Crónicas Jugonas: Semana 50 del 2014 (08/12 – 14/12)

Encaramos la recta final del año. Últimas tres semanas que intentamos aprovechar a tope. Como esta, con un gran surtido de partidas muy variadas. Un poco de todo. Vamos a la narración.

Empezamos el lunes, aprovechando que era el día de la Inmaculada (por lo que, a efectos prácticos es como si fuese domingo). Nos quedamos en casa y echamos un par de partiditas. Primero tocaba estreno de uno de los Feld a los que más gana le tenía y que llevaba un tiempo en mi estantería, Macao. Un juego típico del Dios Eurogamer, cuya mecánica principal es una rosa de los vientos numerada con los 6 valores de un dado en los que vamos acumulando una serie de cubos al comienzo de cada ronda eligiendo 2 de 6 dados que se lanzan. La gracia estriba en que el número de cubos que se toman coinciden con el valor del dado correspondiente pero, a su vez, debemos colocarlo en la posición concordante con el valor del dado en la rosa de los vientos. Es decir, que cuanto mayor sea el valor de uno de los dados escogidos, mas cubos tomaremos pero, por contra, más tarde podremos disponer de ellos, ya que, tras esto, la rosa de los vientos gira una posición, dejando habilitando los cubos que se encontraban en la posición uno. Con estos cubos haremos todas las acciones (tomar mercancías, mover el barco para llegar a puertos donde colocarlos, jugar cartas, etc.). Partida intensa, propensa al análisis-parálisis, sobre todo porque es uno de esos juegos que cuesta ver cómo desarrollar tu partida. Sandra lo vio más claro y siempre fue a por cartas que más o menos pudiese bajar. Yo por contra, como suele ocurrirme en este tipo de juegos, me dispersé un poco y fui probando un poco de todo. Cuando quise reaccionar, ya iba un poco justo. Afortunadamente logré mantenerme en la partida hasta el final. Esta se decidió por detalles, pero el más importante, que Sandra logro activar una carta por la que no descontaba puntos por cartas no jugadas. Resultado final: Sandra 58 puntos y yo 54. La verdad es que me he quedado maravillado. Todo lo contrario que con el Bruges, que no termino de verle la gracia. Una mecánica curiosa (la rosa de los vientos) en torno a la cual se monta un juego que funciona como un reloj. Feld no decepciona con este gran título que estoy deseando rejugar.

De lo mejor de Feld que he probado en mucho tiempo. Directo al Top 3
De lo mejor de Feld que he probado en mucho tiempo. Directo al Top 3

Como seguíamos teniendo día, pues decidimos jugar a otro estreno (al menos de mi copia, porque ya había podido probar el juego con anterioridad). Me refiero a The Builders: Middle Ages. Un juego de Frédéric Henry en el que se mezcla mecánica de draft, puntos de acción y set collection. Tras explicarle a Sandra como iba la historia, nos pusimos a reclutar albañiles para nuestra cuadrilla y a erigir edificios. Sandra fue la que me eligió a sus currantes, mientras que yo, viendo que me quedaba un poco atrás, decidí apostar a lo grande e intentar levantar un castillo poderoso que me diese la victoria. Pero Sandra apretó el acelerador y cerro la partida un turno antes de que pudiese terminar mi gran obra, dejándome con una cantidad de puntos irrisoria. Resultado final: Sandra 19 y yo 10. Gran filler este The Builders, muy bien pensado, con detalles muy sutiles que nos harán estar haciendo cálculos y afinar mucho con nuestras acciones. Preveo que verá mucha mesa. Es extraño que Asmodee aún no lo haya publicado en nuestro país.

