Reseña: The Secret of Monte Cristo

Introducción

El joven y exitoso empresario Edmundo Dantés vuelve en barco a Marsella para casarse con su novia. Pero cuando llega allí se le acusa de un crimen que no ha cometido. Sin siquiera un juicio, pronto será encerrado como prisionero en las mazmorras del legendario Castillo de If. Durante su detención, se entera de la existencia de un tesoro de valor incalculable, que está enterrado en la isla de Monte Cristo. Después de una exitosa fuga de su prisión, consigue llegar a la isla y encontrar el tesoro. A partir de entonces, contando con una gran fortuna, empieza su campaña de venganza. Después de que por fin ha encontrado la paz, se embarca hacia un lugar misterioso y desconocido para encontrar consuelo y amor. Se dice que el conde de Montecristo ha ocultado una gran parte de sus activos en las mazmorras del Castillo de If. Muchos aventureros de Marsella se han embarcado en un bote de remos camino del castillo, con la esperanza de encontrar tantos tesoros como sea posible.

Portada
Portada

Así se nos presenta este The Secret of Monte Cristo, un juego diseñado por Charles Chevallier (Sultaniya o Abyss, junto a Bruno Cathala) y Arnaud Urbon (Utopia o Khronos, ambos junto a Ludovic Vialla). Publicado en 2011 de forma conjunta por Filosofia Édition en francés, Z-Man Games en inglés,  eggertspiele en alemán y Lautapelit en lenguajes escandinavos. De las ilustraciones se encarga el gran Michael Menzel, responsable de maravillas como Stone Age, Las Leyendas de Andor o Royal Palace.

No se encuentra editado en nuestro país, aunque es completamente independiente del idioma (a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 60 minutos. El precio de compra recomendado es de 46,95 €. Para esta reseña se ha utilizado la edición en alemán de eggertspiele.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,7×29,7×7,1 cm. (caja cuadrada de Eurogame estándar tipo Ticket to Ride), nos encontramos con los siguientes elementos:

  • Tablero de Juego (de cartón)
  • Deslizador (de cartón)
  • 36 Buscadores (9 en cada color: amarillo, rojo, verde y azul) (de madera)
  • 4 Discos marcadores (uno en cada color: amarillo, rojo, verde y azul) (de madera)
  • 30 Cartas de Bolsas (56×87 mm.)
  • 20 Bolas (6 rojas, 6 azules, 4 amarillas y 4 verdes) (de cristal)
  • 30 Tesoros (6 de cada tipo) (de cartón)
  • 5 Marcadores de Valor de Tesoros (de plástico)
  • Bolsa de Tela
  • Reglamento
Contenido
Contenido

Mecánica

The Secret of Monte Cristo es un juego en el que nos meteremos en la piel de uno de los cazadores de tesoros deseando de encontrar una fortuna en los calabozos del Castillo de If. Los jugadores irán colocando buscadores en las distintas mazmorras y haciendo acopio de bolsas para, cuando se desencadene una fase de tesoros, poder hacerse con el mayor botín posible. Mayorías y un original sistema de orden de turno son sus elementos más característicos.


Conceptos Básicos

Empecemos con el Tablero. Nos encontramos con un típico tablero de Menzel en el que tenemos una ilustración de fondo sobre la que se colocan marcas para los distintos conceptos:

  • En la parte superior izquierda encontramos cuatro Acciones de Bonificación con cuatro espacios
  • En la esquina superior derecha aparece Marsella a lo lejos, espacio que servirá como reserva de Cazadores de tesoros.
  • En la parte central encontramos el Castillo de If, donde se aprecian 6 columnas de posiciones y, al lado de estas, un espacio circular dividido en cuatro porciones para ir ubicando los tesoros.
  • En la banda derecha encontramos un pequeño track para el valor de los tesoros.
  • Debajo de este una zona para colocar el mazo de cartas de bolsas y los descartes
  • Finalmente, en la banda inferior, un marcador de puntuación que va desde 0 a 50.
Tablero
Tablero

El elemento de control principal de los jugadores serán los Cazadores de Tesoros. Estos se utilizarán para ocupar los espacios de las distintas mazmorras, en las cuales se conseguirán los tesoros que proporcionarán puntos de victoria. Cada jugador dispondrá, en total, de 9 cazadores de tesoros, que podrán estar en la reserva general (Marsella), en la reserva personal o en el tablero. Para poder entrar al tablero, un cazador deberá estar en la reserva personal.

