Reseña: El Principito, Hazme un Planeta

Introducción

Ilustrado con las acuarelas originales de Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, hazme un planeta, al igual que la novela, está dirigido tanto a adultos como a niños. El juego transcurre en la galaxia poética y atemporal del Principito e incluye a todos los personajes de las obras de Saint-Exupéry, así como todos los elementos del exitoso relato: rosas, ovejas, baobabs… Para ganar, cada jugador tendrá que intentar hacer el planeta más bonito imaginable y acomodar en él a todos los amigos del Principito, zorros, ovejas, elefantes…

Portada
Portada

Así se nos presenta este El Principito: Hazme un Planeta, diseñado por Antoine Bauza (Takenoko, Hanabi o 7 Wonders) y Bruno Cathala (Abyss o Five Tribes). El juego fue publicado por primera vez en 2013 por Ludonaute en varios idiomas. Como no podía ser de otra forma, se han utilizado las ilustraciones originales de Antoine de Saint-Exupéry para el aspecto gráfico.

En nuestro país se encuentra editado por Asmodee Iberica, aunque el juego es completamente independiente del idioma, y el reglamento en español se encuentra disponible en la web de la editorial madre. Permite partidas de 2 a 5 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 25 minutos. El precio de compra recomendado es de 19,99 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición en español de Asmodee Ibérica.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 23×16×5 cm. (caja rectangular mediana similar a Mundus Novus), nos encontramos con los siguientes elementos:

  • 80 Losetas (de cartón)
  • 5 Marcadores de Puntuación (de cartón)
  • Reglamento
Contenido
Contenido

Mecánica

El Principito: Hazme un Planeta es un juego en el que los participantes deberán formar un planeta con 16 losetas. Estas losetas muestran diversos elementos que proporcionarán (o restaran) puntos al final de la partida en función de otras losetas (los personajes). La mecánica principal es un draft en el que se tomarán tantas losetas como jugadores, quedándose cada jugador con una.


Conceptos Básicos

El único y fundamental elemento de este juego son las losetas. Estas representan las partes de un planeta que tendremos que formar. De este modo, hay cuatro tipos de losetas: de Planeta Creciente, de Planeta Decreciente, de Interior del Planeta y de Espacio. Para formar un planeta completo harán falta cuatro losetas de cada tipo.

Tipos de Loseta
Tipos de Loseta

En las losetas aparecen ilustrado objetos, animales y personajes reconocibles del libro en el que se inspira el juego. Enumeremos: estrellas, puestas de sol, baobabs, serpientes, rosas, volcanes, farolas, cajas, zorros, ovejas (de tres colores: beige, marrones y blancas), elefantes y muchos personajes. Estos últimos serán los que proporcionen puntos de victoria en función de los elementos que nuestro planeta contenga. Estos elementos son inocuos si no existe un personaje que los «active», a excepción de los volcanes (restarán puntos al final de la partida) y los baobabs (no se podrán tener más de una determinada cantidad de forma simultánea en el planeta).

Cada tipo de loseta tiene sus particularidades. Las losetas de interior contienen elementos de todo tipo a excepción de los personajes, soles y estrellas.

Losetas de Interior
Losetas de Interior

Las losetas de planeta creciente y decreciente contienen todo tipo de elementos, salvo los personajes.

Losetas de Planeta Creciente y Decreciente
Losetas de Planeta Creciente y Decreciente

Y las losetas de espacio contienen exclusivamente personajes.

Losetas de Personaje
Losetas de Personaje

Y con esto ya tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se separan las losetas según tipo y se baraja cada pila por separado.
  2. En función del número de jugadores se retira un determinado número de losetas:
    • 3 Jugadores: se descartan, en secreto, 8 losetas de cada pila.
    • 4 Jugadores: se descartan, en secreto, 4 losetas de cada pila.
    • 5 Jugadores: no se descarta ninguna loseta.
  3. Se coloca la caja bocabajo y se colocan los marcadores de puntuación en la casilla de valor 0.
  4. Por último, se escoge al jugador activo inicial (según el reglamento, el jugador más joven).