Grandioso filler
Grandioso filler

El martes en el descanso para el café en el trabajo me volví a llevar el Romans Go Home!, un juego de Eric B. Vogel con programación simultanea de accione en el que intentamos hacernos con unas cartas mediante mayorías. La semana anterior Enrique se llevó la partida porque Diego y yo nos descuidamos y le dejamos tomar tres cartas de Fuerte Legión, pero esta semana no íbamos a dejárselo tan sencillo. En la primera ronda aparecieron tres de esas cartas, llevándome yo dos, así que era yo el que me ponía en disposición de llevarme la partida de forma directa. En la segunda ronda no salió la cuarta carta, así que me centré en intentar conseguir buenos puntos por si tenía que cambiar de estrategia. En la última ronda, como Diego y Enrique supondrían que yo iba a intentar ir por la tercera carta de Fuerte Legión. Pero viendo cómo estaba la cosa, me lance a por un Fuerte de Impuestos, me deshice de mi carta de Fuerte Legión de -3 y me llevé la partida por puntos. Resultado final: yo vencedor con 22 puntos, Enrique segundo con 11 y Diego tercero con 5 puntos. Un curioso filler de programación, con un caos progresivo a medida que aumenta el número de jugadores. A mí me parece muy entretenido y las partidas no se van más allá de los 15 minutos, ideal para estos momentos, aunque a mis compañeros de juego no termina de entusiasmarles, así que creo que dejará de aparecer en el café.

Primera ronda de caos
Primera ronda de caos

El miércoles en el descanso para el café me lleve, de nuevo, Un Imperio en 8 Minutos, Un juego de Ryan Laukat con mecánica de mayorías reducido al mínimo, con cartas de acción que, a su vez, sirven para un set-collection final. Partida muy disputada entre Diego y el que os escribe, con una expansión importante y una buena elección en las mercancías para llegar a una última ronda de infarto. Enrique tuvo el problema de no poder optar a muchas cartas de movimiento, por lo que se quedó bastante estancado. En mi última jugada cometí un fallo clave, ya que podía haberle quitado un punto a Diego, pero decidí quitárselo a Enrique (influenciado por sus anteriores victorias). Con esto, el resultado final quedó en: Diego vencedor con 15 puntos, yo segundo con 14 (habríamos empatado pero la victoria habría sido para mí por monedas), y Enrique ultimo con 11 puntos. Cada vez son más interesantes estas partidas, y hay que afinar mucho con qué carta se toma y cuando invertir una buena suma de dinero. Una maravilla de filler ideal para estos momentos, aunque puede saber a poco si se saca en una sesión más pausada. Pero bueno, para eso existe El Grande.

Un error fatal por el que se me escapó la victoria
Un error fatal por el que se me escapó la victoria

Por la noche Sandra y yo volvimos a sacar por tercera semana consecutiva el Asante de nuestro querido Rüdiger Dorn. Un juego en el que tomaremos el papel de un comerciante en el África profunda, intentando obtener la mayor cantidad de riquezas, haciendo uso de ayudantes, objetos y animales. Un pequeño almacén en el que iremos guardando mercancías para, posteriormente venderlas gracias a una serie de acciones que nos permitirán ejecutar las cartas. Y, de nuevo, victoria para la señorita sin que el que os escribe tuviese ninguna posibilidad. Esta vez volví a comenzar de forma interesante, jugando objetos, utilizando con cabeza las cartas de lugares sagrados. Pero no hay nada que hacer. Sandra mantiene un idilio extraordinario con este juego. Siempre me quedo cerca, pero no logro alcanzar las 60 pepitas por mucho que me concentre. Resultado final: 62 a 52. Al menos ahora pierdo sabiendo cuando hago algo mal. Es uno de esos juegos para dos con una gran rejugabilidad y saber esperar tu momento, aunque requiere echarle unas cuantas partidas antes de saber de qué va la historia.

Creo que nunca venceré a este juego
Creo que nunca venceré a este juego

El jueves me volví a llevar para la hora del café el ¡Pingüinos!, de Günter Cornett y Alvydas Jakeliunas. Se trata de un abstracto disfrazado con unos adorables pingüinos que lucharan por hacerse con el mayor botín de peces posible. Un tablero formado por losetas hexagonales en las que nuestros pingüinos se moverán en línea recta tomando la loseta sobre la que estaban al comienzo del movimiento, sin pasar por encima de otros pingüinos ni por huecos. Esta vez fue Enrique quien cometió el error fatal que dejo la partida en bandeja para Diego. Pensó que yo era el rival a batir cuando, de nuevo, estaba siendo el jugador más flojo. Un movimiento clave dejó para dos de los pingüinos de Diego una zona enorme de pescados. Resultado final: Diego vencedor con 41 puntos, Enrique segundo con 33 y yo tercero con 25. Genial juego abstracto al que puede jugar toda la familia. A Diego le ha gustado tanto que se ha pillado una copia para jugar con sus dos hijos. Además es de esos pocos abstractos que ha sabido elegir bien el tema (losetas de hielo que se derriten y van dejando pequeños huecos en el mar).