Cazadores de Tesoros y Marcador de Puntos de Victoria
Cazadores de Tesoros y Marcador de Puntos de Victoria

Los Tesoros serán el objetivo de los jugadores. Estos irán apareciendo cada ronda en tandas de tres, los cuales se irán ubicando en las distintas mazmorras. Hay cinco tipos distintos de tesoros: oro (amarillo), rubíes (rojo), zafiros (azul), esmeraldas (verde) y diamantes (blanco). A su vez, cada una de estas fichas puede tener un valor comprendido entre 1 y 3. Hay 2 fichas de cada valor para cada tipo de tesoro. Cada mazmorra puede albergar hasta cuatro tesoros. En el momento que una mazmorra contiene este número de fichas, se disparará una fase de reparto del botín, denominada Ronda de Evaluación. En este punto, se tendrá en cuenta, en primer lugar, la mayoría de cazadores de cada jugador y, en caso de empate, el orden de colocación. Los tesoros aparecen de forma aleatoria, siendo tomados de la bolsa de tela.

Fichas de Tesoro
Fichas de Tesoro

Por otro lado tenemos las Bolsas para poder transportar los tesoros desde el Castillo hasta Marsella. Se representan mediante las cartas. A la hora de capturar los tesoros, un jugador deberá tener suficiente espacio en sus bolsas para tomar las fichas. Las bolsas se podrán agrupar como sea conveniente, pero los tesoros son indivisibles. Estas, al igual que los tesoros, pueden ser de cinco colores distintos (amarillo, rojo, azul, verde y blanco), y cada carta puede contener de 1 a 3 bolsas. Hay 2 cartas para cada color y para cada número de bolsas. Adicionalmente, estas cartas muestran una ilustración del castillo con un número de cazadores de tesoros (de nuevo, de 1 a 3). El número de cazadores que aparece en la carta es opuesto al número de bolsas en la misma. Es decir, que las cartas con 1 bolsa muestran 3 cazadores, las de 2 bolsas 2 cazadores y las de 3 bolsas un único cazador. Por último, el reverso de las cartas muestra una barca con una bolsa de cada color. Esta cara funcionará como comodín para los colores, aunque solo tendrá capacidad para un tesoro. Indicar que existe un límite máximo de 7 cartas de bolsas que un jugador podrá tener en juego.

Tipos de Cartas de Bolsa
Tipos de Cartas de Bolsa

Una vez capturados, los tesoros tendrán una equivalencia en Puntos de Victoria, correspondientes con el valor de cada tipo de tesoro según el track de valores. Cada tipo de tesoro proporcionará una determinada cantidad de puntos por cada unidad de ese tipo de tesoro que capturemos en un momento dado. Los valores podrán ser modificados en el desarrollo de la partida.

Gemas de Valor
Gemas de Valor

Las Acciones de Bonificación son acciones especiales que un jugador puede activar en un determinado momento colocando un cazador en ellas. Cada una de estas acciones dispone de cuatro espacios, uno para cada jugador, de forma que, mientras un cazador de un jugador permanezca en una acción de bonificación concreta, esta no podrá ser activada de nuevo por ese mismo jugador. Los cazadores de las acciones de bonificación de retiran en la Ronda de Evaluación.

Por último, el elemento más atractivo del juego: el Deslizador de Bolas. Será motor principal de la partida. Este artefacto dispone de cuatro railes correspondientes con las cuatro acciones que se llevan  acabo en cada ronda. Los jugadores dispondrán de una serie de bolas en estos railes, de forma que, en cada ronda, el jugador que realizará la acción será aquel cuya bola esté más abajo en la columna.

