Primeras Impresiones: Santiago de Cuba

Y seguimos para bingo. Los que sigáis con más o menos asiduidad el blog sabréis que para mi cumpleaños he recibido un número considerable de juegos, que voy probando poco a poco. Por eso llevo tiempo sin publicar ninguna reseña. Muchos juegos y poco tiempo para profundizar lo suficiente como para escribir una reseña en condiciones. Pero todo llegará.

Caja de Santiago de Cuba
Caja de Santiago de Cuba

Hoy toca hablar de uno de esos juegos que sin hacer mucho ruido se cuelan en muchas ludotecas. Me refiero a Santiago de Cuba, publicado en España de la mano de Ludonova a un precio realmente competitivo (no llega a los 20 euros) teniendo en cuenta la cantidad y calidad de los materiales. De hecho, este puede ser el gran punto a favor que hará que mucha gente se decante por él antes que por otros títulos, independientemente de que, además, se trate de un gran juego. Pero ya se sabe, la pela es la pela.

El juego es del mismo diseñador de Cuba. De hecho, podríamos decir que Santiago de Cuba es el hermano pequeño de Cuba, tomando prestados muchos de sus elementos para componer un juego lo suficientemente distinto y con entidad propia para sopesar adquirirlo, incluso teniendo Cuba. De entrada he de advertir que no he jugado nunca a Cuba, y solo lo conozco por reseñas que he leído, así que no tengo suficiente base para hacer una comparación mucho más exhaustiva.

En Santiago de Cuba tomaremos el papel de comerciantes que intentan prosperar en la isla, obteniendo materias primas, transformándolas y exportándolas para conseguir los preciados puntos de victoria. El juego consta de 7 rondas en las que debemos ir llenando la bodega de un carguero que espera en el puerto a tener todas las mercancías requeridas para poder partir. Cada vez que el barco zarpa, se vuelve a definir la demanda inicia de mercancías (mediante unos dados que definirán cuantas unidades de cada producto hay que cargar en el barco: tabaco, cítricos, azúcar, puros y ron). Para conseguir estos productos, todos los jugadores se irán moviendo por la isla en un coqueto taxi, realizando paradas en los establecimientos de diversas personas que no otorgarán materias primas, dinero, puntos de victoria y otras ventajas.

Cada turno sucede como sigue:

  1. Avanzamos con el coche hasta el personaje deseado. El primer movimiento del coche es gratuito, pero a partir del segundo, cada movimiento extra nos costará una moneda.
  2. Se realiza la acción definida en el personaje en el que nos hemos parado
  3. Se visita uno de los edificios a los que ese personaje permita el acceso. Cada personaje tiene dibujada una rosa de un color (rojo, azul, amarillo y blanco). Los edificios se dividen en esos 4 grupos, a razón de 3 edificios por color. Cuando visitemos un personaje, seguidamente podremos acceder a uno de los edificios del grupo coincidente con el color de su rosa, siempre y cuando no hubiese otro jugador ya en él.
Partida de Santiago de Cuba
Partida de Santiago de Cuba

Adicionalmente, el taxi puede pararse en el puerto, momento en el que se cargan mercancías en el buque. Empezando por el jugador que paró el taxi en el puerto, se van cargando unidades de un determinado tipo de producto, hasta que el barco está completo y zarpa, o hasta que ningún jugador puede cargar más unidades de las mercancías requeridas. En este último caso el barco permanece en puerto con la demanda actual, pero aumentando el número de puntos de victoria que otorgan las mercancías cargadas. Cuando han partido los 7 barcos, se realiza el recuento de puntos de victoria.

Como veis, es un juego muy ligerito, bastante alejado de la mayoría de Eurogames que componen mi pequeña ludoteca, repleta de juegos complejos que necesitan de, al menos, media hora de explicación. Pero que no os engañe esto. No es un juego facilón y que se queme rápidamente, pues cada partida es distinta, ya que la disposición de los personajes y de los edificios cambia, por lo que una estrategia ganadora en una partida puede ser fatal en otra. Además, como ya he dicho, la calidad de los materiales es sublime, sobre todo por el precio que tiene el juego.

Hasta el momento solo he jugado partidas con mi novia. Estoy deseando comprobar cómo se comporta el juego con más jugadores y ver si funciona tan bien (o incluso mejor) que con dos jugadores, momento en el cual tendré información suficiente como para escribir una reseña como Dios manda. Hasta entonces tendréis que conformaros con esta humilde primera impresión.

4 comentarios

  1. A mí es un juego me gusta bastante porque es fácil de explicar y llena bastante a los que no conocen este mundillo, a dos funciona realmente bien, a 3 pasable, a 4 no me gusta jejeje, se vuelve incontrolable hacer cualquier estrategia, ya que no puedes hacerte una idea de donde estará el taxi.
    No sé si lo haréis pero cuando juguéis a dos probar a esconder los materiales del “banco” o caja, es decir que no se sepa lo que cada jugador puede tener a no ser que tengáis buena memoria.
    A mi Santiago de Cuba me recuerda mucho en mecánicas salvando las distancias al gran Puerto Rico.
    Un saludo desde la Gruta del Juego, y Sandra espero que le ganes 🙂

    1. Como bien dices, tiene ciertas reminiscencias con Puerto Rico, aunque me preguntaron que si había probado Cuba. Leyendo alguna reseña, Cuba si que recuerda a Puerto Rico.

      Respecto a lo de los materiales, nosotros lo que hacemos es poner todos los materiales juntos en un único montón, por lo que contar cada tipo es complicado.

      Un saludo Romo.

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