<i>Diego</i> se hizo con todo el banco de peces
Diego se hizo con todo el banco de peces

Por la tarde Sandra y yo sacamos uno de los juegos de Antoine Bauza que tolero, Takenoko. Un juego de colocación de losetas y movimiento punto a punto con un pequeño set collection en el que tendremos que ir moviendo a un jardinero y a un panda para que un precioso jardín de bambú vaya tomando forma y, posteriormente, siendo devorado por el hambriento plantígrado asiático. Decidí jugar a arreones (que es como me gusta enfocar las partidas en este juego). Primero un pequeño acelerón, de forma que me puse con varios objetivos cumplidos y con la mano rellena, mientras que Sandra aún no había bajado ninguno. Cuando quiso darse cuenta, yo terminé la partida. Me centré especialmente en objetivos de panda, aunque logré bajar dos objetivos de jardinero importantes. Resultado final: yo vencedor con 42 puntos, por 36 de Sandra. Un juego cuyo principal activo es el aspecto visual. No es nada del otro mundo pero siempre es agradable echar una partida. A dos jugadores tiene bastante control y el azar con los objetivos no es tan determinante.

Rápida e indolora
Rápida e indolora

El viernes para la hora del café, nuestra ya clásica partida de Hive. Diseñado por John Yianni, nos encontramos ante uno de los mejores juegos abstractos a los que he jugado. Una especie de ajedrez con bichos donde el tablero lo forman las propias piezas hexagonales (cada una con un tipo de movimiento distinto). Una regla fundamental: la colmena no puede separarse en ningún momento. Enrique jugaba con blancas y yo con negras. Comencé al ataque, metiendo a la Abeja Reina en mi segundo movimiento y tomando la iniciativa. Logre bloquear más o menos rápido a la Abeja Reina de Enrique y empecé a meter escarabajos amenazantes, mientras el intentaba defenderse, aunque cometió un par de errores que no le permitieron tomar la delantera. Finalmente cerré una partida más sencilla de lo habitual. Si os gustan los juegos abstractos o disfrutáis con el ajedrez y/o las damas, probad esta maravilla. Además en su versión pocket es muy asequible económicamente. A mí me parece un must have.

Incontestable victoria
Incontestable victoria

Por la tarde, en una visita al centro comercial, vimos en el Alcampo el Jenga Tetris a un precio bastante apetecible, y como ya sabéis que me encantan los juegos de habilidad y no tenía ningún Jenga, pues acabó cayendo. Y soy un fan absoluto del Tetris, así que este curioso Cross-Over me parecía una buena adquisición. Para los que no lo conozcáis, Jenga es un juego en el que se forma una columna con pequeñas piezas de madera (suelen caber tres piezas por planta). En su turno, un jugador debe retirar una pieza de la estructura y colocarla en el último piso. La gracia de este Jenga Tetris es que las piezas, además de no ser de madera (son de plástico), tienen forma de piezas de Tetris, con las típicas L o las T o las S tan incordiantes, de forma que algunos movimientos se complican. Para aumentar la dificultad, decidimos jugar sobre una tabla de planchar con un álbum de fotos para darle algo de estabilidad (no teníamos mesa disponible). Jugábamos Sandra, Lara (hermana de Sandra) y un servidor. Como era previsible, Sandra fue la primera en caer eliminada (con su maravilloso pulso, ideal para robar panderetas). La cosa quedó en un mano a mano entre Lara y yo, en el que finalmente salí vencedor. Buena compra por diez euros. Lo único malo es la eliminación y que la gente se quede mirando, así que dudo que lo saquemos cuando haya invitados.

Jenga Tetris sobre tabla de planchar
Jenga Tetris sobre tabla de planchar

El sábado por la mañana, antes de irnos a dar una vueltecita al centro de Oviedo para buscar regalos navideños, volvimos a sacar el Jenga Tetris, porque Sandra se quedó bastante picada. Pero, de nuevo, la victoria fue para mí, aunque esta vez la cosa se puso mucho más interesante, alcanzando una altura de torre considerable.

