Viajero de Tablero: La Alhambra

Bueno, vamos con una nueva entrega de esta peculiar sección del blog. En esta ocasión vamos a irnos al sur, no a mi Sevilla natal, pero si a otra de las grandes ciudades de Andalucía, Granada, para visitar el que, probablemente sea, el mayor monumento que tenemos en nuestro querido país y que a punto estuvo de ser nombrada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno (quedó finalista). Por eso es que le vamos a dedicar una entrada completa.

La Alhambra de Granada de noche desde el mirador de San Nicolás
La Alhambra de Granada de noche desde el mirador de San Nicolás

Primero un poco de introducción histórica. La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo (qa’lat al-Hamra’, Castillo Rojo), está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba. Su posición estratégica, desde la que se domina toda la ciudad y la vega granadina, hace pensar que existían construcciones anteriores a la llegada de los musulmanes.

A pesar de la incorporación del castillo de la Alhambra al recinto amurallado de la ciudad en el siglo XI, lo que la convirtió en una fortaleza militar desde la que se dominaba toda la ciudad, no sería hasta el siglo XIII con la llegada del primer monarca nazarí, cuando se fijaría la residencia real en la Alhambra. Este hecho marcó el inicio de su época de mayor esplendor.

De la época de los Reyes Católicos hasta nuestros días podemos destacar la demolición de parte del conjunto arquitectónico por parte de Carlos V para construir el palacio que lleva su nombre y el abandono de la conservación de la Alhambra a partir del siglo XVIII. Durante la dominación francesa fue volada parte de la fortaleza y hasta el siglo XIX no comenzó su reparación, restauración y conservación que se mantiene hasta la actualidad.

Vista aérea de la Alhambra
Vista aérea de la Alhambra

Démonos un paseo por las ubicaciones más características del conjunto arquitectónico. El orden que seguiremos es el mismo que si estuviésemos haciendo la visita.

Palacio de Carlos V. Su origen se debió a la necesidad de un lugar que reuniese todas las comodidades de la época para el emperador y su familia, ya que el Alcázar, que era su residencia de verano, no cubría sus necesidades. El emperador ordenó la construcción del palacio junto a la Alhambra para poder disfrutar de sus maravillas.

Panorámica del patio interior del Palacio de Carlos V
Panorámica del patio interior del Palacio de Carlos V

Torre de la Justicia. Conocida también como Puerta de la Justicia o Puerta de la Ley en tiempos de los árabes. No obstante parece ser que su verdadero nombre era Puerta de la explanada y hacía referencia al espacio que delante de ella había. Esta explanada, hoy ocupada por jardines, arboleda y paseos, funcionaba como campamento, campo de maniobras y desfiles.

Puerta de la Justicia
Puerta de la Justicia

Puerta del Vino. Es una de las construcciones más antiguas de la Alhambra. Hoy la encontramos aislada dentro de la Plaza de los Aljibes aunque posiblemente formaba parte de un conjunto de construcciones que cerraba la citada plaza.

Puerta del Vino
Puerta del Vino

Plaza de los Aljibes. Se trata de una extensa explanada entre las torres y las defensas de la Alhambra por un lado, y por otro por la Puerta del Vino y los palacios árabes y el Palacio de Carlos V, que nos muestra unas espléndidas vistas de la ciudad, el Albaicín y el Sacromonte.

Plaza de los Aljibes
Plaza de los Aljibes

Patio de los Arrayanes. Llamado de diversas formas a lo largo del tiempo, la actual denominación se debe a los macizos de arrayanes cuyo color verde vivo contrasta con el piso de mármol blanco del patio, y que rodean al estanque central.

Palacio de Comares. Constituía la residencia oficial del monarca, y está compuesto por un conjunto de dependencias agrupadas en torno al Patio de los Arrayanes, con galerías porticadas en los extremos, y que ocupa el interior de la Torre de Comares, desde donde se domina el valle del Darro.

Torre de Comares. Es la mayor de las torres existentes en la Alhambra, con una altura de 45 metros. Su nombre se debe a las vidrieras de colores de los balcones que iluminan la gran sala que ocupa el interior de la torre, denominadas comarías.

Patio de los Arrayanes con el Palacio de Comares y la Torre de Comares al fondo
Patio de los Arrayanes con el Palacio de Comares y la Torre de Comares al fondo

Palacio de los Leones. Constituía las estancias privadas de la familia real, y se construyó en el ángulo que forman los Baños y el Patio de los Arrayanes. En este palacio el arte nazarí alcanza su máximo esplendor, en el que se alcanza una belleza de una sensibilidad y armonía incomparables, donde la luz, el agua, el colorido, la decoración exquisita, convierte a este palacio en una maravilloso placer para los sentidos, en el que se deja atrás el periodo anterior de decoraciones más abstractas y geométricas para dar paso a un estilo más naturalista.

