Sobre los fillers y la rejugabilidad

El otro día comentando en la reseña de Un Imperio en 8 Minutos en este mismo blog, Neiban, del blog Tableronne (me encanta su temático diseño), discrepaba conmigo (pero siempre desde el respeto y sin malos modos, como debe ser) acerca de la vida de los fillers. Yo sigo manteniendo mi postura, y es que los fillers, por definición (por MI definición), son poco o muy poco rejugables.

Pero para ello tendríamos que aclarar un poco el concepto de rejugabilidad, porque según el enfoque que tomemos, puede significar una u otra cosa. Para mí, un juego posee una vida mas longeva cuantas más partidas sean necesarias para poder afirmar que se dominan todas sus mecánicas y posibilidades. De esta definición excluyo a la variable que suponen los jugadores, pues, obviamente, que cada jugador recorra este camino de aprendizaje en un grupo puede darle, de nuevo, vida al título, aunque esto no ocurre en todos los casos.

Space Beans, un friki-filler de Uwe Rosenberg

Vayamos con el razonamiento que justifica esta entrada. Un juego suele ser catalogado de filler (o juego de relleno), principalmente, por su duración, que suele rondar la media hora. Para ello, normalmente, las mecánicas implementadas suelen estar adaptadas para tal fin. Por tanto, el número de variantes estratégicas es relativamente reducido. Es decir, que, tras jugar unas pocas partidas, seguramente ya sepamos adaptarnos a prácticamente todas las situaciones. Bien, pues una vez llegados a este punto el juego, por sí mismo, ya no tiene nada nuevo que ofrecernos.

Otra historia es la componente que aportan los jugadores. El grado de experiencia de un jugador, como hemos comentado anteriormente, también afecta mucho al devenir de una partida. Pero esto no es algo inherente a la naturaleza del juego, por lo que en mi opinión no debería tenerse en cuenta a la hora de definir el grado de rejugabilidad de un título, aunque también existen juegos que son impermeables a este efecto, normalmente porque son muy individualistas y no hay apenas interacción. También se debe tener en cuenta el grado de competitividad de los jugadores. Cuanto mayor sea mas vida podrá tener el juego, pero, de nuevo, es un factor aportado por los jugadores, no por el diseño del juego en si.

Independientemente de todo esto, la afirmación es en un solo sentido (como se dice en matemáticas, si y solo sí). Es decir, según yo lo veo, los fillers son poco rejugables. Pero eso no quiere decir que todos los juegos poco rejugables sean fillers.

¿Y vosotros que pensáis? ¿Son los fillers futuros acumuladores de polvo en la estantería? ¿Claros candidatos para venta? ¿Conocéis algún caso de filler que tenga una vida extraordinariamente alargada en comparación con sus compañeros de categoría?

18 comentarios

  1. Es una buena reflexión, pero estoy con Neiban, no estoy de acuerdo.
    Yo veo la rejugabilidad de otra manera, imagino que de tanto jugar en pareja. Para mi la rejugabilidad no se mide en las partidas necesarias para entender y comprender en profundidad el juego. Cuando has llegado a ese punto (para mi) sólo has llegado a la mitad. Aún te queda la otra mitad del viaje, la cual se basa en con todas esas mecánicas aprender a jugar con los demás

    Para mi un juego pierde rejugabilidad cuando ya no te apetece sacarlo, porque lo tienes "quemado". Cuando ya lo has jugado tantas veces que ya no atrae ningún aliciente el volver a sacarlo a mesa.

    Pero los fillers tienen un "je ne se cua" que (si están bien hechos) nunca te cansas de que vean mesa. Por ejemplo, Dobble o Tichu. Son juegos que con dos reglas más o menos, dan horas y horas y horas de diversión, casi inagotables. Luego tienes fillers churros, esos que a las dos partidas te has cansado porque no ofrecen más diversión. Suelen ser los que contienen chistes o bromas en las cartas, y que una vez leidos todos se acaba la gracia.

    Bueno, es mi punto de vista. Quizá no esté tan alejado del tuyo en la práctica :p

    p.d. somos unos amantes de fillers, así que quizá nuestra opinión es bastante subjetiva 😉

    1. Claro, en cierto modo, como dices, es así. Yo en mi argumentación elimino el factor humano, porque este es totalmente variable y no se va a dar en todos los casos. Y vosotros sois un claro ejemplo. Si siempre jugáis en pareja, esa "segunda fase" apenas tiene recorrido, porque, a la vez que habéis ido dominando el juego, habéis ido aprendiendo a jugar entre vosotros, ocurre de forma paralela, no posterior. Si empezais a jugar con un tercer jugador, obviamente la cosa cambia, porque este tiene que aprender, vosotros adaptaros al nuevo jugador que modifica todo lo estudiado. Pero precisamente, ese factor suelo darlo por igual en todos los juegos. Una vez excluido, te queda solo la propia vida del juego, jugadores a parte. Y ahí los fillers tienen poco recorrido. En pocas partidas ya lo dominas.

      Otra cosa es lo que dices, que hay juegos perennes, que por mucho que se dominen, siempre apetecen jugar, pero ahí ya entran otros factores, como puede ser la nostalgia.

  2. Pues mira Iván. Leyendote no sabía muy bien qué palabras expresar en mi alegato, pero es que resulta que Farko ha dado en el clavo.
    Lo 1º – En la definición de rejugabilidad ya partimos de conceptos diferentes, así que es obvio que dps lleguemos a conclusiones diferentes. Yo digo lo que Farko. Para mí la rejugabilidad es la capacidad que tiene un juego de que no me canse de él.
    Es decir, nada de llegar a explotar x mecánicas, ni posibilidades, ni patatín patatán de eso (que es el camino por el que tu abogas. Y lo entiendo y respeto perfectamente).

    Lo 2º – El objetivo. Para mí un filler no tiene otro objetivo más que el de conseguir que sus jugadores se echen unas risas. Y aquí viene lo filosófico: la risa, la diversión, es eterna. Me dirás que muchos juegos medios o densos son divertidos. Y no te lo negaré. Por supuesto. Pero es que un buen filler nunca será el mismo según con cuántos jugadores lo juegues, y según con qué gente, porque la risa nunca es la misma, siempre viene por senderos diferentes.
    ¿Cómo lo diría? (no sé si me estoy explicando muy bien, hoy estoy espeso), creo que los fillers tienen un objetivo más honesto, y cumplen su objetivo (divertir) más a menudo que los demás juegos. Es una de las causas por las que me gustan tanto los fillers.

    Dicho de otro modo? OK
    Tras haber jugado 15 partidas a Agrícola (espaciadas en el tiempo por supuesto) y 15 a Toma6. Si un día me dicen "ey, a cuál de esos 2 nos echamos una partida?" es mucho más probable que diga Toma6 a Agrícola (y ojo, me encanta Agrícola). Porque tras todas esas partidas, intuyo que estaré más saturadete de Agrícola que de Toma6. Éste se conservará más fresco, debido a su "objetivo".
    Y yo juego para divertirme, así que por eso les veo más rejugabilidad a los fillers en general que al resto de juegos.
    Ojo, recuérdese que hablo en términos generales. Hay de todo en el mundillo.

    Gracias por crear la entrada como te dije. Me parece interesantísimo que debatamos sobre esto 😉

    1. Tal vez mi punto de vista sea demasiado cuadriculado. Para mi el factor diversión está íntimamente ligado a la curva de aprendizaje y al reto que me suponga el juego. Es decir, a mi me divierte tanto o mas un juego, cuanto mas tiempo tenga que echarle para dominarlo.

      Y la comparación con no-fillers es también peliaguda. Obviamente, en una sesión de juegos, los fillers parten con cierta ventaja porque dan mas libertad que un Euro durete, que solo pueden jugar unos determinados jugadores y la partida se irá, mínimo, a dos horas.