Jenga Tetris sobre superficie más estable
Jenga Tetris sobre superficie más estable

Después echamos una partidita al que, probablemente, sea el mejor juego del gran Reiner Knizia: Tigris y Éufrates. Un juego de colocación de losetas y control de áreas en el que representamos a una tribu mesopotámica intentando prosperar. Usaremos unas fichas de líderes para ir fundando ciudades, y mediante la colocación de losetas las iremos agrandando, y anotando puntos en uno de los cuatro aspectos a desarrollar (agricultura, religión, liderazgo y economía). La clave está en el movimiento de los líderes, que da pie a una serie de conflictos en los que la partida da vuelcos impresionantes. Este juego utiliza su famoso sistema de puntuación en el que el resultado final será el menor valor de estos cuatro aspectos. Teniendo en cuenta que llevo muchas más partidas que Sandra (sobre todo jugando contra inteligencias artificiales en el iPad), era bastante previsible que la partida me la fuese a llevar yo. Además jugamos con la pequeña expansión que incorpora la edición de Devir, con los edificios. Como digo, mi victoria fue clara, y pude ir anotando en aquellos aspectos en los que me quedaba algo más rezagado, a la vez que intentaba evitar que Sandra prosperase. La partida terminó por losetas, llevándome yo la victoria por 25 a 17. Lo dicho, una obra maestra. A años luz de sus otros juegos. Y Sandra le ha empezado a ver la gracia y lleva practicando desde entonces en el iPad. La próxima partida promete ser mucho más interesante.

Victoria contundente
Victoria contundente

Y el domingo tocaba pequeña sesión en casa con Juan, María, Hernán y Yoanna. Empezando jugamos a The Island, aprovechando que me llegó esta semana pasada las tres miniexpansiones. Un juego de Julian Courtland-Smith en el que tomamos el control de los habitantes de una pequeña isla en cuyo centro se encuentra un volcán a punto de entrar en erupción. Nuestro objetivo: intentar poner a salvo cuantos más habitantes mejor. Pero no todo será tan sencillo, ya que el agua se encuentra repleta de peligrosas criaturas, como serpientes marinas, tiburones, ballenas o calamares gigantes. Mediante puntos de movimiento y acciones especiales intentaremos poner a salvo a nuestros meeples, los cuales se encuentra numerados (no todos valen lo mismo). Jugamos con la expansión de 5-6 jugadores (necesaria) y con la expansión de los calamares gigantes, para darle algo más de emoción al asunto. La partida comenzó algo tranquila, aunque pronto se abrieron las hostilidades. La que más palos se llevó fue la pobre Yoanna, que solo pudo salvar un pobre isleño. Juan comenzó bien, pero se granjeo muchas enemistades (entre los que me incluyo) y fuimos a saco por él. Las que más tranquilas estuvieron toda la partida fueron María y Sandra, y entre ellas estuvo la partida. Finalmente, la señora de Juan fue la vencedora. Resultado final: María 18 puntos, Sandra 13, Hernán 12, yo 10, Juan 3 y Yoanna 1. Un juego extremadamente cruel y divertido, en el que hay que andarse con cuidado si no queremos tener malos rollos, porque los ataques directos son constantes, y las venganzas están a la orden del día.

Overbooking en la isla
Overbooking en la isla

Para seguir con los juegos de hacer amigos, sacamos The Resistance: Avalon. Un juego de Don Eskridge con mecánica de roles ocultos en el que el juego tiene suficiente cuerpo como para no hacer la partida excesivamente dependiente de los jugadores. Una serie de misiones que los leales a Arturo intentarán cumplir, pero los leales a Mordred intentarán sabotear. A esto le añadimos a Merlín, que conoce la identidad de los malvados, y al Asesino, que si al final de la partida averigua quien es Merlín, arrebata la posible victoria a los buenos. Echamos tres partidas. La primera quedó invalidada porque, por error, metí un leal a Mordred más de la cuenta, de forma que los equipos estaban parejos, haciendo imposible una victoria de los buenos. En la segunda ya si jugamos con el numero correcto de roles, pero, aun así, los leales a Mordred se llevaron la victoria (Juan y María). Y en la tercera volvió a ocurrir lo mismo con los mismos protagonistas. Yo me harté de ser un leal a Arturo que se come los mocos. La verdad es que, para mí, es el mejor juego de roles ocultos. Al menos el mas versátil, ya que el juego tiene cuerpo y lleva a los jugadores de la mano, proponiendo un escenario en el que introducirse. Otros como el Hombres-Lobo (incluido el One Night Ultimate Werewolf), hace la partida más dependiente de los jugadores, y esto provoca que a veces no termine de cuajar en ciertos grupos.

Los buenos no dieron una...
Los buenos no dieron una…

Después, para seguir con las risas, sacamos el maravilloso ¡Toma 6! del gran Wolfgang Kramer. Un juego de acción simultánea en el que tendremos que ir colocando cartas en orden sobre cuatro filas colocadas en la mesa, con la condición de que nuestra carta ira a aquella fila en la que sea superior a la última carta y más cercana. El que tenga que colocar la sexta carta de una fila se tendrá que comer las cartas contenidas en ella, anotando los puntos correspondientes. La partida finaliza al término de la ronda en la que alguien sobrepasa los 66 puntos. Una maravilla de juego que funciono genial. Muchas risas y, sorprendentemente, una gran partida por mi parte, llevándome una victoria increíble, ya que, habitualmente, soy un negado en este juego. Pero en ésta supe leer bien los momentos y meter las cartas adecuadas y no llevarme nunca filas con demasiados bueyes. Por contra, María y Sandra se hartaron de carne. Resultado final: yo vencedor con 15 puntos, segundo Hernán con 36, tercera Yoanna con 38, cuarto Juan con 49, quinta María con 81 y ultima Sandra con 84. Una maravilla de filler que tiene ya más de 20 años y sigue funcionando a la perfección.

Una palabra define a este juego: diversión
Una palabra define a este juego: diversión

Por último, para cerrar la velada, un Carcassonne, aderezado con Posadas y Catedrales. Un juego de Klaus-Jürgen Wrede en el que, mediante la colocación de losetas, iremos formando Carcasona. Los jugadores, en su turno, roban una loseta y la colocan de forma coherente sobre la mesa, pudiendo colocar un meeple sobre ella para intentar completar una estructura con la que puntuar (caminos, castillos o claustros, además de los granjeros). La norma más importante es que no se puede colocar un meeple en una estructura en la que ya haya alguno otro, de forma que solo se podrá intentar arrebatarla mediante una incorporación indirecta (comenzando otra estructura del mismo tipo y contándolas). Partida ajustada y corta (aunque con un poco de Análisis-Parálisis por parte de algunos jugadores), en la que seguramente tendríamos que haber metido alguna expansión más para poder haber tenido más opciones, ya que apenas se cerraron ciudades o caminos de entidad. La partida me la llevé yo gracias al último movimiento de Sandra, que me cerró un camino con posada que me dio los puntos necesarios para adelantarla. Si no la victoria habría sido suya. Resultado final: yo vencedor con 65 puntos, Sandra segunda con 61, Hernán tercero con 48, Juan cuarto con 36, María quinta con 32 y Yoanna ultima con 25. Un juego que nunca falla. Por eso es uno de los grandes clásicos y que sirve como puerta de entrada muchos jugadores cada día.

Partida de pocos puntos con muchos jugadores

Partida de pocos puntos con muchos jugadores

Y con esto termina la antepenúltima semana del año. Muchas partidas y muy variadas, con juegos de casi todos los estilos. A ver que nos depara la penúltima semana del año.

16 comentarios

  1. Yo oido el Takenoko a 2. Convierte algo divertido y azaroso, en un juego frío y calculado de experiencia. El que más sepa puede controlar el flujo de la partida mediante los objetivos panda, como bien has relatado.

    Es curioso que relates que el Tigris funciona a 2. Siempre había oído lo contrario.

    1. No, por eso te decía. Tenía entendido que es un juego con mucha interacción, y por eso no veía como podía funcionar a 2.

    2. Hombre, a 2 funciona, como buen juego abstracto. Pero como de verdad se disfruta es a 4, dando y recibiendo por todos lados. A 2 hay mejores, pero bueno, Sandra tenía que practicar 😛

    3. Eso es así. Es un juego con una interacción brutal. A cuatro hay que jugar con los cinco sentidos puestos en la partida. A dos, obviamente, solo hay un rival. Pero las partidas siguen siendo bastante disfrutables. No es que a dos no funcione.