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada
Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida a El Principito: Hazme un Planeta consta de 16 rondas. Cada ronda se desarrolla de la siguiente manera (en partidas de 3 a 5 jugadores):

  1. El jugador activo elegirá un tipo de loseta de las disponibles y robará tantas losetas como jugadores haya en la partida, colocándolas bocarriba en la mesa visibles para todos los jugadores.
  2. El jugador activo tomará una de las losetas visibles, que colocará en su planeta.
  3. Por último, señalará a un jugador que aún no haya tomado loseta para que elija una de las que aun queden disponibles. Se procede de esta forma hasta que todos los jugadores han tomado una loseta.

La ronda finaliza en el momento que todos los jugadores han tomado una loseta, siendo el que no tuvo opción de elección el nuevo jugador activo, esto es, aquel que tuvo que conformarse con la loseta restante.

A la hora de colocar las losetas, hay que seguir unas pequeñas normas de colocación según el tipo de loseta:

  • El planeta constará de 16 losetas colocadas en una matriz 4×4.
  • Las losetas de personaje van en las esquinas de la matriz.
  • Las losetas de interior de planeta se ubicarán en las cuatro posiciones centrales de la matriz.
  • Las losetas de planeta creciente y planeta decreciente deberán combinarse entre ellas, de forma que no podrá haber dos losetas del mismo tipo adyacentes.
  • No existe restricción en el orden en el que se pueden colocar las losetas, simplemente en la ubicación.
Planeta
Planeta

Como comentamos en los conceptos, los baobabs tienen establecido un límite, no pudiendo haber en ningún momento más de 2 baobabs en un mismo planeta. Si un jugador colocase una loseta añade un tercer baobab a su planeta, este deberá voltear las 3 losetas que los contienen (las 2 ya ubicadas y la nueva recién colocada).

Por último, los personajes proporcionan puntos de la siguiente manera:

  • El Vanidoso: 4 puntos por cada serpiente del planeta.
  • El Geógrafo: 1 punto por cada loseta del planeta sin volcán.
  • El Astrónomo: 2 puntos por cada puesta de sol en el contorno del planeta.
  • El Rey: proporciona 14 puntos si solo hay 1 rosa, 7 puntos si hay 2 rosas y no proporciona puntos si hay 3 o más rosas.
  • El Farolero: 1 punto por cada farola en el planeta.
  • El Cazador: proporciona 3 puntos por cada especie animal en el planeta (hasta 12 puntos, las ovejas solo cuentan como una especie independientemente del color).
  • El Borracho: 3 puntos por cada loseta girada a causa de los baobabs.
  • Hombre de Negocios: 2/3/5 puntos por cada oveja de color blanco/beige/marrón.
  • El Jardinero: 7 puntos si hay 1 baobab, 14 puntos si hay 2 baobabs.
  • El Astrónomo Turco: 1 punto por cada estrella (incluidas las de las losetas de personaje).
  • El Principito: 3 puntos por cada oveja, independientemente del color, y 1 punto por cada caja.

Fin de la Partida

La partida finaliza una vez todos los jugadores han formado su planeta, procediéndose a evaluar cada personaje.

Adicionalmente, el jugador que posea más volcanes al final de la partida perderá esa misma cantidad de puntos. En caso de empate en este aspecto, todos los jugadores serán penalizados.

El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate, el ganador será el jugador con menos volcanes. Si el empate persiste, los jugadores compartirán la victoria.


Variantes

  • Partidas a 2 jugadores: Se preparan igual que las partidas a 3 jugadores. Al comienzo de cada ronda, el jugador activo robará 3 losetas, las consultará y colocará en la mesa 2 de ellas bocarriba y otra bocabajo. A diferencia del modo normal, será el jugador no activo el primero en elegir. Tras esto, el jugador activo pasa a ser el que no lo fue en la ronda que finaliza.
  • Personajes Escondidos: cuando se escoja como tipo las losetas de personajes, a diferencia del resto de losetas, el jugador activo las consultará y elegirá una en secreto, pasando el resto de losetas también en secreto al jugador que él elija. Las losetas se colocan bocabajo en el planeta hasta el final de la partida, momento en el que se revelan.