Deslizador y Marcador de Acción
Deslizador y Marcador de Acción

Y con esto ya tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se despliega el tablero en el centro de la mesa.
  2. Se coloca al lado el deslizador y se coloca el marcador de acción en el primer espacio.
  3. Se introducen en la bolsa todas las bolas:
    • En partidas de 3/4 jugadores, se introducen 4 bolas del color del jugador en la bolsa.
    • En partidas de 2 jugadores se introducen las 6 bolas rojas y las 6 bolas azules.
  4. Se agitan y se colocan en el deslizador:
    1. En partidas de 4 jugadores hay que colocar 4 bolas por rail.
    2. En partidas de 2/3 jugadores hay que colocar 3 bolas por rail.
  5. Los jugadores reciben dos cazadores de su color. El resto se colocan en la esquina del tablero donde se representa Marsella.
  6. Se coloca un disco de cada jugador en la posición 0 del marcador de puntos.
  7. Se meten en la bolsa las cinco gemas y se sacan aleatoriamente colocándolas en el track de valor de tesoros.
  8. Se bajara el mazo de cartas de bolsas y se coloca bocabajo en el espacio destinado en el tablero.
  9. Se introducen todas las fichas de tesoro en la bolsa y se saca una para cada mazmorra.

¡Y ya podemos comenzar!

Partida preparada para cuatro jugadores
Partida preparada para cuatro jugadores

Desarrollo de la Partida

Una partida a The Secret of Monte Cristo se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas hasta que se cumple la condición de finalización.

Cada ronda consta de cuatro acciones que siempre se llevan a cabo en el mismo orden. Para cada acción se considerará como jugador en turno a aquel cuya bola se encuentre en la posición inferior del rail a la hora de ejecutar la misma. Tras llevarla a cabo, el jugador tomará esta bola y la colocará al final de cualquiera de los tres railes, es decir, que no puede volver a colocarse en el raíl en el que estaba.

Deslizador
Deslizador durante la partida

Las acciones son:

  1. Suministros. El jugador activo roba del mazo de cartas de bolsa tantas cartas como jugadores haya en la partida. A continuación, elige una de las cartas que coloca bocarriba en su zona y pasa el resto al jugador de su izquierda. Este hará lo mismo y, así, hasta que todos hayan tomado una carta. Como dijimos anteriormente, hay un máximo de 7 cartas de bolsas que un jugador puede tener sobre la mesa. En caso de recibir una nueva carta, tendrá que descartarse de alguna (que puede ser la que acaba de recibir). En el caso de que el mazo de cartas se agote, se barajará la pila de descartes para formar un nuevo mazo. Adicionalmente, cada jugador tomará de Marsella tantos Cazadores de Tesoros como indique la carta que ha tomado y los colocará en su reserva personal.
  2. Cazadores de Tesoros. El jugador en turno podrá colocar hasta tres Cazadores de Tesoros en las distintas mazmorras. Sin embargo, solo podrá utilizar uno de esos Cazadores en una de las Acciones de Bonificación. Una vez que el jugador en turno haya colocado sus cazadores, el resto de jugadores, continuando en sentido horario, podrá colocar uno de los cazadores de su reserva personal, que también podrá ser colocado en una Acción de Bonificación. Cada una de estas Acciones de Bonificación solo podrá ser utilizada una vez por cada jugador hasta que se retiren los cazadores de las mismas. Las Acciones de Bonificación son:
    • Anotar 2 Puntos de Victoria. El jugador anota 2 Puntos de Victoria en el marcador.
    • Tomar una Bolsa Comodín. Para ello cogerá la siguiente carta del mazo pero la mantendrá bocabajo, mostrando el reverso de la carta, de manera que funcionará por una bolsa de cualquier color.
    • Desembarco. El jugador toma 3 Cazadores de Tesoros de su color en Marsella y los coloca en su reserva personal.
    • Refuerzos en las Mazmorras. El jugador puede colocar hasta 2 Cazadores de Tesoros en las mazmorras del castillo, pero no en las acciones de bonificación.
  3. Cofre del Tesoro. El jugador en turno sacará de la bolsa tres fichas de tesoro que distribuirá en tres mazmorras distintas. Si se agotasen las fichas de tesoro en la bolsa, se reintroducirán todas las fichas evaluadas que permanecen bocabajo junto al tablero. Si alguna de las mazmorras completase su espacio para tesoros (es decir, hay cuatro fichas de tesoro completando un círculo), se procede a ejecutar una Ronda de Evaluación, que consiste en los siguientes pasos:
    1. Recoger Tesoros. En cada mazmorra se evalúa el orden de recogida. El primer jugador será el que más cazadores tenga en la mazmorra. En caso de empate, el que tenga un cazador situado más arriba en la fila de cazadores. Este jugador podrá tomar tantas fichas de tesoro de la mazmorra como pueda/quiera. Por cada ficha de tesoro deberé utilizar uno de los cazadores en la mazmorra y tener espacio suficiente en las bolsas del color correspondiente. Por cada ficha de tesoro recogida, el jugador deberá retirar los cazadores de tesoros utilizados (que vuelven a Marsella), y descartará las cartas de bolsa utilizadas. Las cartas de bolsa se pueden agrupar para recoger una única ficha de tesoro o una carta de bolsa de mayor capacidad puede ser utilizada para varias fichas de tesoro.
    2. Valoración de los Tesoros. A continuación los jugadores anotan puntos de victoria en función de los tesoros recogidos y del valor actual de estos. Por cada ficha de tesoro, un jugador anotará tantos puntos como el valor indicado en la ficha multiplicado por el valor en el marcador de la gema con el color coincidente. Las fichas de tesoro evaluadas se colocan bocabajo junto al tablero.
    3. Mantenimiento:
      • Si aún quedan cazadores en las mazmorras, estos son desplazados a las posiciones superiores.
      • Si una mazmorra aún contiene cuatro tesoros, éstos son descartados, colocandolos bocabajo a un lado del tablero.
      • Todos los cazadores situados en las acciones de bonificación son devueltos a Marsella.
    4. Comprobación de Final de Partida. Si alguno de los jugadores ha alcanzado o sobrepasado los 40 puntos, la partida finaliza justo en este momento.
  4. Reorganización. El jugador activo podrá elegir una de estas opciones:
    1. Desplazar una o dos posiciones hacia abajo una de sus bolas (empujando el resto hacia arriba).
    2. Desplazar una o dos posiciones hacia arriba una gema de valor de tesoros (empujando el resto hacia abajo).

