Crónicas Jugonas: Semana 4 del 2014 (20/01 – 26/01)

Buena semana la que se presentaba, con una buena sesión planificada para el sábado, y con picoteo entre semana.

El miércoles tenía ganas de probar una de las últimas entradas en mi ludoteca: Red Code. La caja luce lustrosa en mis estanterías gracias a los chicos de Dimento Games, que amablemente nos han cedido una copia para que podamos analizarlo en profundidad. Próximamente reseña. Pero de momento, solo este intento (porque en eso se quedó, en un intento). Tal vez empezamos demasiado a lo grande, con las tres naves de cada bando colocadas en el mapa. De primeras tal vez habría sido más práctico haber elegido solo dos barcos. Pero bueno, fue suficiente para hacernos una idea de la mecánica de juego. Con las dudas que surgieron fui a bucear un poco en la red para aclarar conceptos. Respecto a los pocos turnos que jugamos, comentar que Sandra cogió el submarino y aprovecho unas cuantas corrientes en el mapa para tenerme en el punto de mira, cebándose con mi destructor. Menos mal que había dejado tripulantes sin usar y pude responderle como es debido, y apenas me hizo daño. Luego, para su desgracia, moví mi submarino hasta que tenía al alcance su submarino, con todos sus tripulantes exhaustos, y empecé a abrirle boquetes en el casco. Fue la nave que más daño sufrió. Luego nos movimos un poco más, pero la partida no dio para más por eso, algunos conceptos no quedaban claros y tuvimos que jugar según nuestra interpretación (que luego resulto ser la correcta). Pero como Sandra estaba un poco pachucha, decidimos parar en este momento.

Estreno incompleto
Estreno incompleto

El jueves quedamos para echar nuestra partida semanal con los chicos de Juegos de la Mesa Redonda, además de un agregado especial: el fantástico Edgard, más conocido como Mordamir, el responsable de que Muevecubos exista y nos ahorremos unos eurillos. Éramos cinco, y las opciones eran reducidas. Aarón decidió jugar por su cuenta para que así nuestro abanico de opciones se ampliase. Así que para no saturarnos, decidimos echar un Stone Age. La partida estuvo muy igualada debido a que los cuatro, Alejandra, Sandra, Edgard y el que os narra este cuento, fuimos principalmente a por cartas y, cuando podíamos, construíamos alguna choza. Edgard fue el primero en destacarse, además de ser el que más miembros de la tribu fue consiguiendo (de hecho al final de la partida consiguió los diez). La verdad es que durante la primera mitad de la partida le dejamos campar a sus anchas, y esa ventaja inicial que consiguió gracias a un par de chozas de las importantes fue casi definitiva. En la segunda mitad se acabaron las contemplaciones y siempre que podíamos fastidiarle un poco, allá que íbamos. Yo cometí un error mortal en uno de los turnos en los que yo era el jugador inicial, pues no fui a conseguir mi nivel de agricultura correspondiente, detalle que me lastró demasiado. Sandra fue la tapada de la partida, y casi da la sorpresa. Al final todo se decidió prácticamente en las dos últimas rondas. La clave fue que Alejandra se llevó una carta que le otorgaba una buena cantidad de puntos extra por chozas construidas, y, debido a que todos teníamos prácticamente el mismo número de edificios, era una carta codiciada por todos los jugadores. Y así llegamos al recuento final. Al final los puntos por cartas estuvieron muy repartidos, y la victoria se la llevo Alejandra, sobre todo, por el detalle comentado anteriormente. Yo conseguí muchos puntos por las cartas de cultura, pero a un alto precio, que no me permitieron desarrollarme en condiciones. Al final, lo dicho, victoria de Alejandra con 150 puntos, segundo Edgard con 146, tercera Sandra con 142 y yo, ultimo con unos penosos 129.