Opinión Personal

Hoy analizamos otro juego que tira de franquicia para servir como ambientación. Nada más y nada menos que la famosa novela corta del escritor y piloto Antoine de Saint-Exupéry ¿Quién no ha leído El Principito? Vamos a ver si el juego hace honor a semejante clásico.

El Principito es, probablemente, uno de los libros que más personas hayan leído, aunque haya sido obligatoriamente al pasar por la escuela. Y es que, a pesar de tener una narrativa asequible y venir acompañado por unas ya icónicas ilustraciones realizadas por el propio autor, la novela esconde profundas reflexiones que lo alejan de las ñoñerías a las que estamos acostumbrados hoy en día.

Detalle de Planeta
Detalle de Planeta

Cada personaje, cada elemento que aparece en el libro tiene su razón de ser, como, por ejemplo, la caja, que hace alusión al desuso de la imaginación por parte de los adultos; los baobabs, que representan a los problemas que nos enfrentamos a lo largo de nuestra existencia; o los volcanes, esas tareas rutinarias que no son agradables pero que deben ser llevadas a cabo para que todo siga su curso correcto.

Antes que nada, he de confesar que suelo estar bastante en contra de la mercadotecnia utilizada para atrapar al cliente tirando de nostalgia, especialmente cuando se utilizan clásicos. Es cierto que se gana mucha visibilidad, pero el riesgo que se corre es tremendo, pues una decepción se propagará igual de rápido. Y detrás de la franquicia original suele haber una horda de fans escrutadores que examinarán al milímetro el resultado final.

Pero, aunque preferiría que a los clásicos los dejasen en paz, tampoco diré que soy un amante de la obra más famosa del piloto francés. Me leí el libro cuando era pequeño y la mayoría de los conceptos que se abordan escapaban a mi percepción. Pero poco más, así que, cuando adquirí este título lo hice sin expectativa alguna.

Ya había leído en varias reseñas que se trataba de un juego de colocación de losetas más draft sencillo y asequible, incluso para niños mucho más pequeños que los que se recomienda en la caja. Y todo esto es cierto. Nos encontramos con un diseño en el que los jugadores tendrán que formar un planeta de 16 piezas de 4 tipos cada una (4 piezas de cada tipo). Las que van en las esquinas determinarán que elementos del resto de losetas proporcionarán puntos  al final de la partida.  Y poco más.

Así que, de entrada, si, es un juego apto para jugar con los más pequeños (5-6 años), pues el primer objetivo es muy sencillo de conseguir: formar un planeta a modo de puzle de 16 piezas. Este es el principal objetivo, y que su consecución sea un éxito solo requiere de un poco de visión espacial y saber colocar las piezas en su posición correcta, como si del típico puzle de cubos se tratase (giras el cubo hasta que encuentres la pieza adecuada, y lo colocas).

Si la cosa quedase aquí, podríamos hablar de una decente iniciación a la colocación de losetas de forma similar a como lo hace Carcassonne Junior. Hacer el puzle y poco más. Sin embargo, el juego pretende ir mas allá, de ahí la elevada edad para lo que se exige a los participantes. Me estoy refiriendo a la importante cantidad de elementos distintos que hay que ir controlando, no solo en tu planeta, sino en el de los demás, para tener claro qué loseta es más preciada para cada jugador en un momento dado a la hora de elegir, tanto loseta como el siguiente jugador (en el caso de que no seamos el ultimo).

Tanto elemento y tantas posibilidades, con ese punto de interacción, es mucho pedir para niños no iniciados en el mundillo (hay mucho prodigio suelto). Y aquí es donde radica el gran problema del diseño: tiene una dificultad elevada para un rango de edad bajo, pero es extremadamente sencillo para jugadores de mayor edad. Uno de esos juegos que probablemente sea de usar y tirar, porque no tiene demasiado jugo y se le extrae rápido.

Es una pena, porque el juego tiene detalles interesantes, como por ejemplo el orden de turno decidido por los jugadores. En función de lo que cada uno tenga en su planeta podremos evaluar a quien estamos fastidiando más en un momento determinado (según personajes y baobabs).