Tras esto, se vuelve a colocar el marcador de acción en la primera de ellas en el deslizador y comienza una nueva ronda.

Todas las Cartas de Bolsa
Todas las Cartas de Bolsa

Fin de la Partida

La partida finaliza tras la Ronda de Evaluación en la que al menos uno de los jugadores ha alcanzado o sobrepasado los 40 puntos. El ganador será el jugador con más puntos de victoria. En caso de empate, el ganador será el jugador que más cazadores mantenga en las mazmorras.


Opinión Personal

Bueno, hoy analizamos uno de esos juegos que, aparentemente, lo tienen todo para ser un pelotazo (nunca mejor dicho). Si no conocíais el juego y os habéis leído el punto anterior, lo más seguro es que ahora mismo estéis con las orejas tiesas esperando leer el veredicto. Más de uno correrá scroll hacia abajo para autochafarse la sorpresa, pero seguro que algunos disfrutarán de la parrafada que viene a continuación. Vamos al lio.

Lo primero que uno piensa cuando le explican el juego es que estamos delante de una maravilla del diseño que, inexplicablemente, se encuentra hundido en el ranking de la BGG. ¿Cómo es posible? ¿Mala distribución? ¿Pocas expectativas? Algo no cuadra.

Pero, cuando comenzamos a jugar, nos percatamos de eso que no termina de encajar y que ha condenado a este curioso juego al ostracismo. Y no es otra cosa que, precisamente, su elemento más original: el deslizador.

Hablaremos de él más tarde en el «parrafito» que le suelo dedicar a la edición, pero es innegable que, cuando abrimos la caja, los ojos nos hacen chiribitas al admirar uno de los componentes más llamativos que nos podemos encontrar en el mundo de los juegos de mesa. Una especie de atril en el que iremos colocando unas bolas de cristal. Estas, por obra y gracia de la gravedad, tenderán a desplazarse abajo, marcando un orden de turno para cada una de las acciones que compone una ronda. Una vez ejecutada, el jugador dueño de la bola decide a que fila va.