Patio de los Leones. Quizás sea el lugar más conocido de la Alhambra. Su nombre procede de los doce leones surtidores de la fuente que ocupa el centro del patio, leones sobre los que descansa la gran taza de forma dodecagonal y que la rodean. Esta fuente, de mármol blanco, es una de las más importantes muestras de la escultura musulmana.

Patio de los Leones junto al Palacio de los Leones
Patio de los Leones junto al Palacio de los Leones

Jardines del Partal y Torre de las Damas. Estos jardines se extienden desde la salida de la Rauda hasta la explanada en la que se encuentra la Torre de las Damas. Es el más importante de los edificios de magnates que vivían en torno al Palacio Real en la época árabe y su decoración la más antigua de la Alhambra. Ha sido conocida por múltiples nombres, según el habitante que la ocupara en cada momento, aunque desde finales del siglo XVIII tomó su nombre actual. En un principio el edificio fue llamado Partal (pórtico) por el que formaban sus cinco arcos, que se reflejan en el estanque rectangular que hay entre ellos.

Jardines del Partal
Jardines del Partal

Torre de los Picos. Esta torre de tres pisos es conocida con este nombre por sus almenas terminadas con pirámides de ladrillo. Realizada a fines del siglo XIII o comienzos del XIV, sorprende por su arquitectura gótica, sin que se conozca claramente a qué es debido este hecho.

Torre de la Rauda. Se encuentra detrás del Palacio de los Leones con el que se comunica a través de una puerta. Se pensó durante mucho tiempo que éste era el lugar de enterramiento de los reyes granadinos. Sin embargo, dicho cementerio fue encontrado fuera del palacio, más al sur, por lo que la Rauda debió ser su entrada principal o la del palacio primitivo.

Torre de la Cautiva. Situada en el camino de ronda de la muralla, fue conocida en el siglo XVI como de Torre de la Ladrona y de la Sultana. Se cambió su nombre por el de la Cautiva porque se pensaba que en ella vivió Doña Isabel de Solís, convertida al Islam con el nombre de Zoraya, favorita del rey Muley Hacén.

Torre de las Infantas. En este pequeño palacio encontramos una referencia para conocer cómo eran las viviendas aristocráticas árabes. En el siglo XVI se llamaba a esta torre de Ruiz y Quintarnaya, por ser éste el nombre de su habitante. A partir del siglo XVII debe su nombre a la leyenda de Washington Irving sobre las princesas Zaida, Zoraida y Zorahaida.

Torre del Cabo de la Carrera. Llamada así por ser el límite de la calle Mayor de la Alhambra, sólo nos quedan sus restos, ya que fue destruida por las tropas de Napoleón en 1812 cuando abandonaban Granada.

Torre del Agua. Se conoce con este nombre por estar junto al acueducto que conduce el agua del Generalife a la Alhambra.

Torre de los 7 Suelos. Situada en la cara sur de la fortaleza, fue la entrada más importante a la Alhambra. Los musulmanes la denominaban Puerta de los Pozos, debido a las mazmorras que existían en los campos situados frente a la torre usados para confinar presos. La tradición dice que ésta fue la puerta por la que Boabdil salió y entregó la Alhambra a los Reyes Católicos, pidiéndoles que nadie volviese a entrar por esa puerta, cerrándola para siempre.

Panorámica de varias torres de la Alhambra
Panorámica de varias torres de la Alhambra

Alcazaba. Es una de las partes más antigua de la Alhambra. Se piensa que antes de su construcción y la llegada de los musulmanes a Granada existieron diversas edificaciones en la misma zona.

Plaza de Armas. Constituía la entrada original a la Alcazaba. Estaba compuesta por un conjunto de construcciones en las que se realizaban distintos servicios a los habitantes de la fortaleza. A la derecha existe un gran aljibe de dos naves, que debía ser cisterna de agua de lluvia, pero que a partir del siglo XVII empezó a recibir agua de la acequia de la Alhambra.

Torre de las Armas. Esta torre, que ya era llamada así por los árabes, se situa en la muralla norte, formando ángulo con la muralla inferior de la Alcazaba, y por ella se comunicaba la Alhambra con la ciudad a través del barrio de la Almanzora.

Torre de la Vela. Durante algún tiempo, esta torre se convirtió en vivienda, por lo que su aspecto ha cambiado con respecto al que tuvo en sus orígenes. En el segundo piso tuvo almenas hasta el siglo XVI.