      Pero también hay fillers, como el que dio pie a esta entradas, que de "divertidos" no es que tengan mucho. Un Imperio en 8 Minutos no deja de ser un Mini-Grande, y el Grande no es que sea una fiesta :P. Ahí influye que el filler sea mas o menos serio. Yo creo que la gente se divertirá mas con un Banjooli Xeet o, como dices, un Toma 6 en comparación con este.

      ¿Como lo ves?

    2. Que el grupo de juego lo es todo en esta afición, la verdad.

      Ya que me citas El Grande y dices que no es una fiesta…
      Cuando lo he sacado a mesa (no han sío muchas veces la verdad) hemos llorao de la risa. Nos hemos tirado toa la partida jugueteando verbalmente con polladas en alusión a las provincias del juego, a la nobleza, etc. ¿Ves? a ese tipo de diversión me refiero. Yo sé que esa diversión va en un paquete que poco tiene que ver con el juego en sí, pero es que si hablo por mi experiencia, veo que los fillers son más propensos a aportar ese tipo de diversiones. Y por ende, para mí, a ser conderados como con una "mayor rejugabilidad".

      P.D; Y fíjate por cierto que El Grande no es ningún filler. Pero es un gran ejemplo que me sirve para decirte lo de antes, que hay de todo. Que tb hay muchos juegos medios y duros con gran rejugabilidad (de la que yo digo), y fillers con poca.

    3. Esa es una gran verdad. Yo muchas veces tengo partidas de mentes sesudas y todos ingenieros, y todos allí metidos, casi sin hablar… Como si fuera una partida de ajedrez…

      Para que veas mi punto 😛

    4. Sí. Si lo veo Iván. Lo entiendo y lo respeto, aunque opine otra cosa diferente.

      El grupo jugón marca por completo la experiencia del jugón. Yo a mi grupo habitual no les puede meter un juego de esos de estar 3 o 4 horas todos callaos con cara de ajedrecista. Me lo tirarían a la cara. Y fíjate q a mí si me gustan.
      Es que hay determinados juegos que sólo funcionan/triunfan con determinados grupos. Mira por ejemplo el Cosmic Encounter: lo dije en su día y lo vuelvo a decir. Este juego es grandioso sólo si lo sacas con el grupo exacto. Si no, te parecerá surrealistamente malo (que es lo que muchos dicen de él). Y así con tantos juegos.
      Así que resumiendo, que los fillers a mí me dan esas risas que los hacen ver mesa una y otra vez, y que (de algunos, los buenos) hacen que no nos cansemos nunca de ellos. Por ende, para mí = más rejugabilidad.

      Saludos crack!
      (buen debate has conseguío eh pillín)

  3. Buenas!

    La entrada es interesante y lo argumentas muy bien salvo la conclusión final que no acabo de entender, ya que mezclas las diferentes definiciones de “rejugable” para concluir que los fillers acaban cogiendo polvo en la estantería (o al menos eso es lo que he deducido de tus preguntas finales).

    Estoy de acuerdo en tu 1ª definición de rejugable (juegos con muchas opciones, chicha, alta curva de aprendizaje, etc.) pero no estoy de acuerdo con que un juego sencillo aburra y no acabe viendo mesa, lo cual es un atributo (“ver mesa”) que no tiene nada que ver con la rejugabilidad. Los motivos para que un juego vea mesa son muy distintos y no sólo objetivos sino además particulares de la situación de cada uno. En mi caso, los juegos que más mesa ven son precisamente los fillers!! 😀 ¿Cómo van a coger polvo ni mucho menos venderlos? Y no sólo eso, hay otros mucho más rejugables por su complejidad que apenas puedo sacarlo y hasta me planteo venderlo por eso.

    Resumiendo: ¿comparto que normalmente los fillers tienen pocas opciones? Sí. ¿Cogen polvo o son candidatos para vender por esa razón? En *mi* caso, no.

    Hale! ahí queda ese tochaco! 😛

    –Cartesius

    1. Mmm, tal vez el cierre de la entrada pueda ser confusa 😛

      Al punto que quiero llegar es que, en mi caso, cuando un juego ya lo domino (y aquí da igual si es filler o no), empieza a ver mucha menos mesa porque ya no supone tanto reto como al principio. Obviamente un filler, desde este punto de vista, tiene menos vida, pues se descubre completamente en mucho menos tiempo.

      Si solo nos quedásemos con este aspecto, la rejugabilidad de un filler es bastante baja, y por tanto, las probabilidades de quedarse en la balda mas tiempo aumentan.

      Pero solo hablo de probabilidades. Como bien indicas, el que un juego "vea mesa" no está directamente ligado a la rejugabilidad, entendida como digo en el parrafo anterior. Si la rejugabilidad la entendemos como la capacidad de divertir, los fillers tienen un factor superior a los no-fillers, y creo que es, precisamente, por ser mas accesibles.

      Tal vez en mi razonamiento el fallo esté en lo que indicas. Sacar la conclusión directa de que si un juego ofrece pocas variantes en cuanto a mecánicas implica una rejugabilidad reducida.

      Gracias por pasarte Carte!

    2. Pues yo comparto la opinión de Neiban y Farko, no estoy para nada de acuerdo con tus opiniones en este aspecto. Para mí un juego no deja de ser rejugable cuando lo dominas, por ponerte un ejemplo yo he jugado más de 40 partidas al Jaipur y sigue siendo un juego súper rejugable, porque aunque tiene una mecánica súper de sencilla y fácil de dominar me parece increíblemente divertido y con más interacción de la que a priori pueda parecer, a ti me imagino que te duraría 5 partidas y luego ya a la estantería por lo que comentas.

      Para mí la rejugabilidad va ligada a la diversión, si el juego me divierto quiero jugarlo, si hago dos partidas y me he aburrido pues ahí se terminó su rejugabilidad, después intervienen otros factores como el diseño del propio juego, a veces se incluyen mecanismos para hacer una partida diferente a la anterior, a veces el azar es necesario para darle frescura y aleatoriedad a cada partida, eso no hace otra cosa que aumentar su rejugabilidad desde mi punto de vista, si todo es siempre matemática pura se convierte en algo mecánico que a las pocas partidas ya me ha cansado.

      Por cierto, leyéndote tu cuenta bancaria debe estar sufriendo, porque tal y como planteas las cosas debes estar comprando juegos cada semana 🙁

    3. Buenas Adriá. Como ya he comentado, intentaba desligar, precisamente, el concepto de diversión. Pero, principalmente, porque el nivel de diversión es algo totalmente subjetivo y depende de muchos factores (el grupo principalmente, como apunta Neiban). Y como tal, no es algo sobre lo que se pueda generalizar. Sobre la curva de aprendizaje de un determinado juego si. Si estableciesemos que un determinado juego es igual de divertido para todo el mundo, a la hora de comparar la rejugabilidad solo nos quedaría esa curva de aprendizaje y la sensación de descubrir algo nuevo en el juego. Ese es el punto de partida de mi razonamiento. Una vez que entran factores subjetivos en la definición, cada uno va a tener sensaciones totalmente distintas. Sobre un mismo juego unos dirán que es mas rejugable que otros.

      Respecto al tema azar, totalmente de acuerdo contigo. Sobre todo el azar en el setup, y siempre que no desnivele exageradamente el punto de partida de cada jugador, es necesario para que la rejugabilidad sea mucho mas elevada. Por ejemplo, el Le Havre es una partida totalmente distinta simplemente por como se recargan los mercados y el orden de los proyectos municipales.

      Volviendo al Un Imperio en 8 Minutos. El punto de partida es SIEMPRE el mismo, excluyendo las 6 cartas iniciales, pero estas solo ofrecen, básicamente, 5 acciones distintas, por lo que es mas que probable que dispongamos prácticamente de las mismas opciones. Aquí la diversión depende en gran medida del grupo que esté jugando, como ya comentaba Neiban arriba. Un grupo soso no le sacará el mismo partido que un grupo animado.

      Y respecto a mi cuenta bancaria, ha sufrido bastante si 😛 Pero bueno, ahora tengo una buena ristra de juegos por catar, y también muchos a los que solo le he echado 1 o 2 partidas, por lo que aun tienen mucho recorrido. Es la ventaja de tener cada vez mas, que es dificil echarle 4, 5 partidas al mismo de seguido 😛

      Gracias por pasarte Adriá!

  4. Yo pienso que un juego es rejugable si dispone de alicientes que invitan a jugarlo de nuevo. Por ejemplo, y saliendo del tema de los juegos "Fillers", para mí un "Descent: viaje a las tinieblas" es un juego rejugable, porque da la posibilidad de poder crear tus propios escenarios, por lo que es muy jugable tras pasarte la campaña. Ahora, otra cosa es que te canses por la mecánica, que siempre será la misma, sin lugar a dudas. "Talisman", otro ejemplo, me parece rejugable hasta que quemas todos los personajes y ya has visto en mútiples partidas todas las cartas de aventura, que es lo que me pasó a mí y ya no sale tanto a mesa.

    1. Buenas Cristian. En tu escueto comentario (comparado con los tochos que hemos puestos), creo que das con la clave: los alicientes.

      Obviamente, estos alicientes son subjetivos: curva de aprendizaje, diversión, etc.

      Gracias por pasarte!!

  5. Que buen debate habéis generado entre todos.
    Es difícil mojarse…
    Bajo mi punto de vista la re jugabilidad de un juego es algo realmente difícil de medir. Salvo en juegos que es obvio (o al menos yo lo veo así) que se “queman” cuando se juega con las mismas personas, por poner algún ejemplo, Black Stories.
    Porque entiendo que la re jugabilidad está ligada a los gustos de los jugadores. Y aquí entra la frase típica: para gustos los colores…
    También creo que habéis dado en la clave cuando habláis del grupo con el que se juega. Que para mi punto de vista influye y mucho en la re jugabilidad de un juego. Pero de nuevo pienso que influyen los gustos.
    Y venga me mojo… midiendo la re jugabilidad tal como Iván lo indica en su entrada, pienso parecido a Iván, no puedo meter a todos los “filler” en el mismo saco, pero yo sí que creo que generalizando y sé que no es bueno generalizar, suelen ser menos rejugables que otro tipo de juegos. Y digo suelen y generalizando xd.

    Un saludo a todos.

  6. Iván, me temo que en esta ocasión te quedas solo (o casi solo) 😛

    Yo estoy de acuerdo con la mayoría de los demás. Si algo caracteriza a los fillers, en mi opinión es precisamente su rejugabilidad. Y no entiendo por qué os complicáis tanto en definir algo tan sencillo de definir pues la propia palabra es autoexplicativa: rejugabilidad es que se juega varias veces. Ya está. La rejugabilidad de un juego es por tanto la capacidad de éste de volver a salir, ver mesa. con frecuencia. No entiendo eso de que "entendemos rejugabilidad de forma distinta". Un concepto tan sencillo como esto es blanco o es amarillo.

    Otra cosa es analizar qué elementos debe tener un juego para que tenga una alta rejugabilidad o no. Ahí si que ya cada uno puede tener una opnión muy diferente. Y que el juego sea un filler (un buen filler, se entiende) en mi opinión es algo que potencia esa rejugabilidad, porque su corta duración permite sacarlo en muchos momentos que no puedes sacar otros juegos, porque además por su sencillez es ideal para iniciar a gente no jugona ¿Cuantas veces hemos jugado a un filler de nuevo, no porque en verdad queramos o nos apetezca, sino por "evangelizar"?

    Y como ya han dicho antes. Si un filler es bueno y te gusta, no te aburre nunca, lo sacas y juegas una y otra vez. Eso de que solo juego a algo hasta que lo domino o he sacado todo lo distinto que pude ofrecerme y una vez que lo domino ya deja de ser rejugable… no sé, poca gente creo que lo ve así.

    Al que le gusta y domina a la perfección el póker o el mus ¿le parece que ya no son rejugables porque ya los ha reprimido? Al contrario, si lo domina ya a tope, más disfrutará con las partidas y le gustará rejugarlo aunque no aprenda nada "nuevo" ¿no?

    1. Nadie me entiende, sniff sniff 😛

      Al menos he cambiado mi punto de vista!! Para mi antes la rejugabilidad podía ser definida por parametros objetivos: curva de aprendizaje, variantes, etc.

      Obviamente en los fillers no podemos dejar de lado las componentes subjetivas. Es como los niños pequeños. Un vídeo de Mickey Mouse para nosotros, adultos ya con muchos pelos en todas las zonas que querais, solo merecerá uno o dos visionados (o tres, o cuatro, somos niños :P). Pero para un niño pequeño, ese vídeo se puede poner en bucle que lo va a disfrutar igual todas las veces.

      ¿Donde reside entonces esa capacidad de revisionado? Gracias por abrirme los ojos!! xD

      Aunque, si el grupo siempre es el mismo…

  7. Holaaa,
    Ante todo felicitarte, Ivan, por la página. Como para tantos otros, es un gustazo leer tanto las reseñas como las crónicas jugonas. Precios, escalabilidad, temáticas, sensaciones… todo perfectamente explicado. Una pasada incluso para los otros blogueros de este mundillo, pues tu experiencia y dedicación es enorme y por tanto muy estimable. Gracias.
    De casualidad he visto esta entrada al final de una de las muchísimas reseñas que he leido a lo largo de estos últimos meses (no sé si tienes indexadas las opiniones en alguna columna) y aunque hasta ahora «me había resistido» a comentar, he decidido hacerlo por fín porque creo que esta entrada lo merece. Y merece ser rescatada siete años despues para agregar que pienso que los factores coleccionismo y ludoteca están afectando y mucho, algo obvio pero importante: estamos consumiendo juegos, vorazmente opino, y su mercado se ha adaptado al consumismo. Puede gustar o no, pero es inevitable. Yo de niño jugaba con mi hermano al Monopoly, al Parchis, al Misterio (Cluedo) y a las chapas (carreras, partidos de futbol con garbanzo…). No nos cansábamos ni quemábamos el Monopoly, broncas aparte con la negociación, y momentos realmente hilarantes e inolvidables como cuando yo hacía trampas y sacaba a los suplentes en los partidos de chapas jugando con 14 chapas contra 11 hasta que se daba cuenta, en fin. Desde que descubrí Catán hace unos cinco años, recuperada la afición hoy voy por unos cien juegos más o menos en mi ludoteca y esto es un sinsentido jajaja. Lo que ha comentado Cristian de los alicientes viene a cuento al respecto. Si tenemos demasiados juegos es imposible que aprendamos y disfrutemos bien de casi ninguno por culpa del factor novedad vs. resilencia. Si, en tu caso, sólo tuvieras el agrícola y el ajedrez y los jugaras regularmente ¿serías más desgraciado? (nosotros sí porque nos privarías de la enciclopedia lúdica que nos estás regalando así que gracias por lo que a mí respecta).
    Mi juego favorito, hoy: Ghost Stories a 4 («santo de tu devoción», el único cooperativo que me atrevo a recomendarte) con mi mujer y mis dos hijas, tras más de 20 partidas, a una media de una por semana. Hemos ganado 2 veces. El más jugado: posiblemente Dobble!! (incombustible, siempre lo saco para rellenar, a amistades… vaya piques).
    Perdonadme el rollo.

    1. No hay nada que perdonar. Si en algun sitio son bienvenidos los tochocomentarios, es aqui!!! Y sí, los niveles de consumismo y ansia por la novedad dominan el mercado. Pero bueno, es casi ley de vida. Tambien vivimos en un mundo que va mucho mas deprisa que aquel en el que crecimos. Los niños de hoy en día consumen videojuegos tambien a una velocidad mortal y no se los terminan en su mayoria antes de pasar al siguiente. Anda que yo iba a pasar a otro juego mientras no terminase uno.

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