Muchas tribus para tan poco espacio
Muchas tribus para tan poco espacio

El viernes, antes de ir a dar una vueltecita, Sandra y yo volvimos a sacar el Red Code de Pablo Bella. Esta vez ya con los conceptos claros, fuimos a saco. Para no alargar mucho la partida, solo jugamos con dos barcos cada uno, el portaaviones y el submarino (dejamos el destructor en la caja). Sandra fue la primera en golpear, usando una carta de orden para mermar mi portaaviones. Antes de que fuese objetivo de más ataques, utilice su habilidad para añadir un punto de avería extra a mi submarino, detalle que sería clave para el devenir de la partida. Sandra levo anclas y se dirigió flechada a por mí, y en cuanto tuvo mi portaaviones a tiro, se cebó de lo lindo hasta que me lo hundió. Dos turnos duro el pobre. Entonces escapé con mi submarino de la tormenta que se había formado cerca de mi zona de inicio y me resguardé entre varios islotes el tiempo necesario para arengar a mis tripulantes y convencerles de que la victoria aún era posible. Sandra tomó una actitud un poco conservadora, y dejo que me recuperase un poco, por lo que en el momento clave, avance con mi submarino hacia su portaaviones y, aprovechando que todos sus tripulantes estaban ocupados en diversas tareas, desate una lluvia de fuego sobre él, hundiéndolo en las profundidades. Ya solo quedábamos los dos submarinos, con la ventaja de que yo tenía un punto más de avería, por lo que a igualdad de fuerzas, mi submarino resistió más tiempo a flote, mientras que el de Sandra hizo su última y perpetua inmersión. Victoria aliada (o sea, de un servidor).

¡Eres un torpedo!
¡Eres un torpedo!

Y llegó el sábado. Veníamos planeando una buena sesión. Se vinieron a casa Ishtar, Adriano, José Luis y su mujer Silvia. Adriano se trajo el Battlestar Galactica, que desde que se lo compró aun no lo había estrenado. Tras explicarnos un poco como iba la historia, repartimos los personajes y los roles y comenzamos a jugar. Al principio fuimos tanteando un poco las acciones, pues andábamos un poco perdidos. Pagamos la novatada en la primera carta de crisis, porque pusimos casi todas las cartas y nos quedamos con las manos vacías, por lo que las que fueron viniendo después fueron difícil de cumplir (de hecho fallamos en muchas, que, sobre todo, nos fue mermando la moral). Llegamos a mitad de camino y se volvieron a repartir cartas de lealtad, tocándole a Ishtar la carta del simpatizante, por lo que se trasladó a la flota Cylon y desde allí intentó hacernos perrerías. Silvia pudo mirar el rol de Adriano y descubrió que era un malvado Cylon, por lo que ya, con las cartas sobre la mesa, Ishtar y Adriano se centraron en fastidiarnos abiertamente todo lo que pudieron. Como vimos que la moral ya andaba por los suelos, decidimos pisar el acelerador a ver si lográbamos llegar a Kobol antes de deprimirnos definitivamente. Pero un par de cartas de crisis que no nos aumentaron el marcador de saltos, y que, encima, no logramos sacar adelante, terminó de hundirnos en la miseria. Nos faltó un punto de viaje. Ganaron los Cylons.

Que desastre de Almirante/Presidente fui...
Que desastre de Almirante/Presidente fui…

Adriano tenía que marcharse, por lo que sacamos el Ra, que había traído José Luis. Tras explícanos la mecánica, comenzamos a jugar. La que mejor se lo montó fui Ishtar, que fue coleccionando desde el principio losetas de monumento y de inundación Silvia y José Luis, que tampoco es que llevasen muchas partidas encima, y, sobre todo, no habían jugado nunca a cinco jugadores, por lo que empezaron un poco expectantes. Sandra fue picoteando un poco de todo, y yo desde el comienzo solo fui a monumentos. Cometí un par de fallos a no hacerme con ninguna loseta de civilización ni de faraón, por lo que en la primera ronda, básicamente, solo perdí puntos. En la segunda ronda me recompuse, sobre todo consiguiendo alguna loseta más de edificio, conseguí de inundación y las cinco de civilización. Y ya en la tercera, conseguí completar todos los monumentos. Como dije al principio, Ishtar fue la que mejor estrategia desarrollo, teniendo al final todos los puntos de monumentos, una inundación enorme, y no perdió puntos durante el resto de la partida. El resultado final, Ishtar vencedora con 62 puntos, yo segundo, con 41, Sandra tercera con 27, José Luis cuarto con 19 y última Silvia con 18.

¡Ra, Ra, RaRaRa!
¡Ra, Ra, RaRaRa!

Ishtar tenía que marchar, así que nos quedamos cuatro, momento ideal para sacar el Tichu. José Luis hacía pareja conmigo y Silvia con Sandra. Les explicamos la historia, y a jugar. Yo empecé como últimamente, con un Tichu, y encima nos fuimos José Luis y yo los primeros en la primera ronda, por lo que 300 puntos de ventaja nada más comenzar. La verdad es que jugué bastante bien y me fui primero casi todas las rondas. Hice algún Tichu más. José Luis y Silvia se atrevieron con alguno, pero no lo completaron. Grandes momentos, aunque no hubo color. Dejamos la partida 835 a 65.

Tichu Master
Tichu Master

Finalmente el domingo no echamos nada. Teníamos intención de estrenar algún juego, pero nos pudo la pereza y nos quedamos tirados en el sofá todo el día. A ver que tal se presentan estos últimos días de Enero.

7 comentarios

    1. El Red Code lo has probado?? Qué te pareció?

      Y… cómo es posible que no hayas jugado al Tichu!?!??! Yo iba tarde, pero tú… no dejes para mañana lo que puedas jugar hoy!! Ya estás tardando 😛

    2. Me parece un buen juego el Red Code. Y sobretodo, una muy buena idea materializada en juego.
      Para mi gusto lo hubiese enfocao en otros aspectos. Pero claro, cada autor es un mundo (y un gusto por supuesto). Eso si, el modo eliminativo no me gusta. Prefiero jugarlo a puntos. Y tb creo que a 6 jugadores se hace muy largo. Para mí es un juego para 2 o 4 jugadores.

      En cuanto a lo del Tichu… pa q veas! todo jugón tiene unos cuantos clasicorros que se le han escapao. Ultimamente entre q juego poco, y que juego a algunas "rareces"… jajaja. Mñn podrás leer sobre ellas xD

      Saludos!

  1. Buenas partidas, por lo que vemos el Tichu se está convirtiendo en un clásico semanal 😉
    El Red Code también lo tenemos nosotros en el punto de mira, como tú a los submarinos, jeje. Habíamos leído que los rectángulos del "tablero" tendrían que ser cuadrados: ¿molesta mucho a la hora de calcular líneas de visión y tal o es sólo por ser perfeccionistas? De todos modos a ver si lo probamos, aunque con la ayuda de los Dimentos es más fácil 😉
    Del Ra estamos pendientes de hacernos una versión casera en su versión de dados (que está más dificililla de encontrar), que dicen que es rapidito con dos, para probarlo a ver si nos gusta.
    A seguir jugando!

    1. Hombre, en la futura reseña que estoy haciendo lo digo, lo de las casillas rectangulares es un fallo, pero no impide jugarlo adecuadamente. Sería visualmente mas sencillo, pero una vez que te acostumbras, no hay problemas.

      Nosotros, a raiz de estrenarlo, lo tenemos en el iPad y le hemos echado ya un par de partidas. Mola bastante, y siendo un juego de subastas que funcione a dos es ya noticiable!

      Gracias por pasaros!

    1. Totalmente. Lo del Galactica es inenarrable, aunque se ha hecho lo que se ha podido!

      A ver cuando montamos la siguiente! 😛

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