchas películas ambientadas en el lejano oriente. Nuestro objetivo como maestros farolilleros será completar unos determinados encargos lo mas rápido posible.

Estos encargos requieren que los jugadores vayan acumulando una serie de cartas que se consiguen al colocar las losetas en función de la coincidencia de los lados (color con color) además de la propia orientación de la loseta. Este es el detalle más importante del juego y en torno al cual giran la mayoría de decisiones a tomar durante la partida. Y es que, con cada loseta, por defecto, el resto de jugadores recibirán una carta de farolillo del color correspondiente al lado que apunte hacia ellos.

Y es que el juego no tiene mucho más. En tu turno, tienes tres losetas en mano, colocas una en el tablero para intentar recopilar el mayor número posible de cartas. Pero estas cartas están limitadas, de forma que, a medida que los turnos se desarrollen, habrá colores para los que no se podrá conseguir cartas. Aquí es donde entra la picardía y el saber gestionar nuestra reducida mano de losetas, pues, como he dicho, es una carrera de acelerones bruscos.

Detalle Zona del Jugador

Cuanto antes se reclame una carta de recompensa, más puntos se obtendrán. Así que el objetivo está claro, darse prisa en coleccionar las cartas necesarias para, al comienzo del siguiente turno, poder solicitar una de estas recompensas y vuelta a empezar.

La mayoría ya sabéis que la colocación de losetas es una de mis mecánicas favoritas. Ese factor «puzle dinámico interactivo» me atrae mucho. Por algo Carcassonne sigue siendo uno de mis títulos de cabecera y el primero que saco cuando toca evangelizar a un nuevo acolito. Son juegos intuitivos, fáciles de explicar y que siempre resultan satisfactorios porque, ganes o pierdas, tienes la sensación de haber contribuido a crear algo.

Sin embargo, no es menos cierto que es un género muy trillado y en el que es difícil innovar. Yangtze lo hace introduciendo ese elemento intermedio que son las cartas. Aquí el tablero que se va conformando realmente no tiene importancia al final de la partida. Es un medio para recopilar cartas, por lo que la máxima en cada turno será colocar la loseta que más cartas nos proporcione y, de paso, aprovechar las pilas exhaustas para que uno o más rivales no reciban cartas.

Esta es la clave, y, desgraciadamente, se vislumbra en la primera partida. Esta frase os habrá puesto en alerta. Y así es, el gran problema de Yangtze es que se le ven las costuras muy rápido. Una vez que comprendes la táctica para intentar hacerte con la victoria, el juego pierde totalmente el interés. Es cierto que, en función de la suerte a la hora de robar cartas y el mosaico que se esté conformando en el centro de la mesa, cada partida puede ser ligeramente distinta a la anterior. Pero la forma de encararla va a ser exactamente igual. Cada turno va a consistir en una evaluación de beneficios para cada una de las tres losetas en mano, tomar la más conveniente y esperar a que los demás hagan lo propio.

Loseta Inicial

Quien mejor sepa afinar a la hora de colocar losetas para recibir más cartas de farolillos, además de repartir esas «penalizaciones» en las que algún jugador se queda sin carta de regalo, será el que se lleve el gato al agua. La interacción no va más allá de esto. Bueno si, controlar los conjuntos de cartas que cada jugador va acumulando para intentar adelantarnos a la hora de reclamar recompensas. Pero poco más.

La palabra medianía le encaja como anillo al dedo. Un juego de colocación de losetas que puede satisfacer a quienes no hayan probado mejores títulos dentro de este género. Pero es que esto es algo muy complicado. No hablo ya de Carcassonne (aquí su tochorreseña) que está a años luz. Por ejemplo, otro de los juegos en catálogo de Devir, Cacao (aquí su tochorreseña), me parece que apunta exactamente al mismo público objetivo y ofrece una experiencia mucho más redonda. Por eso me extraña que la editorial haya visto interesante su publicación, disponiendo de juegos que se pisan y que, en mi opinión, son mucho mejores.

Es de esos juegos que salvas porque al menos te da un par de partidas en las que te paras a pensar y a comprender el patrón de actuación. Pero, a partir de ese momento, se va a jugar en modo automático. Y si os habéis leído este tocho, ya os he arruinado la diversión. Encaja dentro de ese grupo de juegos que están proliferando últimamente en el que la toma de decisiones es casi inexistente, pero el juego es bonito y tiene al personal entretenido colocando cositas en su zona de juego. Hablo de juegos como Cottage Garden (aquí su tochorreseña), Tokaido, El Principito: Hazme un Planeta (aquí su tochorreseña) o Deep Sea Adventure (aquí su tochorreseña). En este caso, al menos, tenemos algo que decidir.

Detalle Suministro de Cartas de Farolillo

Encima el juego no escala especialmente bien. A dos jugadores hay demasiado control en cuanto a lo que ocurre en el tablero, por lo que el factor azar gana demasiada importancia, ya que vamos a estar limitados por nuestra mano a la hora de colocar losetas y ajustar las ganancias de farolillos. A cuatro jugadores se incorpora un pequeño factor de caos que hace que el factor azar no sea tan determinante, ya que en cada turno ajeno nos suele caer una carta de regalo, por lo que ajustar a quien se perjudica en caso de que sea posible le confiere el punto justo para que no sea un aburrimiento.

La edición es, probablemente, lo más destacable del juego. Primero, por esas enormes losetas, con dimensiones superiores a lo habitual, además de utilizar un cartón de buen grosor. Las cartas son de tamaño estándar y pequeñas, cumpliendo perfectamente su cometido. Con acabado en lino, buen gramaje y respuesta elástica adecuada. Además, como no se barajan y no se tienen en mano, el enfundado no es necesario (aunque siempre recomendable). Los barquitos de madera son un detalle, sobre todo teniendo en cuenta que funcionan como simples marcadores. Podrían haber optado por fichas de cartón y el juego no se haría resentido. Y el reglamento está lleno de ejemplos clarificadores que prácticamente impiden jugar mal una primera partida.

El trabajo de Beth Sobel es más que interesante, siendo una de las bazas principales que el juego utiliza para atraernos. Portada, cartas y losetas irradian paz. Dan ganas de acercarse a la localidad oriental para disfrutar del festival de los farolillos. Lo mejor del juego, sin duda.

Detalle de Tablero

Y vamos cerrando. Yangtze es un juego de colocación de losetas muy relajado y que solo veo apto para esos jugadores ocasionales que no han probado ningún otro juego del estilo. Porque, en comparación, sale perdiendo con casi todos. Una mecánica que, si bien ofrece alguna decisión interesante, se acaba jugando casi en piloto automático. No molesta sentarse a la mesa a jugarlo, pero no merece la pena adquirirlo existiendo opciones mucho más satisfactorias. Le ha faltado poco para tener que repetir curso. Pero le voy a dar un…

Aprobado

Si te ha sido útil lo que has leído

¡Ayúdame a mantener el blog!

3 comentarios

    1. Porque yo un aprobado no es un juego que recomiende. Pero no me parece un desastre. Te invito a que ojees algún suspenso para que notes la diferencia. Yangtze es un juego más y que no aporta nada. Pero eso no lo convierte en un desastre.

  1. Finalmente el juego ofrece lo que indica y es perfecto para jugarlo con chicos de 10 años o personas de diferentes edades que no son jugonas. La idea de diversión es que haya competitividad entre los participantes y con este juego me da la sensación que compites a la igual, seas jugon o no.

    Saludos desde Lima – Perú.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *