Crónicas Jugonas: Semana 47 del 2013 (18/11 – 24/11)

Buena semana la que hemos tenido, con muchas partidas a juegos muy variados. Así que sin más dilación, vamos a ello.

Como os comenté la semana pasada, hemos recibido un cargamento de juegos, así que nuestras ansias por probar eran elevadas. Empezamos el miércoles estrenando nuestra copia de Carcassonne Plus. Si, lo sé, es una «gran novedad» (sarcasmo), pero no tenía ninguna copia de Carcassonne, y ¿qué mejor que adquirir un superpack que incluye gran cantidad de material extra por el precio del título básico y una expansión? De todos modos la iremos dosificando. La primera partida la jugamos con el juego básico y la miniexpansión La Bruja y el Mago (para los que no la conozcáis, hay 8 losetas especiales que cuando aparecen permiten colocar en el tablero o mover a uno de los meeples de bruja o mago a un camino o ciudad. A la hora de puntuar, el mago añade un punto por loseta a la construcción y la bruja reduce el valor total de la construcción a la mitad). Sandra fue la primera en poder mover uno de estos meeples, y lo colocó en una gran ciudad que estaba construyendo. Luego pude usarlo yo. Mientras, se estaba gestando un gran pasto que tocaba numerosas ciudades, por lo que la batalla de los granjeros estaba servida, quedando como vencedor el que escribe estas palabras. Además, como estocada final, dejé una bruja en la ciudad más grande que le quedaba a Sandra por completar, por lo que la victoria fue aplastante. 152 a 85 puntos.

Bendita bruja...
Bendita bruja…

Le di a Sandra la oportunidad de vengarse jugando al juego de Perepau y Pedro: 1911: Amundsen Vs. Scott (que reseñé la semana pasada). Esta vez jugamos con la variante para expertos, con seis cartas descubiertas en vez de tres, lo que, en mi opinión, mejora mucho el juego, restándole azar y sumándole factor estratégico. La partida fue bastante tranquila e igualada hasta los momentos finales. Tardó en aparecer la carta de Perdida de Equipamiento, y cuando lo hizo, Sandra tuvo la mala suerte de tener que dejármela en bandeja, por lo que vio reducida la capacidad de su mano. Y cuando los dos estábamos a punto de alcanzar el polo sur, jugué dos cartas de grieta haciéndole perder el turno. Unido a que no tenía apenas cartas en la mano, la victoria fue, de nuevo, para mí. Scott destrozando la historia. Me tenían que haber llamado a mí.

¿Hace frío o me lo parece a mí?
¿Hace frío o me lo parece a mí?

El jueves teníamos nuestra partidita semanal con los chicos de Juegos de la Mesa Redonda. Esta vez decidimos echar un Dominion. Como en Goko tengo compradas prácticamente todas las expansiones, fui metiendo cartas nuevas, para darle algo de emoción al asunto. En la primera partida jugamos con cartas del básico y algún añadido, como fue el Obispo. La partida estuvo muy igualada, pero me la acabé llevando yo gracias a un Ducado que logré comprar en una de esas rondas «muertas», pues los cuatro acabamos con tres provincias. En la segunda partida introduje más variedad. Las más importantes (y que marcaron el desarrollo de la partida) fueron el Gran Mercado, el Buhonero y el Rebuild (esta carta es de la expansión Dark Ages, y aun no sabemos cómo la traducirá Devir). Sandra optó por limpiarse la mano con la capilla y comenzó a ganar Grandes Mercados a un ritmo endiablado. También pudo añadir gran cantidad de Buhoneros a coste 0, por lo que fue imparable. Yo usé una estrategia totalmente distinta, cargándome la mano de Rebuilds, con la esperanza de convertir mis Fincas en Provincias en poco tiempo, pero Sandra no nos dio oportunidad. Finiquitó la partida por la vía rápida con una gran paliza. Finalmente echamos una tercera partida para intentar quitarnos el mal sabor de boca. En esta última solo fuimos tres, pues Aarón no podía seguir jugando. Desde aquí vuelvo a pedir perdón porque configuré una partida desastrosa. Metí el Marauder, el Counterfeit (cartas del Dark Ages) o el Heraldo (del Guilds), pero cometí el error de no añadir una carta que eliminase cartas, por lo que destrozamos nuestros mazos y la partida fue a paso de tortuga. Yo fui el que mejor la enfoqué, pero tardamos bastante en acabar. De hecho, la partida terminó porque yo agoté el tercer mazo de cartas, quedando bastantes Provincias en el suministro. De nuevo yo fui el vencedor.

El viernes por la tarde volvimos a sacar el Carcassonne Plus. Esta vez jugamos con la expansión más famosa y que yo considero imprescindible: Posadas y Catedrales (de ahí que tengamos esta edición, porque si me compraba el básico, tarde o temprano iba a adquirir la primera expansión, y el valor en conjunto es el mismo que el del Carcassonne Plus). Tras explicar cómo iba el asunto, comenzamos a colocar losetas. La partida se mantuvo muy igualada, y, tal y como ocurrió el miércoles, comenzó a desarrollarse un pasto central por el que empezamos a darnos palos. Esta vez Sandra jugó mejor, aunque solo me ganó por tres puntos: 143 a 140.

Posadas everywhere
Posadas everywhere

Por la noche volvimos a sacar el Mr. Jack in New York, que hacía tiempo que no jugábamos. Yo jugaba con Jack y Sandra con el investigador. La verdad es que la partida la solventé por la vía rápida. Logré engañar a Sandra haciendo pensar que Jack era Alfred Elybeach, y se centró en intentar cerrarle todas las posibles salidas, cuando en realidad era Cloud Rider, con quien fui fabricando una estructura de edificios para poder salir por tierra en cuanto mi personaje se ocultó.

A casa después de un largo día de asesinatos...
A casa después de un largo día de asesinatos…

El sábado fue otro gran día de estrenos. En primer lugar sacamos otro de los platos fuertes de este último pedido: Small World. Tras leernos las normas, comenzamos a jugar Sandra y yo. En las primeras rondas, por el amor que nos profesamos, no nos pegamos ni nada. Pero en cuanto comprendimos (algo tarde) que en el juego irremediablemente para ganar hay que darse tortas hasta en el cielo de la boca, comenzaron las hostilidades y ni novios ni nada. Turno tras turno aquello era una masacre. Finalmente Sandra hizo sus cálculos y en la penúltima ronda entró en declive para en la última hacer la jugada perfecta y, con una nueva raza, llevarse la victoria por tres monedas.

Empezar con Medianos Ricos y terminar pobre...
Empezar con Medianos Ricos y terminar pobre…

Por la noche estrenamos Noah. Ya en la reseña que haga lo comentaré, pero siendo un juego que desborda ñoñería por los cuatro costados, tiene una mecánica ágil con mucha estrategia escondida. Se comienza con ocho cartas en la mano que representan diversos animales (de ambos sexos) que deben ser colocados en una serie de transbordadores para llevarlos al arca mientras Noé lo supervisa. Lo más importante es que en función del sexo del animal colocado, Noé va a supervisar uno de dos posibles transbordadores, lo que, unido a otras reglas, es lo que le da la gracia al juego. Ir calculando donde crees que tu rival tendrá más dificultades para colocar animales e intentar trabarle todo lo posible. Jugamos tres partidas. Aún sigo sin comprender que hice mal, pero Sandra me gano claramente en las tres. Por la noche volvimos a echar otra y, de nuevo, Sandra me gano. Frustrante a más no poder.

Noé habría sido un magnífico Project Manager
Noé habría sido un magnífico Project Manager

El domingo me levanté con ganas de revancha, por lo que volvimos a sacar el Noah. A la cuarta fue la vencida, y por fin gane una partida. Se notó que ya le íbamos pillando el truco a la mecánica y los cálculos empezaron a dominar al azar. De todos modos fue una partida muy igualada que se decidió por detalles, pues varias veces tuvimos que recoger todas las cartas de un transbordador al no poder poner animales en el sin incumplir las normas.

Para finalizar la semana lúdica, otro estreno: Galaxy Trucker del amigo Vlaada Chvatil. Ya sabemos que Sandra es bastante reacia a los juegos con ambientación de ciencia ficción. Sin embargo, de vez en cuando alguno de estos le entra por los ojos. Hay que admitir que este título tiene componentes muy llamativos y poco convencionales. Y la mecánica también es bastante novedosa (al menos entre los títulos de mi pequeña ludoteca). Juego ágil y muy entretenido. A destacar especialmente la fase de construcción de la nave, que es una locura muy divertida, así como luego salir con nuestro trasto volante a dar vueltas por el espacio para intentar conseguir el máximo dinero posible. Jugamos una partida reducida, pues tampoco queríamos saturarnos, así que solo hicimos la primera y la segunda ronda. En la primera Sandra construyó una mejor nave, con pocos conductos al aire, y quedó por delante de mí en el track de días de vuelo, por lo que consiguió más beneficios. Sin embargo, en la segunda ronda aprendí de mis primeros errores, y diseñé una nave mucho más versátil y con menos fallos. El resultado fue una montaña de dinero, que finalmente me dio la victoria por diez créditos de ventaja (63 a 53).

¡Vaya pepino de nave!
¡Vaya pepino de nave!

Y con esto y un bizcocho… A ver que nos depara esta nueva semana. A priori se presenta muy bien…

4 comentarios

  1. Os gustó el Smallworld a 2??
    A mí es un juego q me encanta, pero sólo lo veo pa jugarse a 4 o 5.

    Anda que vaya buena dosis de partidas eh 😉

    Saludos!

    1. Si, esta semana no hemos parado. Hombre, como siempre estos juegos hay que probarlos a mas jugadores, pero a 2 nos gustó bastante. Aun no tengo base para comparar que tal funciona a 2 respecto a 4 o 5. Pero aparentemente no funcionaba mal. Obviamente el control es casi absoluto de qué va a hacerte tu rival.

    1. Oh!! xD

      Pshhhh, que no se entere nadie (porque nadie se enteró, ni yo mismo).

      Efectivamente está mal colocado… Voy a tener que coger el Photoshop para no dejar rastro 😛

      Gracias por pasarte!

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