Detalle del tablero en juego
Detalle del tablero en juego

Pues esto que parece tan sencillo, elegante y original, es lo que impide disfrutar de la experiencia. Cada vez que una bola es colocada al final de un rail, lo más normal es que en el susodicho ya esté presente un mínimo de tres bolas. Por tanto, esa colocación la estamos haciendo de cara a disfrutar de la acción correspondiente dentro de 3-4 rondas. Ergo, estamos intentando planificar a un larguísimo plazo. ¿Que provoca esto? Que sea prácticamente imposible hacerse un esquema menta a la hora de organizar las bolas.

Es cierto que, con un poco de práctica, los jugadores tenderán a visualizar las rondas como filas de cuatro bolas en horizontal, y evaluarán en qué columna conviene colocar para no llevarnos una ronda mirando como los demás deciden lo que ocurre en el tablero. Y siempre nos quedará la última columna que permite actuar directamente sobre los raíles (o los valores de los tesoros).

Aun así, todo queda demasiado difuso. Muy abstracto y frio. Cualquier juego de Stefan Feld que venga a vuestra mente es una cálida mañana de verano en comparación con este sistema.

Pero esto no es lo peor. La desazón se apoderará de nosotros cuando, a todo este tinglado, le tengamos que añadir la gestión de los elementos que si influyen directamente sobre el resultado de la partida. Esto es: cazadores, bolsas, tesoros y sus valores. La sensación de que todo va ocurriendo casi de forma aleatoria estará ahí presente durante toda la partida. Así, el juego resulta de lo mas aburrido del mundo.

Olvidándonos del tema del deslizador, el resto del juego recuerda mucho a, ya que hemos hablado de él, un juego del Dios Eurogamer: The Speicherstadt. Cuidado, recuerda en ciertos aspectos, que no en el eje principal del juego. En ambos juegos tenemos diversas localizaciones en las que vamos a ir haciendo cola con nuestros meeples, querremos rellenar unos pedidos (bolsas de tesoros) con unas fichas disponibles en el tablero, las cuales solo podrán tomar aquellos que estén en la cola y tengan mayoría o estén en las primeras posiciones.

Recogiendo tesoros
Recogiendo tesoros

Pero, mientras que el juego del diseñador alemán si funciona bien (con el numero adecuado de jugadores), The Secret de Monte Cristo no llega a arrancar. Y da igual cuantas cabezas pensantes estén sentadas a la mesa, ya que otro de los grandes problemas del diseño es su escalabilidad. A dos jugadores el desfase temporal que supone el deslizador se convierte en controlable, pero el juego hace aguas con las mayorías, dejando de ser divertido. Y con cuatro o tres jugadores las mayorías funcionan, pero el deslizador solo nos proporcionará quebraderos de cabeza.

Si hemos superado el trauma y decidimos darle varias partidas a este título, o simplemente lo entendemos como un entretenimiento con un grado de caos importante, hay que decir que la rejugabilidad no es que sea uno de sus fuertes. Al estar demasiado centrado en la gestión del orden de turno, las sensaciones entre partidas serán muy similares, por lo que, probablemente, salga poco a mesa y se queme rápido.

Hablemos de la edición. Como he comentado, un juego maravilloso en este aspecto. Las bolas de cristal (canicas de toda la vida), nos tendrán entretenidos un buen rato mientras preparamos el juego. Si es que somos como urracas. Nos ponen algo brillante por delante y ya no podemos prestar atención a otra cosa. El resto de componentes cumplen. Cartón de calidad, cartas de buen gramaje. Todo contenido dentro de una caja con un inserto adecuado a los mismos, de forma que el deslizador queda almacenado sin peligro de estropearse. El reglamento viene adecuadamente bien explicado, aunque es cierto que no son más que cuatro páginas.

Ya sabéis que Michel Menzel es uno de los ilustradores que más me gustan. Ese estilo que tiene en el que parece que primero nos pinta un cuadro y luego lo utiliza como base para colocar los diferentes elementos del juego es alucinante. Sin embargo, el magnífico lienzo que plasmó en el tablero eclipsa a los componentes, que son pocos y pequeños, de forma que el tablero durante la partida queda muy despoblado. Tal vez habría sido conveniente un tablero más reducido para no dar esta impresión, pero esto no es culpa de Menzel. Como guinda al magnífico trabajo, una portada muy atractiva que habrá tenido la culpa de muchas ventas.

