Crónicas Jugonas: Semana 29 del 2014 (14/07 – 20/07)

Gran semana, con muchas partidas y distribuidas, empezando con gran ritmo, relajando un poco entre semana, pero volviendo a acelerar al final. Vamos al lio.

La semana comenzó con una fuerza extraordinaria. El lunes montamos sesión lúdica sobre la marcha en casa de José Luis y Silvia. Su hijo, Nico, llevaba tiempo queriendo echar un Zombicide con nosotros, pero aún no se había dado ya que, como sabéis, no soy ningún amante de los colaborativos. Pero… una vez al año, no hace daño (aunque ya van unas cuantas veces este año). Así que llegamos y ya estaba el escenario preparado. Jugamos la misión en la que hay un coche de policía con la alarma encendida y los jugadores tenemos que entrar en tres edificios a conseguir una serie de objetos y luego escapar todos. La partida comenzó dura, porque por mucho que buscábamos equipamiento en las habitaciones, solo encontrábamos chatarra inútil. Esto provocó que los zombis se fueran congregando en la calle. Lo peor es que, con tanto buscar, nos aparecieron bastantes zombies en las habitaciones y, como no teníamos nada decente con los que darles candela, acabamos casi todos con una herida. Menos mal que sobrevivimos a estos primeros turnos, porque después si empezamos a encontrar material decente y ya no teníamos tanto miedo a los colegas de Michael Jackson. Yo me quedé en el primer edificio haciendo de barrera ya que tenía equipadas las dos UZIs, mientras que los demás iban al segundo edificio (el más grande). Allí Nico consiguió fabricarse un cóctel Molotov que lanzó certeramente a la casilla donde más zombis había, dejando la calle mucho más transitable. A raíz de ese golpe de efecto la partida fue coser y cantar, porque tomamos la casilla central y zombie que aparecía, zombie que caía ante nuestra potencia de fuego y sierras eléctricas. Conseguimos los objetos que necesitábamos y nos fuimos a casita. Misión cumplida. La verdad es que nos lo pasamos bien, sobre todo por lo chungo que se puso el asunto al comienzo. Para jugarlo de vez en cuando mola. Eso sí, el sablazo económico que supone adquirirlo lo descarta de mi ludoteca absolutamente. Solo para amantes del plástico.

Ahí me tenéis, haciendo de stopper
Ahí me tenéis, haciendo de stopper

Después saqué mi querido Kingdom Builder de Mr. Vaccarino. Las cartas de objetivo que tocaron fueron la que otorga puntos por cada asentamiento del grupo más grande, la que otorga un punto por cada grupo de asentamientos independiente y la que otorgaba dos puntos por cada asentamiento en la fila horizontal con más asentamientos adyacentes. Esta última es la que claramente iba a definir la estrategia de todos. Yo comencé bien, pero jugué algo errático, intentando hacer mi juego pero calculando todo lo posible para evitar el avance de José Luis. Mientras, Sandra y Silvia a su bola, sin oposición de nadie. Este fue el segundo error. José Luis fue el que mejor llevaba la partida. De hecho, la victoria era suya. Pero su afán por intentar conseguir un pleno en la línea horizontal, le llevó a romper por la mitad su mayor asentamiento, lo que le privó de la victoria, la cual fue para Silvia, que hizo una partida bastante regular en las tres cartas. Yo al final, quedé el último. Y mira que soy el que más partidas tiene a las espaldas. Vaya tela. Resultado final: Silvia primera con 43 puntos, José Luis segundo con 39, Sandra tercera con 34 y yo último con 31 puntos. ¡Qué desastre!

La obsesión por la perfección fue su perdición
La obsesión por la perfección fue su perdición

Después, por petición de Sandra, José Luis nos sacó de nuevo el Marrakech (Sandra anda enamorada de las alfombras de este juego). Como siempre en este tipo de juegos caóticos en los que hay que intentar escapar de la mejor manera posible, un servidor fracasa estrepitosamente. Cada vez que tomo una decisión confiando en que la suerte va a sonreírme, lo que realmente hace es reírse en mi cara. La clave de la partida estuvo en un movimiento que realicé en el que esperaba no tener que pagarle a nadie, pero existía una posibilidad de caer en una alfombra de José Luis. ¿A que no sabéis que valor obtuve al lanzar el dado? Pues eso… Casi me dejó en la ruina. Con semejante botín, José Luis no tuvo problemas en proclamarse vencedor. Resultado final: José Luis primero con 51 puntos, Sandra segunda con 39, Silvia tercera con 38 y yo último con 30.