  2. Tiene buena pinta el Macao y además visualmente me encanta. Por otra parte, acabo de pedir el Tigris y con tus comentarios ya estoy deseando probarlo 🙂

    1. A mi me ha gustado bastante. Como digo, también probé hace poco el Bruges y este me dejó helado. Y el Tigris es un juegazo como la copa de un pino. Pero no es un juego sencillo. Hay que dedicarle tiempo. Ánimo!

  3. Un carcassone a 4 con posadas y catedrales,constructores y comerciantes,fantasma ,cult siege and creativity (mejor esta version americana q la europea para mi) y añadiendole la torre y la abadia y el alcalde…todo ello comenzando con el rio I y II,es un gran juego,aunque como mas me gusta jugarlo es a dos.
    Sobre Hive completemente de acuerdo contigo,fijate como sera mi aficion al juego q tengo la version pocket (alli donde voy yo viene conmigo) y la version Carbon q me parece chulisima,ambas versiones añadidas la cochinilla (me costo dios y ayuda conseguirlas,sobre toda la de carbon) y es una pieza q te recomiendo encarecidamente te hagas con ella,cambia por completo la forma de jugar a Hive,de un modo mucho mas interesante. Puedes probarlo en boardgamearena, ya me contaras no te arrepentirás. Para q te hagas una idea todos los insectos se mueven ellos,con la cochinilla mueve a otros insectos,imagina la cara de tu rival cuando a falta de una para ganar,mueves tu reina al otro lado de la colmena quedando completamente libre de movimiento…pruebalo te encantara seguro.
    Macao es un juego q me gustaria probar, Feld es Feld no hay discusion.
    Trigis Eufrates no me gusto,tiene chicha seguro pero no lo vi el juego.
    Pingüinos el mini juego estrategico si tienes un buen rival,mas de lo q aparenta…lo malo montar ese hielo infernal, solucion dejar caer las losetas y como salga el hielo inicial,fila 7, siguiente fila 8 siguiente fila 7…buf!!!
    Una pregunta has probado Drum Roll???,me interesa tu opinion sobre el juego

    1. Tengo la cochinilla pero aun no la he estrenado. El colega con el que juego quiere que le vaya metiendo las expansiones poco a poco.

      No he probado el Drum & Roll. Sorry 🙁

    1. Le quiero dar una partidilla mas, pero, porque el juego está bien producido y no está roto. Pero de momento es un suficiente casi-suspenso por ser el autor quien es. Feld tiene que dar mas de si.

  4. Hola Ivan!

    Llevo buscando el The Builders desde que lo enseñó Stephane en 5mpj y no hay manera! ¿De donde lo has sacado?!? ¿Para una partideja rapida a 2 prefieres este o tu querido Noah?

    1. Pues lo pillé a través de Amazon Alemanía (en alemán) en un pedido gordo que hice. Me llamó mucho la atención en el Mag y luego lo probé en casa de un amigo y me encantó.

      Entre la elección entre el Noah y este, dificil elección. Los dos me parecen unos grandes fillers, con mucha mas sustancia de la que aparentan. Aunque creo que me quedaré con el Noah por ese puntito de interacción que hace las partidas superinteresantes a 2. The Builders seguramente transmita las mismas sensaciones en cualquier rango de jugadores, porque es mas solitario.

  5. Qué semana más variada fue esta! Con muchos juegos que conocemos y otros que están en nuestra órbita.
    The Builders es un filler muy majo y diferente, la verdad es que llegó para quedarse y es una pena que no esté todavía en español, aunque cuando lo saque Asmodee venderá bien.
    Y el Macao siempre lo hemos tenido entrando y saliendo de la wishlist y al final lo descartamos porque lo que leímos no nos acababa de convencer para 2 jugadores. Esperaremos a la reseña, de todos modos 😉
    A seguir jugando!

    1. El Macao a 2 no me desagradó, todo lo contrario que el Bruges. Por poner un ejemplo. Para mi funcionó mejor que otros juegos de Feld que admiten 2 jugadores como Rialto o The Speicherstadt.

      A seguir jugando!

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