La Alcazaba con la Torre de la Vela y la Torre de las Armas al fondo
La Alcazaba con la Torre de la Vela y la Torre de las Armas al fondo

Jardines de los Adarves. Se encuentran a la entrada de la Alcazaba. Se denominan así por estar situados en el adarve bajo de la fortaleza y es uno de los lugares desde los que se puede admirar uno de los más bellos paisajes de la ciudad.

El Generalife. Ocupa las pendientes del Cerro del Sol, desde el que se abarcan toda la ciudad y los valles del Genil y del Darro. Se convirtió en lugar de recreo para los reyes granadinos cuando éstos querían huir de la vida oficial del palacio.

Patio de la Acequia. Es la parte más importante del Generalife, si bien, su aspecto ha cambiado desde los tiempos árabes, tanto en sus construcciones como en los ajardinamientos. Presenta un canal que divide el patio longitudinalmente, que conduce las aguas de la acequia de la Alhambra, y que está rodeado de un conjunto de pequeños surtidores, y que termina en sus extremos en dos tazas de piedra. El resto del patio está ocupado por distintas especies vegetales que han ido variando según los gustos de la época.

Patio de los Cipreses. Este patio tiene un estanque central rodeado por setos de arrayán y en el centro del estanque existe otro pequeño estanque con una fuente de piedra. El patio recibe su nombre de los viejos cipreses que encontramos en los cenadores, el más famoso de los cuales es el Ciprés de la Sultana en el que, según la leyenda, se veían la esposa de Boadbil y un caballero abencerraje, lo que desencadenó finalmente la muerte de los señores de esta noble tribu, que fueron degollados.

Patio de la Acequía del Generalife
Patio de la Acequía del Generalife

Bien, ya nos hemos dado un buen paseo. Es hora de volver al mundo lúdico, y comprobar como todas estas maravillas han servido de inspiración para el arte de diversos juegos.

Como es obvio, el primer juego del que vamos a hablar es Alhambra, diseñado por Dirk Henn. El juego, como es de suponer, toma directamente muchísimos elementos del conjunto arquitectónico y los introduce en los distintos componentes.

En primer lugar tenemos la portada, que es una fiel representación de la Alhambra vista desde el mirador de San Nicolás (en Granada), desde el cual se puede observar la Alhambra a una distancia ideal y, lo más importante, a la misma altura, ofreciendo una imponente panorámica desde la que podemos admirar el complejo en toda su dimensión, con Sierra Nevada cubierta con un manto blanco al fondo. Como detalle, para ambientar un poco más, la Torre de Comares no se encuentra acabada y en la portada del juego se observa como está en plena construcción, dándonos una idea de que va a ir el juego (por si alguien tenía alguna duda).

La portada de Alhambra – La Alhambra desde el mirador de San Nicolás
La portada de Alhambra – La Alhambra desde el mirador de San Nicolás

El siguiente componente del juego inspirado directamente en elementos del complejo es el Patio de los Leones, que, como ya hemos comentado, es el elemento más representativo de la Alhambra. La loseta, que sirve de punto de partida de construcción para la Alhambra de cada jugador, es una ilustración bastante fidedigna de la fuente, con sus cuatro afluentes, aunque se ha sustituido el suelo de mármol actual por un jardín.

Loseta Inicial de Patio de los Leones - Fuente del Patio de los Leones
Loseta Inicial de Patio de los Leones – Fuente del Patio de los Leones

Sigamos. El siguiente elemento está muy ligado al anterior. Se trata del Palacio de los Leones, que, como ya hemos visto, se encuentra unido al Patio de los Leones por uno de sus cuatro lados. En el juego se traslada fielmente una ilustración de dicho palacio a las losetas de Serrallo (palacio). Como iremos viendo, las losetas son de un determinado color que predomina sobre la construcción, por lo que en este caso se ha tomado la licencia de teñir las tejas del palacio, que no son tan rojas como podemos observar en la comparativa.

Loseta de Serrallo - Palacio de los Leones
Loseta de Serrallo – Palacio de los Leones

El siguiente elemento son las Torres. Como hemos visto en la entrada, la Alhambra tiene numerosas torres y, para la loseta, se ha tomado como referencia la Torre de la Vela, a la entrada de la Alcazaba, la cual tiene una pequeña terraza semicircular en la base que podemos identificar rápidamente en la ilustración de la loseta. En este caso es el morado con el que se tiñen ciertos componentes de la torre.