Marcadores
Marcadores

Igualmente, es un momento interesante decidir qué tipo de pieza sale a reparto. Tomar los personajes demasiado pronto revela las cartas de todos los jugadores, pero hacerlo demasiado tarde nos dejarán sin margen de maniobra a la hora de conseguir el resto de piezas que permitan obtener la mayor cantidad de puntos.

No negaré que uno de los pequeños placeres del juego es ver como algún jugador debe rotar losetas a causa de nuestra elección (reciben su tercer baobab), pero no es suficiente para ofrecer un título remarcable.

Si no tenemos a niños muy pequeños en la mesa, yo recomiendo encarecidamente jugar directamente con la variante de personajes ocultos, ya que añade un puntito de incertidumbre, tiendo que entrar en el terreno de la suposición cada vez que un jugador tome una loseta.

También me parece interesante el sistema de selección cuando en la mesa solo haya dos jugadores, siendo el activo el que decida que loseta coloca como oculta. Pueden ocurrir cuatro cosas: que sea interesante para ambos, que no sean interesantes para ninguno, o que uno interesa y el otro no. El jugador activo hará uso de esa loseta oculta para intentar confundir lo máximo posible al contrincante y no se decante por la opción óptima.

Pero poco más. Son pinceladas que lo salvan de un suspenso. Pero no pasará a la historia como si lo ha hecho el libro en el que se inspira. Como juego de iniciación a la colocación de loseta, hay títulos mejores. Y, pasada esta fase, es un juego que dificilmente saldrá a mesa.

La edición mantiene un nivel de calidad muy elevado. Al final casi todo se reduce a losetas de cartón, las cuales tienen una destacable robustez y un grosor magnifico. Como detalle curioso, todo viene destroquelado y colocado en el inserto contenido en la caja, que solo deja espacio en la zona central para colocar los marcadores de puntuación. Eso sí, me parece una decisión desafortunada utilizar la trasera de la caja como tablero de puntuación. Lo normal es que, del uso, la trasera de la caja acabe con roces que afean el producto. Si al final es solo una caja, bueno, no importa. Y mira que no es necesario (con una simple calculadora se evalúa el resultado de cada jugador. El reglamento tampoco es que esté muy bien organizado. Intentando aprovechar las ilustraciones, queda un folleto en el que, a pesar de tener 4 hojas, hay veces que tienes que releer algo un par de veces porque no queda claro.

De las ilustraciones hablaré bien poco, ya que son exactamente las mismas que las del libro. Pero si quiero hacer mención a uno de los pocos elementos salvable del diseño (junto a los anteriormente mencionados). Y es la buena implementación temática de dos elementos en concreto: los baobabs y los volcanes. Los primeros representaban, como hemos dicho, los problemas que deben ser solventados antes de que se agolpen en nuestra agenda mental. Aquí ocurre algo similar, ya que si acumulamos demasiados baobabs tendremos que «limpiar» zonas de nuestro planeta, con la consiguiente pérdida de puntos en caso de no tener cierto personaje. Los volcanes elementos rutinarios que rellenarán nuestro planeta. Simplemente tendremos que intentar evitar ser quien más tiene, de forma que esa rutina diaria no nos absorba todo el tiempo del que disponemos. Y algunos personajes están bastante relacionados con su rol en el libro. En este aspecto no tengo nada que objetar.

Detalle de El Principito
Detalle de El Principito

Y vamos cerrando ya. El Principito: Hazme un Planeta es un juego sencillo y de aspecto agradable de colocación de losetas en el que tendremos que conformar un planeta repleto de elementos y personajes extraídos directamente de la obra literaria. Haciendo un símil cinematográfico, sería una película de animación de cualquier estudio que no sea Pixar, esto es, un producto que puede entretener a los más pequeños (aunque simplemente se rían por ver monigotes moverse), mientras que los mayores estarán deseando salir de la sala lo antes posible. Tiene ideas interesantes y, al menos, las primeras partidas entretiene, pero el jugo se le agota muy rápidamente, aunque es posible que a los fans del libro no les desagrade (del todo). No suspende, pero casi. Por ello le doy un…

Aprobado

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