Nunca ganaré a este juego
Nunca ganaré a este juego

Silvia tuvo que atender unos asuntos, así que mientras terminaba, aprovechamos para echar una partida rápida a Un Imperio en 8 Minutos, que ya habíamos traído un montón de veces por si se terciaba una ocasión como esta. Tras explicárselo en un momento a José Luis, empezamos mover cubitos por el minitablero. Mi estrategia fue la de siempre. Había una ciudad disponible entre las primeras cartas, así que moví una de mis tropas lo más lejos que pude de la región inicial y fundé allí mi ciudad, así mis futuras tropas no tendrían que moverse tanto. Sandra fue formando una party importante en la provincia central, y José Luis fue un poco a caballo entre las dos. No volvieron a salir más cartas que permitían fundar ciudades, así que mi estrategia dio bastante buen resultado. Al final, partida muy ajustada, que me llevé por un único punto. Resultado: yo vencedor con 14 puntos y José Luis y Sandra empatados con 13. Es un juego ideal para rellenar sesiones. Como los crackers en una cata de bebidas alcohólicas. Una galletita para no mezclar sabores.

Mi pequeña victoria de la noche
Mi pequeña victoria de la noche

Como a la pizza aun le quedaba un poco y Silvia ya había terminado con sus asuntos, pues sacamos el precioso Indigo del Dr. Knizia. Esta partida estuvo mucho más reñida que la que ya echamos semanas atrás, pero aun así sigo viendo que hay mucha estrategia por estudiar. Es de estos juegos que te da la sensación que te llevan solo pero que hay algo que se te escapa. Parecido a lo que nos ocurrió con el Kingdom Builder. Centrándonos en la partida, Silvia y Sandra formaron equipo muy pronto, llevándose bastantes gemas, lo que provocó que José Luis y yo nos aliásemos para intentar no perder el ritmo. Y una vez que, más o menos, nos igualamos, comenzaron los giros de gemas. Al final la partida se decidió por detalles. La vencedora fue Sandra con 10 puntos, los mismos que Silvia, pero Sandra con más gemas. José Luis y yo nos quedamos a las puertas con 9. Este resultado me hace pensar que hay que jugar mucho más con la posibilidad de destruir gemas, y no estar obcecados en intentar conseguirlas para uno propio.

Siempre tan bonito, ¡hay que jugarlo más!
Siempre tan bonito, ¡hay que jugarlo más!

Y tras la cena, para finalizar la velada, un Meuterer. Esta primera partida a cuatro la jugamos sin Barco Pirata (para la próxima). La partida estuvo muy entretenida, aunque con pocos motines para lo que se espera de este juego. De esto se aprovechó Sandra, que fue la capitana durante la mayor parte de la misma, proporcionándole una buena cantidad de puntos al mover el barco. Además, hubo una ronda en la que hizo la jugada de la noche, no moviendo el barco, obteniendo los puntos de una de las islas importantes y vendiendo las mercancías en las dos islas. Ese demarraje decidió la partida. José Luis fue el que menos se adaptó a la mecánica, mientras que Silvia y yo entramos en una bonita pugna por la segunda posición. Resultado final: Sandra vencedora con 34 puntos, Silvia segunda con 25, yo tercero con 24 y José Luis último con 11. Deseando repetir y con Barco Pirata, que seguro que provoca unos vuelcos importantes.

<i>Sandra</i> es toda una capitana
Sandra es toda una capitana

El miércoles Sandra y yo jugamos nuestra partidita semanal de Krosmaster: Arena. Sandra formó un equipo poderoso (aunque pequeño) con Nox y el Capitán Amakna, mientras que yo junté a todos los Selatrops de nuestra colección, Yugo, Noinim y Kivin, además de Amalia y Tristepin. Lo primero que hice fue capturar una gran cantidad de kamas, de forma que tras el primer turno ya tenía monedas suficientes para comprarme una recompensa demoniaca de las caras. Pero decidí adquirir el Galón de Gloria salvaje, con la idea de finiquitar la partida en el momento que destruyese a uno de los dos personajes de Sandra. Pero la jugada me salió rana en el momento en el que Sandra fue derecha a por mi personaje más poderoso, Tristepin, acabando con él a las primeras de cambio y dejándome bastante fastidiado. Aun así logré reponerme y acabé con Nox gracias a los portales de Yugo y las zarzas de Amalia (aunque a un precio muy alto, porque ella también recibía daño con sus propios ataques). Esto hizo que la partida se alargase un poco más, aunque estaba vista para sentencia, porque Sandra le había equipado al Capitán Amakna el set de Pekekoko, por lo que acabar con él iba a ser misión imposible. Además, con la fuerza de sus ataques cuerpo a cuerpo, mis personajes no le aguantaban ni un asalto. Era cuestión de tiempo que acabase con todos y se llevase la partida. Tenía que haber comprado el set de Pekekoko y habérselo colocado a Tristepin. Habría sido una partida totalmente distinta.