Loseta de Torre - Torres de la Vela en la Alcazaba
Loseta de Torre – Torres de la Vela en la Alcazaba

Ahora toca una de las estampas que más me gustan de la Alhambra. En el Partal está fielmente representado (incluyendo hasta las ventanas más pequeñas), aunque el estanque no se ha incluido para no sobrecargar la ilustración. Se han añadido algunos cipreses en la parte posterior que son cosecha del ilustrador. En este caso no hay variación en los tonos, pues el color de la loseta es el marrón, que coincide con el de las tejas del edificio.

Loseta de Arcada - Partal de la Alhambra
Loseta de Arcada – Partal de la Alhambra

Aquí está el elemento más cogido con pinzas. Las losetas de Sala no tiene una correspondencia directa con ninguno de los edificios existentes en la Alhambra. Sin embargo, me arriesgo a afirmar que el ilustrador se basó en la puerta de la Torre de los 7 Suelos para diseñar la loseta. Sobre todo porque el elemento más importante y que más destaca es la puerta con los dos guardas, y, como hemos comentado anteriormente, dicha puerta tiene un gran peso histórico.

Loseta de Sala - Torre de los 7 Suelos
Loseta de Sala – Torre de los 7 Suelos

La última referencia clara es las losetas de Jardín. Como podemos apreciar, hay una gran similitud entre el pequeño pabellón de los jardines del Partal y su entorno con la ilustración de la loseta.

oseta de Jardines - Pabellón de los Jardines del Partal
oseta de Jardines – Pabellón de los Jardines del Partal

Con respecto a la loseta que resta del conjunto disponible, el Pabellón, no he encontrado una referencia directa en todo el conjunto arquitectónico, así que me inclino a pensar que ha sido invención del ilustrador.

El siguiente juego es Granada, del mismo autor. En este caso el objetivo es, partiendo desde la Alhambra, desarrollar Granada. La referencia más importante es el tablero de juego, en cuya zona central podemos encontrar una vista aérea de la Alhambra bastante fidedigna, así como el río Darro cruzando de arriba abajo.

Tablero de Granada, de Dirk Henn
Tablero de Granada, de Dirk Henn

Finalmente, tenemos Los Jardines de la Alhambra, de nuevo, del mismo autor. En este caso, la referencia más importante la volvemos a encontrar en la portada del juego, que es una ilustración calcada de la típica foto que podemos sacar del Partal. En el juego, como es de suponer, intentaremos levantar los jardines de la Alhambra. En algunas losetas tendremos edificios, que no serán otros que los del Alhambra original pero vistos desde arriba.

Portada de Los Jardines de la Alhambra, de Dirk Henn - Partal de la Alhambra
Portada de Los Jardines de la Alhambra, de Dirk Henn – Partal de la Alhambra

Y con esto acaba la visita por hoy. Como vemos, Dirk Henn está enamorado del conjunto arquitectónico nazarí, así como de su entorno. Si Carcasona ha sido llevada al juego hasta la saciedad, la Alhambra y sus alrededores les siguen muy de cerca. No es para menos. La Alhambra es algo que todos deberíamos visitar, al menos, una vez en la vida.

Fuentes:

4 comentarios

  1. Pues como siempre me fijo en lo que originalmente no era así. Como en Carcassonne, te cuento unas poquillas cosas.

    El patio de la fuente de los leones. Originariamente no tenía jardín, y en base a un estudio concienzudo de documentación existente se ha repuesto el suelo original de marmol blanco. Los tejados de las torres en los extremos están restaurados, pero no me se bien la historia de los cupulines o templetes orientales que habían antes y fueron eliminados. Según leo procedían de una restauración erronea del XIX, pero vamos, que ahí me pierdo.

    En cuanto al Partal, pues en los años 60 del XX le pusieron unas columnas de marmol inventadas. Una restauración erronea, su estado original y como jamás debió cambiar, era este:

    http://3.bp.blogspot.com/_eV-eU-wmwdk/S0mXSvSxF5I/AAAAAAAAAq4/9LqcZuYrHrA/s400/01.JPG

    1. De nuevo, muchas gracias por completar este tipo de entradas!!

      Voy a tener que nombrarte colaborador oficial! 😛

      Muchas gracias por pasarte!

    2. Es culpa tuya por sacar estos temas 😀

      Pero vamos, de los castillos de Borgoña no tengo ni zorra, ni de Caylus… XD

      Por cierto, si un día inventas un juego de gestión tipo Caylus, Los pilares de la tierra o Agricola, he encontrado un monumento francés muy conocido que se les ha pasado, pero ese te lo digo cuando me enseñes el prototipo 😀 😉

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