Detalle del deslizador
Detalle del deslizador

Y vamos cerrando. The Secret of Monte Cristo es, como decía al comienzo, uno de esos juegos que tiene todos los ingredientes para ser un plato digno de menú de restaurante con estrellas Michelin: mecánica original combinada con mecánicas conocidas, gran edición con materiales de gran calidad (con editoriales de peso detrás), ambientación de un libro famoso y un aspecto grafico obra del gran Menzel insuperable. Pero, desgraciadamente, el resultado final no es el esperado. El eje principal del juego se centra en esa gestión del orden de turno a bastante largo plazo que resulta bastante incontrolable, a la par que aburrido. Y como juego táctico no divierte. Además no escala bien por lo contradictorio de sus dos mecánicas principales: la gestión del deslizador es controlable a dos jugadores, pero la mecánica de mayorías requiere cuatro o, a lo sumo, tres. Por todo esto le doy un…

Suspenso

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6 comentarios

  1. Excelente reseña como siempre. Si el juego no te gusta siempre puedes llevarte el deslizador de vacaciones para que juegues a la petanca xD No conocía este juego, las mecánicas pintan bien pero no lo veo en mi ludoteca ahora mismo.

    Un saludo!

    1. Es una pena por eso. Tenía una buena pinta impresionante. Gran ilustrador, buenas editoriales detras, componentes cojonudos, un punto de originalidad… pero hay que saber ensamblarlo bien y balancear los elementos.

      Saludetes!

  2. No conocía este juego, aunque si lo había escuchado nombrar y ahora entiendo el porque de las malas críticas. El tema, la portada y el tablero son preciosos y llaman mucho la atención, pero desde que has explicado como funciona el deslizador se puede ver en una foto como en un turno el rojo hace tres acciones a la vez pero en el resto está mirando el WhatsApp y cuando he leído la opinión personal me has confirmado lo que pensaba.

    Un suspenso de iMisut significa que no creo que llegue a probarlo siquiera.

    1. Hombre, las acciones son bastante atómicas y el downtime es prácticamente inexistente. En cada acción todos los jugadores hacen algo, aunque no decidan. El problema es mas bien que se ha focalizado demasiado en un elemento que suele ser accesorio como es el orden de turno. Y planificar con tanta antelación dispersa. Si el grupo es agil, no hay espacio a dejar de intentar estar pendiente. Es mas el llegar a la conclusion de que planificar algo es misión imposible lo que te desconecta 😛

      Al menos puedes juguetear con las bolas xDDD

  3. Buena reseña. Según recuerdo de mis partidas a este juego, cuando haces la acción, debes coger la bola y ponerla en uno de los tres raíles distintos al que estaba. No me defraudó el juego porque llevaba unas expectativas bajas porque lo compre de saldo y tal, pero si que es cierto que no destacó en nada y decidí venderlo. Lo que no me gustó del juego es que se alargaba en exceso, no tuve la sensación de descontrol en la planificación que comentas, más o menos lo llevábamos bien, pero la elección de donde colocar tesoros en función de los meeples que habían colocado los rivales y en función de las cartas que tenían delante de ellos, hacía el juego más complejo de lo que a priori parecía. Mi sensación fue de que le quisimos sacar más jugo del que tenía, de que el juego fue creado para jugarlo de forma más liviana y no con tanto análisis. En fin, no estuvo de más probarlo, de hecho lo jugaría si alguien me lo propone algún día, pero no tenía cabida en mis baldas. Un saludo!
    Laniñademisojos

    1. En primer lugar, gracias por el apunte. Estás en lo cierto y se me pasó escribiendo. Lo corrijo ahora mismo.

      Tienes razón en el sentido de que, si hay que enfocarlo de alguna manera, es como dices, de forma desenfadada. Pero si lo haces, ocurre lo que indicas, que se hace largo y monotono, ya que no tienes la sensación de estar pudiendo influir de forma decisiva en lo que ocurre. Por eso mi decepción en el sentido de que parecia ideado para ser abordado desde un punto mas analítico.

      Hay mil juegos mas entretenidos para echar una partida sin pretensiones. Como dice, lo normal es que salga de las estanterías de aquellos que cayeron prendados por su maravilloso aspecto 😛

      Saludetes!!

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