¿No os da penita?
¿No os da penita?

El sábado vinieron a casa María y Juan, ya en Gijón de nuevo tras su viaje de novios. Mientras se calentaba la cena, sacamos el divertido Ligretto Dados que, sin Silvia, existía la posibilidad de ganar. Tras explicarles de qué iba la historia, comenzamos con la locura. Como siempre, risas y mucha diversión. La partida estuvo bastante disputada entre Sandra y yo, aunque en las primeras rondas anoté bastantes puntos y, en las que no me llevaba la victoria, al menos no sufría una sangría importante. Resultado final: yo vencedor con 16 puntos, Sandra segunda con 13, Juan tercero con -6 y María última con -30.

Después de cenar sacamos el Vineta, juego que sabíamos que le iba a venir como anillo al dedo a Juan, troll por naturaleza. Esta vez al menos no se me vieron las intenciones, aunque no sirvió de nada. Como con el Marrakech, otro juego caótico en el que la dama fortuna se ceba conmigo. La dama fortuna y los demás jugadores, que siempre que podían fastidiar a alguien con su jugada, yo era el que salía más perjudicado. Menos mal que al final pude recuperarme un poco. Sandra jugó magníficamente, y eso que también tuvo su ración de palos. Fue clave que lograse salvar su barrio, de los exteriores además. Resultado final: Sandra 17 puntos, Juan y María con 10 y yo último con 9.

Este es otro juego al que tampoco ganaré nunca
Este es otro juego al que tampoco ganaré nunca

Para y para finalizar, el estreno de la semana. Por fin pudimos estrenar el De Vulgari Elocuentia, que le tenía muchas ganas por aquello de lo peculiar del tema (eso de ir estudiando para poder aprender una lengua común para las distintas regiones de Italia). La verdad es que al ser un tema tan intangible cuesta asimilar los conceptos y los primeros turnos íbamos muy perdidos. Pero, a medida que se le va cogiendo el tranquillo, las sensaciones mejoran. Sandra se centró especialmente en los manuscritos y, como al principio no sabía muy bien que hacer, hizo acopio de Políticos (cubos rojos) que solo había 3 para toda la partida. Los dos nos convertimos en Frailes muy pronto, así que ya de perdidos al rio, nos convertimos en Cardenales, así que íbamos a intentar llegar a Papa al final de la partida. Sandra con esa cantidad de Políticos lo tenía más sencillo, mientras que yo lo iba a tener más complicado. Por eso me centré en avanzar en la Adivinanza Veronesa y en el Cantico de las Criaturas. En la última ronda, con el Papa ya muerto, se decidió todo en una jugada. Yo conseguí una Abadesa que me daría la mayoría en votos al final de la partida. Esos 3 puntos serían la diferencia entre la victoria y la derrota. Sandra llegó a Papa, mientras que yo solo pude llegar a Camarlengo. Además Sandra tenía una cantidad de Manuscritos y de gran valor. Pero yo me llevé puntos en casi todas las categorías. Resultado final, yo vencedor con 54 puntos, mientras que Sandra se quedó solo con 50.

Buenas sensaciones, de menos a más
Buenas sensaciones, de menos a más

Y con esto termina la semana. Muchas partidas y bien repartidas, con bastante gente. A ver qué tal se da esta nueva semana, la última completa antes de las vacaciones. Vacaciones en las que espero seguir jugando mucho…

7 comentarios

  1. El Indigo siempre se decide por pequeños detalles, y por supuesto q en muchísimas ocasiones merece la pena destruir gemas esas gemas que intuyes que no van a acabar en salidas tuyas. Qué grandeza de mecánica para hacer el mal xD

    Y qué grandeza el Kingdom Builder. Mi última partida fue apoteósica (de la que hablo en la entrada de hoy) 🙂

    Saludos!

    1. Si waltrapa, me has metido unas ganas locas de pillar no solo el Nomads, sino el Crossroads! Como me descuide hago pedido a alemania! xD

    2. Ey, dia para las tdn… conseguido! 🙂 yeeeeeaaaaaaahhhh!
      Si quieres me llevo mi copia del Kingdom y pruebas Nomads 😛

    1. Yeah! La verdad es que me lo pasé mejor de lo que esperaba. No es que haya cambiado mi percepción de los juegos puramente colaborativos, pero al menos no me aburrí como esperaba que ocurriese.

      ¿Cómo lleváis lo de TDN? ¿Os vais a pasar?

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